El milagro de los mellizos de Yemen

podamos ayudarlos por teléfono. Todos sabíamos que era una noche crítica. Que ese equilibrio que bus- camos para salvarl
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EXTERIOR

I

Lunes 4 de enero de 2010

LAS SECUELAS DE LA GUERRA s EL TESTIMONIO DE UNA ENFERMERA ARGENTINA

Una vida lejos de casa y en zonas de alto riesgo Candelaria Lanusse, de Médicos sin Fronteras

La increíble evolución de los mellizos: Hassan, el primer día que llegó al centro; con su hermano Yahya, después de unas semanas, y al final del tratamiento

El milagro de los mellizos de Yemen Continuación de la Pág. 1, Col. 5 ssan tiene poco más de un año. Su perímetro braquial (la medida del brazo a media distancia entre el codo y el hombro) tenía 70 milímetros al llegar. Para el que no sabe lo que es eso, que trace con una regla una raya de 70 milímetros, la recorte y la una por sus puntas formando un círculo. No hace falta ser un especialista en nutrición para darse cuenta de que en un bracito así faltan muchas pero muchas leches. Lo adoptamos enseguida. En ese entonces, mientras nos traspasábamos el programa entre Unicef y Médicos Sin Fronteras (MSF), el centro nutricional sólo funcionaba de día, y al mediodía los chicos se volvían a sus “casas” para que sus padres pudieran comer. La familia de Hassan no vive dentro del campamento y les llevaba tiempo conseguir un transporte que los trajera hasta allí. Ese primer día, les pedimos que se quedaran, y nos ocuparíamos de su almuerzo. A la doctora Reem, a Carlos y a mí no nos costó nada disputarnos al chiquito para tenerlo en brazos mientras su tía y su papá comían. Como si fuera el sobrino que viene de visita a casa, y que mis hermanas y yo corremos a ver quién puede alzarlo primero. A la mañana siguiente, todos mirábamos ansiosos la entrada de la tienda. Albert, nuestro coordinador, cada tanto se asomaba a preguntarnos: “¿No han venido todavía?” No... Por dentro, pensaba que en una de ésas había sucedido lo peor, y a la vez me decía: “No, no, no, por favor, por favor, por favor...”. Cerca de las 9.30, vimos el rostro inconfundible y peculiar de su papá, con un chico muy flaco en brazos. Detrás de él, su mamá, con otro niño desnutrido en brazos... ¡¡¡¡¡Pero si eran dos!!!!! El segundo en venir se llamaba Yahya. Y era el hermano “gordo”. Un hermano gordo con un bracito, esta vez, de 90 milímetros. También estaba a años luz de tener una medida normal. Los adoptamos a los dos. A la familia entera. Su mamá es apenas una niña. Y tienen una hija más, de dos años, esta vez sí rechoncha y saludable. Menos mal. A Hassan y a Yahya los enfermó la guerra. Probablemente estaban al límite, lo mismo que su mamá, que intentaba todavía amamantarlos. Huir de su casa, de su tierra, venir a un lugar nuevo, sin nada, sin condiciones mínimas de salubridad... no es la situación ideal para dos pulguitas delicadas. Unas diarreas

agua corriente saliendo de un cuerpito imposible. Se volvieron más sólidas, menos frecuentes. Y todos soltamos el aliento que llevábamos conteniendo hacía unos días. Sus padres no cabían en sí de gozo. Se volvieron nuestros grandes promotores. Contaban a quien quisiera escucharlos que sus hijos se iban a morir y estaban vivos. Eran, además, un ejemplo de pulcritud. Entendieron las normas: el lavado de manos y de los chicos, dar de comer despacio y sentado, sin forzar. Usar el mosquitero. Cubrir la leche para que no se metan moscas. Dormir de noche acurrucándolos para que no pierdan calor. No hacía falta explicarlo más que una vez para que se volviera un hábito.

Recuperar tiempo perdido

FOTOS GENTILEZA CANDELARIA LANUSSE

Los padres, orgullosos, muestran a los mellizos en una reciente visita al centro aquí y allá, perder peso brutalmente, volverse más propenso a contagiarse cualquier “bicho” que vuela, perder más peso, en un ciclo condenadamente vicioso que si no se corta acaba en una muerte segura. A Hassan y Yahya los salvó el amor de su familia. Ver a sus padres dedicarse con empeño a sus hijos, comprender que un lavado de manos hace la diferencia entre la vida y la muerte, colmarlos de besos, arroparlos, ayudarlos pacientemente a terminar sus leches… fue una imagen que nos acompañó tiernamente durante toda su estadía en el centro. No fue un camino fácil. Al principio todo parecía ir bien. Pero un día, las diarreas volvieron con mucha

saña. Especialmente para Hassan, el más pequeño de los dos. Dentro de mí sonaban mil alarmas de alerta. Buscábamos el equilibrio imposible: rehidratar, no sobrehidratar, no dejar que se deshidraten… Si no se mantiene, por falta o por exceso, se nos pueden ir...

La noche crítica Una noche, me contó su papá después, pensaron que todo se terminaba. Su mujer quería irse a casa (por ese entonces, ya teníamos el centro funcionando las 24 horas). “Si se va a morir [Hassan], que lo haga en casa...”, decía ella. Su papá insistía: “Por la mañana vienen las doctoras, esperemos a ver qué pueden hacer”. Y recalcó: “El enfermero durante la

noche se portó de mil maravillas”. A mí me daban ganas de llorar. Esa misma noche intentábamos dormir a 35 kilómetros de allí. Por razones de seguridad y de distancias, no podemos ir al centro por las noches. Dependemos 100% del personal que se queda, y de lo que podamos ayudarlos por teléfono. Todos sabíamos que era una noche crítica. Que ese equilibrio que buscamos para salvarle la vida pendía de un hilo muy fino, y es siempre por las noches cuando amenaza con cortarse. A la mañana siguiente, Hassan y su hermano estaban todavía allí. Pachuchos, muy débiles, pero vivos... Y a lo largo del día, las diarreas empezaron a amainar. Ya no eran

Una red humanitaria a nivel mundial ➔ Casi cuatro décadas.

Médicos Sin Fronteras (MSF) es una ONG fundada en Francia en 1971, con la idea de que todo el mundo tiene derecho a una asistencia médica, sin importar su origen social ni su país de residencia.

➔ En zonas de riesgo.

MSF se dedica principalmente a la ayuda de poblaciones en situación precaria y a las víctimas de conflictos, hambrunas y catástrofes naturales. Fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1999.

➔ Presencia global.

Está presente en 65 países y tiene 350 proyectos en marcha. Cada año, más de 2000 profesionales internacionales son enviados a zonas en las que trabajan con 24.000 profesionales locales contratados.

➔ En la Argentina.

En 2009, MSF lanzó la campaña “Chagas, es hora de romper el silencio”. En 2001, asistió a la población de Jujuy y Salta, y en 2003, a las víctimas de las inundaciones en la provincia de Santa Fe.

Y Hassan y Yahya empezaron a salir adelante. Cambiando las fases de tratamiento, no sin miedo de mi parte. Por fin le llegó el turno al Rutf (la pasta de maní enriquecida con que tratamos a los chicos). Si lo toleraban, podrían irse pronto a casa, a seguir su tratamiento en ambulatorio. Hassan era más reacio. Le encanta la leche, y la consistencia del Rutf le resultaba extraña. Yahya, el más fuerte de los dos, en cambio, se volvió una máquina devoradora. Chilla por más. Quiere banana, el arroz y el pollo que se comen sus papás, el Rutf, la leche, le daba igual... Se trataba sólo de comer y recuperar el tiempo perdido. Con Hassan hubo que ser más creativo: mezclábamos el Rutf en la leche, su mamá se untaba el pecho antes de darle de mamar. Y lo consiguió... Los mellizos, por fin, se fueron a casa. Su papá es pequeño, pero parecía enorme ese día, hinchado de puro orgullo. Hace unos días, apareció su papá en el centro. Contó que los mellizos estaban muy bien, que devoraban todo y que se le acabó el Rutf y necesitaba más. No hay problema, le damos más. Una semana más tarde, por fin, fue el primer día de control. Hasta nuestra asesora financiera quería estar presente porque venían los mellizos... Ya casi no hay diferencia entre los dos. Y se comen el Rutf como dos máquinas. ¡Hassan hasta tiene papada! Todavía no se acercan al peso normal para su edad, pero van por buen camino. El más pequeñito engordó 600 gramos, y el otro, 400. Ambas ganancias son una barbaridad para esos cuerpecitos. Como dicen acá: Al Hamdu l’ Alah (Alabado sea Alá).

De adolescente, Candelaria Lanusse nunca imaginó que iba a ser enfermera. Mucho menos se le debe haber pasado por la cabeza que esa profesión la iba a llevar por la India, República Centro Africana, Chad, México, Etiopía, Zimbabwe, Zambia, Níger y ahora, Yemen. Candelaria, una argentina de 32 años, es licenciada en Enfermería y trabaja con Médicos Sin Fronteras (MSF) desde agosto de 2006. “Me enamoré de esta profesión y, después de ejercerla unos años en Buenos Aires, decidí irme a Calcuta, la India, en 2004. En ese entonces, me fui tres meses como voluntaria a trabajar con las Misioneras de la Caridad”, contó a LA NACION desde Yemen. “Al año siguiente volví a quedarme por un año, y fue estando allí que me enteré de que Médicos Sin Fronteras había estado en mi universidad, la Austral, convocando a profesionales de la salud”, agregó. En ese entonces, probablemente, apenas sospechaba las experiencias que iban a venir de la mano de su nuevo trabajo y que este año serán contadas en un libro publicado por Ediciones B. Desde abril de 2008, Candelaria trabaja para la Unidad de Emergencias de MSF, una base de operaciones que está situada en Nairobi, Kenya, y que tiene como objetivo cubrir una amplia zona que incluye el este de Africa y que se extiende a medida que las situaciones lo requieren. “Desde ahí esperamos y seguimos las alertas, en principio, de todo el este de Africa. Pero al final nuestros horizontes se extienden bastante: primero fui a Etiopía, después a Zimbabwe, Zambia, Níger, República Centroafricana y, ahora, Yemen”, detalló. “Desde agosto de 2009 se suceden en Yemen intensos bombardeos y ataques entre el ejército yemení y los rebeldes Al Houthi cerca de la frontera con Arabia Saudita. El conflicto, con dimensiones regionales, este año parece haber recrudecido y no hay señales de que haya un final cercano”, explicó Candelaria. “Al día de hoy, dos campos administrados por diferentes organismos [incluido MSF] albergan una gran cantidad de desplazados, cerca de 20.000”, añadió.

Candelaria, en Etiopía, en 2008

TEMEN MAS DESLIZAMIENTOS

Síntesis

Brasil: piden evacuar las zonas en riesgo por nuevos aludes

MEXICO

Cae el hermano del capo Beltrán Leyva CIUDAD DE MEXICO (AFP).– La policía mexicana anunció ayer la captura de Carlos Beltrán Leyva, hermano del capo del narcotráfico Arturo Beltrán Leyva, que fue abatido en un enfrentamiento con fuerzas de seguridad el mes pasado. La detención se produjo el 30 de diciembre en Culiacán, capital del estado de Sinaloa. Carlos Beltrán Leyva, de 40 años, está investigado por varios delitos relacionados con el crimen organizado, narcotráfico y la portación de armas militares.

Las autoridades solicitaron el cierre de las centrales nucleares de Angra RIO DE JANEIRO.– Ante el temor a que nuevas tormentas agraven la dramática situación en Ilha Grande y en Angra dos Reis, donde una serie de aludes causó la muerte de por lo menos 44 personas, las autoridades pidieron ayer a los turistas y a los habitantes de la zona que abandonen los lugares donde persiste el riesgo de deslizamientos y/o derrumbes de viviendas. “Unas 35.000 personas en el centro de Angra viven en laderas, donde puede haber nuevos derrumbes”, advirtió el alcalde de Angra dos Reis, Tuca Jordao, que alertó que persisten 15 áreas de riesgo. “Este será un verano con muchas lluvias. A la población de Angra: por favor, ante cualquier señal de lluvia, debe abandonar sus casas”, agregó. En tanto, el secretario estatal de Salud y Defensa Civil, Sergio Cortes, pidió a los turistas que abandonen Ilha Grande y a los hoteleros, que cierren sus establecimientos. “Nuestro miedo es que empiece a llover fuerte y eso cause pánico entre los turistas por no disponer de embarcaciones suficientes para que todos dejen la isla

al mismo tiempo”, dijo Cortes. Las autoridades prevén que unas 400 casas en todo el municipio de Angra dos Reis, al que pertenece Ilha Grande, sean demolidas o no puedan ser habitadas, ya que se encuentran en áreas de riesgo. “No se puede bromear con el suelo. Nuestro problema es la lluvia, y no se pueden ocupar los morros de esa manera”, señaló el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, durante su visita a las áreas afectadas. Como medida de prevención, Jordao solicitó también que las centrales nucleares Angra I y II dejen de funcionar. El alcalde explicó que, aunque no hay ningún problema en su funcionamiento, pidió la desconexión para reducir riesgos en caso de que se presente una emergencia en las plantas nucleares, ya que la vía de salida de la ciudad hacia Río de Janeiro sufre cierres intermitentes por los deslizamientos. “La población está asustada”, añadió Jordao. En todo el estado de Río de Janeiro, que soporta fuertes lluvias y temporales desde el 30 de diciembre pasado, el número de víctimas se elevó ayer

a 65. La playa de Bananal, en Ilha Grande, fue la más afectada. En la madrugada del viernes, un alud de tierra y vegetación arrasó la posada de lujo Sankay, donde había unas 40 personas, y también varias casas alquiladas por turistas para celebrar al Año Nuevo. El desplazamiento dejó por lo menos 28 muertos. Los trabajos de los equipos de rescate en la isla fueron retomados ayer por la mañana, luego de ser interrumpidos a la medianoche debido al cansancio del personal. Unos 200 efectivos del cuerpo de bomberos y de Defensa Civil, ayudados por perros, trabajan en Ilha Grande, en un operativo que podría llevar varios días más. Sin embargo, a medida que pasan las horas las posibilidades de rescatar personas con vida disminuyen. En la ciudad de Angra dos Reis –donde en el momento del alud se encontraba el hijo mayor del presidente francés, Nicolas Sarkozy, junto a un grupo de amigos– continúan desaparecidas cinco personas.

PERU

Confirman la condena a Fujimori

AP

Agencias ANSA, EFE y AFP

El Morro da Carioca, después del devastador alud

LIMA (DPA).– La Corte Suprema de Perú confirmó ayer por unanimidad la condena de 25 años de prisión impuesta al ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) como autor mediato de los delitos de homicidio calificado, asesinato y lesiones graves. Fujimori estará preso hasta febrero de 2032, aunque a partir de 2025 podrá pedir beneficios penitenciarios, según determinó ayer la sala que vio su caso en segunda y definitiva instancia. Los expertos señalaron que los delitos que cometió el ex mandatario, al ser de lesa humanidad, no pueden ser incluidos en indultos o amnistías.