“Islandia es un país excitante para la novela negra”

10 abr. 2010 - da en la estepa durante las tormentas de nieve en la isla, y otra parte, descubrien- do el pasado de pers
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LITERATURA | ARNALDUR INDRIDASON

“Islandia es un país excitante para la novela negra” Con cinco millones de ejemplares vendidos, el autor islandés irrumpió como una de las últimas revelaciones del policial. Aquí habla de La voz, novela que acaba de llegar al país, y del solitario inspector Sveinsson POR ALEJANDRA REY De la Redacción de La Nacion

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na noche helada, cerca de Navidad, el portero de uno de los hoteles más importantes de la ciudad aparece asesinado a puñaladas en su habitación miserable, pequeña, sucia y fría del sótano. Ha caído sentado con la cabeza de lado, está vestido con un traje de Papá Noel, lleva los pantalones bajos y tiene puesto un preservativo. Buen comienzo para un policial: misterio, morbo, un escenario caracterizado por la ajenidad (la vida en un hotel) y una violencia sobrecogedora. Pero hay algo que vuelve a este relato más intenso y extraño: la acción transcurre en Reykjavik, la capital de Islandia, una isla al borde del mundo, en la que los asesinatos son muy poco frecuentes, sólo tres o cuatro al año como máximo, y en la que viven menos de 400.000 habitantes. Allí nació, el 28 de enero de 1961, Arnaldur Indridason, licenciado en Historia, escritor, guionista, crítico de cine y lector empedernido de Jorge Luis Borges. Allí transcurre también su tercer libro traducido al español, La voz (RBA), en el que Papá Noel muere apuñalado, y que llegó a la Argentina después de La mujer de verde y Las marismas.

20 | adn | Sábado 10 de abril de 2010

Indridason, con más de diez novelas escritas y cinco millones de libros vendidos en todo el mundo, es el creador del inspector Erlendur Sveinsson, un hombre desoladamente solitario, padre de dos hijos, uno de los cuales, Eva Lind, es drogadicta y alcohólica. Tiene una ex mujer que lo odia y vive atormentado por la culpa que le produjo la muerte de su hermano menor. Por eso, pasa gran parte del día sentado en un sillón leyendo libros sobre gente perdida en la estepa durante las tormentas de nieve en la isla, y otra parte, descubriendo el pasado de personas involucradas en terribles casos de violencia, quienes no siempre quieren enterarse de lo que el inspector averigua. Esta revista le envió al escritor una serie de preguntas a través del e-mail y recibió las respuestas pocas horas después: un lujo islandés, el de la puntualidad. –¿Le resulta difícil escribir policiales ambientados en un país con un índice de criminalidad tan bajo? –Islandia es un país de lo más excitante para situar una novela negra. En los últimos veinte años han surgido negocios de lo más variados y el turismo ha crecido mucho. Además, tenemos nuestra propia historia. Hemos pasado de ser una sociedad pobre y campestre a una altamente modernizada. Muchos han quedado en el camino y no están contentos en lo más mínimo con esta nueva situación. No puedes andar a los tiros por aquí, no es Los Ángeles. Pero hay mucho material sobre el cual escribir, porque las novelas policiales involucran más que un mero delito. El realismo lo es todo. En especial cuando escribes para un lector de Islandia. Aquí son muy escépticos y no te creerán ni una palabra si no has analizado absolutamente todo y si la historia no resulta convincente. Esto te educa como escritor y creo que ayuda a la calidad del libro.

ALBERTO ESTÉVEZ / EFE

“En Islandia son muy escépticos y no te creerán ni una palabra si no has analizado absolutamente todo y si la historia no resulta convincente. Esto te educa como escritor y ayuda a la calidad del libro” –Sus novelas transcurren en Reykjavik, una ciudad que parece a punto de derrumbarse, según sus relatos. ¿Cómo es? ¿Qué hace un islandés promedio durante el día, la noche y en el invierno? –Reykjavik tiene unos 110.000 habi-

tantes, así que para ustedes se asemejaría más a un pueblo que a una ciudad. Además, obviamente, es mucho más tranquila que sus ciudades. Sin embargo, es también la capital de Islandia, por lo que puedes encontrar aquí todo lo que debe tener la capital de cualquier otro país, sólo que en una escala menor. Ian Rankin [autor escocés, nacido en 1960 y creador del inspector Rebus] dijo que antes de conocer una ciudad lo mejor es leer un policial ambientado allí. De ese modo sabrás lo que ocurre en esa ciudad. Hay mucho sobre la sociedad islandesa y sobre Reykjavik en mis libros. –¿Cree que las condiciones climáticas de Islandia han afectado su personalidad de algún modo? Para noso-