El periodismo de los sonidos Un conflicto inadvertido Retrato de ...

12 dic. 2009 - DE MÚSICA DE LA. ARGENTINA. (1829-2007). POR LEANDRO DONOZO. GOURMET MUSICAL. 300 PÁGINAS. $ 80. A SANGRE
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GUÍA DE REVISTAS DE MÚSICA DE LA ARGENTINA (1829-2007)

A SANGRE Y FUEGO

POR LEANDRO DONOZO GOURMET MUSICAL 300 PÁGINAS $ 80

POR ENZO TRAVERSO

LA DOCE

PROMETEO TRAD.: MIGUEL ÁNGEL PETRECCA 298 PÁGINAS $ 59

SUDAMERICANA 248 PÁGINAS $ 49

POR GUSTAVO GRABIA

El periodismo de los sonidos

Un conflicto inadvertido

Retrato de una impunidad

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n Fontes Artis Musicae, la revista de la International Association of Music Libraries, Malena Kuss, musicóloga recientemente galardonada con el Konex de Platino, escribió: “Leandro Donozo es, actualmente, la autoridad incuestionable en el campo de la bibliografía musical en la Argentina”. Más allá de que el elogio de Kuss es absolutamente pertinente, se podría agregar que Donozo sorprende, anonada y apabulla, a la vez que despierta un profundo respeto por los trabajos de codificación que realiza con paciencia infinita y con un rigor científico irreprochable. La Guía de revistas de música… es el resultado de una tarea ciclópea que sólo puede ser llevada adelante por un investigador metódico que sea capaz de poner orden en el caos, volverlo discernible y dotarlo de utilidad. En esta guía está todo lo que debe saberse sobre las publicaciones periódicas de música que han sido editadas en el país. Y cuando decimos “todo”, debe leerse exactamente eso. En la amplísima categoría de “revistas de música”, Donozo incluye las publicaciones científicas, las que se venden en quioscos, las de distribución gratuita, las que acompañan a otras publicaciones, cancioneros, boletines, folletos e, incluso, las muy incipientes revistas digitales. Así, Donozo cuenta que se publicaron, entre 1829 y 2007, cuatrocientos cincuenta revistas. Definido el material de estudio, el autor elabora el listado alfabético de las revistas –con los datos de casa editora, directores, editores y colaboradores–, el de publicaciones musicales extranjeras de interés nacional, el revelador índice cronológico, el índice de autores que firmaron artículos. Por supuesto, campea la amplitud de criterio y no hay exclusiones. Junto a la primigenia y nunca hallada Orfeo Argentino, de 1829, conviven, en igualdad de condiciones, datos sobre publicaciones tan disímiles como Los Inrockuptibles, La Gaceta Musical, Revista del Teatro Colón, Folklore, El alma que canta y Rolling Stone. La Guía puede reportar infinitas soluciones a los investigadores que lidian con las nebulosas bibliográficas de la música argentina. Pero el libro posee, además, una introducción en la que Donozo ofrece una clarísima exposición de teoría y práctica metodológica. El autor no sólo explica cómo confeccionó el libro y cómo debe ser utilizado, sino que se explaya sobre la significación de la prensa periódica ya no como fuente para la investigación musicológica, en su sentido más amplio, sino como una herramienta invalorable para acceder al conocimiento de una sociedad históricamente entendida. En este caso, ni más ni menos que la nuestra.

n un acto de conmemoración en Italia, un ex comunista equiparó “la buena fe” de los “muchachos de Saló”, la efímera república fascista de quienes lucharon junto con los nazis entre 1943 y 1944, con la de los partisanos de izquierda de la resistencia. En España, un ex soldado de la División Azul, grupo de voluntarios franquistas que integraron la Wehrmacht alemana contra la URSS, acompañó a los Reyes en una ofrenda a los muertos, junto con ex combatientes republicanos. El prolífico y quirúrgico historiador italiano Enzo Traverso (ex militante de Poder Obrero, actual docente en Picardía y en la prestigiosa École des Hautes Études en Sciences Sociales de París) levanta varios decibles el tono de esa interesante y sostenida línea de pensamiento: “Ante 20 años de regresión historiográfica [...], y en un momento que no se presta para una historización desapasionada y crítica [...], se trata de impedir que nuestra sensibilidad postotalitaria nos lleve a transformar una categoría ético-política (humanitaria) en una categoría histórica, pensando que la condena moral de la violencia puede reemplazar su análisis e interpretación”. Como ya hizo en La violencia nazi o El totalitarismo: historia de un debate, Traverso toma posición y da un paso al costado, pero sólo para vencer al adversario por medio de fundamentos y contextualizaciones. Así ocurre en A sangre y fuego. De la guerra civil europea 1914-1945, en donde las interpretaciones del comunismo y el fascismo, pero también de los nacionalismos, los totalitarismos y las “resistencias” son revisadas y analizadas dentro de un contexto y una perspectiva europea integral que permite salvar y corregir controversias, anacronismos y “morales execrables”. Este nuevo trabajo, por su enfoque unificador, plasma una visión conjunta y coherente de un período de la historia europea, el que va de 1914 a 1945, hasta ahora percibido como discontinuo. Esta “segunda guerra religiosa de los Treinta Años” total, mecanizada y de exterminio impersonal entre diferentes versiones del mundo y modelos de civilización dislocó radical y masivamente fronteras, gobiernos y sociedades. Aunque la gran mayoría de los capítulos de A sangre y fuego pueden ser leídos en forma independiente, el resultado final es un llamado de atención que no deja campo sin explorar (político, pero también cultural, literario, legal, filosófico) de esta “guerra civil europea mundializada”. Su urgencia radica en alejar la idea de que todos los valores fueron lo mismo, de que todos los muertos son iguales. Aunque puede polemizarse sobre el “fin de la historia”, lo que está fuera de discusión es lo intolerable de su adulteración.

a Doce. La verdadera historia de la barra brava de Boca, el libro de Gustavo Grabia, deja en el lector varias sensaciones. Por un lado, la comprobación de las relaciones entre barras bravas y dirigentes, la asociación ilícita con la política, las acciones mafiosas y el poder. Pero, al mismo tiempo y de manera recurrente, la incómoda ratificación de que esas relaciones están lejos de acabarse, de que se alimentan mutuamente en un círculo que genera violencia, muertes e impunidad, tanto de los protagonistas directos como de sus cómplices. La Doce es fundamental para descubrir que detrás del imaginario hasta “de película” que envuelve a la barra brava más famosa del mundo (como la llama el autor) hay cuestiones concretas: nombres y personajes específicos, connivencias y una impunidad que, de tan evidente, parece aceptarse como inevitable y hasta “natural” por las autoridades. Grabia describe de manera minuciosa la conformación histórica de la Doce como modelo de organización único en el mundo, pero también recaba de primera mano declaraciones de los protagonistas de la historia. Miembros de la barra brava, dirigentes y jugadores, e incluso ex fiscales y otros funcionarios públicos, forman parte de la galería inagotable de nombres. El brazo armado del club institucionalizó a mediados de los años 60, como dice el autor, “la idea de que se puede vivir de esa violencia, de ese terror”. Grabia detalla los contactos de los jefes de la hinchada con los más altos estratos del poder político, empresarial, judicial y policial, al punto de asombrarse por la nutrida agenda telefónica de Di Zeo, el último de los jefes que cayó en desgracia, acusado de “asociación ilícita”. Y es que “se sabe” que la barra brava mueve dinero, proveniente de la reventa de entradas, del “apriete” a jugadores, empresarios y políticos, del estacionamiento en las inmediaciones del estadio y demás. Gracias a su poder, y a los contactos con poderosos, los barras entran por una puerta y salen por otra a la hora de rendir cuentas de los enfrentamientos violentos de los que participan y de las muertes que se cargan al hombro como trofeos. El autor aporta algo más: la incómoda demostración de la impunidad con que se hacen esos manejos. Aun haciéndonos sentir indignados ante las evidencias de extorsiones, de que los barras han sido siempre “bancados” por dirigentes, de Alberto J. Armando a Mauricio Macri, pasando por Alegre y Heller, de las visitas de bienvenida a cada entrenador nuevo, los asados con los planteles y la participación en reuniones de comisión directiva, Grabia propone un libro ameno que confirma de manera definitiva lo que a su manera siempre se supo.

Pablo Kohan

Andrés Criscaut

Laura Laugé

© LA NACION

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16 | adn | Sábado 12 de diciembre de 2009