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el mundo

| Martes 13 de enero de 2015

el Mundo

Edición de hoy a cargo de Guillermo Idiart www.lanacion.com/mundo | @LNmundo | Facebook.com/lanacion [email protected]

Tres polémicas de la marcha Egos, protagonismos y ausencias de líderes también marcaron la movilización en París

Autoinvitado Según la prensa israelí, el premier no había sido invitado por el Elíseo; sin embargo, fue a la marcha. Irritado, París convocó al palestino Mahmoud Abbas

El entrometido El ex presidente francés rompió el protocolo e hizo todo lo posible por figurar en las fotos junto a decenas de líderes en primera fila; ayer fue blanco de críticas en las redes sociales El ausente Tras la críticas por la ausencia del presidente, la Casa Blanca admitió ayer que debería haber enviado a París a un funcionario de alto rango

NICOLAS SARKOZY

BENJAMIN NETANYAHU

BARACK OBAMA

ataque en el corazón de europa | La nueva estrategia de seguridad

Hayat, la terrorista que desvela a Francia perfil Luisa Corradini

CoRRESPoNSAL EN FRANCIA

E

Gendarmes franceses patrullaron ayer las inmediaciones del Museo del Louvre, en París

afp

Francia despliega 15.000 militares y policías para prevenir nuevos ataques

“Está todo perdonado”, dice Charlie Hebdo

Tras los atentados, el gobierno lanzó un plan para reforzar la vigilancia en “puntos sensibles”, como sinagogas y escuelas judías; buscan a cómplices de los terroristas Luisa Corradini

CoRRESPoNSAL EN FRANCIA

PARÍS.– Francia reforzó ayer las medidas de seguridad al grado de “alerta extrema” por temor a una nueva ola terrorista. El gobierno movilizó 5000 policías para vigilar las sinagogas y escuelas judías, y desplegó 10.000 militares para reforzar el control de instalaciones y edificios estratégicos, sitios de gran concentración, transportes públicos, salas de espectáculos y, a la vez, para proteger personalidades políticas, religiosas o culturales. Con el personal de seguridad movilizado para ese dispositivo, en las calles francesas ya hay más soldados que en las numerosas operaciones en curso en el exterior. La participación del ejército en las operaciones de seguridad interna demostró la preocupación del gobierno y el trauma que persiste en la sociedad después de los atentados de la semana pasada en París, que dejaron 17 muertos y más de 20 heridos. “Debido a la amplitud de las amenazas existentes, el presidente François Hollande pidió a las fuerzas armadas que participen en el mantenimiento de la seguridad en los puntos sensibles del territorio”, anunció ayer el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian. Según el primer ministro francés, Manuel Valls, se estima que hay unos 1400 terroristas franceses o residentes en el país que son candidatos potenciales o que ya se sumaron a la Jihad en Siria o Irak. La medida del gobierno no dejará de provocar polémica. El marco legal

de la República Francesa excluye el recurso al ejército para desempeñar tareas policiales. Sin embargo, según los responsables políticos, los atentados de los últimos días probaron que las capacidades militares son indispensables para apoyar a las fuerzas de seguridad. Anteayer, para la marcha en memoria de las víctimas del semanario Charlie Hebdo en París, se usaron todos los medios aéreos de las fuerzas armadas, con excepción de los drones: satélites, aviones y helicópteros. Además, el gobierno triplicó el formato del Plan Vigipirate en la región parisiense (será de 1350 efectivos). El gobierno también designó a un prefecto para coordinar la seguridad de las 717 escuelas e instituciones de culto judío en Francia, así como otros sitios confesionales potencialmente amenazados, como las mezquitas, blanco de más de 50 ataques antimusulmanes desde la semana pasada. Casi 5000 policías y gendarmes serán destinados a esa tarea. Mientras, los servicios de seguridad buscan activamente a un cómplice potencial de Amedy Coulibaly, autor del asesinato de una policía de tránsito y de cuatro judíos en un supermercado kosher en las afueras de París, confirmó ayer Valls. Según los elementos de la investigación en curso, un runner se encuentra entre la vida y la muerte después de haber sido alcanzado el miércoles por disparos que los expertos en balística relacionan con un arma hallada en el comercio tras la muerte de Coulibaly. Este hecho “muestra bien la amplitud de la agresión que

hemos padecido”, agregó Valls. Tras el gigantesco éxito de la manifestación organizada anteayer en Francia –que reunió a casi cuatro millones de personas en todo el país y unos 50 jefes de Estado y de gobierno en la capital–, el abogado de la revista anunció que el número especial que aparecerá mañana incluirá caricaturas de Mahoma. Más allá de las cuestiones concretas sobre la seguridad, en Francia llegó el momento de dar respuestas a las fallas reveladas por los acontecimientos en el terreno de la inteligencia y la prevención. “En ese aspecto, la opinión pública exige de sus autoridades desde hace tiempo un riesgo cero, que no espera para otras formas de amenaza”, señaló Alain Bauer, especialista en terrorismo. Un elemento nuevo conocido anteanoche fue la reivindicación de los actos por parte de Coulibaly, difundida luego de su muerte. “Desde que salí de prisión [en marzo de 2014] me moví mucho. Recorrí mezquitas en Francia y París. Todas están repletas de hombres vigorosos. ¿Cómo es posible que, con esos miles de personas, no haya más para defender el islam?”, afirma. Según los investigadores, Coulibaly dice la verdad. Como él, los hermanos Kouachi tenían un frondoso legajo policial e incluso jihadista. Ante la multiplicación de cuestionamientos, el partido opositor Unión para una Mayoría Popular (UMP) anunció su intención de solicitar una comisión de investigación parlamentaria a fin de hacer la luz sobre las circunstancias que permi-

tieron los sangrientos atentados. Su creación debía ser decidida hoy. Los socialistas se declararon dispuestos a asociarse a ese pedido. Valls juzgó “legítima” la solicitud de la UMP. El primer ministro incluso evocó algunas pistas para reforzar la lucha contra la amenaza terrorista en Francia, mostrándose, no obstante, muy prudente en cuanto a la idea de un Patriot Act à la française. Incorporado a la legislación de Estados Unidos siete semanas después del 11 de Septiembre, el Patriot Act consagra la noción de “enemigos combatientes ilegales”. Considerado enemigo, un individuo pierde la protección del derecho penal; definido como combatiente ilegal, pierde las garantías que corresponden a un prisionero de guerra. “Atención a todo procedimiento de excepción”, advirtió Valls, invocando “lo que sucedió hace algunos años en Irak”. Invadido en 2003 por una coalición liderada por Estados Unidos, Irak terminó sumergido en el actual caos interreligioso. Dos pistas son prioritarias, según el premier, para combatir al terrorismo: los servicios de inteligencia y la prisión, donde se podría aislar a los detenidos radicalizados. Mientras en Francia toman más medidas contra el terrorismo, el Comando Central militar de Estados Unidos informó ayer que un grupo de piratas cibernéticos, que declaró su apoyo a Estado Islámico, hackeó sus cuentas en Twitter y YouTube, aunque no lograron publicar en Internet ninguna información clasificada.ß

^ La tapa del ejemplar de Charlie Hebdo que saldrá a la venta mañana, adelantada por Libération, muestra una caricatura de Mahoma llorando con un cartel que dice “Je suis Charlie” y con el título “Está todo perdonado”. La distribuidora del semanario anunció que se publicarán tres millones de ejemplares, y estará disponible en 16 idiomas

El Papa instó a condenar el extremismo ^b^b^ En una reunión anual con diplomáticos acreditados en el Vaticano, Francisco les pidió ayer a dirigentes religiosos, políticos e intelectuales, especialmente musulmanes, que condenen interpretaciones fundamentalistas y extremistas de la religión. ^b^b^ El Papa consideró que “el fundamentalismo religioso, antes incluso de descartar a los seres humanos perpetrando horrendas masacres, rechaza a Dios, relegándolo a mero pretexto ideológico”.

PARÍS

s la mujer más buscada de Francia. Pero todo indica que ya no se encuentra en suelo francés. Hayat Boumedienne, de 26 años y objeto de un mandato de detención internacional, estaría en Siria. La compañera sentimental de Amedy Coulibaly, autor de la matanza en un supermercado kosher de París, habría salido del país el 2 de enero, seis días antes del atentado. Hayat no estaba entonces junto al terrorista durante su sangrienta odisea, como las autoridades francesas pensaron en un primer momento. Para los investigadores, sigue siendo, sin embargo, un testigo capital, e incluso una posible cómplice. El gobierno turco confirmó ayer que Hayat partió con destino a Siria vía Madrid. Su pasaporte quedó registrado el 2 de enero en el aeropuerto de Barajas, cuando embarcaba en un vuelo con dirección a Estambul. Un viaje que habría realizado en compañía de un francés. Los servicios de seguridad turcos la habrían controlado cerca de la frontera turco-siria el jueves pasado, en víspera de su regreso previsto. Hayat debía, en efecto, embarcar en un vuelo Estambul-Madrid, pero nunca se presentó en el mostrador. “La investigación del asesinato de la policía determinó que Coulibaly circulaba ese día al volante del automóvil de su compañera”, señaló un fuente allegada al caso. “Por esa razón, y por el hecho de que vivían juntos desde hace cinco años, sigue siendo considerada, como mínimo, un testigo crucial”, agregó. Según los especialistas, “el perfil de la joven es tan radical como el de su compañero muerto”. Interrogada en 2010 en la investigación sobre la evasión abortada de Smain Ait Ali Belkacem, el artificiero de los atentados en el metro suburbano de París en 1995, develó a la policía una juventud errática, seguida por una pasión fulminante por el islam. Nacida en París, Hayat vivió en Villiers-sur-Marne, en los suburbios de la capital, en una familia de cuatro mujeres y tres varones. Su madre murió en 1996, cuando tenía 8 años. Poco después, su padre se volvió a casar. “A los 12 años me colocaron en familia de tránsito. Como me peleaba con frecuencia, me cambiaron varias veces de lugar”, explicó a los investigadores. Poco interesada por la religión, cambió completamente de actitud cuando conoció a Coulibaly, en 2007. “Nos encontramos gracias a amigos comunes. Descubrimos el islam al mismo tiempo”, relató. Al hablar de su propio compromiso religioso, dijo: “Tuve un pasado difícil y esta religión respondió a todas mis inquietudes”. En 2009, Hayat decidió llevar el velo, una exigencia que le hizo perder su empleo de cajera. Después pasó a la burqa. “Desde entonces salgo mucho menos. A veces es duro”, reconoció. Entre los elementos retenidos por los investigadores para detenerla en 2010 figuran unas fotos de ella y su compañero entrenándose con una ballesta en el centro de Francia, durante una visita al domicilio de Djamel Beghal, figura del islamismo radical. Para los investigadores, la clave de su actual paradero podría hallarse en un departamento en las afueras de París, donde vivía con su compañero. Allí, la policía encontró banderas de Estado Islámico, armas automáticas y detonadores. Difícil pensar que Hayat ignorara la inminencia del atentado.ß