Florencia Pennacchi, ícono de la trata de personas

6 jun. 2011 - sobre la ruta nacional 34: un joven de 18 años, identificado como Nico- lás Ponce, asesinó con más de una
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INFORMACION GENERAL

I

Lunes 6 de junio de 2011

RAPTO DE MUJERES s ENTREVISTA CON EL HERMANO DE UNA VICTIMA

EN SANTIAGO DEL ESTERO

INSEGURIDAD

Matan a un repartidor de pizzas en Wilde

Conmoción por un crimen, un suicidio y un choque mortal

Investigan el ataque frente a su comercio

Mató a su novia y se quitó la vida tras impactar con su moto otro auto: causó otras tres muertes LEONEL RODRIGUEZ PARA LA NACION SANTIAGO DEL ESTERO.– Un crimen, un suicidio y una tragedia vial combinados en un mismo hecho conmocionaron ayer a los santiagueños y dejaron cinco muertes en total, cuatro de ellas en la ruta nacional 34. En tanto, horas después, otras tres muertes en la misma arteria completaron un domingo trágico para esta ciudad. El episodio saliente ocurrió ayer, en la localidad de Herrera, a 160 kilómetros de la capital santiagueña sobre la ruta nacional 34: un joven de 18 años, identificado como Nicolás Ponce, asesinó con más de una decena de puñaladas a su novia, Daniela Roldán, de 15 años. Una vez consumado el hecho, Ponce salió a los gritos con su moto jurando estrellarse contra el primer vehículo que encontrara por la transitada ruta 34. Según testigos, luego de enfrentar con su moto a varios autos que lograron esquivarlo en su suicida carrera, se estrelló de frente con un Ford Orion que volvía de la fiesta grande de Nuestro Señor de los Milagros de Mailín, localidad muy cercana de Herrera y que para esta época del año congrega a más de 200.000 peregrinos. Tras el impacto en el que Nicolás Ponce perdió la vida en el acto, el auto se cruzó de carril e impactó de frente con un camión MercedesBenz 1633, con dominio BHJ035, que era conducido por Gastón Matías de Oca, de 24 años. Allí se desencadenó otra tragedia: en el vehículo Ford Orion, dominio BGR616, viajaban cinco personas, tres de las cuales perdieron la vida.

Las víctimas fueron identificadas como Fernando Ponce, de 30 años; su suegra, Mirta Vargas, de 65, y su pequeño hijo Giuliano, de tres años de edad. De los otros dos ocupantes del vehículo, resultó con gravísimas heridas y peleaba por su vida en el Hospital Regional Ramón Carrillo, Lorena Vargas, esposa del fallecido Fernando, mientras que José Santos, pareja de Mirta Vargas, está fuera de peligro. El hecho causó conmoción por la cadena de sucesos desafortunados que derivaron en la muerte de cinco personas, con la internación de otra de suma gravedad y por tratarse de víctimas (las últimas tres) que venían de cumplir su promesa con el Señor de los Milagros de Mailín, una fiesta de fe muy cara a los sentimientos de los santiagueños.

Tres víctimas más Horas después, cuando ya había concluido la celebración religiosa de Mailín, la ruta 34 se cobró otras tres víctimas en distintos episodios y con pocos kilómetros de distancia entre sí, ya que un camión impactó de frente con un automóvil Chevrolet Corsa y el saldo fue de dos personas muertas en el vehículo menor, que volvía de la festividad. Por último, en la tarde de ayer, cerca de los anteriores trágicos hechos, un camión atropelló a un motociclista, que murió en el acto. Se trata de Franco Gorosito, de 28 años. Hace exactamente diez años, para esta misma celebración, un camión arrolló a casi treinta peregrinos sobre esta misma ruta y causó la muerte de seis de ellos en el acto e hirió a otros 22.

Síntesis MENDOZA

EN SAN CAYETANO

Motín en una cárcel Bergoglio dio misa de máxima seguridad por víctimas de delitos Un grupo de personas detenidas en un pabellón de máxima seguridad del Penal de Almafuerte, en Mendoza, inició ayer por la tarde un motín y tomó a cinco agentes penitenciarios como rehenes, afirmó el jefe de la policía provincial, Juan Carlos Caleri. El funcionario policial indicó que alrededor de 50 personas, entre efectivos y cuerpos especiales de seguridad, se encontraban apostados en los alrededores de la cárcel ubicada en la localidad de Cacheuta, en Luján de Cuyo. Según fuentes policiales, la rebelión tiene como uno de sus protagonistas a Marcelo “El Gato” Araya, reconocido detenido en la provincia. Al cierre de esta edición, el motín no había sido controlado.

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, ofició ayer una misa para los familiares de víctimas de delitos en la que admitió que la inseguridad provoca “bronca” y es difícil de perdonar. “Todos tenemos mucha bronca cuando suceden esas cosas y a todos nos cuesta perdonar”, expresó el religioso en una ceremonia realizada en la Iglesia de San Cayetano para habitantes de los barrios de Liniers y Versalles. Bergoglio destacó que tras un delito quedan “hogares destruidos, chicos sin papá y mamá, y abuelas que tienen que hacerse cargo de sus nietos”. Por su parte, Bergoglio mencionó que el tráfico de drogas y de armas son delitos “graves”.

MIGUEL ACEVEDO RIU

Pedro Pennacchi junto al cartel de la recompensa para quien dé datos sobre su hermana, Florencia

Florencia Pennacchi, ícono de la trata de personas A seis años de su desaparición, creen que fue capturada por dealers FERNANDO MASSA LA NACION Pedro Pennacchi apoya dos dedos sobre su frente y baja la mirada. “En el caso de Marita Verón, son ellos los que van hacia la chica. Flopi, en cambio, fue hacia ellos. Sin saberlo, se metió en la boca del lobo. Si está viva vale la pena rescatarla, pero yo siento que gran parte de lo que era mi hermana está perdido”, dice. En tres horas de charla, es uno de los pocos momentos en que no puede mantener la entereza y se le quiebra la voz. El pasado martes, durante la marcha de cientos de alumnos de la Facultad de Psicología de la UBA y del Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA) por Once en reclamo de seguridad tras al menos tres intentos de rapto, el nombre de Florencia Pennacchi se escuchó una y otra vez. Porque así como la tucumana Susana Trimarco –madre de la aún desaparecida Marita Verón– es el ícono en la lucha contra la trata de personas en el país, Florencia, que cursaba el cuarto año de Ciencias Económicas en la UBA, lo es para los estudiantes porteños. “El negocio de la trata creció. Y con lo que pasó con estas chicas de la UBA se ve que ya están totalmente «cebados», que creen que pueden «manotear» a cualquiera. Tienen una red armada, logística, contactos, todo un aparato montado con lo básico como para poder agarrar gente que no es tan fácil de captar”, opina Pedro, que con su madre y amigos siguen sosteniendo que es la trata de personas la principal hipótesis de la desaparición de Florencia. En esa idea, sospechan que pudo haber sido captada por gente a la que ella le compraba drogas. El último contacto que se tuvo con ella fue el miércoles 16 de marzo de 2005: a las 11.55, una llamada a Pedro desde la calle para preguntarle si

alguien la había llamado, y otra, pasadas las 13, al Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) para avisar que esa tarde no iría a trabajar porque se sentía mal. Nada más. De todas maneras, la preocupación llegó recién dos días después, cuando Pedro encontró en un rincón del departamento que ambos compartían en Palermo el bolso de ella con el documento, plata, tarjeta de crédito y fotocopias de la facultad. En ese momento se cristalizó en ellos una nueva teoría: Florencia, que tenía 25 años, no había desaparecido por voluntad propia. “Nos lleva a eso que todo era absolutamente normal: tanto yo como los compañeros del trabajo y la facultad la veíamos bien. No tenía novio desde hacía tres meses. No estaba deprimida ni nada de esas cosas. Había un consumo, sí. Consumía cocaína fines de semana de por medio, tal vez dos fines de semana seguidos. Pero si ella estaba entrando en un tren de consumo autodestructivo, no se notaba”, se lamenta Pedro.

Trata y drogas A raíz de las investigaciones, y tal como lo afirmó a LA NACION el abogado de la familia, Gabriel Becker, se presume que ese mediodía Florencia se encontró con su dealer

Por casos de este tipo, pocos juicios Se realizaron ya media docena de juicios por trata de personas en el país; en mayo, en Santa Fe, Juan Ramón Rojas fue condenado a 17 años de prisión, y en Mendoza, una pareja recibió cuatro años y medio de cárcel, y otro hombre, cuatro; en 2010, un hombre fue condenado a seis años, en Córdoba.

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en Palermo, en un boliche que se denominaba Confusión Bailable. “El tráfico de personas y el de droga están conectados. Es la conexión más esencial para esta historia de la red de tratas. Flopi se juntaba con gente que estaba en el asunto de drogas y desaparece sin dejar un rastro. ¿Y el cuerpo? Un cuerpo no desaparece porque sí. Se hizo búsqueda de NN, pero no apareció. No hay cuerpo, no se fue por voluntad propia… entonces alguien la secuestró. Y si hay alguien que «chupa» gente, que la traga la tierra, es gente de trata de blancas. Y por el lado del consumo… capaz vieron la fragilidad de ella”, razona Pedro. –¿Qué te dice hoy tu intuición sobre el destino de Florencia? –Yo creo que… Flopi ya no está. Y si está viva… la atomizaron. Pero hasta que no tenga datos concretos, o un cuerpo, voy a seguir pensando que está siendo movilizada en algún lado. Para Pedro, es más difícil enfrentar cada 21 de septiembre, cumpleaños de su hermana, que los 16 de marzo, fecha en que ella fue vista por última vez. “Los 16 de marzo siempre estás ocupado y te lográs abstraer porque hay que hacer alguna cosa práctica, de difusión de imagen por ejemplo. El 21, en cambio, como no se hace nada, estás vos chocando con la historia de que Flopi tendría tantos años, que ya estaría en otra cosa o que tal vez ya tendría familia. Esos son días de crisis. Mi vieja ni siquiera va a trabajar”, dice Pedro. Nidia Aguilera, madre de Pedro y Florencia, vive en Neuquén, pero cuando viaja a Buenos Aires usa la habitación de Florencia. “Del cuarto lo único que se cambió fue guardar la ropa de ella, porque el espacio del placard es chico. Después, los libros se quedaron ahí, los carteles también; todo muy prolijito, ordenado... en la esperanza de que Flopi aparezca.”

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Un repartidor de pizzas fue asesinado de un balazo al ser atacado por un hombre cuando llegaba al comercio en el que trabajaba, en Wilde, en el partido bonaerense de Avellaneda, informaron ayer fuentes policiales. Los investigadores siguen distintas pistas sobre el móvil de crimen, ya que a la víctima no le robaron ningún elemento de valor, entre ellos el utilitario en el que se movilizaba. Fuentes policiales informaron a Télam que el hecho ocurrió en la avenida Belgrano, entre De la Peña y el Boulevard de los Italianos, en la localidad de Wilde, partido de Avellaneda, en la zona sur del conurbano. Todo comenzó alrededor de las 23.30, cuando un joven de 29 años estacionó su Volkswagen Saveiro blanca con caja descubierta sobre la avenida, frente a una pizzería para la que hacía repartos a domicilio. Según las fuentes, cuando el repartidor se disponía a descender del vehículo para cruzar la calle, fue abordado del lado del acompañante por un hombre que le pegó un balazo. Tras la agresión, el tirador huyó del lugar a la carrera. Se investiga si hubo un cómplice que lo llevó hasta allí en una motocicleta. Es que, de acuerdo con algunos de los testigos del hecho, el tirador después de disparar quiso abordar esa moto, pero trastabilló y cayó al piso, por lo que concretó la fuga a pie y el otro hombre, en el rodado. En tanto, el hombre malherido alcanzó a descender de su vehículo y caminar unos metros, hasta que cayó muerto con medio cuerpo sobre la vereda de la pizzería, dijeron los informantes. Unos vecinos que presenciaron el ataque llamaron al 911 para alertar de lo ocurrido a la policía, por lo que poco después arribaron al lugar efectivos de la comisaría de Wilde, que constataron que el repartidor ya había fallecido.

Un revólver que no sirvió En la escena del crimen, los pesquisas hallaron un revólver calibre 22 que se cree que pertenecía a la víctima y con el que ésta habría intentado defenderse. Las fuentes agregaron que en el lugar del hecho los peritos también encontraron que el cristal de la puerta del acompañante del utilitario estaba destrozado por el impacto de bala que lo atravesó e impactó en la víctima. El homicidio es investigado por el fiscal Mario Prieto, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 de Avellaneda.

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