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TRIBUNA Por Belén Hoyo*
Iberoamérica, región de oportunidades
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stamos en un mundo globalizado en todos sus ámbitos. Cada día existen más interconexiones entre sociedades y mercados de todos los países. Hoy, gracias a las nuevas tecnologías y la revolución informática, una persona de España puede estar en contacto permanente con otra que esté en Australia. El avance en pocas décadas ha sido abrumador. La globalización es buena, tiene muchos más pros que contras, pero no debe hacernos perder el rumbo. Nuestro país tiene unos socios de cabecera, que son el resto de países europeos. Nuestra mayor integración la tenemos en el seno de la Unión Europea, donde la inexistencia de fronteras ha favorecido una movilidad constante entre ciudadanos. Además, pese a lo que piensan algunos, la pertenencia a Europa nos ha fortalecido a nivel político y económico. Pero existe otra importante región que no debemos perder de vista: Iberoamérica, con la que compartimos un pasado común y numerosos vínculos que van mucho más allá que el tema de la lengua; nos unen lazos sociales, culturales y emocionales. En Iberoamérica viven casi 600 millones de personas que cuentan con una situación geoestratégica privilegiada. No debemos conformarnos con las relaciones que tenemos, debemos intensificarlas y profundizar en ellas, porque apostando por la región se nos multiplican las oportunidades. A nivel de comercio e inversión los datos son muy positivos. Apro-
ximadamente el 30% de la inversión extranjera de nuestras empresas se produce allí. Pero todavía pueden ser mejores. Por ejemplo, la logística es una de sus tareas pendientes y por tanto tienen mucho por hacer. Nosotros somos punteros en ese campo y debemos seguir trabajando. Además de estar presentes en grandes obras como la del Canal de Panamá, hay pequeñas infraestructuras en las que también podemos hacer un buen trabajo. Hay oportunidades no sólo para las grandes empresas, también para las pymes. Y para ello no debemos perder la posición de cabecera que tene-
Además de estar presentes en grandes obras como la del Canal de Panamá, hay pequeñas infraestructuras en las que también podemos hacer un buen trabajo, con oportunidades para las pymes
mos como interlocutores entre América Latina y nuestros socios europeos. Debemos ser más que un puente, debemos ser la puerta de entrada. Además, por otro lado, es importante que consigamos que la región mire más hacia el Atlántico y Europa que hacia el Pacífico y Asia. No solamente China, también Japón y Corea tienen como objetivo entrar fuerte y tener más presencia en Iberoamérica. Y España debe tener claro que en este ámbito, como en todos, el espacio que no ocupe lo ocuparán otros. l *Diputada por el Partido Popular en el Congreso.
EUROPA PRESS
nº 1183. 16–22 de enero de 2017
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