Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México, 2011

2 dic. 2011 - Cuadro 2.35 Propensión a pedir ayuda a familiares ... Cuadro 3.31 Afectaciones a la dinámica familiar por
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Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México, 2011 ENDIFAM2011

Reporte de Resultados

Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia Mexicana FR Inv-18

Proyecto: DIF2

Diciembre 2011

Listado de Esquemas, Gráficas y Cuadros Esquema 1.1 Esquema 2.1 Esquema 2.2 Esquema 3.1

Miembros de las familias que conforman los distintos tipos de hogares Dimensiones y sub-dimensiones analíticas para exponer los resultados de la ENDIFAM2011 Actividades que ejercen los integrantes de los hogares, investigadas en la ENDIFAM2011 Esquema de relaciones para presentar los resultados relativos a Adicciones de la ENDIFAM2011

Gráfica 1.1 Gráfica 1.2 Gráfica 2.1 Gráfica 2.3

Distribución porcentual de los hogares según tipo de arreglo familiar y año Distribución porcentual de la condición de unión de las y los jefes de hogar Distribución porcentual de la convivencia a través de los alimentos, según NSE Afecto que se dan los miembros del hogar en una escala de cero a 10 donde cero es que no se dan cariño y 10 que se dan mucho cariño Conversación acerca de adiciones, según la edad de los entrevistados

Gráfica 3.1 Cuadro 1.1 Cuadro 1.2 Cuadro 1.3 Cuadro 1.4 Cuadro 2.1 Cuadro 2.2 Cuadro 2.3 Cuadro 2.4 Cuadro 2.5 Cuadro 2.6 Cuadro 2.7 Cuadro 2.8 Cuadro 2.9 Cuadro 2.10 Cuadro 2.11 Cuadro 2.12 Cuadro 2.13 Cuadro 2.14 Cuadro 2.15 Cuadro 2.16 Cuadro 2.17 Cuadro 2.18 Cuadro 2.19 Cuadro 2.20 Cuadro 2.21 Cuadro 2.22 Cuadro 2.23 Cuadro 2.24 Cuadro 2.25 Cuadro 2.26

Distribución detallada de los arreglos familiares según residencia Distribución de los arreglos familiares según residencia y sexo del jefe del hogar Estado conyugal del jefe del hogar Número medio de integrantes, según tipo de arreglo familiar y ámbito de residencia Frecuencia con la que se realizan actividades con la pareja según NSE Frecuencia con la que se realizan actividades con la pareja según tipo de localidad Frecuencia con la que se realizan actividades con la pareja según nivel de escolaridad del entrevistado Frecuencia con la que se realizan actividades con la pareja según escolaridad del jefe del hogar Número de comidas que realizan juntos los miembros del hogar al día según el tipo de hogar Agrupación de actividades que realizan los miembros del hogar (sobre cinco) según sexo del jefe del hogar Temas de los que frecuentemente se habla con la pareja según tipo de hogar (% de suma de dos menciones) Temas de los que frecuentemente se habla con la pareja según edad del jefe del hogar (% de suma de dos menciones) Temas de los que frecuentemente se habla con la pareja según nivel de escolaridad del jefe del hogar (% de suma de dos menciones) Tiempo promedio que dedican a platicar con la pareja en un día de trabajo habitual según tipo de localidad y NSE Tiempo promedio que dedican a platicar con la pareja en un día de trabajo habitual según sexo, edad y nivel escolaridad del entrevistado Tiempo promedio que dedican a platicar con la pareja en un día de trabajo habitual según sexo y nivel de escolaridad del jefe del hogar Razones por las que se discute con la pareja según nivel de escolaridad del entrevistado 1ra mención Razones por las que se discute con la pareja según edad del jefe del hogar, 1ra mención Razones por las que se discute con la pareja según edad del entrevistado, 1ra mención Razones por las que se discute con la pareja según NSE, 1ra mención Razones por las que se discute con la pareja según sexo del jefe del hogar, 1ra mención Razones por las que se discute con la pareja según tipo de hogar, 1ra mención Percepción del entrevistado del cariño que se dan los miembros de su hogar Grado de acuerdo del entrevistado sobre si todos los miembros de su hogar se quieren por igual Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según tipo de localidad Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según tipo de hogar Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según tipo NSE Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según edad de los entrevistados Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según nivel de escolaridad del entrevistado Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según edad del jefe del hogar

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Cuadro 2.27 Cuadro 2.28 Cuadro 2.29 Cuadro 2.30 Cuadro 2.31 Cuadro 2.32 Cuadro 2.33 Cuadro 2.34 Cuadro 2.35 Cuadro 2.36 Cuadro 2.37 Cuadro 2.38 Cuadro 2.39 Cuadro 2.40 Cuadro 2.41 Cuadro 2.42 Cuadro 2.43 Cuadro 2.44 Cuadro 2.45 Cuadro 2.46 Cuadro 2.47 Cuadro 2.48 Cuadro 2.49 Cuadro 2.50 Cuadro 3.1 Cuadro 3.2 Cuadro 3.3 Cuadro 3.4 Cuadro 3.5 Cuadro 3.6 Cuadro 3,7 Cuadro 3.8 Cuadro 3.9 Cuadro 3.10 Cuadro 3.11 Cuadro 3.12 Cuadro 3.13 Cuadro 3.14 Cuadro 3.15 Cuadro 3.16 Cuadro 3.17 Cuadro 3.18 Cuadro 3.19 Cuadro 3.20 Cuadro 3.21 Cuadro 3.22 Cuadro 3.23

Percepción del menor entrevistado del afecto que se dan los miembros de su familia según tipo de localidad Percepción del menor entrevistado del afecto que se dan los miembros de su familia según tipo de hogar Percepción del menor entrevistado del afecto que se dan los miembros de su familia según NSE AMAI Persona en quien más se confía (primera mención) Persona en quien más se confía (suma de cinco menciones) Periodicidad con la que ve a la persona en quien más confía Ubicación de la persona en quien más confía Solidaridad, emergencias y familia Propensión a pedir ayuda a familiares La solidaridad según NSE Personas que cuidan a los discapacitados Concentración del pago de servicios Pago de servicios por NSE Pago de servicios por tipo de localidad Realización de actividades domésticas Realización de actividades domésticas, por sexo Concentración de actividades domésticas percibidas por los niños Concentración de actividades domésticas percibidas, según el tipo de hogar Concentración de actividades domésticas en los niños Número de actividades en las que los niños participan Actitudes violentas para la resolución de conflictos Actitudes violentas para la resolución de conflictos por rangos de edad Toma de decisiones importantes, por sexo del jefe del hogar Acciones violentas para la resolución de conflictos Signos con los que se identifica que alguien consume bebidas alcohólicas Signos con los que se identifica a alguien que fuma Signos con los que se identifica que alguien se droga Conversación sobre adiciones según la escolaridad de los entrevistados Persona a la que el menor le tiene más confianza para hablar sobre adicciones, según el sexo del menor de edad Persona a la que se le tiene más confianza para hablar sobre alcohol y drogas, según NSE Ofertas que han recibido de sustancias adictivas según edad del entrevistado Ofertas que han recibido de sustancias adictivas según escolaridad de los entrevistados Ofertas que han recibido de sustancias dañinas, según el sexo del jefe del hogar Menores que probaron alguna de las sustancias que les ofrecieron Consumo de sustancias dañinas según la escolaridad de los entrevistados Menores de edad que platicaron con sus padres sobre el consumo de alcohol, según nivel de escolaridad del entrevistado Razones por las que el menor no platicó con sus padres que probó alcohol Personaje que ofreció sustancias a los menores de edad, según nivel de escolaridad del menor entrevistado Menores de edad que platicaron con sus padres sobre el consumo de cigarros, según nivel de escolaridad del entrevistado Razones por las que el menor no platicó con sus padres acerca de que probó tabaco Personaje que ofreció sustancias a los menores de edad, según nivel de escolaridad del menor entrevistado Menores de edad que platicaron con sus padres sobre el consumo de sustancias según su nivel de escolaridad del entrevistado Razones por las que el menor no platicó con sus padres que probó droga Personaje que ofreció sustancia a los menores de edad, según nivel de escolaridad del menor entrevistado Consumo de sustancias adictivas de los entrevistados, según tipo de localidad Consumo de sustancias adictivas de los entrevistados, según sexo Miembros del hogar que consumen alcohol o cigarros, según el tipo de localidad

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Cuadro 3.24 Cuadro 3.25 Cuadro 3.26 Cuadro 3.27 Cuadro 3,28 Cuadro 3.29 Cuadro 3.30 Cuadro 3.31 Cuadro 3.32 Cuadro 3.33 Cuadro 3.34 Cuadro 3.35 Cuadro 3.36 Cuadro 3.37 Cuadro 3.38 Cuadro 3.39 Cuadro 4.1 Cuadro 4.2 Cuadro 4.3 Cuadro 4.4 Cuadro 4.5 Cuadro 4.6 Cuadro 4.7 Cuadro 4.8 Cuadro 4.9 Cuadro 4.10 Cuadro 4.11 Cuadro 4.12 Cuadro 4.13 Cuadro 4.14 Cuadro 4.15 Cuadro 4.16 Cuadro 4.17 Cuadro 4.18 Cuadro 4.19 Cuadro 4.20 Cuadro 4.21 Cuadro 4.22 Cuadro 4.23 Cuadro 4.24 Cuadro 4.25 Cuadro 4.26 Cuadro 4.27

Consumo de bebidas alcohólicas entre miembros del hogar, según tipos de hogar (perspectiva del menor) Consumo de tabaco entre miembros del hogar, según tipo de hogar (perspectiva del menor) Consumo del drogas entre miembros de la familia, según tipo de hogar (perspectiva del menor) Edad en la que el entrevistado inició su consumo de sustancias adictivas, según tipo de localidad Edad en la que el entrevistado inició su consumo de sustancias adictivas, según sexo del entrevistado Frecuencia con la que se consume alcohol, según sexo del entrevistado Afectaciones sufridas en el hogar por el consumo de alcohol del entrevistado, según sexo Afectaciones a la dinámica familiar por el consumo de alcohol de algún miembro del hogar, según sexo del entrevistado Consecuencia de vivir con miembros del hogar que consumen alcohol, según tipo de hogar (perspectiva del menor) Frecuencia con la que consumen tabaco, según sexo del entrevistado Afectaciones sufridas en el hogar por el consumo de tabaco del entrevistado, según sexo Afectaciones a la dinámica familiar por el consumo de tabaco de algún miembro del hogar, según el sexo del entrevistado Consecuencia de vivir con miembros del hogar que consumen tabaco, según tipo de hogar (perspectiva del menor) Frecuencia con la que se consume droga, según sexo del entrevistado Afectaciones sufridas en el hogar por el consumo de drogas del entrevistado, según sexo Afectaciones a la dinámica familiar por el consumo de drogas de algún miembro del hogar, según el sexo del entrevistado Percepción de la familia entre menores de 5 a 8 años Percepción de la familia entre menores de 9 a 11 años Percepción de la familia entre menores de 12 a 14 años Percepción de la familia entre menores de 15 a 17 años Expectativa familiar con respecto al NSE Grado de alegría en relación con el NSE Grado de felicidad en relación con el NSE Grado de felicidad en relación con el tipo de hogar Asistencia escolar en relación con el NSE Ausentismo escolar en relación con el NSE Salud del menor en relación con el NSE Salud del menor en relación con el NSE Salud del menor en relación con el tipo de localidad Condición del menor cuando se queda sólo en casa Disponibilidad de los alimentos en el hogar Cuidado de los niños en relación con el tipo de localidad Cuidado de los niños con respecto al NSE Atención que reciben menores cuando están enfermos, según su edad Ayuda que reciben menores para hacer tareas, según su NSE Ayuda que reciben menores para hacer tareas, según nivel de escolaridad Alimentación a los menores, según su sexo Apoyo que reciben los menores para ir a la escuela, según su edad Frecuencia con la que el menor realiza algunas actividades con un miembro del hogar Frecuencias con la que VAN AL CINE, TEATRO, CIRCO, MUSEOS, OTROS con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia Frecuencias con la que se VISITAN PARQUES Y JARDINES con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia Frecuencias con la que VEN LA TELEVISIÓN con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia Frecuencias con la que PLATICAN con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia

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Cuadro 4.28 Cuadro 4.29 Cuadro 4.30 Cuadro 4.31 Cuadro 4.32 Cuadro 4.33 Cuadro 4.34 Cuadro 4.35 Cuadro 4.36 Cuadro 4.37 Cuadro 4.38 Cuadro 4.39 Cuadro 4.40 Cuadro 4.41

Frecuencias con la que REALIZAN LABORES EN EL HOGAR con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia Frecuencias con la que JUEGAN con algún miembro del hogar, según la edad del menor Frecuencias con la que VISITAN PARQUES Y JARDINES con algún miembro del hogar, según la edad del menor Frecuencias con la que HACEN TAREAS ESCOLARES con algún miembro del hogar, según la edad del menor Frecuencias con la que HACEN TAREAS ESCOLARES con algún miembro del hogar, según la edad del menor Frecuencias con la que JUEGAN con algún miembro del hogar, según la escolaridad del menor Frecuencias con la que REALIZAN LABORES EN EL HOGAR con algún miembro de la casa, según la escolaridad del menor Cantidad de actividades que realizan menores con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia ¿Y cómo se llevan todas las personas de tu casa? Relación entre los integrantes del hogar, según el NSE AMAI Relación entre los integrantes del hogar, según tipo de localidad Percepción de la existencia de peleas entre las personas adultas del hogar, según la edad del entrevistado Percepción de discusiones frente al menor, según el sexo del entrevistado Percepción de discusiones frente al menor, según NSE AMAI

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Encuesta Nacional Proyecto: Actualización y Complemento del Diagnóstico de la Familia Mexicana Introducción El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) tiene la misión de “conducir las políticas públicas de asistencia social que promueven el desarrollo integral de la familia y la comunidad, que combaten las causas y efectos de la vulnerabilidad, en coordinación con los sistemas del DIF estatales y municipales e instituciones públicas y privadas, con el fin de generar capital social”, para lo cual se ha establecido el objetivo de “fortalecer e impulsar el desarrollo integral de la familia, a través de la promoción y aplicación de políticas públicas, programas y acciones”. Para cumplir con dicho propósito el Sistema Nacional DIF considera indispensable contar con información que revele los cambios que ha sufrido la institución familiar a lo largo de los últimos años y a partir de ello focalizar los esfuerzos que se realizan en favor de las familias mexicanas. En 2005 se llevó a cabo un primer ejercicio, a través de una encuesta que permitiera tener elementos para comprender la dinámica familiar en México. Después en 2011 el DIF realizó el levantamiento de la Encuesta sobre la Dinámica Familiar en México (ENDIFAM2011), la cual tiene como objetivo actualizar y complementar los resultados obtenidos en la encuesta de 2005. Nota Metodológica La encuesta de Actualización y Complemento del Diagnóstico de la Familia Mexicana encargado en 2011 es un estudio de corte empírico y cuantitativo que buscó, a partir de una muestra probabilística, generar información que permita inferencias de indicadores relacionados con las dimensiones y variables relacionadas con la convivencia familiar en la sociedad mexicana. En esta nota metodológica se reseñan brevemente los principios del diseño de la muestra y se comenta su alcance y sus limitaciones. I. Sobre las poblaciones objetivo Para el estudio de 2005 se definió como población objetivo a personas mayores de edad. En el estudio de 2011 se consideraron, adicionalmente, a algunos grupos de menores de edad. La razón de esta inclusión fue captar la perspectiva de este conjunto de la población, que es un grupo de quienes se desconoce la similitud o diferencias de experiencias, problemas y opiniones, que pueden tener con respecto a los mayores de edad en relación con las vivencias en la familia. Por razones de aplicabilidad, se decidió excluir a los menores de seis años con la debida anuencia de sus respectivos padres. Con la finalidad de asegurar información estadística que permitiera análisis sustentados, se dividió a esta sub-población de estudio en cuatro grupos poblacionales, con los siguientes rangos de edad: • • • •

Seis a ocho años Nueve a 11 años 12 a 14 años 15 a 17 años

Así, según lo descrito, se dio cabida a dos poblaciones objetivo: mayores y menores de edad, estos últimos con los cuatro grupos referidos. Por otra parte, el alcance del tamaño de muestra total, del cual se hablará más adelante, obligó a dar prioridad en términos numéricos a la población de mayores de edad, a modo de establecer que estos últimos serían 75 por ciento de la muestra total y los menores, en conjunto, 25 por ciento.

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II. Sobre el diseño de la muestra El primer componente del diseño de la muestra fue la definición de estratos. Un estrato es un sub conjunto de la población objetivo definido a partir de ciertas características que puedan resultar de interés. En este caso se consideraron tres variables para definir los estratos: región geográfica, rezago social y ámbito de la localidad. Se definieron tres regiones geográficas: norte, centro y sur. Esta regionalización es muy útil para asegurar que la muestra seleccionada se distribuye en todo el territorio nacional y no se concentra sólo en algunos municipios. El nivel de rezago social diferencia a las localidades de acuerdo con las condiciones generales de vida, sociales y económicas, que este indicador socioeconómico refleja. Nuevamente, la inclusión de dicha variable en la definición de los estratos buscó asegurar que la muestra captara, tanto a la población más favorecida, como a la más desfavorecida, pasando por todo el abanico de condiciones entre ambas, en la consideración de que las relaciones familiares pueden estar ampliamente definidas por sus características culturales y posibilidades, tanto formativas, como económicas. Finalmente, el ámbito rural o urbano como variable de estratificación fue considerado para asegurar la captación de un número suficiente de familias del segundo tipo que, de no ser considerado explícitamente, podrían no haber sido seleccionadas. Dentro de las localidades rurales se consideró de forma particular el grupo de las llamadas “dispersas”. Las localidades rurales dispersas se caracterizan por su escasa población y difícil acceso. La primera condición puede asociarse con una casi nula captación de estas localidades en un proceso muestral nacional; la segunda, con un alto costo de operación en el trabajo de campo, al tener que hacer grandes esfuerzos para acceder a dichos puntos. Para no caer en la situación de ignorar estas localidades, ni producir un levantamiento cuyos costos resulten excesivos, se formaron estratos particulares con estas localidades. El uso conjunto de las tres variables forma un grupo de 45 estratos (tres regiones * cinco niveles de retraso * tres ámbitos de la localidad = 45 estratos). No obstante, algunos de ellos resultaron inexistentes o con un número reducido de localidades. En tales casos se procedió a fusionar estratos, de forma que fueran útiles para el proceso de selección de la muestra. Una vez que se definieron los estratos, dentro de cada uno se eligieron municipios con probabilidad de selección proporcional al tamaño (ppt). Dentro de cada municipio se determinan localidades y, según se tratara de una urbana o rural, se eligió según los siguientes principios: en las localidades urbanas se seleccionaron manzanas con muestreo aleatorio simple; una vez en las manzanas, se seleccionaron viviendas; dentro de las viviendas, se seleccionaron hogares y, dentro de los hogares, se seleccionó a un entrevistado. Estas últimas tres etapas de selección también se hicieron con muestreo aleatorio simple. En el caso de las localidades rurales, en lugar de manzanas se eligió un cuadrante con selección aleatoria simple; dentro del cual se definieron viviendas y, a partir de ahí, se siguieron las mismas etapas de selección que en las localidades urbanas. La elección del entrevistado, mayor o menor de edad, de cada grupo, ocurrió una vez que se tenía seleccionado el hogar. Se usaron tablas de números aleatorios que buscaban cumplir con las proporciones de levantamiento buscadas y señaladas en el inciso I), no necesariamente iguales a las poblacionales. De esta forma, el diseño de la muestra fue estratificado, por conglomerados, polietápico y con selección ppt y aleatoria simple según la etapa. En cuanto al tamaño de la muestra, si se consideran las dos poblaciones objetivo, se obtiene que para el caso de los mayores de edad la muestra se planeó suficiente para estimar proporciones de 0.15 y superiores, con una confianza de 95 por ciento y un error muestral absoluto de +/- 1.2 puntos porcentuales. Dado que el diseño muestral incluye unidades conglomeradas, es necesario considerar el efecto de diseño propio de tales diseños; para esta muestra se consideró uno de 1.6. Asimismo, en el cálculo del tamaño de muestra se consideró una tasa de no respuesta de 10 por ciento. En el caso de la muestra de menores de edad se hicieron las mismas consideraciones. En este caso el error Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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muestral absoluto esperado es de +/- 1.5 puntos porcentuales; para la muestra total el error muestral absoluto esperado es de +/- 1.1 puntos porcentuales. III. Sobre el alcance de la muestra El tamaño de muestra del estudio 2011 debe considerarse a la luz del correspondiente al estudio de 2005. Pese a que ocho mil casos no parecen pocos, la precisión de las estimaciones derivadas de una muestra de esa magnitud es muy distinta a la que se podría calcular cuando la muestra es casi tres veces superior. Adicionalmente, los ocho mil casos se pueden emplear para estimaciones sobre el hogar, no así para las estimaciones de los reactivos contenidos en el cuestionario de adultos, sobre el cual se cuenta con seis mil 500 casos. Así, al comparar los resultados del estudio de 2011, con los correspondientes al de 2005, debe contarse esta diferencia. Por otra parte, los grupos formados entre los menores de edad tienen un tamaño de muestra muy pequeño en el contexto de una muestra nacional, de modo que difícilmente podrían considerarse como poblaciones objetivo independiente; a lo sumo se pueden hacer comparaciones entre los grupos para explorar la significatividad estadística de las diferencias que puedan encontrarse. IV. Sobre el cálculo de los ponderadores En cada etapa de selección se calculan y registran las probabilidades de selección de cada unidad de muestreo (municipio, localidad, Área geoestadística básica “AGEB” o cuadrante, vivienda, hogar y entrevistado). Los inversos multiplicativos de cada una de esas probabilidades de selección son los ponderadores. El producto de los ponderadores es el ponderador muestral final. Al final del levantamiento se verificó en qué medida se cumplió con el planteamiento muestral, para hacer los ajustes debidos a los ponderadores y así obtener el ponderador ajustado final. El detalle de este procedimiento de desglosa en el Anexo final “Nota técnica de factores de ponderación”.

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Resumen Ejecutivo Tipos de hogar •

Los hogares nucleares continúan siendo el principal arreglo familiar en la sociedad mexicana, aunque la proporción captada en 2011 es menor a la captada en 2005.



Los hogares extensos aumentaron respecto al 2005, los unipersonales disminuyeron y, debido probablemente al tamaño de muestra, los hogares de corresidentes que se captaron fueron pocos por lo que se observa una disminución de estos respecto al 2005.



La jefatura masculina en los hogares es todavía mayoritaria y sólo en hogares monoparentales predomina la jefatura de mujeres, con una mayor frecuencia en localidades urbanas.

Convivencia •

La convivencia entre los miembros del hogar se diferencia según el tipo de actividad y condiciones de vida de los entrevistados:  A menor escolaridad del entrevistado o cuando el jefe del hogar es hombre, mayor es la convivencia entre los miembros del hogar durante los alimentos.  A mayor escolaridad del entrevistado, mayor es el número de actividades recreativas que realizan con los miembros del hogar, incluida la pareja.  A mayor NSE, hay más convivencia con la pareja dentro y fuera del hogar, lo que se asocia al poder adquisitivo.  A mayor nivel de urbanización, más convivencia se tiene con la pareja y con mayor frecuencia se realizan actividades fuera del hogar.  El tipo de localidad donde residen los entrevistados, urbanas o rurales, su NSE, nivel de escolaridad o sexo, no impactan en el tiempo dedicado a conversar con la pareja.



La toma de decisiones importantes en las familias se da principalmente por acuerdo de sus integrantes y, en segundo lugar, por la decisión conjunta entre el jefe del hogar y alguien más.



Aunque en general las decisiones importantes se toman entre todos los miembros hay diferencias, según el tipo de hogar. En hogares nucleares estrictos y conyugales el hombre es quien decide con mayor frecuencia; en hogares monoparentales la mujer es quien toma las decisiones, lo que se explica porque son encabezados en su mayoría por mujeres.



El principal tema de conversación con la pareja son los hijos y las cuestiones económicas. Sin embargo, la etapa en la que se encuentra la pareja influye en los temas, entre los entrevistados más jóvenes (18 a 29) se habla más de cuestiones laborales entre los adultos, de los hijos y cuestiones económicas, mientras que entre los mayores de 64 años se habla de la relación con la pareja.



Al igual que en 2005 los asuntos económicos son el principal motivo de discusión entre las parejas. En segundo lugar los motivos de discusión son el cuidado y educación de los hijos y problemas de comunicación. En menor medida se discute por cuestiones asociadas a la relación de pareja y temas relacionados con la administración del hogar.



En hogares jefaturados por hombres los gritos durante las discusiones son más frecuentes que en los encabezados por una mujer.

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En el manejo de conflictos la edad del entrevistado es importante. Los más jóvenes (18 a 29 años) y los de 65 años o más discuten con mayor frecuencia mientras los menores están presentes, en cambio, los adultos (45 a 64 años) y adultos jóvenes (30 a 45 años) muestran menor incidencia de discusiones frente al menor, lo que puede deberse a que haya en el matrimonio mayor estabilidad y madurez de la pareja.



La incidencia de conductas violentas en la resolución de conflictos es baja. Los jóvenes y adultos de 60 o más años registran relaciones menos violentas, mientras los adultos de 40 a 59 años presentan mayor incidencia en conductas agresivas.



La cooperación en las actividades del hogar sigue marcadamente cargada a las mujeres ya que en son quienes realizan más actividades en el hogar, en lo que se observa que pese a la emergencia de las mujeres en el ámbito laboral, conservan la responsabilidad del cuidado del hogar.

Adicciones •

Los adultos identifican claramente los principales signos de consumo y alerta de sustancias adictivas en una persona: el aroma, los cambios en la conducta y cambios físicos.



La falta de información sobre sustancias adictivas a los menores es alta. Si bien el tema de las adicciones es tratado en la mitad de los hogares mexicanos en el resto de hogares se omite, ya sea por prejuicios, desinformación de los padres u otras razones, lo que representa un riesgo no sólo para el menor sino para la familia.



En los hogares en los que se da información es entre los de mayor edad donde con mayor regularidad los padres o tutores abordan el tema y, entre los más pequeños los casos en los que se habla al respecto son menos.



La madre es la persona del hogar de mayor confianza para los menores, sin importar el sexo del entrevistado al hablar de adicciones. Por sustancia, y específicamente en el tema del alcohol, los menores entrevistados hombres confían más en el padre, mientras las mujeres son más reticentes a hablar con él, sin embargo el padre es la segunda figura de confianza para los menores dentro del hogar.



Los grupos más vulnerables a sustancias adictivas son los jóvenes de 15 a 17 años y quienes tienen nivel de escolaridad medio superior, esto debido probablemente a que la oferta de sustancias es mayor que en otros segmentos.



La oferta a menores aumenta cuando el jefe del hogar es mujer.



Aunque la exploración de la edad en la que los adultos iniciaron el consumo de sustancias adictivas no logró captar bien la realidad, ya que la edad reportada es alta, entre los 18 y 19 años, la información obtenida arroja que los hombres son quienes inician a más temprana edad que las mujeres, situación que no varía entre las localidades urbanas y rurales. Las mujeres por su parte inician el consumo entre los 20 y 21 años de edad.



La dinámica familiar se altera ante el consumo de sustancias adictivas, particularmente del alcohol y drogas, si bien las afectaciones tienen que ver con la cantidad consumida, tanto los menores como los adultos coinciden en que cuando hay consumo aumentan las discusiones, molestias, conductas agresivas y regaños entre los miembros del hogar, en mayor medida en los niveles bajos.



La frecuencia de consumo de alcohol reportada no es alta. En la mayoría de los casos el consumo se da al menos una vez en el año o en el mes. No así entre quienes consumen tabaco, entre los cuales una quinta parte consume diariamente. La incidencia de consumo de drogas es baja pero regular, sin embargo, los casos captados son pocos como para hacer afirmaciones respecto a tendencias.

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Perspectiva del menor •

Los elementos en los se fundamenta la definición de familia entre los menores son los lazos sanguíneos, las emociones y los sentimientos asociados con los miembros del hogar, la convivencia y el apoyo que de esta institución se recibe. Según la edad de los entrevistados la asociación es mayor con alguno de estos elementos.



Algunas de las actividades que los menores realizan en compañía de un miembro del hogar aumentan o disminuyen según su edad, entre los más pequeños (5 a 8 años) jugar es una actividad que prácticamente hacen el doble de veces lo que hacen los menores de 15 a 17 años (ocho de cada 10).



A mayor nivel educativo del menor hay menor recurrencia al juego y mayor recurrencia a hacer tareas y deberes en el hogar.



La participación en actividades del hogar es alta, más de la mitad de los menores colaboran de manera regular en el hogar, sin embargo, en los niveles medios y altos su participación disminuye debido, posiblemente, a que es más común el empleo de personal doméstico.



Los menores del ámbito urbano ven televisión con mayor frecuencia que los del rural.



En los NSE bajos es más frecuente que el menor presencie las discusiones entre los adultos.



El cariño demostrado entre los padres e hijos en intensidad es equivalente, sin embargo no hay una constante en las muestras de afecto con la pareja y entre otros miembros del hogar.



La mayoría de los menores percibe que el cariño que se dan entre los miembros es alto y no hay diferencias significativas por tipo de hogar o NSE o tipo de hogar aunque en localidades rurales y entre los niveles bajos la percepción del afecto que entre los miembros del hogar se da es menor.



Los miembros del hogar siguen siendo las principales personas en las que se confía, específicamente la pareja e hijos.



Ante eventualidades se declara que las personas de confianza son los familiares, sin embargo en la práctica se recurre a ella cuando se tienen dos o más eventualidades.



El cuidado de miembros del hogar con alguna discapacidad está a cargo de los padres y, en mayor medida, de la madre. Sin embargo, en dos de cada 10 casos nadie cuida a las personas con discapacidad.



Hay mayor equidad en la participación de los menores, hombres o mujeres, en actividades domesticas, aunque el número de actividades de las mujeres es ligeramente mayor. En los hogares nucleares los menores colaboran en más actividades domesticas que en otro tipo de arreglos familiares.

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CAPITULO 1. ARREGLOS FAMILIARES Para comprender mejor la dinámica familiar que tiene cabida en la sociedad mexicana, primeramente en este capítulo se presenta una comparación de la tipología de las estructuras de los hogares mexicanos y su prevalencia en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Familias en México 2005, en lo sucesivo ENDIFAM2005 y la ENDIFAM2011, con lo que se podrán apreciar los cambios que ha habido en dichas estructuras familiares durante ese periodo. 1.1 Tipos de hogares Los hogares fueron clasificados en familiares y no familiares. En el primer grupo se ubican los arreglos familiares nucleares, los extensos y los compuestos. En el segundo grupo se ubican los hogares unipersonales y los que están integrados por personas no emparentadas con el jefe del hogar, denominados corresidentes. Dentro de los arreglos familiares nucleares existen tres tipos: • Los estrictos, que son aquellos que conforman sólo las parejas. • Los conyugales, formados por parejas con hijos, y • Los monoparentales, en donde los hijos están al cuidado sólo del padre o la madre. Se llama hogar extenso aquel en el cual la familia se compone por alguno de los tres tipos nucleares y además habitan otros parientes. Estos hogares pueden ser de cinco tipos: • Los conformados por las parejas sin hijos y otros parientes. • Parejas con hijos y otros parientes. • El jefe o la jefa del hogar y otros parientes. • El jefe o la jefa del hogar con hijos solteros y otros parientes, y • El jefe o la jefa de familia con hijos casados y solteros y otros parientes. Los hogares compuestos son aquellos donde además de los integrantes del núcleo viven personas no emparentadas, es decir, que no tienen relación consanguínea alguna con la familia nuclear; en esta clasificación se excluye a trabajadores domésticos. En sentido esquemático, las tipologías que se compararán se sintetizan en el siguiente cuadro: Esquema 1.1 Miembros de las familias que conforman los distintos tipos de hogares

Familiares

Estrictios Nucleares Conyugales Monoparentales Extenso

No familiares

Compuestos

2 Cónyuges 2 Cónyuges Padre o Madre 2 Cónyuges 2 Cónyuges Padre o Madre 2 Cónyuges 2 Cónyuges Padre o Madre

Hijos Hijos Hijos Hijos Hijos Hijos

Parientes Parientes Parientes Parientes Parientes Parientes

No parientes No parientes No parientes

Unipersonal

Una sola persona

Corresidentes

Varias personas sin lazos consanguíneos

En el ejercicio de la ENDIFAM2011 se observa que los hogares nucleares siguen siendo los más frecuentes; casi dos de cada tres de los hogares mexicanos corresponden a esta categoría de clasificación. La proporción captada en este año es inferior en alrededor de cinco puntos porcentuales a la de 2005. Por su parte, en el caso de los hogares extensos el porcentaje estimado es superior al Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

12 2011

Diciembre

del 2005 en casi ocho puntos porcentuales y hoy representan una tercera parte de los hogares mexicanos. Los hogares compuestos muestran un ligero aumento en la ENDIFAM2011, con respecto a lo observado en 2005. En relación con los hogares no familiares, los conformados por una sola persona (unipersonales) decrecieron 3.6 puntos porcentuales, es decir, en el transcurso de seis años han disminuido las personas que viven solas. Los arreglos de corresidentes son hogares no familiares en los que no se observan modificaciones significativas respecto a 2005 y siguen representando la minoría. Gráfica 1.1 Distribución porcentual de los hogares según tipo de arreglo familiar y año 80 70

68

63

60 50 40

33 26

30 20 10

0

0 Nuclear

Extenso

6

2

Compuesto 2005

2

Unipersonal

0

0

Corresidentes

2011

Fuente: ENDIFAM 2005 y elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Las dinámicas demográficas son fenómenos que tienen su propio tiempo de ocurrencia; para poder observar su evolución se requieren de lapsos medios o largos. En general, los movimientos de los fenómenos demográficos son más bien lentos, pues se trata de fenómenos estructurales que tienen comportamientos estables a menos que se vean afectados por cambios drásticos o paulatinos naturales pero en lapsos largos. En el caso de la composición de los hogares, en cinco años era posible esperar nuevos reacomodos debidos a movimientos “individuales” más que estructurales de las familias. Por lo tanto, para tratar de encontrar una explicación a la nueva distribución de los tipos de hogares se pensó que los reacomodos que hizo la sociedad mexicana pueden deberse a las situaciones de crisis que se han vivido en el mundo y México no ha estado ajeno a ellas. Ante problemas económicos las personas posiblemente buscan reducir gastos, hipótesis que pudieran ser parte explicativa del aumento significativo de hogares extensos, la tendencia de aumento de hogares compuestos y la disminución de hogares unipersonales ante la limitante de solventar gastos de manera individual. 1.1.1

Tipos de hogares según el ámbito de residencia

a) Hogares nucleares Si se analizan los arreglos familiares de forma más detallada, según el tipo de la localidad donde residen, se encuentran pequeñas diferencias entre el ámbito rural y el urbano. El porcentaje de arreglo nuclear es tres puntos porcentuales más alto en el ámbito rural que en el urbano. Esto posiblemente se debe a que los hogares conyugales en 2011 son más comunes en localidades rurales (cinco puntos porcentuales por arriba de las localidades urbanas). En contraste, los hogares nuclear-monoparental son más frecuentes en las urbes, posiblemente por la posibilidad de adoptar prácticas menos tradicionales. Cuando se comparan los resultados de 2011 con los que se habían obtenido en 2005, es posible observar que desde entonces ya había una tendencia a mayor proporción de hogares monoparentales en las zonas urbanas. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

13 2011

Diciembre

Resulta relevante tener presente este resultado, para mantener la debida observancia de si estos nuevos arreglos familiares tienen o no efecto en las dinámicas familiares, las vivencias de los niños y la potencial afectación de sus derechos. b) Hogares extensos Como se mencionó anteriormente, los hogares extensos en el país se estiman en alrededor de ocho puntos porcentuales más que en 2005. Esta magnitud de cambio se dio de manera similar tanto en el ámbito urbano como en el rural, y a nivel de subtipo de hogar extenso el cambio más notorio se observa en los hogares conformados por parejas con hijos y otros parientes que mostraron un comportamiento casi idéntico en localidades urbanas y rurales, ambos superiores en más de siete puntos porcentuales respecto al 2005. Otro arreglo familiar común es el del hogar conformado por el jefe con hijos casados y solteros y otros parientes, el cual se presenta en mayor medida en localidades urbanas. Es probable que la permanencia de hogares extensos sea resultado de estrategias familiares encaminadas a aumentar la fuerza de trabajo disponible en hogares con escasos recursos o la dificultad de conformar hogares independientes por insuficiencia económica. c) Hogares compuestos, unipersonales y corresidentes De estos tres tipos de arreglos familiares, cabe destacar que los hogares compuestos después de estar bastante similares entre los ámbitos urbano y rural en 2005, ahora muestran una diferencia sensible en 2011. Por su parte, los hogares unipersonales disminuyeron en la medición 2011; de estar en 5.9 por ciento en 2005 actualmente representan 2.3 por ciento, es decir, casi cuatro puntos porcentuales por debajo de la medición anterior. Los hogares de corresidentes vuelven a mostrar el nivel más bajo como en 2005, pero en la medición reciente el tamaño de muestra es menor, lo que limita la posibilidad de profundizar en su análisis. Cuadro 1.1 Distribución detallada de los arreglos familiares según residencia 2005 Tipo de Hogar Nuclear

Total Nuclear Estricto

% 68.8

Urbana % 67.5

2011 Total % 67.9

Rural % 65.0

Urbana % 61.7

Total % 62.5

9.8

7.9

8.5

9.9

9.2

9.4

51.4

50.5

50.9

47.0

41.9

43.1

Monoparental

7.6

9.0

8.5

8.1

10.6

10.0

Total Extenso

Conyugal Extenso

Rural

24.4

26.2

25.5

32.1

33.7

33.4

Pareja sin hijos y otros parientes

1.8

1.5

1.6

3.3

2.5

2.7

Pareja con hijos y otros parientes

13.7

12.8

13.1

18.9

16.4

17.0

Jefe y otros parientes

3.2

4.5

4.0

2.5

2.9

2.8

Jefe con hijos solteros y otros parientes

3.9

5.6

5.0

3.4

6.8

6.0

Jefe con hijos casados y solteros y otros parientes

1.8

1.8

1.8

4.0

5.1

4.9

Compuesto

0.2

0.4

0.3

0.8

2.0

1.7

Unipersonal

6.4

5.6

5.9

2.0

2.3

2.3

Corresidentes

0.1

0.4

0.3

0.0

0.1

0.1

Total

100

100

100

100

100

100

Fuente: ENDIFAM 2005 y elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011

1.1.2

Tipos de familia según el sexo del jefe del hogar y tipos de localidad

Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

14 2011

Diciembre

Por otro lado, se observan diferencias entre los tipos de hogar según el sexo del jefe y la localidad de residencia. Como generalidad, predomina la mayor proporción de la jefatura masculina en los hogares, con una diferencia consistente entre el ámbito rural (85%) y el urbano (78%): ligeramente mayor la participación de hogares jefaturados por mujeres en localidades urbanas (22%), que en las rurales (15%). Esta predominancia de hogares con jefatura femenina proviene en iguales proporciones de hogares nucleares y extensos, pero sin duda se distingue el nivel de hogares monoparentales jefaturados por mujeres en el ámbito urbano, lo que da cuenta de las formas diferenciadas en que se desempeñan las mujeres en este ámbito. Los hogares nucleares encabezados por hombres vuelven a ser mayoritarios comparados con los otros tipos de hogares pues se estimaron en casi seis de cada 10 en el ámbito rural y por más de cinco de cada 10 en el ámbito urbano. La jefatura femenina, tanto en el ámbito rural, como en el urbano, tiene una estimación menor en 2011 que en 2005, ya que para ambos entornos en 2011 se presentan con tres puntos porcentuales por debajo del 2005. Esto posiblemente puede explicarse por el retorno de migrantes que se ha dado en este período y los de sexo masculino vuelven a recuperar el papel de jefe del hogar in situ. En los hogares extensos, por el contrario, la jefatura femenina, tanto en los ámbitos rural, como urbano tiene una estimación mayor en 2011 respecto al año base. Si se considera sólo el ejercicio de 2011 también se sostiene que el porcentaje de hogares jefaturados por mujeres en el ámbito urbano es superior al correspondiente del ámbito rural. Cuadro 1.2. Distribución de los arreglos familiares según residencia y sexo del jefe del hogar Loc. Rural

Loc. Urbana

Loc. Rural

Loc. Urbana

Sexo del Jefe de Familia Masculino

Femenino

Masculino

Femenino

Masculino

Femenino

Masculino

Femenino

2005

2011

2005

2011

2005

2011

2005

2011

Nuclear Estricto Conyugal Monoparental Extenso Pareja sin hijos y otros parientes Pareja con hijos y otros parientes Jefe y otros parientes Jefe con hijos solteros y otros parientes Jefe con hijos casados, solteros y parientes

58.7

10.1

54.2

13.2

57.8

7.2

51.7

10.0

9.1

0.6

7.1

0.8

9.8

0.1

9.1

0.1

48.7

2.7

46.1

4.4

46.5

0.5

41.2

0.7

0.9

6.7

1.1

7.9

1.5

6.6

1.4

9.2

18.2

6.2

18.0

8.1

25.0

7.1

23.0

10.8

1.7

0.1

1.4

0.1

3.1

0.2

2.4

0.1

13.3

0.4

12

0.8

18.6

0.3

16.1

0.3

0.4

2.8

0.8

3.6

0.7

1.8

1.5

1.5

2.1

1.8

3.4

2.2

0.7

2.8

1.2

5.6

0.6

1.2

0.4

1.3

1.9

2.0

1.8

3.3

Compuesto

0.1

0.1

0.2

0.1

0.6

0.1

1.6

0.3

Unipersonal

3.5

2.9

3

2.7

1.1

1.0

1.3

1.1

0

0.1

0.2

0.1

0.0

0.0

0.1

0.0

80.5

19.4

75.7

24.3

84.6

15.4

77.8

22.2

Corresidentes Subtotales Total

100

100

100

100

Fuente: ENDIFAM 2005 y elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

1.2 Tipos de unión Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

15 2011

Diciembre

En la sociedad mexicana tres de cada cuatro jefes de hogar están unidos y uno de cada cuatro declara no estarlo. De quienes manifiestan algún tipo de unión, están en una de cuatro categorías: los casados por el civil y la iglesia; aquellos que están casados sólo por el civil; los que están casados solamente por alguna iglesia y los que viven con su pareja pero en unión libre. Las uniones más prevalentes son las que están respaldadas por algún tipo de formalidad. Una tercera parte de los cónyuges en el país están casados por el civil y la iglesia, cifra que disminuye a la mitad por quienes declaran la unión a través de un registro civil y es apenas de tres de cada 100 quienes dicen que su unión se respalda en alguna iglesia. Por su parte, una de cada cinco parejas declara vivir en unión libre. Entre los jefes de hogar que declaran no tener ningún tipo de unión, se debe fundamentalmente a la viudez (10%) y el resto se declara como separados, solteros o divorciados.

Cuadro 1.3 Estado conyugal del jefe del hogar Tipo de Unión / No unión Unidos

2011 %

Está casado (a) por ambos

35.2

Está casado(a) sólo por el civil

16.4

Está casado(a) sólo por alguna iglesia

3.4

Vive con su pareja en unión libre

20.4

Subtotal

75.4

No Unidos Es viudo(a)

9.9

Está separado(a)

6.7

Es soltero (a)

6.0

Está divorciado(a)

2.0

Subtotal

24.6

Total

100.0

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Un resultado notoriamente distintivo se presenta cuando se analiza la condición de unión según el sexo del jefe o la jefa del hogar. Los hombres tienen una mayor propensión a la unión a diferencia de las mujeres que tienen una prevalencia notoriamente alta a no estar unidas. De las parejas unidas, según el sexo del jefe del hogar, se observa que nueve de cada 10 jefes del hogar son hombres, mientras que las mujeres representan sólo el ocho por ciento del total. Más de cuatro de cada 10 jefes de hogar hombres están casados por el civil y la iglesia; una quinta parte se encuentra casada sólo por el civil y, la minoría de ellos está casado solamente por alguna iglesia. Uno de cada cuatro declara vivir en unión libre con su pareja. Por el contrario, entre las jefas de familia que se declaran unidas no hay un patrón distintivo que destacar. En los hogares jefaturados por mujeres, quienes se declaran no unidas, se debe principalmente a que son viudas; y una proporción similar se dicen son separadas o divorciadas. Una de cada cinco se dice

Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

16 2011

Diciembre

solteras, cifra por encima del promedio total. Los hogares con jefes no unidos hombres son sólo el siete por ciento del total, de los cuales la mayoría son viudos o solteros. Gráfica 1.2 Distribución porcentual de la condición de unión de las y los jefes de hogar

Es soltero (a) Está divorciado(a) Está separado(a) Es viudo(a) Vive con su pareja en unión libre

Total Mujer

Está casado(a) sólo por alguna …

Hombre

Está casado(a) sólo por el civil Está casado por ambos No Unidos Unidos 0

20

40

60

80

100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

1.3 Número de integrantes en las viviendas En las viviendas mexicanas residen, en promedio, un poco más de cuatro personas. Esta cifra presenta variaciones según el tipo de hogares que hay en las viviendas y el ámbito urbano o rural donde se ubican las mismas. Si bien en la mayoría de las viviendas (98%) hay hogares unifamiliares, hay dos de cada cien donde reside más de una familia. Este es uno de los elementos que refleja más claramente cómo aumenta el número medio de integrantes en la vivienda; en los casos donde convive más de una familia, el promedio de integrantes es superior al doble de lo que se observa en hogares unifamiliares. Las viviendas del ámbito urbano con un solo hogar tienen menor cantidad de integrantes que en el ámbito rural, lo cual es un resultado esperado. En contraste, las viviendas donde residen varios hogares tienden a acoger más personas en el ámbito urbano que en el rural Por la propia definición de los distintos tipos de arreglos familiares, los hogares nucleares son los que tienen, en promedio, menor cantidad de integrantes y los compuestos por el contrario los que reflejan mayor tamaño medio de integrantes. Esto indistintamente que se trate de de viviendas con uno o más hogares. Estos patrones de número de residentes no muestran diferencias notorias por región geográfica o nivel socioeconómico, lo que posiblemente pueda interpretarse como que México ya cuenta con una dinámica demográfica estable a lo largo de su territorio.

Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

17 2011

Diciembre

Cuadro 1.4 Número medio de integrantes, según tipo de arreglo familiar y ámbito de residencia Ámbito de ubicación de la Tipo de arreglo familiar vivienda Urbano Viviendas con un solo hogar

Rural

Total

Media Nuclear

3.62

3.80

3.66

Extenso

5.04

5.30

5.10

Compuesto Subtotal

5.26 4.07

5.13 4.24

5.24 4.11

Nuclear

8.60

7.48

8.31

Extenso

9.05

8.22

9.03

11.89

-

11.89

8.92

7.47

8.68

Viviendas con más de un hogar

Compuesto Subtotal

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011. Nota: En este tabulado no se reportan explícitamente los resultados relativos a arreglos familiares unipersonales o de corresidentes porque los unipersonales tienen, por definición, una persona así que sería información redundante. Dada la baja incidencia de hogares de corresidentes captada en esta encuesta, se consideró que la cifra no tiene soporte en sí misma y menos diferenciadas por ámbito de residencia

Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

18 2011

Diciembre

CAPITULO 2. DINÁMICA FAMILIAR Para presentar los resultados del tema central de la ENDIFAM2011, se consideró conveniente organizar la información recolectada en las dimensiones y sub-dimensiones que se señalan a continuación, en tanto forman parte de la dinámica que se da en las familias: 1) Convivencia a) Interacción y comunicación b) Manejo de conflictos c) Adicciones 2) Cooperación 3) Formación de los hijos Todo ello se concibe permeado por el manejo de las relaciones de poder al interior de los hogares y, en particular, el obligado tema de la perspectiva de género que puede haber al interior de los hogares mexicanos. A continuación se muestra el esquema que sirvió de base para organizar la presentación de resultados: Esquema 2.1 Dimensiones y sub-dimensiones analíticas para exponer los resultados de la ENDIFAM2011

DINÁMICA FAMILIAR Organización de las dimensiones de resultados •Sexo •Edad •NSE •Residencia

Tipo de hogar Dinámica familiar

P e r s p e c t i v a d e g é n e r o

Formación de los hijos

Convivencia

Interacción y comunicación •Comunicación •Interacción entre los miembros del hogar

•Formación •Derechos •Valores •Confianza •Autonomía

Adicciones Manejo de conflictos

•Razones por las que se discute •Soluciones •Violencia intrafamiliar

•Miembros del hogar que consumen sustancias adictivas •Afectaciones en la dinámica familiar

Cooperación •Actividades que realiza o ayuda •Sit. Vivienda y servicios •Si recibe ayuda de algún familiar del hogar

Relaciones de poder

Los resultados de estas dimensiones y sub-dimensiones se presentan en los capítulos subsiguientes, a partir de la presentación de los indicadores alusivos a cada una y los cortes analíticos que se consideran relevantes para exponer los principales hallazgos. Dada la alta relación que tienen estos componentes en el tema, se tratan varios de ellos en el mismo capítulo. No obstante, se reserva un capítulo explícito para el tema de adicciones y otro para reportar la perspectiva de los propios niños, dada la novedad de haber abarcado a este grupo poblacional. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

19 2011

Diciembre

2.1 Convivencia: Interacción y comunicación entre los miembros del hogar Para valorar la convivencia dentro de las familias se tomaron en cuenta dos tipos de ítems: los que tienen que ver con la convivencia directa con la pareja (para aquellas parejas unidas) y los que tienen que ver con la realización de actividades en general con los miembros del hogar. Asimismo se tomó en cuenta la escolaridad de cada miembro de la pareja, para identificar si la coincidencia o divergencia de escolaridades mostraba algún patrón relevante de destacar. De los entrevistados que actualmente están unidos a una pareja, la mitad realiza actividades recreativas con su pareja, con alguna o mucha frecuencia, y tres con poca frecuencia. Sólo dos de cada 10 declararon que no realizan alguna actividad con su pareja. Las variables que impactan estos resultados están asociadas al nivel socioeconómico del hogar (NSE), para lo cual los hogares se clasificaron según las categorías de la AMAI. También el tipo de localidad mostró algunas diferencias relevantes y, en menor medida, la escolaridad del entrevistado y la escolaridad del jefe del hogar. Así, se observa que a mayor nivel económico del hogar, mayor es la frecuencia con la que las parejas realizan actividades recreativas. En sentido opuesto, en las localidades rurales y en los hogares jefaturados por hombres o mujeres sin escolaridad, es donde menos se practican este tipo de actividades. Cuadro 2.1 Frecuencia con la que se realizan actividades con la pareja según NSE Nivel AMAI Total Medio y alto Medio Bajo Bajo (D y E) (C, C+ y AB) (C- y D+) Muy frecuente 19 31 20 10 Algo frecuente 29 36 30 22 Poco frecuente 32 27 32 37 No sucede 20 6 18 31 Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuadro 2.2 Frecuencia con la que se realizan actividades con la pareja según tipo de localidad Tipo de localidad Total Urbana Rural Muy frecuente 20 17 19 Algo frecuente 32 18 29 Poco frecuente 31 37 32 No sucede 17 28 20 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

La escolaridad de la persona entrevistada y la del jefe del hogar tienen un efecto más manifiesto en la realización de actividades recreativas en los extremos. Es decir, que a mayor escolaridad se intensifica la frecuencia de actividades recreativas y, por el contrario, la menor escolaridad se manifiesta de manera intensa con la no ocurrencia de actividades recreativas. Si bien lo anterior puede estar muy relacionado con el nivel socioeconómico de las familias como factor explicativo que Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

20 2011

Diciembre

favorece la convivencia, pareciera que la escolaridad en sí misma como un elemento más de corte individual favorece o limita más agudamente la convivencia. Cuadro 2.3 Frecuencia con la que se realizan actividades con la pareja según nivel de escolaridad del entrevistado Escolaridad del entrevistado Total Sin Educación Educación Educación escolaridad básica media superior 19 Muy frecuente 10 14 23 35 29 Algo frecuente 11 30 29 33 32 Poco frecuente 33 36 26 26 20 No sucede 46 20 22 6 Total 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuadro 2.4 Frecuencia con la que se realizan actividades con la pareja según escolaridad del jefe del hogar Escolaridad del jefe del hogar Total Sin Educación Educación Educación escolaridad básica media superior Muy frecuente 12 14 21 39 19 Algo frecuente 15 30 28 30 29 Poco frecuente 28 35 31 27 32 No sucede 45 21 20 4 20 Total 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En cuanto a las relaciones que se establecen entre los miembros del hogar se les preguntó a los encuestados por siete actividades concretas que pueden realizar juntos, como una característica de su vida cotidiana. Tres actividades se diferenciaron en cuanto a su relación con alimentos o de corte diverso. Esquema 2.2 Actividades que ejercen los integrantes de los hogares, investigadas en la ENDIFAM2011

Alimentos

• Desyunar • Comer • Cenar

Diversas

• Visitar familiares • Ir a misa o templo • Actividades deportivas • Ver televisión

Para cada tipo de actividades se construyó un índice aditivo a partir de sumar los casos en los que respondieron que su frecuencia de realización es siempre y casi siempre. El índice varía entre 0 y 3, dependiendo de la cantidad de alimentos que comparten con frecuencia siempre o casi siempre. Un primer resultado respecto de las actividades que desarrollan como miembros de una familia, permite señalar que entre la sociedad mexicana sí está todavía bastante habituado el compartir alimentos, más que otro tipo de actividades. De los entrevistados que viven con una o más personas en el hogar, casi la totalidad (95%) realizan frecuentemente los tres alimentos acompañados de ellos. Pero al segmentar la información por sexo del jefe del hogar, se observa que en los hogares dirigidos por mujeres la frecuencia disminuye a ocho de cada 10, lo cual posiblemente tiene que ver con la necesidad que tienen las jefas de hogar de atender más actividades que las de la casa propiamente dichas, pues tal vez tengan que satisfacer jornadas múltiples, lo que posiblemente les dificulta conciliar horarios.

Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

21 2011

Diciembre

Cabe destacar que de los tres alimentos, el que más se comparte es la cena posiblemente por la mayor facilidad de hacer conciliar los horarios sin tener que forzar las actividades diarias de los distintos miembros del hogar. Ciertamente ante variables que tienen tal nivel de ocurrencia, es bastante difícil observar diferencias que sean palpables, excepto para el caso de los hogares compuestos donde se observa que solamente siete de cada 10 encuestados lleva a cabo el consumo de tres comidas con regularidad, lo cual posiblemente puede deberse a la dificultad que tienen para conciliar horarios o condiciones para compartir los alimentos. Cuadro 2.5 Número de comidas que realizan juntos los miembros del hogar al día según el tipo de hogar Tipo de hogar general No. de alimentos Total Nuclear Extenso Compuesto Ningún alimento 0 0 0 3 Un alimento 0 3 30 2 Dos alimentos 3 3 2 3 Tres alimentos 97 94 68 92 Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011

Otra actividad que se realiza con bastante frecuencia en los hogares mexicanos es ver la televisión, casi al nivel de compartir alimentos. De las demás actividades sobre las que se indagó, no se observan patrones de convivencia diferenciados por tipo de hogar, sexo o escolaridad del jefe del hogar. Lo que sí es posible observar es que se reportar niveles de actividad de intensidad media y media alta, con una predominancia de realizar entre tres y cuatro actividades en familia. Cabe señalar, que cuando el hogar es jefaturado por mujeres, el nivel de actividad entre los integrantes del hogar disminuye un poco de intensidad, aunque sigue siendo bastante intenso. Cuadro 2.6 Agrupación de actividades que realizan los miembros del hogar (sobre cinco) según sexo del jefe del hogar Sexo del jefe del hogar No. de actividades Total Hombre Mujer Ninguna actividad 2 7 3 Una o dos actividades 19 25 20 Tres o cuatro actividades 75 64 73 Cinco actividades 4 4 4 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011

Como era de esperarse, la intensidad de convivencia se relaciona con el NSE de los hogares; para mejores condiciones hay mayor intensidad del número de actividades en conjunto. Gráfica 2.1 Distribución porcentual de la convivencia a través de los alimentos, según NSE 80 70 60 50 40 30 20 10 0 ABC+

CCTodos los alimentos

D+

DE

Total

Solamente algunos

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011

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22 2011

Diciembre

2.2 Principales temas de conversación Al segmentar la información por tipo de hogar y perfil del entrevistado o jefe del hogar, se observan variaciones en las frecuencias con las que se habla de los hijos, la economía o el trabajo, pero estos siguen siendo los temas más prevalentes que se comentan en pareja. Cuadro 2.7 Temas de los que frecuentemente se habla con la pareja según tipo de hogar (% de suma de dos menciones) Tipo de hogar Temas más frecuentes Total Nuclear Extenso Los hijos 34 36 28 Económicos 23 23 25 Laborales 15 15 14 Familiares 7 6 9 Relación de pareja 6 6 7 Actividades periódicas 3 3 5 Salud 2 2 2 Hogar 2 2 2 Interés personal 2 2 2 Problemas sociales 2 2 2 Política y gobierno 0 0 0 Otros 1 0 1 Ninguno/ hablo poco con él/ella 2 2 2 No sabe/ No contestó 1 1 1 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En relación con la edad del jefe del hogar, los más jóvenes hablan más de cuestiones laborales y de las relaciones de pareja, a diferencia de los entrevistados de edad madura entre quienes predomina hablar de los hijos y, en menor medida, de aspectos económicos. Cuadro 2.8 Temas de los que frecuentemente se habla con la pareja según edad del jefe del hogar (% de suma de dos menciones) Edad del jefe del hogar Total De 18 a 29 De 30 a 44 De 45 a 64 De 65 o años años años más años Los hijos 34 28 39 34 28 Económicos 22 21 27 19 23 Laborales 15 19 16 14 10 Familiares 6 7 7 9 7 Relación de pareja 6 10 5 4 12 Actividades periódicas 5 4 3 3 3 Salud 1 2 2 4 2 Hogar 3 2 2 1 2 Interés personal 3 1 2 4 2 Problemas sociales 1 1 2 3 2 Política y gobierno 0 0 0 0 0 Otros 1 0 0 1 1 Ninguno/ hablo poco con él/ella 1 1 2 5 2 No sabe/ No contestó 0 1 1 1 1 Total 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Los entrevistados sin escolaridad hablan más de temas familiares y los que poseen educación superior tratan más cuestiones laborales que otros grupos. Cuadro 2.9 Temas de los que frecuentemente se habla con la pareja según nivel de escolaridad del jefe del hogar (% de suma de dos menciones) Escolaridad del JH Temas más frecuentes Total Sin Educación Educación Educación escolaridad básica media superior 21 34 35 36 32 Los hijos 23 23 22 22 23 Económicos 22 15 12 14 13 Laborales 9 8 8 3 7 Familiares 9 6 8 6 6 Relación de pareja 2 3 3 5 3 Actividades periódicas 2 2 2 1 2 Salud 2 2 1 3 2 Hogar 6 2 1 1 2 Interés personal 4 1 2 3 2 Problemas sociales 0 0 0 0 0 Política y gobierno 1 1 1 1 1 Otros 8 2 2 1 2 Ninguno/ hablo poco con él/ella 1 1 1 0 1 No sabe/ No contestó Total

100

100

100

100

100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Quienes tienen una relación de pareja platican con él/ella 2.3 horas en promedio en un día de trabajo habitual. De cada 10 encuestados, tres hablan con su pareja hasta una hora al día; tres, hasta dos horas; y cuatro tres o más horas al día. Las variaciones de tiempo son visibles al segmentar la información por tipo de localidad, estrato socioeconómico y características del entrevistado o del jefe del hogar. En comunidades rurales y en los estratos socioeconómicos más bajos se conversa con la pareja ligeramente menos tiempo que la media nacional. Cuadro 2.10 Tiempo promedio que dedican a platicar con la pareja en un día de trabajo habitual según tipo de localidad y NSE Tiempo de conversación Hasta una hora De 1 a 2 horas De 2 a 3 horas Más de 3 horas Total Promedio

Tipo de localidad Urbana

26 35 20 18 100 2.4

Nivel AMAI

Rural

34 29 16 19 100 2.2

Medio y alto Medio Bajo Bajo (D y E) (C, C+ y AB) (C- y D+) 22 36 26 34 34 32 14 23 21 17 23 17 100 100 100 2.4 2.5 2.1

Total

28 33 19 19 100 2.3

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Los entrevistados que tienen menos de 25 años o más de 59 años o tienen al menos educación superior hablan con su pareja más que el promedio nacional, mientras que los que tienen de 40 a 59 años o no tienen escolaridad alguna hablan menos tiempo con su pareja.

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Por último, en los hogares donde el jefe del hogar tiene hasta 39 años o más de 64 o entre quienes poseen al menos educación media superior, se platica más con la pareja que en los hogares comandados por jefes que no presentan estas características. Cuadro 2.11 Tiempo promedio que dedican a platicar con la pareja en un día de trabajo habitual según sexo, edad y nivel escolaridad del entrevistado Sexo del entrevistado

Tiempo de conversación

Hombre

Ningún Hasta una hora De 1 a 2 horas De 2 a 3 horas De 3 a 6 horas Más de 6 horas Total Promedio

1 23 35 20 14 7 100 2.43

Mujer

0 32 32 19 13 4 100 2.22

Edad de los entrevistados De 18 a 24 años

De 25 a 39 años

0 22 25 26 22 5 100 2.64

1 24 38 19 13 5 100 2.35

De 40 a 59 años

Escolaridad del entrevistado

60 o más Sin Educación Educación Educación años escolaridad básica media superior

0 34 35 19 8 4 100 2.11

1 27 26 16 21 9 100 2.52

3 36 29 12 16 4 100 2.14

1 29 32 18 15 5 100 2.33

1 29 33 21 12 4 100 2.27

Total

1 21 39 25 8 6 100 2.36

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuadro 2.12 Tiempo promedio que dedican a platicar con la pareja en un día de trabajo habitual según sexo y nivel de escolaridad del jefe del hogar Tiempo de conversación

Ninguna Hasta una hora De 1 a 2 horas De 2 a 3 horas Más de 3 horas Total Promedio

De 18 a 29 años

1 22 32 23 22 100 2.48

Edad del jefe del hogar Escolaridad del JH De 30 a De 45 a De 65 o Sin Educación Educación Educación 44 años 64 años más años escolaridad básica media superior

1 26 34 21 18 100 2.35

0 32 36 17 15 100 2.18

1 30 25 18 26 100 2.45

2 29 32 12 25 100 2.37

1 31 32 17 19 100 2.29

1 26 30 26 17 100 2.38

1 20 40 24 15 100 2.38

Total

1 28 33 19 19 100 2.32

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011

2.3 Motivos de discusión (con la pareja e hijos) La dinámica interna familiar comprende ineludiblemente también situaciones de confrontación. Conocer las causas y formas en cómo se afrontan es de relevancia para orientar las políticas públicas diseñadas a la atención de las familias. Así, en esta sección se ofrece una aproximación a tales aspectos, con la identificación de las causas de conflicto más frecuentes y las formas de manejo para su eventual solución. En general, la hipótesis propuesta es que la forma en que se dirimen los conflictos entre la pareja influyen en modo decisivo en las relaciones familiares. Con la intención de procurar cierto grado de comparación con la encuesta de 2005 se mantuvieron las categorías en las que fueron agrupados los motivos de discusión y se dio lugar a una nueva categoría que contiene las menciones relacionadas con la atención y cuidado de los hijos. Asimismo, se incluyen las opciones de No sabe/No contestó y una que refiere a que no había causas de conflicto. 1 Los asuntos económicos se mantienen como la principal causa de conflicto entre las parejas representadas en la encuesta de 2011, pero el porcentaje registrado sube nueve puntos porcentuales con relación a 2005. Posiblemente este sea otro rasgo de la situación económica que viven hoy en 1

Representa el 16 por ciento de los encuestados elegibles de responder. De éstos, la mayoría respondió que la frecuencia de peleas o conflictos con la pareja era poca. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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1 28 33 19 14 5 100 2.32

día las parejas, lo que les lleva a manifestar en primer lugar ese rubro como causa de posibles conflictos entre la pareja. Las siguientes causas de confrontación son la conducta o educación de los hijos, la convivencia y educación y los problemas de carácter u opinión. En tercer lugar se ubican la atención o cuidado de los hijos, nueva categoría que representa el seis por ciento de los entrevistados, es decir, en uno de cada quince casos. En conjunto, estos motivos suman dos terceras partes de las menciones registradas por los entrevistados. Respecto a los cambios entre las dos encuestas, las respuestas que presentan una disminución en los porcentajes respecto a 2005 son: convivencia o comunicación (-6 puntos porcentuales); adicciones (-3 puntos porcentuales); y problemas de carácter u opinión (-1 puntos porcentuales). La confrontación generada por la conducta o educación de los hijos se mantuvo en el mismo porcentaje. Respecto de las variables control, la asociación más fuerte se encontró con el nivel de escolaridad del entrevistado. Las confrontaciones asociadas con la convivencia o comunicación o al carácter u opinión de la pareja aumentan conforme el nivel de escolaridad de los entrevistados es mayor. Cuadro 2.13 Razones por las que se discute con la pareja según nivel de escolaridad del entrevistado 1ra mención Escolaridad del entrevistado Causas 1ra. mención Total Sin Educación Educación Educación Escolaridad básica media superior Asuntos económicos 26 29 29 24 28 Conducta/educación de los hijos 8 9 9 13 10 Convivencia/comunicación 3 8 14 11 9 Problemas de carácter u opinión 2 6 11 18 9 Atención/cuidado de los hijos 7 7 8 2 6 Celos/infidelidad/violencia 6 4 2 4 4 Adicciones 4 4 5 1 3 Cuidado y orden en el hogar 1 5 0 0 3 Problemas con parentela u otros 0 3 4 1 2 Permisos/autoridad 2 1 1 0 1 Otro 6 4 4 9 5 Ninguno 32 17 12 12 16 No sabe/No contestó 3 3 1 5 4 Total 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

La edad del jefe del hogar representa la segunda asociación y con fuentes de desavenencias. Los problemas de tipo económico y carácter u opinión con la pareja son notablemente menores cuando el jefe del hogar tiene menos de 30 años. En sentido inverso, en este mismo grupo las diferencias por celos, infidelidad o violencia se acentúan, alcanzando una diferencia hasta por 10 puntos porcentuales por encima del promedio general. Los problemas asociados a la atención o cuidado de los hijos son mayores en el segundo grupo de edad, aumentando casi al doble con respecto al promedio nacional.

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Cuadro 2.14 Razones por las que se discute con la pareja según edad del jefe del hogar 1ra mención Edad del jefe del hogar Causas más frecuentes Total De 18 a De 30 a De 45 a De 65 o 29 años 44 años 64 años más años Asuntos económicos 23 29 29 27 28 Conducta/educación de los hijos 6 12 10 9 10 Convivencia/comunicación 11 8 10 9 9 Problemas de carácter u opinión 3 11 8 13 9 Atención/cuidado de los hijos 3 11 4 2 6 Celos/infidelidad/violencia 14 3 1 3 4 Adicciones 1 3 4 4 3 Cuidado y orden en el hogar 3 3 2 4 3 Problemas con parentela u otros 4 1 2 2 2 Permisos/autoridad 1 1 2 1 2 Otro 5 3 6 11 5 Ninguno 24 12 17 13 16 No sabe/No contestó 2 3 5 2 3 Total 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Otras variables que muestran una ligera asociación con los motivos de peleas y discusión en pareja son la edad de los entrevistados y el nivel socioeconómico del hogar. En el primer caso, mientras que los problemas de carácter u opinión ocupan el segundo motivo de discusión entre el grupo de entrevistado de mayor edad, los celos, infidelidad y violencia es el segundo más importante para los entrevistados de menos edad. En este último grupo, el de los más jóvenes, los asuntos económicos ocupan el primer lugar en causas de discusión, pero el porcentaje está siete puntos porcentuales por debajo del promedio general. En sentido opuesto, los problemas con los familiares o terceras personas son notablemente más frecuentes en este mismo grupo de edad. Cuadro 2.15 Razones por las que se discute con la pareja según edad del entrevistado 1ra mención Edad de los entrevistados Causas más frecuentes Total De 18 a 24 De 25 a 39 De 40 a 59 De 60 o años años años más años Asuntos económicos 21 27 30 29 28 Conducta/educación de los hijos 6 12 10 6 10 Convivencia/comunicación 9 8 11 7 9 Problemas de carácter u opinión 4 11 8 12 9 Atención/cuidado de los hijos 4 8 6 1 6 Celos/Infidelidad/Violencia 13 5 2 2 4 Adicciones 1 3 4 4 3 Cuidado y orden en el hogar 6 3 2 5 3 Problemas con parentela o con otros 7 1 2 0 2 Permisos/autoridad 1 1 1 3 1 Otro 7 3 6 8 5 Ninguno 20 16 15 14 16 Ns/Nc 1 2 3 9 4 Total 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011

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De acuerdo con el nivel socioeconómico del hogar entrevistado, según la clasificación de la AMAI, las diferencias por el carácter u opinión de la pareja son menores en los estratos más bajos. Cuadro 2.16 Razones por las que se discute con la pareja según NSE 1ra mención Nivel AMAI Causas más frecuentes Medio y alto Medio Bajo Bajo (D y E) (C, C+ y AB) (C- y D+) Asuntos económicos 28 29 27 Conducta/educación de los hijos 13 9 9 Convivencia/comunicación 10 8 9 Problemas de carácter u opinión 13 10 4 Atención/cuidado de los hijos 5 5 7 Celos/infidelidad/violencia 2 4 6 Adicciones 1 2 6 Cuidado y orden en el hogar 2 3 4 Problemas con parentela u otros 1 4 1 Permisos/autoridad 0 2 3 Otro 6 5 5 Ninguno 14 16 16 No sabe/No contestó 4 3 3 Total 100 100 100

Total 28 10 9 9 6 4 3 3 2 1 5 16 4 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Por otro lado, pareciera que los problemas económicos y los asociados a familiares y terceros son los más referidos en los hogares jefaturados por mujeres, cuya diferencia en el primer caso es de 10 puntos porcentuales y en el segundo de hasta 18 puntos, respecto al porcentaje nacional. Pareciera también que los conflictos asociados a la conducta o educación de los hijos, así como a la convivencia o comunicación, son menos recurrentes en este tipo de hogares. Cuadro 2.17 Razones por las que se discute con la pareja según sexo del jefe del hogar 1ra mención Sexo del jefe del hogar Causas más frecuentes Total Hombre Mujer Asuntos económicos 28 38 28 Conducta/educación de los hijos 10 3 10 Convivencia/comunicación 9 3 9 Problemas de carácter u opinión 9 5 9 Atención/cuidado de los hijos 6 10 6 Celos/infidelidad/violencia 4 0 4 Adicciones 3 3 3 Cuidado y orden en el hogar 3 0 3 Problemas con parentela u otros 2 20 2 Permisos/autoridad 2 0 1 Otro 5 0 5 Ninguno 16 18 16 No sabe/No contestó 3 0 4 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Por último, también pareciera que existe una variación en la recurrencia de los problemas, de acuerdo a los tipos de hogar. En los hogares compuestos, los problemas de carácter u opinión alcanzan un 63 por ciento, mientras que el promedio general es del nueve por ciento; en sentido opuesto, los asuntos económicos suceden con menor recurrencia en este tipo de hogares. Es posible que el nivel de hacimiento tenga algún efecto en los patrones de conflicto al interior de los hogares, lo cual posiblemente pudiera ser el caso de la convivencia “obligada” en los hogares compuestos. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Cuadro 2.18 Razones por las que se discute con la pareja según tipo de hogar 1ra mención Tipo de hogar general Causas más frecuentes Total Nuclear Extenso Compuesto Asuntos económicos 28 29 24 21 Conducta/educación de los hijos 10 11 6 9 Convivencia/comunicación 9 10 7 0 Problemas de carácter u opinión 9 7 8 63 Atención/cuidado de los hijos 6 6 6 2 Celos/infidelidad/violencia 4 3 7 0 Adicciones 3 3 4 3 Cuidado y orden en el hogar 3 2 6 1 Problemas con parentela u otros 2 2 4 0 Permisos/autoridad 1 2 1 0 Otro 5 5 7 0 Ninguno 16 16 16 1 No sabe/No contestó 4 4 4 0 Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

2.4 Afectividad entre los miembros del hogar Entre la población encuestada mayor de 18 años no se observa que haya una percepción de mayor o menor demostración de amor entre los miembros del hogar al segmentar la información según lugar de residencia, tipo de hogar y su nivel socioeconómico. Las características del entrevistado o del jefe del hogar, tales como edad, sexo o nivel de escolaridad, tampoco influyen en el nivel de cariño demostrado entre los miembros del hogar. Cuadro 2.19 Percepción del entrevistado del cariño que se dan los miembros de su hogar % Se dan mucho cariño 64 Se dan algo de cariño 25 Ni mucho ni poco cariño/regular (esp.) 6 Se dan poco cariño 4 Nada de cariño 1 Ns / Nc 0 Total 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011

Cuadro 2.20 Grado de acuerdo del entrevistado sobre si todos los miembros de su hogar se quieren por igual % Muy de acuerdo 73 Algo de acuerdo 23 Poco de acuerdo 4 Nada de acuerdo 0 Total 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011

Entre la población cuya pareja se ha ido a trabajar a otro lado, pareciera que sí existen diferencias en la demostración de cariño; sin embargo, los datos no son precisos dada la insuficiencia de muestra. Por tanto, se presentan los tabulados como referencia de posibles diferencias, pero no se abunda en el análisis por la dificultad de atribuirle sentido de magnitud explícita a las cifras calculadas. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Cuadro 2.21 Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según tipo de localidad Tipo de localidad Total Urbana Rural Ha aumentado mucho/algo 32 32 32 Se ha mantenido igual de bien (esp.) 58 43 55 Se ha mantenido igual de mal (esp.) 5 0 4 Ha disminuido algo/ mucho 5 14 7 Ns/ Nc 1 11 3 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011

Cuadro 2.22 Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según tipo de hogar Tipo de hogar general Total Nuclear Extenso Ha aumentado mucho/algo 38 24 32 Se ha mantenido igual de bien (esp.) 13 3 8 Se ha mantenido igual de mal (esp.) 45 72 56 Ha disminuido algo/ mucho 7 3 6 Ns/ Nc 4 0 2 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011

Cuadro 2.23 Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según tipo NSE Nivel socioeconómico AMAI Total Medio y alto Medio Bajo (CBajo (D y E) (C, C+ y AB) y D+) Ha aumentado mucho/algo 28 54 18 32 Se ha mantenido igual de bien (esp.) 68 29 68 56 Se ha mantenido igual de mal (esp.) 2 9 1 4 Ha disminuido algo/ mucho 0 7 9 6 Ns/ Nc 2 2 3 2 Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuadro 2.24 Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según edad de los entrevistados Edad de los entrevistados Total De 18 a 24 De 25 a 39 De 40 a 59 De 60 o años años años más años Ha aumentado mucho/algo 32 73 30 20 0 Se ha mantenido igual de bien (esp.) 57 20 48 77 57 Se ha mantenido igual de mal (esp.) 4 0 8 1 14 Ha disminuido algo/ mucho 6 7 13 0 0 Ns/ Nc 2 0 2 1 29 Total 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Cuadro 2.25 Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según nivel de escolaridad del entrevistado Escolaridad de los entrevistados Total Sin Educació Educació Educació escolaridad n básica n media n superior Ha aumentado mucho/algo 32 0 35 47 32 Se ha mantenido igual de bien (esp.) 56 100 48 32 68 Se ha mantenido igual de mal (esp.) 4 0 6 0 0 Ha disminuido algo/ mucho 7 0 7 21 0 Ns/ Nc 2 0 4 0 0 Total 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuadro 2.26 Grado de afecto del entrevistado por su pareja ante la lejanía según edad del jefe del hogar Edad del jefe del hogar Total De 18 a 29 De 30 a 44 De 45 a 64 De 65 o años años años más años Ha aumentado mucho/algo 63 20 44 17 32 Se ha mantenido igual de bien (esp.) 30 74 23 83 56 Se ha mantenido igual de mal (esp.) 0 0 18 0 4 Ha disminuido algo/ mucho 7 6 8 0 6 Ns/ Nc 0 1 8 0 2 Total 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En cuanto al afecto demostrado entre los miembros del hogar, la reciprocidad del cariño dado y recibido entre la pareja y los hijos es equivalente, es decir, se dan el mismo amor que reciben. Sin embargo, el cariño entre la pareja y los miembros del hogar en general denota un mayor grado de dispersión que entre los hijos.

0

2

4

6

8

10

Gráfica 2.3 Afecto que se dan los miembros del hogar en una escala de cero a 10 donde cero es que no se dan cariño y 10 que se dan mucho cariño

Su pareja le da cariño

Sus hijos le dan cariño

Usted le da cariño a su pareja

Usted le da cariño a sus hijos

Los miembros de su hogar se dan cariño

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Al segmentar la información por las variables de control se observan las siguientes diferencias: o o o

o o

En las localidades rurales la dispersión del cariño demostrado entre los miembros del hogar es mayor que en las localidades urbanas. En los estratos socioeconómicos más bajos la dispersión del cariño demostrado entre los miembros del hogar es menor que en los estratos medios y altos. En el grupo de entrevistados de 60 años o más la dispersión del cariño que le dan a los hijos es mayor que cuando se tiene menor edad. El afecto demostrado entre los miembros del hogar muestra también una mayor dispersión en los grupos de entrevistados más jóvenes y más longevos. Los entrevistados de sexo masculino muestran una mayor disensión que las mujeres en cuanto al cariño que perciben se da los miembros del hogar. Por último, en los hogares extensos existe una mayor dispersión en cuanto al cariño que reciben de los hijos y el cariño que se dan todos los miembros del hogar.

En cuanto a la población infantil, no existen variables que evidencien diferencias importantes en la afectividad entre los miembros del hogar. Las características del lugar de residencia, tipo de hogar y nivel socioeconómico del hogar no son factores que influyan en los resultados. Cuadro 2.27 Percepción del menor entrevistado del afecto que se dan los miembros de su familia según tipo de localidad Tipo de localidad Total Urbana Rural Se dan mucho cariño 76 75 76 Se dan algo de cariño 16 19 17 Se dan poco cariño 6 4 5 Nada de cariño 0 1 0 Ns / Nc 2 1 2 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011

Cuadro 2.28 Percepción del menor entrevistado del afecto que se dan los miembros de su familia según tipo de hogar Tipo de hogar general Total Nuclear Extenso Compuesto Se dan mucho cariño 76 78 71 79 Se dan algo de cariño 17 16 18 14 Se dan poco cariño 5 4 7 7 Nada de cariño 0 0 1 0 Ns / Nc 2 1 4 0 Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuadro 2.29 Percepción del menor entrevistado del afecto que se dan los miembros de su familia según NSE AMAI Nivel socioeconómico AMAI Total Medio y alto Medio Bajo Bajo (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) Se dan mucho cariño 76 80 75 76 Se dan algo de cariño 17 17 17 16 Se dan poco cariño 5 2 6 5 Nada de cariño 0 0 0 0 Ns / Nc 2 0 2 3 Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Las características del entrevistado o del jefe del hogar, tales como edad, sexo o nivel de escolaridad, tampoco influyen en el nivel de cariño demostrado entre los miembros del hogar. 2.5 Apoyo y confianza a) Personas en las que se tiene más confianza

De acuerdo con la ENDIFAM2011, se observa que las personas tienen mayor confianza en los integrantes de su familia que en otras personas, concretamente en el cónyuge o pareja (cuando sólo se considera la primera mención) y en los hijos y hermanos (cuando se toman en cuenta cinco menciones). La primera mención es la primer respuesta espontánea a la pregunta “¿Cuál es el nombre de las cinco personas a las que usted les tiene más confianza, sean o no familiares?”.

Cuadro 2.30 Persona en quien más se confía (primera mención) Parentesco % Parentesco Cónyuge o pareja Otro 33 Madre Cuñado (a) 14 Amigos Primo (a) 14 Hijo (a) Sobrino (a) 11 Hermano (a) 11 Otros con menos de 1 % (abuelos, yernos, padrinos) Padre 7 Tío (a) Total 3

% 2 1 1 1 2 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuadro 2.31 Persona en quien más se confía (suma de cinco menciones) Parentesco % Parentesco % Hijo (a) Tío (a) 17 2 Hermano (a) Otro 17 2 Cónyuge o pareja Abuelo (a) 14 1 Madre Suegro (a) 11 1 Amigos 20 Otros con menos de 1% 1 (padrinos y ahijados) Padre 5 Primo (a) Yerno/Nuera 3 1 Sobrino (a) Nc 2 1 Total Cuñado (a) 2 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En cuanto a la asociación de las personas a las que se le tiene más confianza y la periodicidad con que se les ve y comparte en el hogar, se observa que principalmente se confía en el cónyuge cuando éste vive con su pareja. En cuanto a los hijos y los hermanos, en ambos casos existe una proximidad física porque generalmente, si no comparten la vivienda, sí se ubican en las proximidades. Como se mencionó antes, la periodicidad con la que se frecuenta a determinadas personas parece estar asociada con la confianza. Entre los entrevistados, ven diario a los hijos en el 78 por ciento de los casos; a los hermanos, en el 51 por ciento. También es alto el nivel de contacto que se tiene con el hermano si se considera la periodicidad de una vez por semana.

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Diciembre

Cuadro 2.32 Periodicidad con la que ve a la persona en quien más confía Periodicidad Hijo (a) Hermano (a) Diario 78 51 No diario pero más de una vez a la semana 9 21 Una vez a la semana 6 13 Menos de una vez a la semana pero al menos una 2 7 vez cada dos semanas Menos de una vez en dos semanas pero al menso 3 3 de una vez al mes Menos de una vez al mes 2 4 Nc 0 0 Total 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Ahora bien, la frecuencia con la que el entrevistado tiene contacto con los hijos y los hermanos está a su vez asociada a compartir la misma vivienda o a estar geográficamente cerca. Se observa que en términos generales la proximidad geográfica es alta; por ello se reafirma que las personas tienden a confiar más con quienes tienen contacto frecuente y que se encuentran territorialmente próximos.

Cuadro 2.33 Ubicación de la persona en quien más confía Hijo (a) Hermano (a) En el mismo hogar 64 26 En el mismo edificio, vecindad o solar 3 3 En la misma cuadra 3 5 En la misma colonia/barrio/pueblo 11 23 Mismo municipio/delegación 6 19 En la misma entidad 8 16 En México 4 5 En Estados Unidos 1 1 En otro país distinto de Estados Unidos 0 1 Total 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

b) Solidaridad y apoyo al interior de la familia

La solidaridad, entendida como la disposición para apoyar a alguien con el propósito de lograr un fin específico, se evaluó en distintos rubros y se buscó observar si dentro de la familia se propicia e impulsa la solidaridad o si fuera de ella se busca y encuentra el apoyo sustancial para resolver diversos problemas. De acuerdo con los resultados de la ENDIFAM, se observa que es mayor el porcentaje de personas que declaran haber necesitado ayuda, que haberla brindado. En este sentido, alrededor del 65 por ciento de los entrevistados admiten que no han brindado ayuda cuando se les han solicitado. A través de la construcción de un índice aditivo se observa que existe una mayor propensión a no mostrar actitudes solidarias, aunque de manera contradictoria sí han requerido ayuda de algún familiar en cuatro de cada 10 ocasiones.

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Número de acciones solidarias con los demás

Cuadro 2.34 Solidaridad, emergencias y familia Número de ocasiones en Número de emergencias % % que acudió con algún que tuvo el entrevistado familiar ante problemas

%

Ninguna acción

65

Ninguna emergencia

38

Ninguna ocasión

58

Una acción

13

Por lo menos una emergencia

30

Por lo menos una ocasión

22

22

Dos o más emergencias

32

Dos o más ocasiones

Más de una acción Total

100

Total

100

Total

20 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Respecto de la recurrencia para acudir con la familia en caso de tener algún problema, se observa que el porcentaje es inferior que en aquellos casos que no pidieron ayuda a algún familiar. Sin embargo, cuando se les cuestiona “¿en quién piensa en primer lugar cuando está ante un problema?” las respuestas inclinadas hacia la familia son superiores: Cuadro 2.35 Propensión a pedir ayuda a familiares Número de acciones solidarias % En ninguna emergencia piensa 5 acudir con algún familiar En por lo menos una emergencia piensa 9 acudir con algún familiar En más de dos emergencias piensa 86 acudir con algún familiar Total 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

De esta forma se hace evidente que, aunque en el imaginario se posiciona la familia como la primera fuente de ayuda, en la práctica no es una acción tan frecuente. Uno de los factores que origina que la solidaridad se vea afectada es la condición económica, es decir, el nivel socioeconómico de los entrevistados se encuentra asociado al aumento de la solidaridad. Nivel AB 17 10

Cuadro 2.36 La solidaridad según NSE Nivel C+ Nivel C Nivel CNivel D+ 42 49 56 52 21 11 14 15

Nivel D Nivel E Total Ninguna acción 53 59 51 Una acción 11 6 13 Más de una 73 37 40 30 33 36 35 37 acción Total 100 100 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

c) Cuidado de las personas con alguna discapacidad

En el caso de las familias entre las que se requiere cuidar a un miembro de la familia por alguna discapacidad, se observa que es la madre la persona que se hace cargo principalmente de esta tarea en el 41 por ciento de los casos; en segundo lugar lo hace el padre, con el 29 por ciento: llama la atención que en más de una de cada cinco ocasiones nadie cuida a las personas con alguna discapacidad y los hermanos sólo participan marginalmente en el cuidado de dichas personas.

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Cuadro 2.37 Personas que cuidan a los discapacitados Parentesco % Mamá 41 Papá 29 Nadie 22 Hermanos 4 Otras personas (no familiares) 4 Total 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

d) Colaboración económica

En las viviendas donde se llevó a cabo la encuesta la gran mayoría disponen de servicios tales como luz, agua, telefonía fija y celular, televisión por cable, internet y gas; alrededor del 99 por ciento de dichas viviendas cuentan con dos o más de estos servicios. Respecto del pago de los servicios y la concentración o dispersión de su cumplimiento, se observa que sólo una quinta parte de los casos se presenta el escenario donde ningún servicio es pagado por sólo una persona, contra 76 por ciento en los cuales una sola persona paga más de dos servicios. Cuadro 2.38 Concentración del pago de servicios Número de servicios % Ningún servicio es pagado 21 sólo por una persona Por lo menos un servicio es pagado sólo 3 por una persona Dos o más servicios son pagados 76 por una persona 100 Total Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Una vez más, el nivel socioeconómico determina la participación de más integrantes en los pagos de los servicios, pues mientras el nivel socioeconómico aumenta, el porcentaje del rubro ‘Ningún servicio es pagado sólo por una persona’ también aumenta:

Cuadro 2.39 Pago de servicios por NSE Nivel AB Nivel C+ Nivel C Nivel CNivel D+

Nivel D Nivel E Ningún servicio es pagado 44 37 31 19 17 13 12 sólo por una persona Por lo menos un servicio es pagado sólo por una 2 5 2 3 3 10 persona Dos o más servicios son 56 61 64 79 80 84 78 pagados por una persona Total 100 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Total 21 3 76 100

La concentración de los gastos también se puede analizar a la luz del tipo de localidad, pues el porcentaje del pago por una sola persona de dos o más servicios es más acentuado en las zonas rurales que en las urbanas:

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Cuadro 2.40 Pago de servicios por tipo de localidad Urbana Rural Total Ningún servicio es pagado sólo 23 13 21 por una persona Por lo menos un servicio es 3 6 3 pagado sólo por una persona Dos o más servicios son 74 82 76 pagados por una persona Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

2.6 Distribución de actividades en el hogar La realización de distintos quehaceres domésticos se distribuye en forma diferente de acuerdo a si declaran llevar a cabo una actividad, más de una actividad o ninguna. De acuerdo con los resultados, se observa que siete de cada 10 personas declaran que realizan en su hogar más de dos actividades domésticas, tales como: cuidar a los niños del hogar, hacer la comida, lavar la ropa, lavar los trastes, cuidar a otras personas que viven en el hogar y encargarse de hacer el pago de los servicios con que cuenta la vivienda. Cuadro 2.41 Realización de actividades domésticas Número de actividades % que sólo realiza la madre Ningún quehacer es concentrado 17 sólo en la madre Por lo menos un quehacer es realizado 13 sólo por la madre Dos o más quehaceres son 70 realizados sólo por la madre Total 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuando se realiza la revisión de quiénes efectúan los quehaceres domésticos, de acuerdo al sexo, se observa que sigue existiendo una alta concentración entre las mujeres, a pesar de la incorporación del sexo femenino en la esfera laboral y de la equidad de género que se ha procurado impulsar: Cuadro 2.42 Realización de actividades domésticas, por sexo Hombre Mujer Total No realiza ninguna 34 6 17 actividad doméstica Realiza por lo menos 29 3 13 un quehacer Realiza dos más 37 91 70 quehaceres Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

2.7 Colaboración de los niños en las actividades del hogar Los niños perciben una concentración de las actividades domésticas en la mujer. A pesar de que el discurso de equidad de género ha cobrado mayor fuerza en los últimos años, en la práctica no se refleja pues en el ámbito de las actividades domésticas, alrededor del 83 por ciento de los niños Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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entrevistados declaró que en su casa dos o más actividades domésticas son realizadas principalmente por la madre. Cuadro 2.43 Concentración de actividades domésticas percibidas por los niños Número de actividades % que sólo realiza la madre Ningún quehacer es concentrado sólo en la madre 14 Por lo menos un quehacer es realizado sólo por la madre 3 Dos o más quehaceres son realizados sólo por la madre 83 Total 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

La percepción de la concentración de los quehaceres varía según el tipo de hogar, pues no en todos los casos se observa que la madre siempre sea la que realice dos o más quehaceres. En los hogares nucleares las madres tienen mayores responsabilidades que en los extensos y compuestos, lo cual indica que cuando más personas comparten el hogar, también comparten las responsabilidades. Cuadro 2.44 Concentración de actividades domésticas percibidas, según el tipo de hogar Nuclear Extenso Compuesto Total Ningún quehacer es 6 31 21 14 concentrado sólo en la madre Por lo menos un quehacer es 2 4 4 3 realizado sólo por la madre Dos o más quehaceres son 92 65 75 83 realizados sólo por la madre Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Respecto de la participación de los menores en las actividades domésticas, alrededor de 44 por ciento colabora en las actividades de la casa, es decir, casi la mitad de los encuestados: Cuadro 2.45 Concentración de actividades domésticas en los niños Número de actividades en las que los niños participan % El niño no participa en ningún quehacer

56

El niño participa por lo menos en un quehacer

18

El niño participa en dos o más quehaceres

26

Total 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

De acuerdo con lo que se observa, son más los niños que colaboran en dos o más quehaceres, que los que sólo tienen asignado uno, es decir, adquieren una obligación mayor en su hogar. Al parecer, existen diferencias en la participación y distribución de los quehaceres según el tipo de hogar en el que el niño crezca; por ejemplo, el niño que más actividades domésticas realiza es aquel que vive en un hogar nuclear y no en un hogar extenso. Sin embargo, el tamaño de muestra de los hogares compuestos es limitado y esto no permite realizar estimaciones estadísticas suficientemente validas.

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Cuadro 2.46 Número de actividades en las que los niños participan Nuclear Extenso Compuesto Total El niño no participa en algún quehacer

6

31

21

14

El niño participa por lo menos en un quehacer

2

4

4

3

El niño participa en dos o más quehaceres

92

65

75

83

100

100

100

100

Total

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

2.8 Toma de decisiones en los hogares a) Formas de solucionar los problemas

Al revisar la dinámica de las parejas respecto de la forma en que resuelven sus diferencias, se observa que existe un bajo porcentaje de entrevistados que declaran tener discusiones frecuentes o algo frecuentes con sus respectivas parejas, sólo alrededor del 14 por ciento, mientras que el 46 por ciento dice que las discusiones son poco frecuentes, y alrededor del 39 por ciento afirman no tener discusiones con su pareja. Como consecuencia de lo anterior, el índice de actitudes agresivas en la resolución de conflictos es bajo entre los entrevistados y, de forma consecuente, el de la pareja de los entrevistados tiene un comportamiento similar: Las formas de solucionar los conflictos son diversas, como dejar de hablarle por un tiempo; quitarle importancia al hecho (el que generó la molestia); pegarle; dejar de buscarlo(a) para tener relaciones íntimas; dejar de dar dinero, y prohibir las salidas. De acuerdo con los resultados, el entrevistado se asume como más agresivo en la forma de solucionar los conflictos respecto de la conducta de su pareja, siendo la diferencia no significativa. Cuadro 2.47 Actitudes violentas para la resolución de conflictos % (del % (de la pareja del entrevistado) entrevistado) No reportan actitudes 80 82 violentas Reportan una actitud 13 12 violenta Reportan dos o más 7 6 actitudes violentas Total 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Por otra parte, cuando se analizan las actitudes violentas para la solución de conflictos en relación con la edad, se observa que las parejas jóvenes registran una relación menos violenta que en el rango de 40 a 59 años, mientras que el resto de los rangos mantienen una conducta similar entre sí y en relación con el promedio.

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Cuadro 2.48 Actitudes violentas para la resolución de conflictos por rangos de edad (según el entrevistado) De 18 a 24 De 25 a 39 De 40 a 59 De 60 o Ns/Nc Total años años años más años No reportan actitudes 87 80 72 86 100 80 violentas Reportan una 8 14 17 9 13 actitudes violenta Reportan dos o más 5 6 12 5 7 actitudes violentas Total 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

El comportamiento que reporta el entrevistado de su pareja es muy similar. En términos generales, las parejas mexicanas registran un bajo índice de violencia (física y psicológica) en la resolución de sus conflictos. b) Toma de decisiones importantes

Para la toma de decisiones en un hogar, cinco de cada 10 familias afirman que las decisiones se toman entre todos, mientras que tres de cada 10 afirman que las decisiones las concentra el jefe del hogar y alguien más. En los hogares dirigidos por mujeres, las decisiones tienden a concentrarse más en ellas que cuando el hogar está dirigido por un hombre. Cuadro 2.49 Toma de decisiones importantes, por sexo del jefe del hogar Hombre Mujer Total El jefe(a) del hogar lo decide solo 9 21 12 El jefe(a) del hogar y alguien más 33 24 31 Entre todos 48 47 48 Varía/ depende (esp) 8 7 8 Ns/Nc 2 0 1 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

c) Violencia doméstica

La violencia doméstica se entiende como aquella que afecta total o parcialmente a los miembros del hogar y en la cual pueden participar, no sólo la pareja, sino también los hijos, los hermanos u otras personas con las que se comparta la vivienda. Alrededor de nueve por ciento de los entrevistados señala que tienen por lo menos una discusión por mes; en oposición al 80 por ciento que declara que en el último mes no existió problema alguno. Ahora bien, entre las personas que refieren que hay conflictos en su hogar, se les cuestionó acerca de qué acciones violentas se presentaban en tales circunstancias, como por ejemplo gritos y golpes. Hay admisión de que a veces sí existe violencia física en la confrontación de conflictos, pero su incidencia es muy baja. Cuadro 2.50 Acciones violentas para la resolución de conflictos Número de acciones violentas % No reportan acciones violentas 92 Reportan una acción violenta 7 Reportan dos o más acciones violentas 1 Total 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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En consonancia con esto, el 85 por ciento de los entrevistados declaró que había hablado acerca del conflicto y llegado a un acuerdo por esa vía, mientras que el 15 por ciento restante respondió negativamente a la pregunta. Respecto de las consecuencias drásticas de las discusiones, por ejemplo que alguien se vaya a vivir a otro lado, que haya sido denunciado a la policía o que alguien haya resultado lastimado físicamente, el índice aditivo señala que el 99 por ciento niega haber tenido alguna de estas consecuencias, mientras que sólo uno por ciento tuvo algún tipo de incidente de los señalados.

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CAPITULO 3. NUEVOS RETOS: ADICCIONES Según cifras oficiales, las adicciones son un problema creciente en el país, situación que está asociada al incremento de la oferta de sustancias y a que muchos jóvenes se convirtieron en un grupo de consumidores en aumento. Por ello, el tema de las adicciones es uno de los nuevos retos que la sociedad enfrenta, específicamente las familias, ya que los costos no son sólo para los consumidores, sino para la familia y miembros de su entorno. Ante esta problemática, para las familias es importante el conocimiento de signos claros del comportamiento adictivo para dar el mejor tratamiento posible. En el presente estudio se exploraron sólo las afectaciones que tiene el consumo del alcohol, tabaco y drogas a la dinámica de la familia mexicana, desde las perspectivas del adulto entrevistado y del menor, de manera que el panorama sobre la incidencia en las familias es amplio. Para comprender mejor este reto y el trastocamiento a la dinámica familiar se preguntó a los entrevistados, adultos o menores, si ellos consumen o no alguna de las sustancias, si alguien en su hogar las consume y, de tener respuestas positivas, conocer acerca de las consecuencias que han tenido para ellos y su familia. En sentido esquemático se concibió de la siguiente manera: Esquema 3.1 Esquema de relaciones para presentar los resultados relativos a Adicciones de la ENDIFAM2011

Apreciación

Sustancias

Perspectiva

Consumo personal y de otros miembros del hogar

Alcohol Menores

Tabaco

Confianza con los adultos

Consuecuencias para el menor por el consumo de otros miembros del hogar

Afectaciones del consumo de sustancias adictivas en la dinámica familiar

Consumo personal y de otro adulto del hogar

Drogas Adultos Afectaciones en la dinámica familiar por el consumo personal y de otro miembro del hogar

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3.1 Identificación del consumo de sustancias adictivas Son varios los elementos disponibles para identificar cuando alguien consume alcohol o tabaco y, en menor medida, cuando se trata de alguna droga, ya que depende de la sustancia; en general, el olor es una pieza clave. Los cambios fisiológicos son otro elemento que permite identificar si alguien ha consumido algún enervante. En el caso del alcohol y las drogas se observan cambios en la forma de caminar, en la mirada y las pupilas dilatadas; en el caso del tabaco, cambia la coloración de las uñas y de los dedos. Primeramente es importante observar que la gran mayoría de la población tiene algún referente de cómo identificar que alguien consume bebidas alcohólicas, lo cual resulta importante si se buscara posicionar alguna estrategia a favor de la disminución del consumo de alcohol, en especial entre los adolescentes. Este conocimiento de los signos de consumo de alcohol está igualmente permeado entre la población entrevistada, ya sean hombres o mujeres. No sucede lo mismo con la escolaridad del entrevistado donde sí se aprecian algunos elementos diferenciadores; mientras que la población de poca escolaridad desconoce alguna manera de identificarlo o bien señala la forma de caminar como un elemento reconocedor de consumo de alcohol, los que tienen mejor nivel educativo se fijan en signos biológicos como son la mirada o el aliento. No obstante, lo importante es que los entrevistados identifican los signos clave del consumidor. En general, señalaron que para reconocer a quienes consumen alcohol es a través del aroma que desprende el sujeto, ya sea en su ropa o su aliento. Algunos entrevistados mencionaron la dificultad para hablar y el comportamiento agresivo que llega a tener el consumidor. Cuadro 3.1 Signos con los que se identifica que alguien consume bebidas alcohólicas Sexo del Escolaridad del entrevistado Signos que entrevistado identifican cuando Sin Educación Educación Educación alguien toma Hombre Mujer escolaridad Básica Media Superior Olor a alcohol 21 24 16 11 20 21 Aliento alcohólico/ 11 15 19 21 14 17 Mal aliento Forma de caminar 18 9 6 4 11 7 Mal olor 2 6 7 7 7 5 Su mirada 3 5 10 7 6 6 Cambia su manera 2 5 3 3 4 4 de hablar Son agresivos 6 3 2 9 4 4 Otros 18 19 26 32 23 22 Ns/Nc 19 14 11 6 11 14 Total 100 100 100 100 100 100

Total 21 16 9 6 6 4 4 22 13 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En el caso del tabaco, nuevamente el olor que expele el consumidor es el que permite identificar este comportamiento. Otros signos son la resequedad en la piel y el mal estado físico, sin embargo, estos últimos son difíciles de asociar directamente con el tabaco, ya que hay otros padecimientos que ocasionan repercusiones semejantes. En general, la población con mejor escolaridad puede referir más elementos para reconocer en alguien la posibilidad de consumo de tabaco. Entre los entrevistados adultos sin escolaridad el aroma se refiere como el principal indicio del consumo de tabaco, elemento menos reconocido que en el

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resto de quienes tienen algún nivel de escolaridad; tal señalamiento fue notoriamente mayor que el promedio entre quienes cuentan con un nivel de escolaridad superior. Cuadro 3.2 Signos con los que se identifica a alguien que fuma Sexo del Escolaridad del entrevistado Signos que entrevistado identifican cuando Sin Educación Educación Educación alguien fuma Hombre Mujer escolaridad Básica Media Superior Huelen a cigarro 46 53 56 62 51 56 Mal aliento 15 12 13 13 15 11 Dientes amarillos/ 7 8 8 11 13 6 manchados Dedos/ uñas 8 2 3 2 2 3 amarillos Otros 10 9 8 10 8 9 Ns/Nc 14 15 12 3 11 14 Total 100 100 100 100 100 100

Total 54 13 8 3 9 13 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

De los tres tipos de sustancias investigadas, las drogas muestran tener mayor desconocimiento de signos para identificar si alguien se droga; este desconocimiento es particularmente alto entre las personas con menos escolaridad, lo cual es preocupante pues se convierten en grupos más vulnerables para incitar o inhibir el consumo de drogas. Asimismo es importante destacar que las mujeres afirman tener menos elementos para reconocer si alguien consume droga, en comparación con los hombres. No obstante, es significativo el porcentaje de entrevistados que atribuye a cambios fisiológicos, en los ojos irritados y sus pupilas dilatas los indicios de consumo de drogas. También se afirma que son palpables cambios en la conducta, como irritabilidad, agresividad y ansiedad. De nueva cuenta los que tienen educación superior identifican el consumo de drogas principalmente por la alteración en el comportamiento del consumidor y, en menor medida, por la irritación en los ojos. Cuadro 3.3 Signos con los que se identifica que alguien se droga Signos que Sexo del Escolaridad del entrevistado identifican cuando entrevistado alguien consume Sin Educación Educación Educación Hombre Mujer drogas escolaridad Básica Media Superior Ojos irritados y pupilas dilatadas Comportamiento agresivo/ alterado Comportamiento anormal Mal olor Comportamiento hiperactivo y de ansiedad Otros Ns/Nc

Total

Total

18

22

24

17

22

21

21

9

10

11

19

14

10

11

2

4

8

11

5

6

5

1

5

2

4

4

5

4

1

3

1

8

3

3

3

7 60 100

14 42 100

24 30 100

20 22 100

18 35 100

14 42 100

15 39 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

a) Comunicación con los menores sobre el tema de adicciones

Dada la importancia del tema de las adicciones, el que se hable de ello con los menores es fundamental. Al respecto, en la mitad de los hogares mexicanos se discute con los menores sobre los fenómenos que pueden afectarlos, específicamente sobre las adicciones, dentro de las cuales el alcoholismo es el tópico del que más se habla hoy día con ellos, circunstancia que se intensifica a mayor edad del menor.

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Esto responde al razonamiento de que se puede esperar que los segmentos de dicha población con mayor edad sean aleccionados, ya que tienen más contacto con el mundo externo al núcleo familiar, lo que los expone mayormente a estas problemáticas. La discusión de dichos temas al interior de los hogares tiende a acentuarse entre los adolescentes: ocho de cada 10 jóvenes de entre 15 a 17 años refieren que el alcoholismo es el tema del que más se les habla en su hogar; la misma opinión tienen dos terceras partes de los entrevistados de entre 12 a 14 años. Aunque en menor medida, la drogadicción es otro tópico recurrente en la educación de los menores de edad, igualmente acentuado entre los jóvenes de 15 a 17 años y de 12 a 14 años. De estas problemáticas se habla más conforme aumenta la edad del menor. Gráfica 4 Conversación acerca de adiciones, según la edad de los entrevistados 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 De 5 a 8 años

De 9 a 11 años Alcoholismo

De 12 a 14 años

De 15 a 17 años

Drogas

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Aún entre aquellos que no tienen concluido algún nivel educativo, que en su mayoría son los del grupo de entre 5 a 8 años, los temas del alcohol y las drogas son abordados en dos de cada 10 casos. Entre quienes tienen mayor escolaridad los temas son tratados con mayor intensidad. Cuadro 3.4 Conversación sobre adiciones según la escolaridad de los entrevistados Educación Educación media % sólo de sí mención Ninguna Total básica y superior Alcoholismo (cerveza, tequila, otras bebidas)

23

52

79

52

Drogas (marihuana, cemento, mona, otras)

17

45

69

45

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

b) Confianza del menor con miembros del hogar

El reconocimiento de signos de consumo y la información que se les da a los menores son parte importante de lo que podríamos llamar estrategias para la prevención o tratamiento de las adicciones. Sin embargo, la confianza que los menores tienen en los miembros de su familia para hablar del tema es otro elemento fundamental para que en las familias se pueda prevenir y afrontar este nuevo reto. En lo que respecta al miembro en el que confía el menor la madre es la persona que goza de mayor confianza. En cuanto al tema del alcohol y las drogas las niñas tienden a ser menos reticentes a hablar con el padre, y siguen teniendo mayor confianza con la madre. Entre los hombres se tiene más confianza para hablar con el padre sobre el tema del alcohol.

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Sólo uno de cada seis refiere no tener confianza en ningún miembro de su hogar, lo que resulta ser un elemento importante para ofrecer acercarse a alguien en caso de que consideren necesario recibir orientación preventiva. Cuadro 3.5 Persona a la que el menor le tiene más confianza para hablar sobre adicciones, según el sexo del menor de edad Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Papá 28 16 22 22 11 17 Mamá 22 43 32 25 45 35 Ambos padres 15 19 17 16 18 16 Hermano (a) 9 4 6 7 4 6 Hablar de Hablar de alcohol Otros drogas 5 4 5 6 6 6 Ninguno 16 9 13 19 13 16 Ns/Nc 5 5 5 5 3 4 Total 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En general, la tendencia de mayor confianza en la madre se mantiene según el NSE de los entrevistados; en cuanto al alcohol y las drogas, en niveles bajos esta tendencia se acentúa y en los niveles medio y alto se reduce. Por otro lado, aunque el padre es la segunda figura de confianza en el hogar, en los niveles bajos (D y E) es más baja. Destaca que en los niveles C, C+ y AB la confianza en el padre para hablar de alcohol es mayor que en la madre. La confianza para hablar de drogas conserva la tendencia de la madre como principal confidente en el hogar y, al igual que en el tema del alcohol, en los niveles bajos la preferencia se acentúa y en los niveles C y D+ se aprecia más confianza en el padre, más que en los otros niveles. Cuadro 3.6 Persona a la que se le tiene más confianza para hablar sobre alcohol y drogas, según NSE Medio Medio Medio y Medio y alto Bajo Bajo Bajo Total alto (C, Bajo Total (C, C+ (D y E) (D y E) (C- y D+) C+ y AB) (C- y D+) y AB) 26 26 17 22 17 21 12 16 Papá Mamá 21 29 40 32 29 30 42 35 Ambos padres 23 13 18 17 21 13 18 17 Hablar 7 6 7 6 6 6 6 6 Hablar de Hermano (a) de alcohol Otros 6 6 4 5 9 7 4 6 drogas Ninguno 11 13 13 13 14 15 17 16 Ns/Nc 6 7 1 5 4 8 1 4 Total 100 100 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

3.2 Oferta de sustancias adictivas a los menores La oferta de sustancias adictivas a los menores es mayor entre los grupos con más edad. El alcohol es la principal, seguida del tabaco. De forma consistente con la edad y el nivel escolar, la oferta de alcohol y tabaco es superior en el grupo de edad de 15 a 17 y de educación media, lo que convierte a este grupo en el más expuesto a las sustancias adictivas. El alcohol es por mucho la principal sustancia que se consume, ya que a cuatro de cada 10 les han ofrecido alcohol y a una tercera parte tabaco. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Diciembre

La oferta de drogas es baja, según lo reportado: en el grupo de edad de 15 a 17 a cinco de cada 100 reportan este hecho. Cuadro 3,7 Ofertas que han recibido de sustancias adictivas según edad del entrevistado % sólo de sí mención

De 5 a 8 años

De 9 a 10 De 11 a 14 De 15 a años años 17 años

Total

Cuadro 3.8 Ofertas que han recibido de sustancias adictivas según escolaridad de los entrevistados Educación Educación Total Básica Media superior

Bebida alcohólica

2

2

17

41

15

13

43

15

Un cigarro

2

1

10

35

11

9

42

11

Algún tipo de droga

1

0

1

5

2

2

5

2

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En los hogares dirigidos por mujeres la oferta de alcohol y tabaco a los menores es mayor que en aquellos dirigidos por hombres. Esta situación puede deberse a que las madres que dirigen el hogar tienen que insertarse al mercado laboral y encuentran menores posibilidades de vigilar los pasos de sus hijos. Cuadro 3.9 Ofertas que han recibido de sustancias dañinas, según el sexo del jefe del hogar Sustancia que les han ofrecido Hombre Mujer Total Bebida alcohólica 13 22 15 Un cigarro 10 16 11 Algún tipo de droga 2 3 2 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

3.3 Consumo de sustancias entre los menores de edad La curiosidad de experimentar con sustancias adictivas entre los adolescentes, combinándola con la etapa de cambios que viven y a los que están expuestos, puede facilitar la incitación a los menores en comportamientos adictivos. Se observa que la sustancia que, al parecer, genera mayor curiosidad entre los menores es el alcohol; la incidencia entre quienes la probaron es mayor que para el resto de sustancias. Entre quienes han recibido el ofrecimiento de alcohol, la mitad aceptó probarlo; sólo a tres de cada 10 les han ofrecido tabaco o drogas, de los cuales tres de cada 10 aceptó probarlo. Al ser los jóvenes de educación media superior el grupo más expuesto, en seis de cada 10 casos los entrevistados de este grupo aceptaron probar alguna bebida etílica, cuatro de cada 10 probó el tabaco y sólo cinco de cada 100 alguna droga. Es de notar que entre los entrevistados con educación básica la experimentación con bebidas alcohólicas es alta. Cuadro 3.10 Menores que probaron alguna de las sustancias que les ofrecieron Sólo sí Alcohol Tabaco Droga Total

45 29 29 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Cuadro 3.11 Consumo de sustancias dañinas según la escolaridad de los entrevistados Sustancia que consumen Bebida alcohólica Un cigarro Algún tipo de droga

Educación básica 41 25 2

Educación media superior 58 39 5

Total 45 29 2

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

a) Alcohol

La mayoría entre quienes probaron alguna bebida etílica comentaron esta situación con sus padres o tutores, sin embargo, entre los jóvenes con educación media superior se reducen los casos de quienes le contaron a sus padres al respecto, lo que se explica en cierta forma por la independencia y autonomía que con la edad van adquiriendo y posiblemente con la disminución del control que hay sobre ellos. Cuadro 3.12 Menores de edad que platicaron con sus padres sobre el consumo de alcohol, según nivel de escolaridad del entrevistado ¿Platicaste con tus Educación Educación papás o tutores sobre media Total básica esta situación? superior Sí 85 74 81 Sólo entre los que No 15 26 19 probaron el alcohol Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Aunque realmente pocos son los casos de quienes no les contaron a sus padres que probaron alcohol, la principal razón fue que no consideraron que fuera algo importante. Algunas de las razones por las cuales no les comentaron a sus padres al respecto están asociadas con la autonomía que quieren, sin embargo, el temor a los regaños también fue razón para no hacerlo. Cuadro 3.13 Razones por las que el menor no platicó con sus padres que probó alcohol % No era tan importante 27 Me regañan 14 Se me olvidó 12 No es de su incumbencia 9 No les quise decir 9 Miedo 7 Porque no lo consumí 3 No me dejan salir 3 No necesito decirles 3 Me gusta 2 Estaban presentes 2 No se me hizo vicio 2 Porque él/ ella me lo ofreció 2 Castigan 1 Me pegarían 1 Otros con menos de 1% 2 Insuficientemente Especificado 1 Total 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Diciembre

Los principales oferentes de alcohol a los menores son personas con las que no tienen relación consanguínea, seguidos de familiares. La oferta a los menores que no cuentan con escolaridad alguna es, en la mayoría, a través de familiares (otros familiares), no así entre los entrevistados con educación básica o media superior, cuyos principales oferentes son personas ajenas al núcleo familiar, como amigos, conocidos, compañeros, etcétera. Aunque son pocos los casos en los que un familiar cercano, el padre, madre o hermanos, les ofrezca alcohol a los menores, es mayor la frecuencia cuando el menor no tiene escolaridad y menor cuando tienen educación media superior. Cuadro 3.14 Personaje que ofreció sustancias a los menores de edad, según nivel de escolaridad del menor entrevistado Educación Educación media Ninguna Total básica superior Familiar cercano 9 6 2 5 Otro familiar 85 10 4 9 Nadie (yo) 0 2 0 2 Bebida alcohólica Otros 6 79 94 82 Ns/Nc 0 3 0 2 Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

b) Cigarros

De entre los entrevistados, sólo tres de cada 10 aceptaron probar los cigarros, de los cuales dos terceras partes declaran haber platicado con sus padres o tutores esta situación. No se observan diferencias por nivel educativo del menor en platicar o no con sus padres acerca de haber probado tabaco. La principal razón para no platicar con los padres o tutores al respecto es el temor al regaño, seguido de que no consideraron que fuera algo importante. En menor medida señalan el olvido o falta de confianza con sus padres. Cuadro 3.15 Menores de edad que platicaron con sus padres sobre el consumo de cigarros, según nivel de escolaridad del entrevistado ¿Platicaste con tus Educación Educación papás o tutores sobre media Total básica esta situación? superior Sí 72 76 73 Sólo entre los que No 28 24 27 probaron un cigarro Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuadro 3.16 Razones por las que el menor no platicó con sus padres acerca de que probó tabaco % Me regañan No era tan importante Se daban cuenta del problema Miedo No es de su incumbencia Se me olvidó No les quise decir No tengo confianza Me pegarían Porque no lo consumí No necesito decirles No se me hizo vicio Otros con menos de 1% No contestó Total

33 14 14 10 6 5 4 3 2 2 2 1 3 1 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Los principales oferentes de esta sustancia son personas ajenas a la familia y en segundo lugar el mismo entrevistado, quien por iniciativa propia probó el tabaco. Aunque los casos en los que un familiar cercano es el oferente entre el grupo de menores que no tienen nivel de escolaridad son relativamente pocos, en casi la mitad de los casos son los familiares cercanos quienes le ofrecieron tabaco; en el resto de los casos fueron personas ajenas a la familia. Cuadro 3.17 Personaje que ofreció sustancias a los menores de edad, según nivel de escolaridad del menor entrevistado Educación Educación Ninguna media Total básica superior Familiar cercano 45 1 8 3 Otro familiar 0 1 2 1 Nadie (yo) 0 8 1 6 Un cigarro Otros 55 88 89 88 Ns/Nc 0 3 0 2 Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

c) Drogas

Son pocos los casos de los menores que probaron droga cuando se les ofreció. Sólo tres de cada diez de ellos conversaron al respecto con sus padres o tutores. La mayoría de los menores a quienes les ofrecieron droga y la probaron cuentan con un nivel de educación básica y sólo una tercera parte lo comentó con sus padres. En el caso de los menores que cuentan con educación media superior y les ofrecieron droga, el total dijo no haber platicado con sus padres al respecto. El miedo fue la principal razón para no conversar sobre los hechos con sus padres o tutores. Otras razones fueron el temor a que hubiera un castigo y que les prohibieran volver a ver a sus amigos. Preocupaba también cómo reaccionarían los mayores y también hubo otros casos en los que no fue necesario fue porque los padres estaban presentes mientras el menor consumía. Cuadro 3.18 Menores de edad que platicaron con sus padres sobre el consumo de sustancias según su nivel de escolaridad del entrevistado ¿Platicaste con tus Educación Educación papás o tutores sobre media Total básica esta situación? superior Sí 37 0 29 No 60 100 69 Sólo entre los que probaron droga Nc 3 0 2 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuadro 3.19 Razones por las que el menor no platicó con sus padres que probó droga % Miedo Castigan Me prohibirían hablarle a mis amigos No era tan importante No sabía cómo reaccionarían Estaban presentes Me regañan Porque él/ ella me lo ofreció Por pena No necesito decirles Total

29 21 15 9 7 5 4 4 4 2 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Los principales oferentes de drogas al menor son personas ajenas a la familia. En uno de cada 100 casos entre los menores de educación básica fue un familiar cercano quien les ofreció droga. Sin lugar a dudas, el principal riesgo ocurre con los menores en el nivel medio superior. Cuadro 3.20 Personaje que ofreció sustancia a los menores de edad, según nivel de escolaridad del menor entrevistado Educación Educación Ninguna media Total básica superior Familiar cercano 0 1 0 2 Otro familiar 0 0 0 0 Nadie (yo) 0 0 0 0 Droga Otros 0 94 100 95 Ns/Nc 0 5 0 3 Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

3.4 Consumo de sustancias adictivas entre los adultos del hogar En general, la sustancia más consumida entre los entrevistados de mayor edad es el alcohol, lo que coincide con la sustancia más explorada por los menores. Ello puede deberse a que el alcohol es de las sustancias adictivas legales de más fácil acceso. Así, poco menos de la mitad declaró haber consumido alcohol, sólo una cuarta parte ha consumido o consume tabaco y sólo cuatro de cada 100 declaró haber consumido drogas. Según el tipo de localidad se observan diferencias en el consumo; si bien el promedio de consumo de sustancias en general es alto, en las localidades rurales disminuye, pues se observa que sólo una tercera parte de los entrevistados consume bebidas etílicas, menos de una quinta parte fuma y sólo dos de cada 100 ha consumido drogas. Cuadro 3.21 Consumo de sustancias adictivas de los entrevistados, según tipo de localidad Urbana Rural Total % Sí han consumido 49 33 45 Alcohol % Nunca consumieron 51 67 55 % Sí han consumido 29 17 26 Tabaco % Nunca consumieron 71 83 74 % Sí han consumido 5 2 4 Droga % Nunca consumieron 95 98 96 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Sin importar la sustancia, son los hombres quienes con mayor frecuencia han consumido alguna sustancia. Específicamente en el caso del alcohol, el porcentaje de consumo entre los varones es mayor que el de otras sustancias, aunque el consumo de las mujeres también es considerable. Cuadro 3.22 Consumo de sustancias adictivas de los entrevistados, según sexo Hombre Mujer Total % Sí han consumido 62 34 45 Alcohol % Nunca consumieron 38 66 55 % Sí han consumido 41 17 26 Cigarros % Nunca consumieron 59 83 74 % Sí han consumido 7 2 4 Droga % Nunca consumieron 93 98 96 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Aparte del entrevistado, el jefe del hogar es el principal consumidor de alcohol y tabaco y en menor medida otros miembros del hogar. Sin embargo, en siete de cada 10 hogares no refirieron a algún miembro que consumiera alcohol y en ocho de cada 10 ninguno consume tabaco. Cuadro 3.23 Miembros del hogar que consumen alcohol o cigarros, según el tipo de localidad Alcohol Cigarros Urbana Rural Total Urbana Rural Total Jefe del hogar 21 16 20 10 6 9 Otros 10 7 9 7 4 7 Ninguno 69 77 71 83 90 84 Total 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Desde la perspectiva del menor, los padres en hogares nucleares son los principales consumidores de bebidas alcohólicas. En los hogares conformados por el jefe de familia con hijos solteros y otros parientes son otros miembros del hogar quienes consumen con mayor frecuencia alcohol. El menor consumo se observa en los hogares extensos, cuyo jefe tiene hijos casados y/ o solteros y otros parientes. Cuadro 3.24 Consumo de bebidas alcohólicas entre miembros del hogar, según tipos de hogar (perspectiva del menor) Jefe con hijos Jefe con hijos Pareja con solteros y casadosConyugal Monoparental hijos y otros Total otros solteros y otros parientes parientes parientes Papá 31 1 25 0 0 22 Otros miembros 5 13 10 35 9 9 Ninguno y Ns/Nc 64 86 65 65 91 69 Total 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En el caso del tabaco, son nuevamente los padres quienes más lo consumen. En hogares monoparentales y en familias extensas conformadas por jefes de familia con hijos solteros y otros parientes el jefe no consume, según lo reportado; sin embargo, otros miembros del hogar sí, cuyo consumo está por encima del promedio. Para los menores, el consumo de drogas en su hogar es una situación poco percibida o desconocida completamente. A excepción de dos menores que refirieron que su padre es quien consume drogas, el resto reportó que ningún miembro lo hacía o que no sabían si algún miembro la consumía, sin que haya variación por tipo de familia. Cuadro 3.25 Consumo de tabaco entre miembros del hogar, según tipo de hogar (perspectiva del menor) Jefe con Pareja con Jefe con hijos hijos hijos y casadosConyugal Monoparental solteros y Total otros solteros y otros otros parientes parientes parientes Papá 14 0 13 0 13 11 Otros miembros Ninguno y Ns/Nc Total

4

4

9

22

19

6

82

96

78

78

68

83

100

100

100

100

100

100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Cuadro 3.26 Consumo del drogas entre miembros de la familia, según tipo de hogar (perspectiva del menor) Jefe con Jefe con hijos Pareja con hijos solteros casadosConyugal Monoparental hijos y otros Total y otros solteros y parientes parientes otros parientes Papá 0 0 0 0 0 0 Otros miembros 0 0 0 0 0 0 Ninguno y Ns/Nc 100 100 100 100 100 100 Total 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuando se explora la edad en la que los adultos entrevistados iniciaron el consumo de sustancias nocivas se reporta que, en promedio, empezaron a consumir alcohol, tabaco y/o drogas entre los 17 y 18 años de edad, sin diferencias importantes entre localidades rurales y urbanas. Es importante señalar que la edad declarada de inicio de consumo es alta, sin embargo, consideramos que si bien son sustancias hasta cierto punto permitidas socialmente, existe la tendencia a responder ante estos cuestionamientos lo que parece socialmente correcto. Cuadro 3.27 Edad en la que el entrevistado inició su consumo de sustancias adictivas, según tipo de localidad Bebidas alcohólicas Media Urbana

Rural

Total

Tabaco

Algún tipo de droga

19.0

18.9

18.9

5.5

5.7

5.3

Casos

2237

1323

201

Media

19.7

18.8

17.6

Desv. típ.

5.4

5.9

3.4

Casos

406

213

18

Media

19.1

18.9

18.8

Desv. típ. Casos

5.5 2643

5.7 1536

5.1 219

Desv. típ.

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

La edad en la que se consume por primera vez oscila entre los 18 y 19 años; sin embargo, es de notar que los hombres inician a más temprana edad el consumo de sustancias nocivas. En promedio lo hacen poco antes de los 18 años y las mujeres después de los 20. Estos resultados tampoco se diferencian según tipo de sustancia. Cuadro 3,28 Edad en la que el entrevistado inició su consumo de sustancias adictivas, según sexo del entrevistado Bebidas alcohólicas Media Hombre

Mujer

Total

Tabaco

Algún tipo de droga

18.0

17.5

18.0

3.3

3.3

3.4

Casos

1442

951

151

Media

20.6

21.1

20.5

Desv. típ.

Desv. típ.

7.0

7.8

7.5

Casos

1201

585

68

Media

19.1

18.9

18.8

Desv. típ. Casos

5.5

5.7

5.1

2643

1536

219

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Diciembre

3.5 Consumo de sustancias nocivas entre mayores de edad a) Consumo de alcohol

La frecuencia con la que se consumen bebidas etílicas está focalizada a periodos particulares y no se identifica como un problema grave; una cuarta parte de los entrevistados consume alcohol una vez al año, el 17 por ciento una vez al mes, el 10 por ciento una vez a la semana y una tercera parte nunca lo consumió en 2011. Se observa en general que la incidencia en el consumo de alcohol es baja, pero ello puede ser resultado de un sesgo en la aplicación del cuestionario, pues al no tener la suficiente confianza el entrevistado con el entrevistador para hablar del tema pudo dar respuestas que consideró socialmente aceptables, más que comportamientos reales que reflejen la frecuencia en el consumo de esta sustancia. Cuadro 3.29 Frecuencia con la que se consume alcohol, según sexo del entrevistado Alcohol Hombre Mujer Total Todos los días 1 1 1 Al menos una vez a la semana 14 4 10 Al menos una vez cada dos semanas 10 6 8 Al menos una vez al mes 18 15 17 Al menos alguna vez durante el año 23 33 27 No lo consumí 33 40 36 Nc 1 1 1 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

El consumo de alcohol no sólo tiene consecuencias para el consumidor, sino para la familia y personas que lo rodean. Quienes han consumido refieren que las principales afectaciones son la molestia que dicha situación genera en su familia y la economía del hogar, referida con mayor frecuencia cuando el entrevistado es hombre. Desde la perspectiva del entrevistado adulto y cuando este es hombre, el mal ejemplo que se da a la familia y la afectación en la relación con algún familiar son otras consecuencias de consumo. Cuadro 3.30 Afectaciones sufridas en el hogar por el consumo de alcohol del entrevistado, según sexo Afectaciones a la dinámica familiar por el consumo del entrevistado de alcohol

Mi familia se molesta conmigo Afecta la economía de mi hogar No ha afectado Afecta relación con familiares Doy mal ejemplo a mi familia Pérdida de confianza No es frecuente Otros con menos de 1% Ninguno Total

Hombre 4 4 2 2 2 1 1 5 79 100

Mujer

Total

3 1 4 1 0 0 1 1 89 100

4 3 3 2 1 1 1 2 83 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Cuando el consumidor es otro adulto del hogar y no el entrevistado, en localidades rurales es menor el consumo de alcohol y cigarros por cuenta del jefe del hogar, por abajo del promedio. A diferencia de lo reportado por el menor y el adulto entrevistado, varias de las consecuencias de que en el hogar alguien más consuma alcohol es que aumentan los comportamientos agresivos y de violencia en la dinámica familiar; otras de las afectaciones ocurren en el gasto familiar. Cuadro 3.31 Afectaciones a la dinámica familiar por el consumo de alcohol de algún miembro del hogar, según sexo del entrevistado Hombre Mujer Total Hay agresividad/ violencia 2 8 6 Afecta el gasto familiar 5 3 4 Hay molestia en mi familia 4 1 3 Hay discusiones 0 3 2 Grita mucho 2 1 1 Llegadas tarde al hogar 2 1 1 Afecta su economía 0 2 1 Otros con menos de 1% 6 7 7 No ha afectado 78 74 75 No sabe/No contestó 1 0 0 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Desde la perspectiva del menor, cuando alguno de los adultos con los que vive consume alcohol, les afecta en que los regaños y discusiones aumentan; particularmente en los hogares extensos los regaños a los menores son mayores que en el promedio. Destaca que la gran mayoría de los menores entrevistados no identifica alguna afectación de vivir con alguien que consume bebidas etílicas. Cuadro 3.32 Consecuencia de vivir con miembros del hogar que consumen alcohol, según tipo de hogar (perspectiva del menor) Nuclear Extenso Total Regaña 1 5 2 Discuten 2 3 2 Es molesto 1 2 2 Otros con menos de 1% 7 1 5 No identifica 3 1 2 Nada 84 88 85 Ns/Nc 2 0 2 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

b) Consumo de tabaco

De las sustancias evaluadas, la frecuencia de consumo de tabaco es la mayor. Prácticamente dos de cada 10 entrevistados que declaró consumir tabaco lo hace diariamente y uno de cada 10 por lo menos una vez al mes. Al comparar por sexo de los entrevistados no se observan comportamientos muy diferenciados.

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Cuadro 3.33 Frecuencia con la que consumen tabaco, según sexo del entrevistado Cigarros Hombre Mujer Total Todos los días 21 22 22 Al menos una vez a la semana 9 4 7 Al menos una vez cada dos semanas 3 7 4 Al menos una vez al mes 10 8 9 Al menos alguna vez al año 6 10 8 No lo consumí 50 48 49 Nc 1 1 1 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Para tres cuartas partes de los entrevistados no hay afectaciones en la dinámica familiar por el consumo de tabaco. El resto identifica como afectaciones principales el que los familiares se molesten por su consumo y probables daños a sus familiares por aspirar el humo del tabaco. Hay poco reconocimiento de los entrevistados acerca de los daños que fumar les ocasiona a ellos; sólo tres de cada 100 mencionó algo al respecto. En menor medida se señala que fumar ha tenido afectaciones a su economía, lo que está asociado a la mayor frecuencia de esta práctica. La molestia de los familiares por el consumo de tabaco es mayor entre las mujeres que entre hombres. La idea de que fumar no ha tenido consecuencia alguna en la dinámica familiar es, en cambio, mayor entre los hombres.. Cuadro 3.34 Afectaciones sufridas en el hogar por el consumo de tabaco del entrevistado, según sexo Afectaciones a la dinámica familiar por el consumo del entrevistado de cigarro

Hay molestia en mis familiares El humo perjudica a los demás Fuma poco Perjudica mi salud Me regañan Insisten que deje de fumar Afecta mi economía No afecta Otros con menos de 1% Ninguno Ns/Nc Total

Hombre 2 3 3 4 1 1 1 1 3 79 2 100

Mujer

Total

11 4 6 1 0 0 1 0 2 69 6 100

5 4 4 3 1 1 1 1 1 76 3 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Desde cualquier perspectiva, la principal afectación reportada entre quienes consumen tabaco es a la salud de los que rodean al consumidor, principalmente. Al segmentar por sexo la información, se observa que entre las mujeres la preocupación por el humo que se encierra en el hogar es mayor. La mayoría de los hombres entrevistados consideran que no hay problema alguno con que algún miembro del hogar consuma tabaco.

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Cuadro 3.35 Afectaciones a la dinámica familiar por el consumo de tabaco de algún miembro del hogar, según el sexo del entrevistado Hombre Mujer Total Se encierra el humo en la casa 1 10 6 Afecta la salud familiar 5 3 4 Afecta su salud 2 3 3 Se molesta mi familia 1 4 3 El humo de tabaco afecta a quienes lo 1 2 2 respiran Sugieren que deje de fumar 0 2 1 Da mal ejemplo 0 2 1 Otros con menos de 1% 1 5 4 Ninguno 88 68 75 No sabe/ No contestó 1 1 1 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

La mayoría de los menores tampoco identifica afectaciones para sí mismos de que alguien fume en su hogar, situación que se da con mayor frecuencia entre los menores que viven en hogares extensos. La minoría que refirió afectaciones mencionó las relacionadas con la salud y el aroma del humo que impregna la casa. Cuadro 3.36 Consecuencia de vivir con miembros del hogar que consumen tabaco, según tipo de hogar (perspectiva del menor) Nuclear Extenso Total Afecta la Salud 5 2 4 Tiene olor a humo la casa 2 0 1 Otros con menos de 1% 5 0 3 No identifica 3 0 2 Nada 80 97 87 Ns/ Nc 6 1 3 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

c) Consumo de drogas El consumo declarado de drogas entre los entrevistados es de 15 de cada 100 que las consumen, de los cuales, 8 de cada 100 lo hacen al menos una vez al mes, 6 de cada 100 al menos alguna vez durante el año y uno de cada 100 al menos una vez a la semana. En la mayoría de los casos no se reporta que haya afectaciones y otro porcentaje elevado prefiere no responder al respecto. La única afectación reportada es la del cambio de humor que tiene el consumidor, del cual, en todos los casos, fue reportado por los hombres. Cuadro 3.37 Frecuencia con la que se consume droga, según sexo del entrevistado Hombre Mujer Total Todos los días 0 0 0 Al menos una vez a la semana 1 1 1 Al menos una vez cada dos semanas 0 0 0 Al menos una vez al mes 8 7 8 Al menos alguna vez durante el año 8 4 6 No lo consumí 81 71 77 Nc 2 17 8 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Cuadro 3.38 Afectaciones sufridas en el hogar por el consumo de drogas del entrevistado, según sexo Afectaciones a la dinámica familiar por el consumo de drogas del entrevistado

Hombre

Mujer

Total

El cambio de humor

12

0

9

Ninguno

68

83

72

20 100

17 100

19 100

Ns/Nc Total

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Desde la perspectiva de la mujer adulta, el que algún miembro del hogar consuma droga tiene como principal afectación la agresividad con la que se comporta esa persona. Para los hombres los daños a la salud son la principal afectación a la familia y en menor medida la agresividad. Cuadro 3.39 Afectaciones a la dinámica familiar por el consumo de drogas de algún miembro del hogar, según el sexo del entrevistado Hombre Mujer Total Se pone agresivo 35 77 72 Da mal ejemplo 0 6 5 Afecta la salud de la familia 40 0 5 Se molesta mi familia 8 0 1 Otros con menos de 1% 3 2 2 Ninguno 14 15 15 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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CAPITULO 4. LOS NIÑOS Y SU VISIÓN DE LA FAMILIA. DERECHOS Y OBLIGACIONES Resulta de suma importancia en este estudio conocer cuáles son las expectativas que los niños construyen alrededor de la idea de familia. Por ello, en la encuesta se preguntó quién sería la figura familiar con la cual el menor se identifica más, manteniendo una relación de afinidad o de temor, según el caso; o bien, qué entendían como familia y si en el futuro les gustaría tener una parecida a la suya. 4.1 Concepto de familia para los menores En México la idea que se tiene acerca de la familia es la de unión, apoyo, sentimientos y valores compartidos que se generan entre los distintos miembros que conforman un hogar, todos ellos elementos que se exteriorizan bajo diferentes situaciones. Las nuevas generaciones de niños mexicanos aún mantienen una idea común respecto al concepto familia, sin embargo, según la edad del menor, la asociación del concepto familia recae en diferentes elementos. Los dos grupos de edad más pequeños asocian el concepto de familia principalmente a los lazos parentales y a las emociones que pensar en ésta les produce; el grupo de edad de 12 a 14 define a la familia principalmente por la convivencia entre sus miembros y los valores que rigen y se inculcan en ella; por último, los menores de 15 a 17 conciben el concepto familia como el objeto de apoyo a los miembros que la integran y de convivencia, probablemente porque son más conscientes de lo que sucede en su entorno y la forma en que la familia funciona para la resolución de problemas.

Cuadro 4.1 Percepción de la familia entre menores de 5 a 8 años Total Lazos parentales 30 Emociones/Sentimientos (amor, cariño, felicidad, etc.) 15 Apoyo 10 Valores 8 Personas que comparten un vínculo 5 Sobre convivencia 4 Otros 4 Insuficientemente especificado 5 Ns/Nc 19 Total 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Cuadro 4.2 Percepción de la familia entre menores de 9 a 11 años Total Lazos parentales Sobre convivencia Emociones/Sentimientos (amor, cariño, felicidad, etc.) Valores Apoyo Sobre personas que se agrupan Todo Otros Insuficientemente especificado Ns/Nc Total

27 23 14 11 5 1 1 7 1 10 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Cuadro 4.4 Percepción de la familia entre menores de 15 a 17 años Total Apoyo 21 Sobre convivencia 20 Valores 16 Lazos parentales 15 Emociones/ Sentimientos (amor, cariño, felicidad, etc.) 8 Sobre personas que se agrupan 4 Personas que comparten un vínculo 3 Otros 6 Insuficientemente especificado 1 Ns/Nc 6 Total 100

Cuadro 4.3 Percepción de la familia entre menores de 12 a 14 años Total Sobre convivencia 26 Valores 17 Apoyo 14 Lazos parentales 13 Emociones/ Sentimientos (amor, cariño, felicidad, etc.) 12 Sobre personas que se agrupan 2 Otros 9 Ns/Nc 7 Total 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Así, los conceptos de familia que se construyen al interior del núcleo familiar a través de las relaciones entre padres e hijos, se reproducen entre los menores, quienes se convierten en sus principales receptores y promotores. Las cifras permiten observar que la expectativa que tienen los niños acerca de tener una familia propia en su edad adulta es alta y constante entre los distintos niveles socioeconómicos. Cuadro 4.5 Expectativa familiar con respecto al NSE ¿Te gustaría tener una familia Medio y alto Medio bajo Bajo cuando seas grande? (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) 98 98 95 Sí 1 1 2 No Ns/Nc Total

Total 97 1

1

1

3

2

100

100

100

100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

4.2 Estado de ánimo de los menores La alegría o tristeza son emociones que pueden afectar la personalidad de los niños y que, a su vez, influyen en las actividades que desempeñan al interior o fuera del hogar y en distintos ámbitos, como el escolar. En esta sección interesa saber cómo se auto perciben los menores en la dinámica familiar. La declaración de que en la niñez y adolescencia son felices es contundente, sin que el tipo de hogar o el NSE al que pertenecen tengan alguna injerencia en su percepción. Se observó que la autopercepción de alegría de los niños se mantiene constante en prácticamente todos los NSE. Cuadro 4.6 Grado de alegría en relación con el NSE ¿Dirías que eres un niño alegre o Medio y alto Medio bajo Bajo triste? (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) Alegre 100 98 98 Triste 0 1 2 Ns/Nc 0 1 0 Total 100 100 100

Total 98 1 0 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Adicionalmente, se puede observar que si bien el nivel de felicidad en los menores es muy alto, entre los menores de NSE bajo (D y E) se registra un matiz en esta sensación de felicidad, en contraste con los niveles medio y alto (C, C+ y AB) donde prácticamente todos los entrevistados se consideran felices. Cuadro 4.7 Grado de felicidad en relación con el NSE Medio y alto Medio bajo Bajo ¿Y que eres un niño feliz o infeliz? (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) 99 97 95 Feliz 0 1 2 Infeliz 1 2 3 Regular o a veces (esp.) 0 0 0 Ns/Nc Total 100 100 100

Total 96 1 3 0 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

El tipo de hogar, según lo observado, no influye intensamente en la sensación de felicidad de los menores, aunque sí se observa que en los hogares compuestos registran el nivel más bajo de felicidad. Cuadro 4.8 Grado de felicidad en relación con el tipo de hogar ¿Y que eres un niño feliz o infeliz? Nuclear Extenso Compuesto Feliz 96 97 93 Infeliz 2 1 7 Regular o a veces 3 2 0 Total 100 100 100

Total 96 1 3 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

4.3 Derechos del menor Otros elementos que ayudan a comprender la dinámica familiar, específicamente la relación entre padres e hijos, es el grado en que se garantizan los derechos del menor, como la educación, salud, alimentación, etcétera. El cumplimiento del derecho de segunda generación a la educación está casi cubierto, sin mostrar diferencias significativas entre los niños y adolescentes de los distintos grupos socioeconómicos. Aun así, entre los menores que no asisten a la escuela, la mayor intensidad de inasistencia se presenta entre los menores de 15 a 17 años, tal vez porque no quieren estudiar o porque en sus hogares no tienen recursos para enviarlos a la escuela.

Sí No Total

Cuadro 4.9 Asistencia escolar en relación con el NSE Medio y alto Medio bajo Bajo ¿Vas a la escuela? (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) 94 96 93 6 4 7 100 100 100

Total 94 6 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Ante la pregunta de si el menor falta, falta a veces o no falta a la escuela se registra una mayor incidencia de ausentismo escolar entre los niveles medio bajo y bajo, lo cual pudiera deberse a la posibilidad económica que les permite su condición socioeconómica o la necesidad de apoyar con labores del hogar o del trabajo.

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Cuadro 4.10 Ausentismo escolar en relación con el NSE ¿Faltas o no faltas a la escuela Medio y alto Medio bajo Bajo seguido? (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) 1 4 2 Sí, falto seguido 19 28 30 A veces falto 80 69 68 No falto 0 0 0 Ns/Nc Total

100

100

Total 2 27 70 0

100

100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En cuestiones de salud, cuando los menores enferman en más de nueve de cada 10 casos reciben atención médica. En general, declaran tener cubierto su derecho de segunda generación de asistencia médica prácticamente por igual entre los distintos grupos socioeconómicos. A pesar de que la gran mayoría de los menores reciben atención médica, en los niveles medio y alto (C, C+ y AB) a todos prácticamente los llevan al doctor, mientras en los niveles socioeconómicos bajos se mitiga un poco esta posibilidad de atención médica. Cuadro 4.11 Salud del menor en relación con el NSE P2.12b. ¿Cuándo te enfermas te Medio y alto Medio bajo Bajo llevan al doctor? (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) 99 97 92 Sí 0 1 2 No 1 2 5 A veces (esp) Total

100

100

Total 95 2 3

100

100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Los servicios de atención médica que reciben los menores lo hacen principalmente a través de instituciones públicas. Al ver la información por NSE, destaca que la mitad de los entrevistados provenientes de hogares clasificados como D y E acude a Centros de Salud, porcentaje notoriamente mayor al promedio general. En el nivel medio-bajo el porcentaje de quienes atienden a sus hijos a través del Seguro Popular es mayor que en el promedio general y que en los niveles bajos. Como era de esperarse en los niveles medio y alto, la frecuencia de quienes se atienden en consultorios o clínicas privadas es mayor al promedio. Destaca la referencia a atenderse en el ISSSTE de los chicos del estrato de mejores condiciones socioeconómicas. Cuadro 4.12 Salud del menor en relación con el NSE Cuando sus hijos tienen Medio y alto Medio bajo Bajo problemas de salud, ¿dónde los (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) atienden habitualmente? En el Centro de Salud (SSA) 7 21 51 En el Seguro Social 25 22 9 En consultorio, clínica u hospital 20 18 11 privado Seguro Popular 10 19 16 En el IMSS-Solidaridad 9 10 6 En el ISSSTE 21 5 2 En otro lugar 7 5 5 No los atiende 0 0 1 Total 100 100 100

Total 30 17 16 15 8 8 6 0 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Al diferenciar por tipo de localidad en donde se atiende a los menores, se observa que en las localidades rurales, en cinco de cada 10 casos el servicio es a través de los Centros de Salud y en dos de cada 10 a través del Seguro Popular; no obstante, el 14 por ciento son atendidos en el sistema privado. Por su parte, en las localidades urbanas, aunque los Centros de Salud son la primera opción para que los hijos reciban atención médica, esto sucede con menor frecuencia que en las localidades rurales, pero es más frecuente la atención a través del Seguro Social. Cuadro 4.13 Salud del menor en relación con el tipo de localidad Cuando sus hijos tienen problemas de salud, ¿dónde los atienden Urbana Rural habitualmente? 26 45 En el Centro de Salud (SSA)

Total 30

En el Seguro Social

21

6

17

En consultorio, clínica u hospital privado

16

14

15

Seguro Popular

14

19

15

En el IMSS-Solidaridad

8

7

8

En el ISSSTE

9

2

8

En otro lugar

5

7

6

No los atiende

1

0

0

100

100

100

Total

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Por otro lado, el descuido de los menores cuando en el hogar hay ausencia temporal de adultos, ya sea por razones de trabajo de los padres u otras, deja a los menores en circunstancias de riesgo. Según lo reportado en la ENDIFAM 2011 la frecuencia con la que sucede lo anterior es baja. En los casos en los que los padres o tutores tienen que dejar al menor, dos terceras partes de los entrevistados toman la decisión mayoritaria de encargar al menor con otro adulto para que lo cuide y en una cuarta parte de los casos nadie lo cuida. Si nadie cuida al menor la alternativa se encamina a decidir encerrar al menor o darle la libertad de salir cuando ellos quieran. En cuatro quintas partes de los casos en los que el menor se queda sólo tienen la posibilidad de salir del hogar, mientras que únicamente a uno de cada ocho lo dejan encerrado en la vivienda. Destaca que en los niveles D y E es más frecuente dejar encerrados a los menores, ocurrencia por arriba y del doble del promedio. Por otro lado, conforme el NSE de los hogares aumenta, la medida de encerrar al menor disminuye drásticamente y desaparece en los niveles más altos. En general, la protección es un derecho que a la mayoría de los menores se les respeta pero en uno de cada 10 casos se vulnera. Cuadro 4.14 Condición del menor cuando se queda sólo en casa Medio y alto Medio bajo Bajo ¿Y se quedan encerrados en casa (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) o pueden salir? Se quedan encerrados Pueden salir Ns/Nc Total

Total

0

3

24

12

100

91

69

83

0

6

7

6

100

100

100

100

La alimentación es importante en el cuidado de los menores, Al respecto se exploró la disponibilidad de los alimentos para todos los miembros del hogar según el nivel socioeconómico al que pertenecen, a partir de lo cual se observa que en nueve de cada 10 casos la comida es para todos los miembros del hogar y en el resto sólo para algunos. No hay diferencias sustanciales entre los niveles Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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socioeconómicos cuando la comida es para todos, lo que implica que la alimentación del menor es un cuidado que la gran mayoría de los menores entrevistados recibe.

Cuadro 4.15 Disponibilidad de los alimentos en el hogar Medio y alto Medio bajo Bajo Diferenciación de la comida entre (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) miembros del hogar La comida es para todos La comida no es para todos Total

Total

93

91

90

91

7 100

9 100

10 100

9 100

4.4 Cuidados de los menores En la dinámica interna familiar la atención y cuidado a los menores es una actividad preponderante. En esta sección se explora la percepción y opinión que tienen los menores sobre la atención y cuidados que reciben, ya sea en situaciones vulnerables, como el caso de las enfermedades, o en situaciones cotidianas, como respecto del apoyo que reciben dentro del hogar para alimentarse, hacer tareas y trasladarse a la escuela. a) Apoyo cuando se enferman Cuando se aborda el nivel de atención que reciben los menores al enfermarse según el tipo de localidad no se observan diferencias. Sin embargo, en las localidades urbanas los menores perciben más cuidado que aquellos que viven en comunidades rurales. Cuadro 4.16 Cuidado de los niños en relación con el tipo de localidad Tú dirías que cuando te Urbana Rural Total enfermas, ¿te cuidan…? Cuidan mucho 78 71 76 Cuidan algo 17 22 18 Cuidan poco 4 6 5 No te cuidan 0 1 0 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Tampoco se observan diferencias por nivel socioeconómico en los cuidados que recibe el menor. En general los menores de edad perciben que sí reciben cuidados cuando se enferman aunque en el NSE alto sienten que se les atiende un poco menos, sin que sea una diferencia amplia. Cuadro 4.17 Cuidado de los niños con respecto al NSE Tú dirías que cuando te enfermas, ¿te cuidan…? Mucho Algo Poco Nada Total

Medio y alto (C, C+ y AB)

Medio bajo (C- y D+)

72 26 2 0 100

78 18 4 0 100

Bajo (D y E) 76 17 6 0 100

Total 76 18 5 0 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Cuando un menor de edad está enfermo generalmente le dan medicinas y los llevan a doctor, lo que ocurre en el 95 por ciento de los casos. Los cuidados también están presentes, principalmente entre menores de 10 años. A mayor edad la atención se tiene la percepción de que los cuidados disminuyen: a dos terceras partes de los entrevistados de 15 a 17 años los consienten y sólo a una cuarta parte les permiten faltar a la escuela cuando se enferman. Por el lado contario, 14 de cada cien niños de 5 a 8 años afirman que reciben regaños cuando se enferman, porcentaje que disminuye conforme la edad aumenta, pues sólo cinco de cada 100 menores de 15 a 17 años han vivido tal situación. Cuadro 4.18 Atención que reciben menores cuando están enfermos, según su edad ¿Cuáles de las siguientes cosas pasan cuando estás enfermo? (% solo sí mención) Tomas medicina Te llevan al doctor Alguien te cuida Te consienten Faltas a la escuela Te dejan solo en casa Te regañan por enfermarte

De 5 a 8 años

De 9 a 10 años 98 96 98 86 44 14 14

94 96 98 80 36 12 11

De 11 a 14 años

De 15 a 17 años

94 93 93 69 32 15 8

95 95 89 64 28 16 5

Total 95 95 95 75 35 14 10

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

b) Apoyo en las tareas escolares Los menores señalan que la madre es el principal apoyo que tienen para realizar sus tareas escolares. Este porcentaje se acentúa en hogares con NSE medio bajo y bajo, pues seis de cada diez madres ayudan con las tareas. Si bien la labor de la madre en hogares de NSE medio y alto sigue siendo importante, el apoyo que reciben los menores es menor que el promedio, a cambio del apoyo de otro miembro del hogar. Cuadro 4.19 Ayuda que reciben menores para hacer tareas, según su NSE ¿Quién es la persona que Medio y alto Medio bajo Bajo Total normalmente te ayuda con (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) las tareas de la escuela? Mamá 48 59 58 57 Nadie (yo) 13 22 19 19 Papá 11 7 5 7 Hermano 3 3 4 4 Abuelo(a) 8 3 2 3 Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Como es de esperarse, los menores que reciben más apoyo para hacer tareas son los estudiantes de educación básica. En el caso de los estudiantes de educación media, la mitad señala que no reciben ningún apoyo, tal vez por la propia autonomía que van adquiriendo o demandando con la edad.

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Cuadro 4.20 Ayuda que reciben menores para hacer tareas, según nivel de escolaridad ¿Quién es la persona que Sin Educación Educación normalmente te ayuda con escolaridad Básica Media las tareas de la escuela? Mamá 81 57 36 Nadie (yo) 4 18 48 Papá 3 7 5 Hermano 0 4 0 Abuelo(a) 5 3 4 Hermana 1 2 5 Total 100 100 100

Total 57 19 7 4 3 2 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

c) Apoyo en la alimentación Dentro de los hogares mexicanos el papel de la madre en la alimentación de los menores es preponderante aunque ha cambiado poco a los largo de los años: ocho de cada diez menores reconocen que la madre es la que sirve la comida y no existe distinción por sexo, edad o escolaridad. Si bien la participación de otros miembros del hogar en este rubro es marginal, destaca la participación de los abuelos como apoyo para la alimentación de los menores. Cuadro 4.21 Alimentación a los menores, según su sexo ¿Quién es la persona que Hombre Mujer Total normalmente te sirve de comer? Mama 80 81 81 Abuelo(a) 8 8 8 Papá 3 2 2 Nadie (yo) 5 7 6 Otros 4 2 3 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

d) Apoyo para el traslado a la escuela La ayuda que reciben los menores para trasladarse a la escuela se diferencia claramente según la edad del menor: a menor edad la atención y los cuidados son mayores y, por consecuencia, nueve de cada diez niños de 5 a 8 años reciben ayuda para ir a la escuela. Este porcentaje disminuye a mayor edad y, al final, sólo una quinta parte de jóvenes entre 15 a 17 años recibe apoyo para ir a la escuela. Cuadro 4.22 Apoyo que reciben los menores para ir a la escuela, según su edad De 5 a 8 De 9 a 10 De 11 a 14 De 15 a 17 ¿Quién es la persona que años años años Años normalmente te lleva a la escuela? Mamá Nadie (yo) Papá Abuelo(a) Otro Total

69 11 8 5 4 100

68 18 8 3 4 100

34 38 13 4 6 100

20 54 7 1 3 100

Total 49 30 9 3 4 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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4.5 Convivencia: Interacción y comunicación entre los miembros del hogar Esta sección está orientada a describir cómo ocurren las relaciones al interior de los hogares, según la percepción de los menores. Se exploran temas como la convivencia de los menores con otros miembros del hogar, así como ciertos rasgos de afectividad y confianza. En primer lugar se presenta la frecuencia con que los menores comparten diversas actividades con otros miembros del hogar, para después pasar a su propia percepción de las relaciones en el hogar. a) Actividades que los menores de edad realizan con otros miembros del hogar En cuanto a las actividades que los niños realizan con otros miembros del hogar se pueden observar algunas diferencias, las cuales parecen ser dictadas más por la naturaleza de las propias actividades, que por las características de las relaciones al interior del hogar. Por ejemplo, ocho de cada 10 menores platican y ven televisión diariamente en sus ratos libres acompañados por otro miembro del hogar; seis de cada 10 juegan y hacen tareas escolares. Estas actividades pueden entenderse como cotidianas, por lo cual no es extraño que, pese a las diferencias entre ellas, su mayor porcentaje corresponda a las actividades diarias. En cambio, la asistencia a parques o jardines una vez a la semana ocurre con mayor proporción en cuatro de cada 10 casos, lo cual puede ser coincidente con una actividad de convivencia de fin de semana. En contraparte, las visitas a cines, teatros o museos ocurren una vez o nunca en ocho de cada 10 casos y, en tales circunstancias, aunque también se puede pensar que son actividades de fin de semana, el costo asociado puede ser un factor que limite la frecuencia de su práctica. Un caso que no parece inscribirse dentro de esta lógica de frecuencia de las actividades es el de los quehaceres del hogar. Siete de cada 10 menores respondieron que los hacen al menos una vez a la semana y todos los días. Destaca también que tres de cada 10 menores nunca realizan quehaceres domésticos. Cuadro 4.23 Frecuencia con la que el menor realiza algunas actividades con un miembro del hogar ¿Con qué frecuencia… con alguien del hogar? Todos los días Al menos cinco días a la semana Al menos un día a la semana Al menos una vez al mes Nunca Total

Ver la Platicar televisión

Hacer Ir al Jugar tareas parque o escolares jardines

80 13

78 13

64 15

63 31

12 15

4 1 2 100

5 1 4 100

13 2 5 100

3 1 2 100

41 16 17 100

Ir al cine, Hacer teatro, labores circo, del hogar museos, otros 2 25 2 11 15 36 45 100

25 9 30 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Ahora bien, la frecuencia de algunas de estas actividades parece estar asociada de manera más enfática con el estrato socioeconómico y el ámbito de residencia. En el caso del tipo de localidad, las diferencias pueden estar determinadas por el planteamiento de los reactivos, es decir, porque se evaluaron actividades propias de la dinámica familiar citadina, más que de la rural. En el caso del NSE, es claro que las familias con mejores o peores condiciones socioeconómicas orientan de manera diferenciada las actividades que se comparten con los menores, de acuerdo con sus posibilidades económicas y orientaciones formativas y culturales. Algunas actividades que parecen estar asociadas con el estrato socioeconómico son ir al cine, teatro, circo museos, etc. y visitar parques y jardines. En estos casos la ocurrencia de los eventos está asociada directamente con el estrato, es decir, a mayor nivel socioeconómico, mayor ocurrencia del

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evento. Esto revela una mayor cercanía de los miembros del hogar con los menores en actividades que implican gastos y, en consecuencia, mayor poder adquisitivo. Cuadro 4.24 Frecuencias con la que VAN AL CINE, TEATRO, CIRCO, MUSEOS, OTROS con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia ¿Con qué frecuencia vas Medio y alto Medio bajo Bajo al cine, teatro, circo, Urbana Rural Total (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) museos, otros con alguien del hogar? Todos los días 1 1 2 2 1 2 Al menos cinco días de la semana 3 3 1 2 1 2 Al menos un día a la semana 26 17 10 18 9 15 Al menos una vez al mes 54 40 27 39 29 36 Nunca 16 39 59 39 59 45 Total 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Cuadro 4.25 Frecuencias con la que se VISITAN PARQUES Y JARDINES con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia ¿Con qué frecuencia vas Medio y alto Medio bajo Bajo Urbana Rural Total al parque o jardines con (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) alguien del hogar? Todos los días 11 13 11 12 12 12 Al menos cinco días de la semana 20 16 13 17 9 15 Al menos un día a la semana 49 47 34 45 32 41 Al menos una vez al mes 11 13 20 16 14 16 Nunca 10 11 22 10 32 17 Total 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En cuanto al ámbito de residencia, los niños que habitan en comunidades rurales ven menos televisión que los residentes en localidades urbanas. Esto puede estar asociado, no sólo al acceso a los medios electrónicos, sino a que desde temprana edad algunos niños deben incorporarse a actividades productivas, más allá de las recreativas. Se observa que en los niveles medio bajo los menores ven más televisión que en el promedio general y en el resto de los niveles. Cuadro 4.26 Frecuencias con la que VEN LA TELEVISIÓN con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia ¿Con qué frecuencia ves Medio y alto Medio bajo Bajo la televisión en tus Urbana Rural Total (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) tiempos libres con alguien del hogar? Todos los días 74 82 75 81 70 78 Al menos cinco días de la semana 18 9 13 11 17 13 Al menos un día a la semana 5 4 5 5 4 5 Al menos una vez al mes 1 1 1 0 1 1 Nunca 1 4 5 2 7 4 Total 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Las pláticas del menor con los miembros del hogar también están diferenciadas por el ámbito de residencia: las familias de hogares urbanos tienden a conversar más que las de los rurales, aunque la Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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diferencia no es muy significativa. Son pocas las diferencias que se observan respecto del nivel socioeconómico en la frecuencia con la que conversan con el menor. Cuadro 4.27 Frecuencias con la que PLATICAN con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia ¿Con qué frecuencia que Medio y alto Medio bajo Bajo Urbana Rural platica con alguien del (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) hogar? Todos los días 80 80 79 82 75 Al menos cinco días de la semana 16 15 11 13 14 Al menos un día a la semana 3 3 5 3 7 Al menos una vez al mes 0 0 1 1 1 Nunca 1 2 2 2 3 Total 100 100 100 100 100

Total 80 13 4 1 2 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En cuanto a la realización de labores del hogar se observa que a mayor estrato socioeconómico más baja es la frecuencia con la que los menores realizan este tipo de actividades, lo cual puede deberse a que en hogares de nivel medio y alto es más común el empleo de personal domestico para apoyar en esas labores. Cuadro 4.28 Frecuencias con la que REALIZAN LABORES EN EL HOGAR con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia ¿Con qué frecuencia Medio y alto Medio bajo Bajo Urbana Rural Total haces labores del hogar (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) con alguien del hogar? Todos los días 17 25 28 24 26 25 Al menos cinco días de la semana 12 11 12 10 14 11 Al menos un día a la semana 24 25 26 25 24 25 Al menos una vez al mes 15 9 8 10 9 9 Nunca 32 31 27 31 27 30 Total 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Por otro lado, se observó un mayor acercamiento entre los miembros del hogar mientras el menor de edad es niño: los niños de 5 a 8 años juegan y ven con mayor frecuencia televisión con alguien de su hogar, más de lo que hacen otros grupos etarios Cuadro 4.29 Frecuencias con la que JUEGAN con algún miembro del hogar, según la edad del menor ¿Con qué frecuencia juegas con alguien del hogar? Todos los días Al menos cinco días de la semana Al menos un día a la semana Al menos una vez al mes Nunca Total

De 5 a 8 años

De 9 a 10 años

82 10 5 0 1 100

73 17 8 0 2 100

De 11 a 14 años 57 18 18 1 7 100

De 15 a 17 Años 42 15 24 7 10 100

Total 64 15 13 2 5 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Cuadro 4.30 Frecuencias con la que VISITAN PARQUES Y JARDINES con algún miembro del hogar, según la edad del menor ¿Con qué frecuencia ves la televisión en tus tiempos libres con alguien del hogar? Todos los días Al menos cinco días de la semana Al menos un día a la semana Al menos una vez al mes Nunca Total

De 5 a 8 años

De 9 a 10 años

81 10 4 1 4 100

De 11 a 14 años

79 14 4 0 2 100

De 15 a 17 Años

77 11 6 1 5 100

Total

72 17 6 1 5 100

78 13 5 1 4 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

El hacer tareas acompañados por un miembro del hogar se acentúa entre los entrevistados de 11 a 14 años y es menos frecuente entre menores 5 a 8 años. Este comportamiento tiene que ver propiamente con las responsabilidades hogareñas que una persona va adquiriendo al paso del tiempo, de tal manera que las actividades de entretenimiento disminuyen conforme el niño crece y las que implican mayor obligación se van acrecentando, conforme avanza su edad. Cuadro 4.31 Frecuencias con la que HACEN TAREAS ESCOLARES con algún miembro del hogar, según la edad del menor ¿Con qué frecuencia haces tareas escolares con alguien del hogar? Todos los días Al menos cinco días de la semana Al menos un día a la semana Al menos una vez al mes Nunca Total

De 5 a 8 años

De 9 a 10 años

61 36 1 0 2 100

De 11 a 14 años

62 34 2 0 1 100

De 15 a 17 Años

68 27 3 1 2 100

Total

63 23 6 2 6 100

63 31 3 1 2 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En el terreno educativo el comportamiento es similar al análisis previo, es decir, a mayor nivel educativo del entrevistado menor recurrencia al juego y mayor recurrencia a hacer tareas y deberes en el hogar. Esta diferencia está muy marcada entre los entrevistados sin escolaridad, que tentativamente pueden tener más tiempo para actividades recreativas, y entre quienes tienen un nivel de educación media sí realizan actividades recreativas, pero cooptadas por el estudio y las faenas dentro del hogar. Cuadro 4.32 Frecuencias con la que HACEN TAREAS ESCOLARES con algún miembro del hogar, según la edad del menor ¿Con qué frecuencia haces tareas escolares con alguien del hogar? Todos los días Al menos cinco días de la semana Al menos un día a la semana Al menos una vez al mes Nunca Total

Sin escolaridad

Educación básica

59 39 2 0 0 100

63 32 3 1 2 100

Educación media 72 15 5 0 8 100

Total 63 31 3 1 2 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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Cuadro 4.33 Frecuencias con la que JUEGAN con algún miembro del hogar, según la escolaridad del menor ¿Con qué frecuencia juegas con alguien del hogar?

Sin escolaridad

Todos los días Al menos cinco días de la semana Al menos un día a la semana Al menos una vez al mes Nunca Total

Educación básica

85 12 3 0 0 100

Educación media

65 16 13 2 4 100

Total

44 9 21 9 18 100

64 15 13 2 5 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Por estas razones, en los hogares mexicanos un menor de edad con nivel de escolaridad medio tiene más responsabilidades y exigencias que en el resto de los segmentos evaluados. Además, como se observó en capítulos anteriores, este grupo es el que requiere de más orientación, por encontrarse en una etapa crítica de su desarrollo. Cuadro 4.34 Frecuencias con la que REALIZAN LABORES EN EL HOGAR con algún miembro de la casa, según la escolaridad del menor ¿Con qué frecuencia haces labores del hogar con alguien de la casa?

Sin escolaridad

Todos los días Al menos cinco días de la semana Al menos un día a la semana Al menos una vez al mes Nunca Total

Educación básica

7 9 18 18 49 100

Educación media

25 11 26 9 30 100

Total

40 17 22 9 12 100

25 11 25 9 30 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Al agregar las actividades y contrastarlas por nivel socioeconómico y ámbito de residencia de los menores se reproducen los resultados de la sección anterior: los entrevistados de NSE medio y alto realizan más actividades que el resto de los segmentos, lo cual se puede explicar por el poder adquisitivo que tienen. También son marcadas las diferencias por el tipo de ámbito, lo cual tiene que ver con la oferta cultural en zonas rurales, que evidentemente es menor que la existente en zonas urbanas. Cuadro 4.35 Cantidad de actividades que realizan menores con algún miembro del hogar, según NSE y ámbito de residencia Cantidad de actividades Medio y alto Medio bajo Bajo que frecuentan con (C, C+ y AB) (C- y D+) (D y E) Urbana Rural Total miembros del hogar Hasta 4 actividades de 8

4

8

12

7

16

9

Cinco actividades de 8

7

16

19

14

23

16

Seis actividades de 8

38

36

40

40

32

38

Siete u 8 actividades Total

50 100

41 100

29 100

39 100

29 100

36 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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4.6 Percepción del menor de la relación entre los miembros del hogar a) Convivencia con los miembros del hogar La percepción de los menores sobre cómo son las relaciones en su entorno familiar muestra un comportamiento diferenciado cuando se incluyen las variables del ámbito de residencia y el estrato socioeconómico. El 39 por ciento de los niños que habitan en comunidades rurales dicen que las personas de su casa se llevan “Muy bien”, cifra que está por debajo del promedio nacional (46 por ciento). Cuadro 4.36 ¿Y cómo se llevan todas las personas de tu casa? Urbana Rural Total Muy bien 49 39 46 Bien 46 58 49 Regular 4 2 4 Mal 1 0 1 Muy mal 0 0 0 Ns/ Nc 0 1 0 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Según la percepción que los menores tienen de las relaciones que mantienen entre sí las personas que viven en su casa, se observa que en los estratos socioeconómicos más altos hay una tendencia mucho mayor a llevarse “Muy bien”, contrastando con lo que ocurre en los estratos bajos (43 por ciento y 42 por ciento, respectivamente). Con la misma lógica esperada, el llevarse solamente “Bien” varía en 10 puntos porcentuales entre los niveles socioeconómicos más altos (41 por ciento) y la media nacional (51 por ciento). Haría falta explorar si estas apreciaciones están consistentemente sustentadas o están mediadas por las vivencias urbanas que hacen estar más alerta de la necesidad de responder lo que socialmente será mejor visto. Cuadro 4.37 Relación entre los integrantes del hogar, según el NSE AMAI Medio y alto Medio bajo Bajo (D y E) Total (C, C+ y AB) (C- y D+) Se llevan muy bien 58 43 42 45 Se llevan bien 41 54 52 51 Se llevan regular (esp) 1 3 5 4 Se llevan mal 0 0 1 0 Se llevan muy mal 0 0 0 0 Total 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

Sobre el mismo tema, la opinión mantuvo una diferenciación en cuanto a la localidad donde habitan los niños y las niñas entrevistados(as). El 47 por ciento de los menores que radican en los ámbitos urbanos dijeron que ellos se llevan “Muy bien” con las personas de su hogar, mientras que el 39 por ciento de los que habitan en los ámbitos rurales opinó lo mismo. La mayor cifra de quienes se llevan “Bien” estuvo en los ámbitos rurales, con un 57 por ciento, frente a un 48 por ciento de los ámbitos urbanos.

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Cuadro 4.38 Relación entre los integrantes del hogar, según tipo de localidad Urbana Rural Total Se llevan muy bien 47 39 45 Se llevan bien 48 57 51 Se llevan regular (esp) 4 2 4 Se llevan mal 1 1 0 Se llevan muy mal 0 0 0 Nc 0 1 0 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

b) Percepción de los conflictos según los menores Según la opinión de los menores, el reconocimiento de la existencia de peleas entre los integrantes de sus familias mantiene una frecuencia muy baja, apenas el cuatro por ciento en promedio. Al preguntar si “A veces hay peleas”, los menores reconocieron que sí existen y las cifras se van acrecentando conforme va aumentando la edad de los menores. De 5 a 8 años, la cifra está en 13 por ciento y para los muchachos entre 15 a 17 años llega hasta el 25 por ciento. Es importante observar que ocho de cada 10 menores No mencionan peleas entre las personas adultas del hogar, aunque esta cifra disminuye ligeramente conforme avanza la edad del menor. Cuadro 4.39 Percepción de la existencia de peleas entre las personas adultas del hogar, según la edad del entrevistado De 5 a 8 De 9 a De 11 a De 15 a 17 Total años 10 años 14 años años Sí 5 4 3 2 4 A veces (esp) 13 19 21 25 19 No 82 77 76 73 77 Total 100 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

No obstante, cuando llegan a generarse las discusiones o peleas entre los adultos, las niñas son quienes más reconocen que estos conflictos sí suceden enfrente de ellas. A este Sí puede sumarse la opinión de quienes consideran que A veces los mayores discuten frente a ellos, 33 por ciento para los niños y 23 por ciento para las niñas, sumando la mitad de los casos en ambos sexos. Cuadro 4.40 Percepción de discusiones frente al menor, según el sexo del entrevistado Hombre Mujer Total Sí discuten frente a mi 13 27 19 No discuten frente a mi 53 48 51 Algunas veces discuten frente a mi (esp) 33 23 29 Ns/ Nc 1 2 1 Total 100 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

En cuanto al testimonio de los menores respecto de las discusiones o peleas entre las personas del hogar que se suscitan frente a ellos, se observa que a mayor estrato socioeconómico es mucho menor la frecuencia con la que suceden estas situaciones. Tres de cada 10 encuestados de niveles bajos están presentes en tales discusiones, frente a uno de cada 10 que pertenecen a los estratos más altos. Actualización y complemento del Diagnóstico de la Familia FR-Inv-18

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Cuadro 4.41 Percepción de discusiones frente al menor, según NSE AMAI Medio y alto Medio Bajo Bajo (D y E) (C, C+ y AB) (C- y D+) Sí discuten frente a mi 9 14 26 No discuten frente a mi 69 44 50 Algunas veces discuten frente a mi (esp) 20 40 24 Ns/ Nc 2 2 0 Total 100 100 100

Total 19 51 29 1 100

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Familia en México 2011.

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ANEXO. NOTA TÉCNICA DE FACTORES DE PONDERACIÓN

1.1 Probabilidad de selección Una vez que el levantamiento fue culminado y se cuenta con una base de datos de todos los entrevistados en el estudio es posible ajustar los ponderadores de diseño. Para ello se deben re calcular las probabilidades de selección de los entrevistados que fueron alcanzados efectivamente por el operativo de campo. El esquema de selección aplicado permite calcular la probabilidad de selección de cada entrevistado dentro de cada región. Esta probabilidad de selección se resume a:

donde:

es la probabilidad de selección de cada entrevistado en el estrato h es el número de entrevistados del estrato h es el tamaño de la población del estrato h

1.2 Cálculo de ponderadores Dado que el ponderador se define como el inverso multiplicativo de las probabilidades de selección, el ponderador de cada entrevistado de cada estrato sería:

donde:

es el ponderador de cada entrevistado en el estrato h.

No obstante, en el levantamiento se procuró obtener determinado número de entrevistas según la condición / actividad de los miembros del hogar, a saber: personas con una ocupación remunerada, amas de casa y personas que no tienen una ocupación remunerada (sin distinción si se trata de población económicamente activa o población no económicamente activa). Al cumplir con estas metas de levantamiento se introdujo un pequeño sesgo en la selección de los entrevistados, para corregir ese sesgo, el ponderador obtenido se corrigió por las diferencias entre el parámetro y la colección de información en la encuesta del tipo de población del que se trata:

donde:

es el ponderador final de cada entrevistado en el estrato h. es la proporción poblacional del tipo de entrevistado del que se trata es la proporción colectada durante la encuesta del tipo de entrevistado del que

se trata Con esta corrección se obtuvieron los ponderadores finales de los registros en la base de datos.

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