He intentado no hacer nada que avergonzara al niño

MADRID (EFE).– José Saramago tiene 84 años, pero conserva con ni- tidez los recuerdos de su infancia. Y precisamente es
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Cultura

Viernes 12 de enero de 2007

LA NACION/Página 11

A 50 años de Lolita

Entrevista con José Saramago

“He intentado no hacer nada que avergonzara al niño que fui” El escritor habla de su libro de memorias de infancia, que llegará aquí en febrero MADRID (EFE).– José Saramago tiene 84 años, pero conserva con nitidez los recuerdos de su infancia. Y precisamente es esa época la que recrea en Las pequeñas memorias (Alfaguara), su nueva obra, que llegará a las librerías españolas el 24 de este mes y a las de América latina en febrero. “Siempre he llevado adentro al niño que fui, y ahora ese niño sigue teniendo para mí la misma importancia que tenía cuando se encontraba solo en la mitad del campo, mirando las cosas y descubriendo el mundo –afirma el escritor portugués–. He intentado no hacer nada en la vida que pudiera avergonzarlo.” Como en otros libros de Saramago, premio Nobel de Literatura 1998, en el nuevo hay emoción, humor, ternura y fina ironía. Pero, subraya, “no hay ninguna ficción”. Ha procurado definir los hechos con la mayor claridad posible, dice. “Todo lo que yo cuento ocurrió –dice el autor de Ensayo sobre la ceguera, que en este libro recrea sus primeros quince años de vida–. Es cierto que hay momentos de mi infancia que estaban un poco ocultos bajo las capas del tiempo, pero con la memoria sucede algo interesante: cuando uno se preocupa por recordar, uno se da cuenta de que sabía mucho más de lo que creía, y situaciones que parecían olvidadas surgen tan nítidas como si hubieran ocurrido ayer.” El poder de reconstrucción de la memoria le ha permitido evocar su infancia en Azinhaga, el pequeño pueblo donde nació, en 1922, y en el que echó raíces, pese a que sus padres emigraron a Lisboa cuando él tenía menos de dos años. De adolescente volvió con frecuencia a su aldea natal, y por eso le ha sido fácil recordar el paisaje que la rodeaba y sus largos paseos por los dos ríos más próximos, el Almonda y el Tajo. Rememora, así, las horas que pasó pescando, a veces en vano, aunque quizá no lo fuera tanto porque, sin darse cuenta, iba “pescando cosas” que en el futuro serían importantes para él: olores, imágenes, sonidos,

ARCHIVO / AP

FLAVIO A. MATERA, falleció el 16-12-2006. - Su familia invita a la misa a realizarse en su memoria, el 13 de enero, a las 20, en la capilla Santa Margarita de Escocia, Martindale CC, Av. Pte. Perón 2375, Pilar

El escritor ruso

Nabokov y la edición de su obra completa

ARCHIVO / EFE

“Cuando uno recuerda se da cuenta de que sabía mucho más de lo que creía”, dice el autor portugués

brisas, sensaciones. “Para el niño melancólico, para el adolescente contemplativo y tan frecuentemente triste –dice el autor de Memorial del convento–, aquel paisaje eran las cuatro partes en que se dividía el universo.” El poder de la memoria le ha permitido evocar la relación que mantuvo con su familia y con sus amigos; sus primeros éxitos en el colegio, donde fue un niño aplicado hasta que se cansó de serlo; su iniciación en la sexualidad, y la poca afición que mostraba por la religión ya desde chico.

Bueno y callado “Déjate llevar por el niño que fuiste.” Con esa cita del Libro de los consejos, un volumen inventado por Saramago, comienzan Las pequeñas memorias, traducidas del portugués por Pilar del Río, esposa del escritor. ¿Y cómo era ese niño? “Era un niño muy tranquilo, que no tenía caprichos –dice–. He sido siempre eso

que se suele llamar un niño bueno, que acataba lo que decían los mayores; no era humilde, pero era respetuoso, y, por encima de todo eso, era muy callado; me gustaba estar solo. Un niño que necesitaba amor, y no es que no lo tuviera, pero él necesitaba que se expresara más el amor que hay en la familia.” Recordar no siempre es grato, y el escritor ha dudado si incluir o no en el libro algunas vivencias dolorosas, como el injusto bofetón que su padre le propinó en una ocasión o “los maltratos frecuentes” que éste infligía a su madre. Al futuro novelista, “atónito y asustado testigo de algunas de esas deplorables escenas domésticas”, aquello le sirvió de vacuna. “Jamás he levantado la mano contra ninguna mujer”, asegura. Saramago sentía un gran cariño por sus abuelos maternos, Josefa y Jerónimo, que protagonizan algunas de las páginas más emotivas del libro. Entre ellas se destacan las dedica-

das a su abuelo, que llevó una vida “difícil, de privaciones, de ignorancia”. Sin embargo, según el autor de El año de la muerte de Ricardo Reis, “era un hombre sabio, callado, tal vez un Einstein aplastado bajo una montaña de imposibles, un filósofo, un gran escritor analfabeto”. Un hombre que cuando tuvo el presentimiento de que iba a morir fue “de árbol en árbol de su huerto, abrazando los troncos, despidiéndose de ellos, de las sombras amigas, de los frutos que no volverá a comer”, escribe Saramago en el libro. Y añade en la entrevista: “Si se hubiera tratado de una persona culta, se podría entender algo tan bonito como eso, pero mi abuelo era analfabeto, un pastor, y me pregunto qué tenía dentro de su corazón y de su mente para despedirse de los árboles de esa forma. Si has tenido la suerte de tener un abuelo así, hay que agradecérselo a la vida”.

Ana Mendoza

A medio siglo de la publicación de Lolita, Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores emprendió la edición de las Obras Completas de su autor, el escritor ruso –después nacionalizado norteamericano– Vladimir Nabokov. En los nueve volúmenes, que se publicarán a razón de uno por año, habrá material inédito, según informó la editorial. Antes que respetar la cronología, el volumen que inicia la serie no es el primero sino el tercero, Novelas 1941-1957. ¿La razón? Este tomo, que comprende las obras del primer período norteamericano del autor, incluye su novela más famosa, Lolita, publicada en 1955 en París luego de que fuera rechazada por cinco editoriales de Estados Unidos. El libro incluye, además, La verdadera vida de Sebastián Knight, Barra siniestra y Pnin, además del guión que el director Stanley Kubrick le pidió para llevar al cine Lolita y que después no utilizó, aunque filmó la historia con James Mason como el profesor Humbert Humbert y Sue Lyon como la inquietante adolescente del título. Nacido en San Petersburgo en 1899, en el seno de una familia aristocrática que decidió dejar su país cuando los bolcheviques llegaron al poder, Nabokov murió en Montreaux, Suiza, a los 78 años. “Pienso como un genio, escribo como un autor distinguido y hablo como un niño”, dijo alguna vez.

Culto católico Santoral. San Benito Biscop, abad. Liturgia. Hoy se leen un capítulo de la Carta a los Hebreos (4, 1-5.11) y el Evangelio de San Marcos (2, 1-12).

Fe de erratas El martes, en las “Palabras cruzadas” (sección 4, página 8), la referencia 25 vertical debió haber sido “artículo indeterminado”. Anteayer, en la página 4, debajo del título “La visita al Papa tiene agenda política”, debió haberse escrito “leyes abortistas”.

Dra. CATALINA SARAH GABAY HIRSCH, falleció el 12-1-2004. - Su avión no llegó a destino. Su sonrisa perdura en el recuerdo de su hermana Hedda, hijos y nietos IGNACIO JORGE MAZZOLA, 12-1-27 - 25-10-2005. Junto a nosotros, como siempre. Su esposa Clelia, su hijo Juan Pablo y su nuera María ISIDORO BLAISTEN. En el día de su cumpleaños, su mujer, Graciela Melgarejo, su hija Débora y sus amigos lo recuerdan con amor infinito y agradecen una oración en su memoria JUAN JOSE PODESTA, q.e.p.d., falleció el 10-1-2006. Querido Juanjo: toda tu familia te recuerda con especial afecto, a un año de tu partida hacia el Padre JULIO JOSE FERLONI, falleció el 12-1-93. - Su familia lo recuerda con cariño y ruega una oración en su memoria