la semiotica como herramienta del formador de militares

por garantizar su seguridad, defensa y poder de persuasión ante potenciales agresores. En una palabra el militar existe,
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LA SEMIÓTICA COMO HERRAMIENTA DEL FORMADOR DE MILITARES

Olga Esperanza Terreros Carrillo

Desarrollar la misión docente en el ámbito de la formación castrense exige identificar, describir y relacionar los signos que construye su cultura. Por lo tanto, todo aquel que tenga en sus manos la responsabilidad de desarrollar currículos tendientes a lograr el perfil del militar deberá acudir a la semiótica para hallar una explicación de sus signos y a la hermenéutica como medio de comprensión e interpretación. Las anteriores observaciones sirven de entrada para señalar el ambiente de este ensayo, que pretende como lo plantea la tesis expuesta en el primer párrafo, demostrar la necesidad que tiene el docente para realizar su función dentro del ámbito castrense, de conocer los signos que enmarcan o definen la cultura militar. Atendiendo a ello nos permitimos realizar una contextualización de la misión militar para posteriormente identificar algunos signos, describirlos y finalmente relacionarlos con la tarea del educador. En primer término, para comprender el porqué de los símbolos militares, se hace indispensable conocer que la misión militar radica en la necesidad de los pueblos por garantizar su seguridad, defensa y poder de persuasión ante potenciales agresores. En una palabra el militar existe, por la existencia misma de la guerra, es por ello que en una confrontación armada, al fragor de la batalla, pretender racionalizar cada movimiento, es lo mas cercano a la utopía, debido a las condiciones propias del combate, donde poca o casi ninguna cabida tienen la discusión, la concertación o cualquiera otra técnica para tomar decisiones. Ante tal panorama, y por extraño que parezca, los combatientes pasan a depender de la habilidad de su comandante para emitir las órdenes correctas, y el comandante depende de los combatientes para lograr que las ordenes dadas sean cumplidas con exactitud y sin vacilación, en el tiempo y modo por él indicados. Lo anterior demanda de un alto nivel de subordinación y rigor, para garantizar una alta probabilidad de éxito en el desarrollo de la tarea, cualquiera que esta sea; lo cual a su vez implica la adaptación de los hombres de armas, a un sistema rico en símbolos, algunos de los cuales han sido observados y cuya identificación y descripción sigue: Presentación personal

La apariencia del militar, es definitiva como parte de su identidad. Entre los aspectos relevantes se encuentran : el vestuario caracterizado por su sobriedad y poca variedad en el color, su elegancia, el brillo de sus zapatos, la ausencia de barba, así como de joyas y bisutería y la predominancia del cabello corto como sinónimo de limpieza, pulcritud. Sobresalen en su uniforme las insignias y distintivos y condecoraciones que reflejan autoridad. Posición: Mantener rigidez en su postura corporal, es al militar, tanto como la plasticidad al gimnasta. El cuerpo erguido, proyecta una imagen altiva, orgullosa y hasta desafiante, algo propio de quien se enfrenta de manera permanente a situaciones de peligro, donde debe dominar. Sus manos, difícilmente se encontrarán en posición de hoja de parra, regularmente son colocadas en la parte inferior de la espalda., demostrando dominio o como medio para evitar análisis sicológicos de su interlocutor, además de permitirle concentración en su tarea. Saludo Depende del orden jerárquico, se acompaña de frases cortas y precisas y se enmarca con movimientos físicos. Se utiliza el artículo “mi”, como sinónimo de sumisión, tomado del modelo medieval de Francia. Mirada Debe ser directa, a los ojos, como reflejo de franqueza, lealtad y disposición a recibir órdenes. Movimientos Todos inscritos en reglamentos (de orden cerrado y de orden abierto) con sus interpretaciones y finalidades precisas. Los desplazamientos se dan en ángulos rectos, movimientos que se trasladan al comer, al formar, al saludar y demás con la finalidad de aplicar a su modelo de pensamiento lineal, propio de la milicia. Los movimientos se hacen en ángulos de noventa grados y por tiempos atendiendo a la facilidad de aprendizaje, precisión y uniformidad en tiempos de ejecución y secuencias. Cantos de marcha Se realizan como elemento motivacional, para facilitar la instrucción y potenciar la uniformidad. De igual forma se utilizan fisiológicamente para evitar el consumo de oxigeno en el cerebro, de manera tal que este oxigeno sea utilizado en el cerebro, de manera tal que este oxigeno sea utilizado en el aumento de funciones físicas.

Formaciones Las formaciones son la reproducción de la estructura organizacional en un patio ( plaza de armas). Vistas en un solo plano van de derecha a izquierda en estricto orden jerárquico. Estas posiciones se reflejan en varios momentos de la cotidianidad como puede ser : La ubicación en un comedor, en salas de conferencias, en reuniones de trabajo, en los automóviles etc. Lenguaje Todas las ordenes poseen dos partes : una preventiva (se dice que se va a hacer) y una ejecutiva (en que momento se hará). Ejemplo : Con compás – Mar!. – Descansar.. Ar!. El lenguaje así indica la coordinación y la disciplina, además de conformar un código propio de la cultura militar. Colores Los colores resaltan una tonalidad y esta tonalidad identifica el arma a la cual se pertenece. El contraste se encuentra en su uniforme representado en las condecoraciones, las cuales tienen como función demostrar la jerarquía y las visrtudes militares de quien las posee. Ya identificados y descritos algunos signos a manera de ejemplo, me atrevo a acudir a la hermenéutica como medio para interpretarlos y relacionarlos con la mirada que el docente debe hacer de los mismos en aras a la aplicación del modelo educativo propio de esta cultura: Con la finalidad de enmarcar esta interpretación considero pertinente en primer término definir la formación militar, la cual acoge tácitamente el conjunto de signos que se imbrican, o trastocan para definir tanto su modelo educativo como su cultura, para ello acudiré a la definición de formación militar que otorga el Doctor Andrés Dávila Ladrón de Guevara, en las conclusiones del trabajo académico financiado por el Instituo de Ciencias Políticas de Desarrollo de la Universidad Javeriana y la Fundación Honrad Adenauer (1999), “ … Se entiende por formación militar, la afirmación de unos rasgos y valores de carácter estructural, los cuales evolucionan de acuerdo con las condiciones de la guerra y las relaciones político – militares. Rasgos y valores que se refieren a la disciplina que debe tener el militar para cumplir eficiente y efectivamente con sus responsabilidades, así como con el orden establecido y los principios que rigen la Institución. A la vez debe respetar de manera estricta las jerarquías de la estructura organizacional y ser leal a la misma”. Podemos observar en esta definición cómo los signos identificados y descritos se hacen presentes en el final de la tarea. Así podemos hablar de “rasgos y valores distintivos” (disciplina, enmarcada en su pensamiento rígido, sus movimientos,

presencia, lenguaje, formas de relación, prácticas, imaginarios). “Cumplimiento responsable según el orden establecido”, (lenguaje de subordinación, lenguaje corporal que indica la jerarquía, símbolos que identifican su posición). De esta forma podemos realizar relaciones innumerables de los signos utilizados en la formación de militares que nos permiten describir y entender su cultura y así mismo demostrar que el conocimiento e interpretación de los signos en la formación militar permite al docente ubicar el norte del modelo educativo, conocer el porqué de su actuación, lenguaje movimientos y demás aspectos que en conjunto son necesarios para lograr el perfil que el modelo educativo exige.