Investigadores de la UBA desarrollan superimanes

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Ciencia/Salud

Página 14/LA NACION

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Lunes 17 de septiembre de 2007

En la Facultad de Ingeniería

Cómo es el procedimiento

Investigadores de la UBA desarrollan superimanes

Permite erradicar la fibrilación auricular 1 Se introduce un

catéter especial por la ingle del paciente hasta el sitio por tratar.

2 Ya en la aurícula

izquierda, el catéter forma un lazo para marcar el comienzo de las venas pulmonares.

Venas pulmonares

Catéter

Tienen infinitas aplicaciones; permiten enorme compactación y ahorro de energía

Ventrículo izquierdo

Por Nora Bär Ventrículo derecho

De la Redacción de LA NACION Motores, generadores, transformadores, relojes, grabadores, heladeras, bolsos, estuches, micrófonos, antenas, discos rígidos... Todos estos objetos tienen algo en común: imanes. Aunque frecuentemente no los veamos, hoy en día los materiales magnéticos nos resultan absolutamente imprescindibles. Se calcula, por ejemplo, que el motor de un auto tiene entre cincuenta y cien servomecanismos... que incluyen imanes. En escala atómica, todos los materiales tienen comportamiento magnético (aunque macroscópicamente no lo exhiban por el fenómeno de compensación). Pero algunos, si se los trata de manera muy particular, pueden adquirir propiedades magnéticas enormemente superiores a lo normal. No es necesario ser muy perspicaz para imaginar rápidamente el interés tecnológico que despiertan estos superimanes... Esa es, precisamente, el área de trabajo del doctor Hugo Sirkin, director del Laboratorio de Sólidos Amorfos, y su equipo de la Facultad de Ingeniería de la UBA, integrado por los doctores Javier Molla y Victoria Cremaschi, la ingeniera industrial Josefina Silveyra y el físico Diego Muraca, egresado de la Universidad de Mar del Plata, entre otros. “Hace unos veinte años, a partir de una ingeniería en escala atómica, empezó a surgir un nuevo tipo de materiales magnéticos de muy alta prestación, enorme posibilidad de compactación, ahorro de energía y facilidad de producción –explica Sirkin–. Como se logran a partir de la reordenación de sistemas amorfos, y nosotros éramos expertos en la producción de ese tipo de metales, fue casi natural que empezáramos a trabajar en esto.” ¿Qué es un material amorfo? Es aquel cuya estructura atómica o molecular carece de ordenamiento periódico; es decir, cuyos átomos están distribuidos en posiciones aleatorias. “Nuestro laboratorio surgió para el estudio de materiales que normalmente son de estructura ordenada, cristalina, pero que en condiciones particulares de preparación pueden obtenerse en fase amorfa. Por ejemplo, los metales”, cuenta Sirkin. El magnetismo comprende un tipo de interacciones naturales, que aparecen cuando hay cargas eléctricas en movimiento. “¿Por qué? No sabemos –confiesa el científico–. Lo que hacemos es descubrir cómo funciona y mejorar los sistemas.” Los materiales magnéticos se conocen desde hace mucho tiempo. Las primeras referencias científicamente registradas datan de unos cientos de años antes de Cristo, pero el punto de partida de su uso tecnológico es el invento de la brújula. “Toda la materia tiene comportamiento magnético –explica Sirkin–, pero en la mayoría de los casos es débil; o sea, se magnetiza frente a un campo magnético, pero cuando se saca la fuente se desmagnetiza. En

3 Con otro catéter

especialmente diseñado se crea una “barrera eléctrica” a través de radiofrecuencia. Así, se aíslan estas venas de la aurícula. LA NACION

Una técnica eficaz no se usa por falta de entrenamiento Logra evitar la fibrilación auricular Por Fabiola Czubaj De la Redacción de LA NACION

Desde la izquierda: Hugo Sirkin, Diego Muraca, Victoria Cremaschi y Josefina Silveyra

Una cucharita de café, atraída por un superimán cambio, hay una serie de materiales, los llamados ferromagnéticos (hierro, cobalto, níquel o sus aleaciones) que tienen memoria: uno los magnetiza y quedan así.” Para desarrollar imanes mucho más potentes que los usuales, Sirkin y su equipo trabajan con metales que tienden a ordenarse en una estructura cristalina, y los enfrían muy rápido, a velocidades del orden del millón de grados por segundo, con lo que no les dan tiempo de cumplir ese proceso. “Es

HERNAN ZENTENO

Fabricación de una cinta de hierro, silicio y boro

como congelarlos en estado líquido –dice el investigador–. En ese material amorfo, entonces, si uno lo empieza a recristalizar por procesos térmicos de una forma muy controlada, empiezan a crecer granos cristalinos. Y si uno suspende ese crecimiento en una cierta etapa, puede obtener materiales de estructura nanométrica que tienen extraordinarias propiedades magnéticas.” A partir de este procedimiento, los científicos, junto con la compañía Renacity-Virason, productora local

Entre dos mundos ■ Hacer transferencia tecnológica, hoy, en la Argentina, implica un doble esfuerzo para los investigadores, que se ven obligados a hacer equilibrio entre dos mundos: el académico y el productivo. “Hay un requerimiento social de alta tecnología, pero las cosas todavía son difíciles –dice Sirkin–. Los proyectos vienen muy atrasados y las pautas se manejan como si se tratara de grandes empresas. Además, el sistema sólo evalúa publicaciones científicas y éste es un proyecto que no sabemos qué resultado va a dar. Muchos no pueden dejar lo que estaban haciendo y tienen que trabajar horas extras.”

de equipos magnéticos desde 1936, presentaron un proyecto a la Fundación Argentina de Nanotecnología, que ya fue aprobado, para analizar cuál de sus tres líneas de trabajo es comercialmente competitiva: los materiales magnéticos duros, blandos o en polvo (para fabricar núcleos magnéticos a partir de su compactación). También estudian imanes de nuevo tipo (neodimio, hierro, boro), de muy alta prestación. La segunda etapa del proyecto es construir equipos en escala de prototipo industrial. “Nosotros hemos hecho un preestudio de mercado, como puede hacerlo un grupo de ingenieros y físicos que se dedican a la investigación, y llegamos a unas cifras que muestran que hay capacidad competitiva –concluye Sirkin–. El problema, como en muchas de las alternativas para pymes, es encontrar los nichos tecnológicos rentables. Tenemos la ventaja de un mercado regional, pero hay cortocircuitos y hasta un problema de lenguaje que habrá que aceitar. Es una interacción compleja.”

Pastillas CAMBIO CLIMATICO

El deshielo abrió una nueva ruta interoceánica ■ PARIS (EFE).– El deshielo causado por el calentamiento climático hizo que la llamada ruta del Noroeste, que une los océanos Atlántico y Pacífico a través del Polo Norte, sea por primera vez navegable, indicó

la Agencia Espacial Europea (ESA). Hasta ahora, la menor masa de hielo del Polo Norte había sido registrada en 2005, pero entonces no se vio abierto el paso del Noroeste. La ESA detectó también que la ruta del Nordeste, que bordea la costa de Siberia, aún está bloqueada, pero con una masa de hielo muy inferior a la de años anteriores.

Cuando los fármacos ya no logran controlar la alteración del ritmo cardíaco más frecuente en la población, la fibrilación auricular, una técnica logra con gran efectividad interrumpir la conexión eléctrica que provoca la arritmia. Sin embargo, aunque este tratamiento con catéter se podría utilizar en todos los hospitales públicos y privados del país, no se aplica con la frecuencia que debería por falta de entrenamiento suficiente. Y los pacientes con muchos síntomas, que no pueden tomar los medicamentos o los rechazan y están en la etapa más avanzada de esta aceleración irregular de los latidos, quedan a la deriva. “Es un tratamiento de la fibrilación auricular mundialmente reconocido, pero sobre el que hay poca experiencia en la Argentina y que se puede usar en cualquier servicio hospitalario de electrofisiología. Los fármacos son una terapia que no es curativa y se estima que provocan en los pacientes una recaída a los dos o tres años”, precisó el doctor Luis Barja, director del Centro Multidisciplinario de Diagnóstico y Tratamiento de la Fibrilación Auricular del Hospital Universitario Austral (HUA). El procedimiento consiste en llegar con un catéter hasta la aurícula izquierda del corazón, a través de una punción en la pared que comparte con la aurícula derecha. Una vez dentro de la aurícula izquierda, donde se produce la fibrilación, el extremo del catéter forma un lazo alrededor de las venas pulmonares. Esto funciona como una marca del lugar donde comienzan esas venas. Un segundo catéter aplica radiofrecuencia (calor) sobre la parte externa del lazo para generar una “barrera” del paso de estímulos eléctricos entre las venas pulmonares y la aurícula. “Esto permite sellar la interfaz eléctrica entre las venas pulmonares y la aurícula, lo que evita que las venas “fibrilen” la aurícula con los latidos de más y a gran velocidad, que en esos pacientes tienen luz verde para pasar”, explicó Barja. La función de esas venas que llegan al corazón desde los pulmones es transportar sangre oxigenada a la aurícula izquierda. Pero en los pacientes con fibrilación auricular, el tejido auricular se superpone al de esas venas, cuyas terminaciones nerviosas alteran el comportamiento de las células del tejido invasor y, por lo tanto, la actividad eléctrica auricular. “Llegar a la aurícula izquierda es quizá lo que más frena hoy a los electrofisiólogos –opinó el especialista, que también es jefe de Servicios de Electrofisiología del HUA–. Entrar en esa cavidad es como abrir la puerta a una nueva habitación. Esta técnica utiliza catéteres y radiofrecuencia,

que son estándares de rutina en todos los servicios de electrofisiología de los hospitales de nuestro país.” Esta técnica es intervencionista, por lo que no está exenta de complicaciones. Por lo tanto, según Barja, es indispensable comentárselas a los pacientes antes de aplicarla. Se estima que un 6% de las personas de más de 65 años padecen fibrilación auricular y que un 50% de ellas rechaza todo tratamiento farmacológico a los dos años de iniciarlo. Los pacientes más indicados para esta terapia son aquellos que tienen entre 50 y 65 años, con una aurícula izquierda de estructura normal, sin factores de riesgo adicionales (obesidad, hipertensión, diabetes) y que rechazan los fármacos por distintos motivos.

Formar una red Para poder extender el uso de esta técnica, que cubren las obras sociales y las prepagas, el centro que dirige Barja impulsa la formación de una red de especialistas con dos objetivos. Uno es entrenar de manera gratuita a los electrofisiólogos de hospitales públicos y privados del país en el dominio de la punción transeptal, que permite realizar el orificio en la pared que separa la aurícula derecha de la izquierda y que se usa para llegar con el catéter hasta el interior de la cavidad izquierda. El curso de entrenamiento, que es gratuito, se dicta en el Centro de Educación, Entrenamiento y Capacitación (Ceeneca), que dirige el doctor Alfredo Crespo. “Existen diversos tratamientos para la fibrilación auricular y la ablación de las venas pulmonares es un nuevo recurso que tiene sus indicaciones; no es algo mágico. La estimulación auricular con un marcapasos tiene también su lugar en el arsenal terapéutico de esta enfermedad. Como siempre, el arte médico está en usar el más adecuado, según las características del paciente: no todo sirve para todos”, opinó Crespo, experto en el uso de esos dispositivos cardíacos. El segundo objetivo de la red es ampliar una base de datos epidemiológica sobre la fibrilación auricular en la Argentina. Para lograrlo, un equipo dirigido por Barja y el doctor Daniel Ortega, jefe de Dispositivos Implantables del HUA y el Sanatorio San Camilo, está realizando el Estudio Multicéntrico de Ablación en la Fibrilación Auricular (Emafa), en el que ya participan siete centros de salud, como el hospital Durán, el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, el Sanatorio Güemes y el Hospital Presidente Perón, de Avellaneda. Los primeros resultados del Emafa sobre 70 pacientes confirma un 75% de efectividad de esta técnica. “Esto, que coloca a la Argentina en el nivel de los principales centros del mundo, significa que los pacientes no volvieron a sufrir fibrilación auricular en los tres años que ya lleva el estudio”, confirmó Barja.