La lechería necesita otras ideas

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Campo

Sábado 28 de noviembre de 2009

( DESCUBRIMIENTO ) Hallazgo en la Patagonia

LA NACION/Sección 5/Página 7

( OPINION )

La lechería necesita otras ideas Por Manuel Ocampo Para LA NACION

Los investigadores Roberto Scasso y Liliana Castro CEPRO

Fertilizante mineral para utilizar en los cultivos intensivos Investigadores de la UBA creen que la glauconita tiene un mayor efecto residual que los usados habitualmente Por Cecilia Draghi Para LA NACION Científicos argentinos en su estudio de minerales para la agricultura analizaron en la Patagonia una fuente de fertilizante potásico alternativo con resultados alentadores para cultivos intensivos. “Esencialmente sería conveniente para productos de exportación y orgánicos porque cumple con los requisitos internacionales dado que es eco-friendly, es decir, amigable con el medio ambiente”, destacan los especialistas de este grupo de investigación liderado por los doctores Roberto Scasso y Liliana Castro, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). ¿Cuál es el nombre de este agromineral? Glauconita, del griego glaukos, que significa azul-verdoso. Y así es su color al natural. “Existen depósitos importantes por su área y volumen en la cuenca del golfo San Jorge, al sur de Chubut y al norte de Santa Cruz”, detalla Castro, codirectora del Grupo Fosfatos, del Departamento de Geología, en un trabajo realizado en conjunto con la Facultad de Agronomía de la UBA y el Instituto de Tecnología Mineral (Intemin). “Hasta ahora no se había observado la aplicabilidad de la glauconita en el país”, remarca. Los primeros ensayos agronómicos consistieron en comparar este mineral con otro compuesto habitualmente usado como fertilizante, el cloruro de potasio. “Este es más efectivo en los primeros cortes, pero a largo plazo la glauconita ofrece un mejor efecto residual debido a su menor solubilidad según las distintas pruebas realizadas”, detalla la doctora Castro. Con la mirada en el futuro, los resultados coinciden en destacar sus beneficios. Una de las ventajas es su mayor efecto residual tras las sucesivas cosechas en relación con el cloruro de potasio. Y por otro lado es menos contaminante, dado que tiene “potasio sin cloro”, puntualiza. Esta característica le permitiría “responder a los requisitos de calidad de los mercados de productos orgánicos”, añade, al tiempo que plantea: “No se usa para cultivos extensivos como soja, pero sí podría aplicarse para algunos intensivos como tabaco, frutales, que a su vez exijan calidad”. En plena estepa patagónica, contra el viento y las inclemencias climáticas, el equipo de investigadores trabajó intensamente para estudiar el depósito de glauconita

que aflora en parte sobre la superficie. Este terreno, hoy árido, fue hace más de 50 millones de años el fondo del océano. “En estos ambientes marinos del pasado se suele encontrar glauconita”, indica la licenciada Corina Franzosi, quien realizó una tesis sobre esta temática. En este sentido, la doctora Castro precisa: “Estos minerales se formaron en plataformas marinas, de 50 a 200 metros de profundidad, en el período Terciario. Donde hoy hay tierra en el pasado hubo una ingresión marina que cubrió la mitad de la Patagonia”. Mientras continúan los estudios en el sur argentino, también siguen adelante las investigaciones agronómicas. Entre los distintos ensayos realizados en los cultivos, el equipo detectó que el tamaño de este mineral parece tener importancia a la hora de medir su eficacia. “La razón por la cual la glauconita de grano más grueso resulta mejor fertilizante (que el más fino) es actualmente objeto de estudio”, indican los investigadores Liliana Castro, Roberto

Podría promover una industria extractiva que minimice los riesgos de contaminación y fomente el desarrollo Scasso, Agustina Branzini, Marta Zubillaga, Ana Fazio, Selvia Tourn y Mercedes Zubillaga. Otro de los objetivos puestos bajo el microscopio es probar distintas combinaciones para obtener mejor efectividad. “Estamos trabajando con especialistas como Ana Celeda del Intemin para saber cómo sería la forma mejor de aplicación de este mineral. Si sólo, o combinado con otros fertilizantes”, adelanta Castro. Por último, este depósito ubicado en la Patagonia mostró además la presencia de otros nutrientes, como calcio, magnesio, fósforo, “lo cual agregaría una ventaja adicional”, subrayan. La amplia extensión que abarca, así como el contenido, “induce a proponer su evaluación como un adecuado fertilizante mineral para la agricultura. Esto podría promover el desarrollo de una industria extractiva que minimice los riesgos de contaminación y además fomentaría el desarrollo socioeconómico de la región en estudio”, concluyen. Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA

( BREVES ) > MOLINOS TASSARA Molinos Tassara, empresa familiar radicada en Junín, provincia de Buenos Aires, dedicada a la elaboración y comercialización de harinas, balanceados y alimentos para mascotas, presentó una nueva línea de alimentos balanceados para mascotas denominados Keiko, Keikat y Keikito. Para ello la empresa invirtió unos ocho millones de pesos. Más información en www.keikoweb. com.ar.

> JORNADA A CAMPO La Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola

(Aacrea) realizará el viernes próximo de 8.30 a 18 en la Estancia Iraola, en el kilómetro 441 de la ruta 226, entre Bolívar y Pehuajó. Informes por el 52389988.

> JORNADA DE APROCABOA Se realizó en la Bolsa de Comercio de Rosario una jornada ganadera organizada por la Asociación de Productores de Carne Bovina Argentina (Aprocaboa). Estuvieron, entre otros, el intendente local, Miguel Lifschitz, el presidente de la Bolsa, Jorge Weskamp, y el presidente de la entidad organizadora, Angel Fernando Girardi.

Cuando todo indica la necesidad de obrar con inteligencia e idoneidad en el esclarecimiento de las necesidades sectoriales, para establecer un norte y corregir los actuales desaguisados en política lechera, se resuelve en sentido contrario. Así se redacta un proyecto de ley de lechería que establece un régimen de promoción sin evaluación de las necesidades regionales, sin consulta a las provincias ni presupuesto previo, con recursos exiguos frente a la facturación del sector y expuestos a la corrosión de la inflación. Se crea una Comisión Nacional de Lechería para asistir al Ministro de Agricultura al que nada impide conformarla. Procura armonizar el régimen sanitario y establecer un sistema de monitoreo de la cadena, temas que tampoco necesitan legislación alguna.

Genera la posibilidad de mecanismos de regulación de volúmenes de producción y precios sin definirlos, dejándolos al arbitrio de los funcionarios de turno y sus secuaces. Posibilita así repetir la política que ha venido aplicándose en los últimos años, que tanto daño han causado al sector y a los consumidores, destruyendo reglas y previsibilidad con acciones contrarias al Estado de Derecho. Para determinar un precio obligatorio se sugiere, sin desarrollar ni probar, una fórmula que recoge información del instituto más sospechado y denunciado del país como el Indec, con un mix productos que no se corresponde con ninguna industria por lo que, seguramente, no hará más que judicializar la comercialización de leche cruda. Pretende regular los volúmenes de leche y sus destinos “manu militari” desde una repartición pública. En resumen, el típico “argentinazo” de los últimos años (medidas sin

parangón en el mundo), que no soluciona lo que declama: evitar el cierre de tambos, una transferencia más equitativa de los ingresos y mayor previsibilidad. El camino que debe transitar la lechería argentina pasa por lograr la organización voluntaria de los productores que les permita comercializar ordenadamente su producción para atemperar los efectos de sobrantes ocasionales sin incumplir los acuerdos internacionales; para aumentar su poder de negociación con la industria láctea, el Estado y sus proveedores de forma de contar con excedentes económicos cuando se generen, para enfrentar a las dificultades y evitar discriminaciones y expoliaciones como las sufridas en años recientes; que posibilite organizar la distribución de la leche cruda para bajar costos, contar con laboratorios independientes y plantas de concentración de leche cruda; para facturar la producción y desarrollar instrumentos de mercado

como precios pizarra, precios “consoleite”, contratos de abastecimiento o mercados de futuro; para lograr mayores niveles de competitividad aumentando la productividad y mejorando la infraestructura; para fortalecer la competencia con nuevas inversiones y el ingreso de nuevos actores; para contar con información suficiente que permita consolidar las decisiones y transparentar la cadena; para facilitar la integración vertical cuando convenga (como aconseja la Presidenta); para participar en la discusión de las políticas nacionales y los acuerdos internacionales con solvencia y responsabilidad; para auspiciar la creatividad y el talento argentino; para fortalecer la cadena láctea; etcétera. Nada de esto se contempla ni propicia. Sólo se ofrece más discriminación y decadencia. El autor es presidente de la Asociación de Productores de Leche (APL)