La Justicia allanó una empresa de la Presidenta por irregularidades

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POLÍTICA

| Viernes 21 de noViembre de 2014

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Edición de hoy a cargo de Jorge Liotti www.lanacion.com/politica | @politica_LN | Facebook.com/lanacion [email protected]

La hotelería de Cristina en El Calafate Forman parte de los negocios de la última etapa

ALTO CALAFATE Es un hotel 4 estrellas. Tiene 103 habitaciones, restaurante, spa, pileta de natación y sala de convenciones. Desde 2008 es de la familia Kirchner. Desde entonces hasta 2013 fue gerenciado por Lázaro Báez

HOSTERÍA LAS DUNAS Es de 4 estrellas. Tiene 45 habitaciones. Fue inaugurado en 2005 con 15 habitaciones. Su anterior dueño fue la familia Cava. Desde 2008 hasta el año pasado fue gerenciado por Valle Mitre, de Báez. En diciembre de 2013, Parrilli confirmó que era de la familia Kirchner, que triplicó la capacidad hotelera y lo reinauguró el mes pasado.

LOS SAUCES - CASA PATAGÓNICA Es un hotel boutique. Tiene 42 suites distribuidas en seis casas independientes. Cuenta con spa, club house y restaurante. Fue inaugurado en 2007, alquilado durante varias temporadas a Juan Carlos Relats. Está a seis cuadras del centro comercial

negocios y poder | Un caso qUe compromete al gobierno

La Justicia allanó una empresa de la Presidenta por irregularidades

Lujos y tarifas en dólares en el Alto Calafate

Lo dispuso el juez Claudio Bonadio sobre la firma que administra el hotel Alto Calafate; la investiga por la falta de balances y por las contrataciones ficticias que hicieron compañías de Lázaro Báez

El principal hotel de los Kirchner en el Sur, eje de las sospechas Mariela Arias

CORRESPONSAL EN SANTA CRUz

El hotel Alto Calafate quedó en la mira por los acuerdos firmados con Lázaro Báez; en el microcentro porteño la sede de Hotesur estaba vacía

Hernán Cappiello LA NACION

Cuando la policía abrió la puerta de la oficina del cuarto piso de Lavalle 975, sobre la peatonal, a metros de la avenida 9 de Julio, no había nadie. Sólo había un departamento vacío. Sin embargo, el lugar fue declarado oficialmente como la sede de Hotesur, la empresa donde la presidenta Cristina Kirchner es accionista y que administra Alto Calafate, uno de sus hoteles. Esa oficina donde debía funcionar la compañía de la mandataria fue allanada ayer por el juez federal Claudio Bonadio, quien también allanó la Inspección General de Justicia (IGJ) para pedir los legajos originales de esa empresa. Además le solicitó información a la AFIP sobre sus declaraciones de impuestos. El juez Bonadio investiga anomalías registrales en Hotesur y la falta de presentación de balances de la empresa. Pero además investiga la hipótesis del lavado de dinero, dado que la firma acordó alquilar casi un millar de habitaciones al mes a Lázaro Báez durante dos años, estén o

no ocupadas, según reveló la nacion el año pasado. La acción judicial sobre la empresa de la que Cristina Kirchner declaró tener acciones por 9.367.528,85 de pesos responde a una denuncia de la diputada Margarita Stolbizer, basada en una investigación del programa de televisión Periodismo para todos, que señaló irregularidades registrales en la firma. En concreto, se denunció que la sede de la empresa era una oficina vacía y que la firma no presenta balances desde hace años ante la IGJ, organismo público que depende del Ministerio de Justicia y que se encarga de registrar y controlar a las empresas. Bonadio comprobó ayer, al menos parcialmente, parte de la denuncia: en la sede declarada en las oficinas de Lavalle al 900 no funcionaba nada. Sí encontró que debajo de la puerta había correspondencia comercial dirigida a la empresa que administra el hotel Alto Calafate, de esa ciudad santacruceña. la nacion ya había publicado el 19 de diciembre de 2013 que la IGJ pro-

tegía a Hotesur, porque no se la había sancionado a pesar de que adeuda balances, no informa quiénes integran su directorio desde hace años y sus directores incumplen la normativa contra el lavado de activos que dictó la IGJ, que obliga a detallar si algunos de ellos son “personas políticamente expuestas” (PEP). Además, la empresa presentó su declaración jurada obligatoria de actualización de datos meses después de vencido el plazo. Y, a diferencia de lo que ocurrió con otras empresas, ni por ese incumplimiento ni por los otros fue sancionada con las multas previstas. En la causa de Bonadio, el fiscal Carlos Stornelli había impulsado la acción y el pedido medidas de prueba. Pero la investigación judicial no sólo tiene por objeto corroborar un incumplimiento formal de las normas registrales, sino que además el juez Bonadio analizará la consistencia de la información económica que surja de los balances, comparada con la de la facturación y las declaraciones impositivas de la empresa, dijeron fuentes judiciales.

la nacion reveló a fin del año pasado que siete compañías del empresario kirchnerista Lázaro Báez, por medio de la firma Valle Mitre, suscribieron acuerdos confidenciales y retroactivos por los que alquiló y pagó 935 habitaciones por mes a las empresas de la Presidenta, durante 2010 y 2011, sin importar si se ocupaban o no, ni si se trataba de temporada alta o baja. Así, y sólo por el Alto Calafate, el matrimonio presidencial recaudó más de $ 10,1 millones de Báez. De ese monto, más $ 6,3 millones correspondieron a 2010 y $ 3,7 millones al año siguiente, cuando ya había fallecido el ex presidente Néstor Kirchner. Por eso ayer un funcionario judicial con cinco hombres de la Policía Metropolitana y testigos se apersonaron en la AFIP para buscar la información económica de la empresa allí depositada. El juez les dio 48 horas para entregarla. Bonadio analizará los balances y si hay lavado de dinero en el alquiler de las habitaciones. Paralelamente, otra brigada fue a la IGJ, donde ayer a la tarde buscaban los legajos de Hotesur. Allí hay mas irregularidades: la empresa adeuda pre-

H. córdoba y S. aznárez

sentación de balances, conformación societaria y tasas, correspondientes a los ejercicios 2011, 2012 y 2013. En tanto, la última designación de directorio corresponde a una asamblea que se celebró en noviembre de 2008, con mandato hasta la asamblea que debía tratar el ejercicio con cierre el 31 de octubre de 2009. Esa asamblea designó a una sobrina de los Kirchner –la fiscal Romina Mercado– y a un socio del ex presidente en la inmobiliaria, Osvaldo Sanfelice, además de Adrián Berni –el máximo ejecutivo de Lázaro Báez en Valle Mitre– y otros hombres del entorno compartido por ambos: Alejandro Fermín Ruiz, Patricio Pereyra Arandia y Roberto Saldivia. Según el estatuto interno de Hotesur, sus directorios se conforman con mandatos por tres años, pero aun así durante sus primeros ejercicios los renovaron cada año. De ese modo, si desde 2009 mantuvieron la tradición de conformarlos cada 12 meses, la sociedad no informó sus cuatro últimos directorios. Y si pasó a cambiarlos cada tres años, faltan dos: el de 2009 y el de 2012.ß

Una firma clave, en una trama millonaria el escenario Hugo Alconada Mon LA NACION

D

os son las sociedades clave para entender el entramado de negocios y sospechas que une a Cristina Kirchner con el empresario patagónico Lázaro Báez. Una es Hotesur; la otra, Valle Mitre. Y ambas se encuentran bajo la lupa judicial por los presuntos delitos de lavado de activos y evasión tributaria, y otras figuras que se ciernen sobre los funcionarios que deberían controlarlas. Hotesur SA es la firma con que la familia Kirchner controla sus hoteles en el Sur. El más importante es el Alto Calafate. Pero sus números se mantienen en las sombras. Entre otros motivos, porque incumplió con varias exigencias de la Inspec-

ción General de Justicia (IGJ), el organismo que debe controlar a las sociedades creadas o domiciliadas en la ciudad de Buenos Aires, y que depende del Ministerio de Justicia. Valle Mitre SA, en tanto, pertenece a Báez. ¿Por qué es relevante esa firma? Porque durante años se encargó de gerenciar los hoteles de la Presidenta y garantizarle ingresos multimillonarios a través de los contratos que firmaron al menos ocho empresas del propio Báez para pagar cientos de habitaciones sin jamás usarlas, tal como reveló la nacion en diciembre y enero pasados. ¿Cómo era esa operatoria? Ocho firmas de Báez firmaron convenios confidenciales y retroactivos con el Alto Calafate, hasta superar las 1100 habitaciones por mes durante años, que él pagó, sin obtener una tarifa corporativa ni descuento alguno y sin importar que sus empleados

usaran o no esas reservas o si se trataba de temporada alta o baja. ¿Resultado? En un año y medio, Báez desembolsó más de $ 10,1 millones por habitaciones en el Alto Calafate. Más otros $ 3,2 millones por el “alquiler” de la hostería Las Dunas y otros $ 1,1 millones por operatorias similares con la firma Los Sauces SA, también de la familia Kirchner. Cuando la nacion comenzó a publicar esas revelaciones, Báez presentó una medida cautelar ante la Justicia para impedir la publicación de más información interna de Valle Mitre y el resto de sus empresas. Jamás obtuvo esa cautelar, pero admitió así la autenticidad de los documentos contables que reveló este diario. En la misma línea, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, afirmó por radio que no le

importaba qué hizo Báez con las habitaciones que pagó a la familia Kirchner, ya que se trataba de un “acuerdo entre privados”. Una respuesta peculiar al tratarse de operaciones comerciales de los últimos dos presidentes de la Nación con el mayor contratista de obra pública de la última década. Pero de ese modo Parrilli terminó por admitir que existían esos contratos. Para entonces, la Justicia había comenzado a reaccionar. El juez en lo Penal Tributario Javier López Biscayart inició una investigación sobre Valle Mitre y el 20 de diciembre pasado ordenó el allanamiento de las oficinas porteñas de Báez. Esa pesquisa continúa abierta. Pero las revelaciones no terminaron ahí. la nacion también expuso que la IGJ le otorgó protección a Hotesur, que incumplía con múltiples requisitos que impone la ley.

En cuestión de horas, el Ministerio de Justicia acusó a la nacion de montar “un proceso sistemático” de “maniobras agraviantes y desestabilizadoras en perjuicio del Estado nacional y sus instituciones”, al tiempo que negó esa supuesta protección. Sostuvo que Hotesur fue intimada a actualizar su información en abril de 2013 y que desde entonces su legajo se encuentra “bajo análisis”. Once meses después, sin embargo, la situación irregular de Hotesur no cambió en la IGJ. Adeuda tasas por $ 20.000 (la última que abonó fue en 2009) y no presentó balances de 2011, 2012 y 2013. Tampoco inscribió a sus autoridades desde octubre de 2009, y no hay rastros de Hotesur en los domicilios legales que consignó. Por eso, ahora, la Justicia también investiga si desde la IGJ se protegió a la firma presidencial.ß

EL CALAFATE.– Indiferente a los escándalos que lo rodean, el hotel Alto Calafate se erige en el ingreso a esta ciudad, en la cima de una colina que le otorga una vista única de la ciudad y el Lago Argentino. Por estos días atraviesa una buena temporada turística, que aquí ya se vive desde octubre. El Alto Calafate es uno de los 14 hoteles de entre 4 y 5 estrellas de la ciudad y, con 103 habitaciones, opera comercialmente todo el año. Cuando los Kirchner compraron el hotel, encararon una serie de ampliaciones. Aunque mantuvieron la cantidad de plazas, construyeron una sala de conferencias con capacidad para 650 personas, un restaurante y una piscina climatizada que amplió los servicios del spa. Como la mayoría de los hoteles de alta categoría de esta ciudad, trabaja con tarifas en pesos y en dólares. Varias tarifas conviven en el mismo hotel, las más económicas se pueden encontrar por la web, desde 1150 pesos final la noche en base doble. Recibe pasajeros que llegan a través de agencias y paquetes con excursiones incluidas o bien los independientes que contratan por Internet. Para hacer frente a la temporada baja, cuenta con una “tarifa residente” para los santacruceños y también hace promociones regionales, que este año incluyeron a las ciudades del sur de Chile. Desde hace años también es el hotel que aloja a la tripulación de Aerolíneas Argentinas que debe hacer noche en la ciudad. El Alto Calafate es el segundo de los hoteles de los Kirchner en esta ciudad. Fue adquirido en 2008, a través de Hotesur, una sociedad anónima donde la familia Kirchner tiene la mayoría accionaria. Desde entonces y hasta el año pasado, fue Valle Mitre la gerenciadora, una empresa vinculada con Lázaro Báez y sospechada de lavado de dinero. Después de que estalló el escándalo del valijero Leonardo Fariña y se iniciaron investigaciones judiciales por presunto lavado de dinero que involucraban a Báez, la firma Valle Mitre y la financiera SGI, los Kirchner decidieron un cambio comercial orientado a lavar la imagen del hotel. Lavado de cara Así, sacaron a la empresa Valle Mitre, apartaron al empresario Adrián Berni como la cara visible del hotel y nombraron como gerente a un hombre con larga trayectoria en el mundo hotelero, Oscar Souto, quien fue el primer administrador del Alto Calafate cuando fue inaugurado, en 2005. En septiembre del año pasado se plasmó el cambio de manos en la gerencia, y la comercialización quedó a cargo de IDEA SA, una sociedad cuyo titular es Carlos Sancho, socio de Máximo Kirchner en la inmobiliaria que gestiona las múltiples propiedades de la familia presidencial. Sancho fue vicegobernador de Sergio Acevedo y lo reemplazó en marzo de 2006. Aunque asumió con fuerte respaldo de la Casa Rosada, renunció un año después, en medio de una fuerte revuelta social. Al asumir en la administración del hotel, IDEA SA no se asoció a la Cámara de Comercio, Industria y Afines de El Calafate. Valle Mitre sí estuvo vinculada y se retiró dejando deudas pendientes. En los últimos días desde el Alto Calafate se organizó la reinauguración de la hostería Las Dunas, el tercer hotel presidencial.ß