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EUGENIO BURZACO - GERMÁN GARAVANO DIEGO GORGAL

o JUSTA

Una reflexión sobre la inseguridad pública y una propuesta para superar la crisis

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Plan de prevención del delito Cuando al autor de Los Miserables, victor Hugo, le preguntaron qué debía hacerse para terminar con la criminalidad, respondió: "Hagan escuelas".

Del modelo tradicional de prevención (ti modelo de prevención integral El delito, entendido como fenómeno social, resulta inexplicable desde un único punto de vista. Aproximarse a él implica desenIrañar esa compleja interrelación de factores que, en mayor o mellar medida, tienen incidencia en su génesis y desarrollo, tal como explicamos en el capítulo 1. Los ciclos económicos, la desigualdad social, el desempleo en los grupos de riesgo, la drogadicción, la descomposición del tejido urbano, el desmembramiento de la familia, la desestructuración de la escuela, así como el mal funcionamiento tic las instituciones que se dedican al tratamiento de esta problemática son algunos de los factores que ayudan a explicar el fenórne110de la delincuencia. No debe subestimarse, tampoco, a la propia libertad humana que, aun en circunstancias difíciles o extrañas, es .apaz de optar entre los actos más nobles o los más aberrantes. El tratamiento de la violencia urbana, expresada en forma de crirninalidad, merece una aproximación integral que tenga en cuenla todos los factores asociados al delito. Las políticas que han demostrado ser exitosas en términos de lograr reducciones considerables en los índices delictivos son aquellas que han aplicado, paralelamente, tanto medidas proactivas como preventivas. Las primeras, que ya han sido desarrolladas en el capítulo 3, están diseñadas para actuar sobre los responsables de la comisión de delitos. En estos casos, el 1~:-,llId() interviene con la finalidad de restablecer el (1l'dl'lljllrfdi('() vldllll'llllll, nprchcndicndo a los responsables y poIlil'll1I:II1I1S criminales que allí ocurren y de dt'Síll'l'ollill' lt't'llIlt':JIIIIlII I1IlIlt'didli dt, (Osos prohlrmus. I':sl" tema

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es abordado en el capítulo 5, donde se exponen las reformas poli ciales necesarias para revertir las espirales de violencia y crimina lidad que afectan actualmente a la Argentina. La incorporación de determinadas tecnologías también ha per mitido el incremento de la prevención del delito mediante el accio nar policial. En este sentido, una de las herramientas que mayores beneficios han otorgado son los mapas del delito. El mapa del delito permite visualizar en tiempo real la localiza ción geográfica de los delitos y las modalidades con que se cometen, desde los que se cometen en cada zona hasta el modus operandi de los delincuentes y los horarios y lugares más peligrosos (Hot Spotsi. Esta herramienta se desarrolla sobre la base de un sistema informa tico geográfico (Geographic Information Systems [GIS]) que permi te el cruzamiento de datos de las distintas áreas de gobierno, como salud, educación, acción social, desarrollo urbano, etcétera. De estu manera, se puede conocer con mayor precisión el fenómeno de 111 criminalidad, ya que el mapa del delito permite identificar aquellos factores asociados al complejo problema del crimen en los distinto, barrios y puntos de una ciudad. Asimismo, sobre la base de esa in formación se pueden asignar con mayor eficacia los recursos desti nado s a disminuir el delito. Por último, esta herramienta permite realizar un control de gestión basado en resultados objetivos -Iu tasa de delitos de una determinada zona-, así como evaluar y COIl trolar las tácticas policiales aplicadas. Esta herramienta ha sido aplicada en numerosas partes del mundo, siendo la ciudad de Nueva York uno de los casos más cm blemáticos de cómo la utilización de mapas del delito a través del sistema informático COMPSTAT(Comparative Statistics) permite identificar y evaluar, día a día, la localización de los delitos dentro de la ciudad y asignar los recursos policiales a las zonas más afecta das. Esto ha permitido atacar los factores que potencian el delito l'll cada zona de la ciudad y, de ese modo, prevenir la comisión de hr chos delictivos. Debe destacarse que, en la Argentina, el Ministerio de Scgu 1'1, dad de la provincia de Buenos Aires puso en marcho en septiembre de 2002 experiencias piloto de mapeo del delito ('11los distritos dt Quilmes y San Martín. Finalmente, otra innovación 1~1lmnturin lit' PIM')llt~itlll pnliciul

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ha sido el desarrollo de tácticas específicas frente a determinados delitos considerados "testigos" por su alta visibilidad e impacto dentro de una comunidad. Frente a situaciones endémicas de tráfico de drogas, violencia familiar, tráfico de armas, robo de autos, itcétera, los departamentos de policía comenzaron a desarrollar tácticas especiales que vinieron a reemplazar los patrullajes aleatodos y las respuestas ante las emergencias del Sistema 91l. Algunas de estas nuevas prácticas significaron el abandono del modelo reactivo, que actuaba recién cuando el delito ya se había cometido, por uno proactivo, que pone el foco en las tendencias delicLivasy en salir a buscar a los delincuentes donde se encuentran, previniendo así los potenciales crímenes que se pudieran cometer. Cabe destacar que un accionar más efectivo de las fuerzas policiales y de seguridad, así como una reforma judicial que logre un mayor porcentaje de condenas sobre la cantidad de delitos cometidos en un menor plazo de tiempo, tendrán un efecto preventivo importante sobre el I'CstOde la población, ya que quienes se encuentren dispuestos a delinquir sabrán que tendrán que afrontar altos costos por ello.

Casos de prevención

policial

Programa de actuación en Zonas de Riesgo y resolución de problemas, en Edmonton, Canadá. A fines de la década del ochenta la Policía comenzó a introducir una serie de estrategias orientadas a resolver problemas puntuales para reducir la criminalidad en Edmonton. Las fuerzas policiales llevaron adelante un trabajo proactivo, involucrando a los vecinos en la identificación de los problemas locales y sumando su apoyo en la prevención del delito. Paralelamente, la estructura poliial fue reestructurada para que hubiera una mayor cantidad de oficiales en las calles. Se implementó un programa de patrullas a pie en los vecindarios con mayores índices delictivos, además de asignar un policía uniformado a cada LIno de esos vecindarios. En 1992 se abrieron doce comisarías de Policía Comunitaria para incrementar la cooperación con la comunidad. Entre 1991 y 1995 el total de delitos disminuyo 41 '}h, r(·gislr.ÍlHlllw una baja del 3'1 % de los delitos violentos. I'logr.llllII lit, iUI.,III/.\( ion e-n In juventud, de Bostan, Estados Unido •. , 1)lI1'.IIIII' 101< 1'111111'1,,1, .1110'.di' 1.1d{>( ,,(\.) e1!'1 90 5(' dotorruinó '\,I""I1III1 •.1I1I11.j/1,''1" dc,I",.It""II' Iclill •." •.I.Ih,1I1I'1'!.1Iilll1"d{)~ con I.)s

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narcotraficantes. La reforma se propuso la eliminación de la rígida estructura verticalista y su sistema de respuesta ante delitos ya cometidos. In reemplazo, se instituyó un esquema de policía comunitaria. Los agenIl's comenzaron a dejar sus oficinas y patrullas para recorrer las calles a pie, entrando en contacto con los vecinos para, atentos a los datos recibidos, buscar potenciales problemas antes de que éstos se produjeran. En uato directo con los vecinos, los agentes actuaron en los barrios, desactiv.mdo sitios de venta de drogas y establecimientos que vendían alcohol lI('galmente, y actuaron sobre otros factores que alteraban la tranquilidad pública. Al mismo tiempo, el gobierno local, en conjunto con los fiscales dl' distrito, se ocuparon de recuperar los espacios urbanos abandonados que servían a las actividades de los delincuentes, y así demolieron edifiI .iciones abandonadas y reciclaron espacios públicos, creando en esos mismos lugares distintos tipos de centros de atención comunitaria. Otro grupo de medidas estuvo orientado a la prevención situacio11,11. De esta manera, se restauró la infraestructura urbana en zonas utili/adas por los delincuentes, iluminando esquinas y callejones, rnejo1,II1do el asfalto y la limpieza de las calles, colocando cestos de basura, I•.parando señalizaciones, entre otras medidas. Por iniciativa del Departamento de Policía se realizaron alianzas de I ooperación con asociaciones vecinales e iglesias para las instalacio11('Sde centros comunitarios, en los que se comenzó a dar formación lahoral, apoyo escolar, clases de deportes y servicios, como el de biblio11'(a, a los jóvenes de las zonas más degradadas.

pandillas violentas que operaban en la ciudad y que agrupaban a más de 4.000 individuos. Para afrontar este problema se puso en ejecución la Operación Cese del Fuego con el objetivo de controlar con firmeza la portación de armas de fuego por parte de los integrantes de esas pandillas. Por medio de la descentralización de las estructuras policiales y del control de gestión se buscó aumentar el contacto entre la comunidad y la policía, de forma tal de recuperar la confianza en ella. Como medida adicional, la policía contrató trabajadores sociales para interactuar con los menores y sus familias, orientándolos en la obtención de asistencia oficial de acuerdo con sus necesidades. Como resultado de estas medidas, la tasa de criminalidad se redujo 29 %, los delitos contra la propiedad cayeron 31 % Y los delitos violentos disminuyeron 16 %. La Operación Cese del Fuego (Ceasefire Operation) permitió detener varias operaciones de tráfico de armas, así como arrestar y procesar a varios de los líderes de esas pandillas violentas. Programa Policía Comunitaria, en Río de Ianeiro, Brasil. Ante niveles de violencia sin precedentes en Río, se puso en marcha una experiencia piloto para implementar prácticas de policía comunitaria en dos de las favelas más peligrosas, Cantagalo y Pavao, con 17 mil habitantes. Inspirados en la experiencia de Bastan (Ceasefire Operation), se formó un cuerpo de 100 efectivos pertenecientes a la Policía Militar del Estado de Río de Ianeiro, que fueron especialmente entrenados. Con un nuevo estilo de acercamiento a la comunidad, comenzaron a recorrer los callejones de las favelas, en contacto con la gente y manteniendo presencia permanente. Los objetivos planteados apuntaron a recuperar el control de manos de los narcotraficantes, combatir el uso de armas, la utilización de menores para el comercio de estupefacientes y, finalmente, la tolerancia cero hacia las faltas de conducta y abusos de la propia fuerza policial. Esto último motivó que en dos años se hubieran expulsado a 70 de los 100 efectivos iniciales, hecho que permitió dotar al programa de gran credibilidad por la ejemplaridad de las medidas. La recuperación del espacio público de manos de los narcotraficantes permitió recuperar para los pobladores la libertad de movilidad por primera vez, favoreció la deprimida actividad comercial e hizo posible la aparición de servicios sociales básicos, hasta entonces inexistentes. Los habituales tiroteos cesaron, y entre septiembre de 2000 e igual mes dc'l 2002 sólo hubo 3 asesinatos; cuando con anterioridad ocurría, en pro medio, un homicidio por mes.

Todo este conjunto de medidas -las de policía comunitaria, de prevención situacional ya través del desarrollo social-fueron concenu.idas inicialmente en dos distritos de la ciudad de Indianápolis, con 11l~siguientes resultados. En Clearstrearn, las intervenciones policiales umtivadas en denuncias se redujeron 74 % durante el primer año. Re.ulta notable cómo el accionar preventivo (ir a buscar los problemas .I111(·sde que sucedan) redujo la cantidad de denuncias por parte de la f',1'11tC.En Parkview, el accionar reactivo (por denuncias al 911) de la 1" ,1k ia se redujo 50 % mientras de que los robos con violencia cayeron ell' 14 a O al finalizar el primer año de implementación.

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nntrol social informal:

dI' 1.\comunidad Estrategia de Policía Comunitaria y Prevención d,·11 )1'lilo, ('1) 111 dianápolis, Estados Unidos. En '1992, el