Intrigas policiales bellamente ilustradas

12 sept. 2014 - por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares en un momento en que el género policial era considerado una
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8 | ADN CULTURA | Viernes 12 de septiembre de 2014

En 1932, el Espantapájaros circuló en una carroza fúnebre por las calles porteñas maría aramburú

Intrigas policiales bellamente ilustradas José Bonomi y El Séptimo Círculo. La espléndida exposición, curada por Ricardo Valerga y Patricia Nobilia en el Museo Larreta, exhibe las portadas pintadas por el artista para la serie de Emecé creada por “Biorges” y las que realizó para otras editoriales. También, el muñeco de casi tres metros de altura que Oliverio Girondo hizo desfilar por Buenos Aires para promover uno de sus libros Hugo Beccacece | para la nacion

E

ra imposible no identificar sus portadas en las mesas de las librerías, así como era imposible no asociarlas con las intrigas policiales. En casi cuatro décadas, de 1945 a 1983, José Bonomi realizó más de trescientas ilustraciones para El Séptimo Círculo, de Emecé. La colección fue concebida por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares en un momento en que el género policial era considerado una lectura sin valor literario. Fue precisamente esa serie de novelas, con esas tapas, la que terminaría por consagrar la noble condición del género. La espléndida exposición José Bonomi y El Séptimo Círculo en el Museo Larreta, curada de modo impecable, con imaginación y sobriedad, por Ricardo Valerga y Patricia Nobilia, debería ser visitada por todos los lectores que frecuentaron los misterios de esos libros. Se exhiben no sólo los originales de las portadas pintadas por Bonomi para la serie creada por “Biorges” sino también las que el ilustrador hizo para otras colecciones de la misma editorial como Novelistas Argentinos Contemporáneos, Piragua, Las Puertas de Marfil, y las de otras editoriales. Además, pueden verse óleos, acrílicos, grabados, técnicas mixtas, dibujos y una sorpresa: un muñeco de casi tres metros de altura, el Espantapájaros, que Oliverio Girondo hizo desfilar en 1932 por las calles de Buenos Aires en una carroza fúnebre para promover