El futuro es de cartón Ironía del destino Lujos asiáticos

19 ago. 2012 - hecha de cartón prensado reciclado y plegado fácilmente con la técnica del origami, pero a simple vista p
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BARRIO CHINO

Domingo 19 de agosto de 2012

POR SILVANA MORENO

UN BAZAR DE LO QUE NO ABUNDA

Llamamozos

Lujos asiáticos

De repente, en medio de la comida en un restaurante, los comensales se dan cuenta de que al costado de la mesa asoma un aparato para llamar al mozo. Y no sólo eso: un botón es para llamarlo, otro para pedir más vino, otro para la cuenta... y otro para cancelar la llamada. La experiencia primeriza puede volverse un viaje de ida, con ganas de probar todos los botones y si, en efecto, los mozos registran esas llamadas y acuden raudos con lo que uno pidió.

El futuro es de cartón Todas, absolutamente todas las bicicletas del mundo, pasaron a ser antiguas desde que el israelí Izhar Gafni diseñó su BV6. Estará a la venta en poco más de un año y es una revolución: está hecha de cartón prensado reciclado y plegado fácilmente con la técnica del origami, pero a simple vista parece un gran diseño de plástico. Aunque sus amigos ingenieros desestimaban su idea, Gafni habló poco y trabajó mucho: pasó cuatro años investigando las posibilidades del cartón (que ya comprobó su eficacia en muebles y se rumorea que hasta en puentes) y lo consiguió. Se promete que, además de muy liviana, la BV6 será barata (fabricarla cuesta 9 dólares y saldría a la venta con precios de entre 60 y 90 dólares), fuerte (aguanta hasta 140 kilos), impermeable y, claro, incapaz de pincharse. Auncian también un modelo con motor eléctrico desmontable.

Video. Para ver el proceso de producción de la bicicleta de cartón, explicado por su inventor, www. lanacion.com.ar/diario-de-hoy/espectaculos

Ironía del destino Todavía faltaban unir cosas entre Alemania Oriental y Occidental. Un Zeitgeist muy 2012 que data de hace algunas semanas es la tarjeta de crédito MasterCard con la cara de Karl Marx. Por ahora, la ironía sólo tiene lugar en el banco Sparkasse de la ciudad de Chemnitz, ex Alemania Oriental. Un tercio de los clientes eligieron la tarjeta con la foto de un busto de bronce del pensador socialista que, aun en días de capitalismo escalofriante, conserva su buena imagen y, quién sabe, tal vez su mirada severa ayude a ahorrar. REUTERS

Gaturro Por Nik

Humor petiso Por Diego Parés

MAURO ROLL

S. MORENO

FOTO: EFE

De a poco, desde hace dos años, estos llamadores inalámbricos empezaron a poblar restaurantes del interior del país (Córdoba, Salta), orientales porteños y hasta cadenas bien occidentales como Almacén de Pizzas y Nucha. Aunque las empresas son varias (Llamamozo, Vellux, Call Up, Llama y voy, On-Call), el sistema es el mismo: uno aprieta el botón, y la llamada con el número de mesa aparece en una pantalla ubicada en la cocina o bien en una pulsera que lleva el mozo. Que se imponga de una vez.

Aunque por el momento no existe la teletransportación, es posible viajar un poco sin moverse si uno ingiere curiosidades orientales. En los barrios chino y coreanos (sí, hay dos coreanos) hay para elegir. Un par de sugerencias: el jugo de uvas Bong Bong (o Bon Bon, según quien lo traduzca), frescura y dulzura enlatadas en Corea que parecen la cosa más natural del mundo, porque, además del gusto perfecto, viene con uvas que flotan en la superficie. Y, sólo hallable en las cajas de los supermercados del barrio coreano antiguo (el de la avenida Carabobo, en Flores), entre fósforos, focos y demás cosas poco tentadoras, ahí esperan unos chicles con gusto a flores, como salidos de un manga romántico. Se llaman Acacia y tienen envoltorios individuales con fondo negro, distintas ilustraciones de chicas y plantas y, supuestamente, un mensaje cifrado, sólo para coreanoparlantes.

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