LA LETRA CHICA DEL MAL LLAMADO “LEGADO ECONÓMICO” DE LA ADMINISTRACIÓN PIÑERA Equipo Asesoría Legislativa Nueva Mayoría

La

administración

Piñera

ha

estado

tratando

de

instalar

comunicacionalmente la idea de “que deja un gran legado económico y resalta el crecimiento de la economía de 5,3% como promedio 20102013, la creación de más de 900.000 empleos, el aumento del PIB per cápita” y con su marketing exitista trata de convencer a la ciudadanía que quedamos ad portas de ser un país desarrollado. Pero -como ocurrió durante toda su gestión- tratemos de ver “la letra chica” detrás de este discurso tan exitista; en especial, al momento de hacer el balance de su gestión en la última semana legislativa. a) En materia de crecimiento económico nada dice que a partir de 2013 la economía se desaceleró, que el último trimestre 2013 el crecimiento de la economía sólo fue 2,7%. Tampoco nada dice que sus proyecciones de crecimiento 2014 para la economía de 4,9%, resultó ser de un optimismo irresponsable. La mayoría de los analistas serios hablan de un crecimiento 2014 en el rango 3% a 3,5%, lo que fue ratificado por el Banco Central con su baja de 25 puntos base de la TPM que develan las proyecciones de una economía enfriándose. En materia de crecimiento, la administración Piñera deja como herencia una economía creciendo al 3% -muy lejos de sus promedios exitistas-. Tampoco es verdad lo que insinúa su Ministro de Hacienda de que este menor crecimiento 2014 es producto de la Reforma Tributaria que impulsará la Presidenta Bachelet. Este bajo crecimiento 2014 es producto de que actual Gobierno no realizó ninguna reforma pro crecimiento: la energía tiene altos costos y es

la

variable

que

está

afectando

la

competitividad

de

muchas

industrias; la fuerza laboral tiene baja educación y poca capacitación, hay

mercados

altamente

concentrados,

hay

poca

innovación

que

modernice una economía orientada a la exportación de commodities y la capacidad de crecimiento del país en su PIB potencial sigue siendo el mismo del año 2009 (4,8%).

Hay un consenso transversal, más allá de la Nueva Mayoría, de que Gobierno de Piñera no hizo nada por mejorar capacidad de crecimiento del país y que esas materias quedaron pendientes. El próximo gobierno tiene una oportunidad histórica de presentar una propuesta de mediano plazo y que aborde de manera sólida este desafío

con

la

presentación de

su

Agenda

Pro

Competitividad

y

Productividad que es parte de sus 50 medidas iniciales. b) En materia fiscal, a pesar de los mayores ingresos por el más alto precio del cobre (promedio US$

3,7 2010-2013) no se

apuntó a disminuir el déficit fiscal -originado en la política antíciclica 2009- sino se prefirió mantener un fuerte estímulo fiscal generando así un déficit casi permanente de -1% del PIB entre 2011 y 2013. Además, producto del cálculo optimista del PIB 2014 de 4,9%, el efecto es que el déficit fiscal 2014 sería mayor y alcanzaría a -1,4% del PIB para este año. Este mayor gasto fiscal aumentó el endeudamiento y debilitó la política de la responsabilidad fiscal, incluso el próximo gobierno hereda más de 50.000 subsidios habitacionales sin proyectos, ni terrenos ni respaldo presupuestario

para

2014;

se

firmaron

acuerdos

laborales

con

trabajadores portuarios de empresas privadas generando beneficios que serán financiados por el Fisco lo tendrá un costo fiscal de US$ 40 millones para este año. c) En materia de empleos ha sido la mayor decepción social. Piñera destaca la creación de más de 900.000 nuevos empleos pero nada dice que son con salarios cercanos al Ingreso Mínimo de $ 210.000.

Esta precariedad salarial de los nuevos empleos lo ratificó reciente informe de U. de Chile donde señala que sólo el 20% de la fuerza laboral de la Región metropolitana gana más de $ 570.000 mensuales líquidos; además, esos empleos ocupados mayoritariamente por mujeres –gobierno destaca que más de 500.000 de los nuevos empleos son ocupados por mujeres-; pero nada dice que aumentó la brecha salarial entre hombres y mujeres en el período 2010-2013, llegando a una brecha del 35% como lo destacan diversos estudios incluido los datos de la Superintendencia de Pensiones y además, esos empleos son en empresas subcontratistas que es el único sector donde creció el empleo. Además, nada dice que el 50% de esos nuevos empleos fueron en 2010 y son producto de la mayor inversión pública originada por la reconstrucción. Esta precariedad salarial de esos nuevos empleos contrasta con el aumento del 30% real de la tarifa de Transantiago en el período, con lo que el gasto en transporte público aumentó notablemente en los trabajadores del 40% más vulnerable. d) En materia de capacitación laboral se siguieron dilapidando US$ 300

millones

anuales

en

una

franquicia

tributaria

para

capacitación que sólo beneficia a trabajadores de altos ingresos y pertenecientes a grandes empresas que no requieren subsidio público. No se hizo una reforma al sistema de capacitación laboral que reoriente esos recursos públicos para financiar la capacitación laboral continua de los trabajadores/as de menor calificación que trabajan en las empresas de menor tamaño y para personas que están sin empleo y que requieren mejores aprestos laborales. e) En materia de Innovación, los recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad se estancan en relación al año 2013 en $ 99.856 millones. Pero si comparamos con presupuesto 2010 que fue de $ 114.183 millones ($ 2014) la inversión pública ha caído en -12.5% lo que reafirma nuestra permanente crítica de que este gobierno no ha

invertido en Innovación y en Ciencias que son elementos claves para mejorar la capacidad de crecimiento futura de la economía.

El exitismo económico de la administración Piñera –ratificada con su último

balance

sobre

empleos

creados-

probablemente

impacta

positivamente la percepción del decil más rico, pero la gran mayoría del país ve que su vida no mejoró en estos años de gobierno de derecha, que el crecimiento del PIB per cápita no ha significado mejor calidad de vida para su familia, que los empleos que se ofertan son con bajos salarios y que el desarrollo con equidad sigue siendo una asignatura pendiente para el país. El desafío que tenemos como Nueva Mayoría en el período 2014-2018 es crecer para disminuir la desigualdad y así tener un tipo de desarrollo más democrático e inclusivo.