Economía estudia relajar el cepo a las importaciones y bajar ...

nistas como Hyman Minsky. Pero la expansión de Kicillof puede ser engañosa. Lo apuntó anteayer Ja- vier González Fraga:
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POLÍTICA

| Jueves 21 de noviembre de 2013

La nueva etapa | próximos pasos de kicillof

Economía estudia relajar el cepo a las importaciones y bajar subsidios a empresas

Anuncios. Darán a conocer en los próximos días un paquete de medidas; Pezoa y Cosentino siguen en los cargos Martín Kanenguiser LA nACIon

El Ministerio de Economía planea relajar el cepo a las importaciones y redireccionar los subsidios en el sector industrial para descomprimir el frente fiscal. Así lo indicaron a la nacion fuentes del Palacio de Hacienda, que confirmaron que, en la medida en que se pueda frenar la sangría de reservas, también se implementaría una leve liberalización del cepo al atesoramiento de dólares, con restricciones “light”, similares a las que imperaron en la primera etapa de las restricciones aplicadas en 2011. Mientras el nuevo ministro de Economía, Axel Kicillof, se reunía por primera vez en la Casa de Gobierno con la presidenta Cristina Kirchner para confirmar el nombre de todo su equipo económico, sus colaboradores –que tuvieron que sentarse en la última fila del Salón Blanco de la Casa de Gobierno– avanzaban con medidas que se anunciarán en los próximos días. En paralelo a las mayores restricciones que se anunciarán para el turismo al exterior, se plantea alentar el crecimiento de las importaciones para tratar de empujar el “leve” crecimiento económico registrado por las cifras que escapan a las estadísticas del Indec. “El crecimiento económico se mantiene, pero es bajo, por lo que hay que relajar el sistema de declaraciones juradas anticipadas para alentar una mayor recuperación económica”, indicó la fuente, mientras se preparaba, con nervios, para la ceremonia de jura. Kicillof, de saco y sin corbata, juró a las 19.23 por la Patria; a esa altura, su predecesor Hernán Lorenzino había abandonado el concurrido lugar, a la vez que sus principales asesores hacían lo propio en sus despachos. Anoche hubo un discreto cóctel de festejo en el quinto piso del Palacio de Hacienda y mañana serán reconfirmados en sus cargos Adrián Cosentino en Finanzas y Juan Carlos Pezoa en Hacienda. El secretario de Finanzas, que huía de los micrófonos que se le cruzaban, saludó a Enrique Cristofani, del Banco Santander, y a Federico Tomasevich, de Puente. Aunque surgió algún rumor en torno de la continuidad del jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, en Economía afirmaron que el funcionario había mantenido contactos

La agenda del nuevo equipo económico 1 Dólar Es el área con más controversia; la idea del desdoblamiento, muy instalada en el mercado, no termina de madurar. Habría más restricciones a las tarjetas para los gastos en el exterior

2 Cepo La intención del nuevo ministro de Economía es ir desarmándolo, algo que los analistas juzgan imposible sin generar una corrida. Se aplicaría en primer término a las importaciones y, en forma progresiva, al atesoramiento de divisas

3 Subsidios Se retomará el plan para reducir este gasto, uno de los principales agujeros negros de las cuentas públicas, en principio, para el sector empresarial. Los hogares no sufrirían modificaciones, al menos en una etapa inicial

4 Indec La intención es que, al mismo tiempo que se lanza el nuevo IPC, se vaya la conducción del Indec ligada a Guillermo Moreno, representada principalmente por Ana María Edwin y Norberto Itzcovich

con el nuevo ministro. “Está reconfirmado”, indicaron en su entorno. Uno de sus colaboradores, Carlos Sánchez (a cargo del área de seguridad social del organismo), es amigo y trabajó en la Jefatura de Gabinete en 2002 con Jorge Capitanich; ayer, estaba sentado en un cómodo lugar en la mitad del Salón Blanco. Tres asientos a su izquierda se ubicaba, ansioso, el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos. Anoche se confirmó también que el joven Augusto Costa (ver aparte) será el reemplazante de Guillermo Moreno –había molestia en Econo-

mía por la renuncia “a plazo fijo” del polémico secretario, que no estuvo en la jura, ya que recién se efectivizará el 2 del mes próximo– y que su segunda será Paula Español, la economista heterodoxa que hasta ahora estaba como directora de Cammesa. Resta saber si Cecilia nahón, también cercana a Kicillof, se sumará a esta gestión o si quedará como embajadora en EE.UU., debido a que no comulga con las gestiones de normalización financiera que llevará adelante Lorenzino. También quién será el reemplazante del propio Kicillof (se especula con Emmanuel Agis o nicolás Arceo) y quién dirigirá el Indec. En Economía dan por descontado que, tras el alejamiento de Moreno, se alejarán en pocos días los número uno y dos del Indec, Ana Edwin y norberto Itzcovich, respectivamente, muy ligados a la manipulación de las estadísticas desde 2007. otra funcionaria “morenista”, la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila Colombo, también aparecía resignada, dando vueltas, casi sin compañía, por los pasillos de Gobierno. “Ya renuncié”, le dijo “Pimpi” a este cronista antes de mezclarse entre la militancia que fue a apoyar a la Presidenta en su regreso. Más allá de las personas, la intención de Economía es recuperar parte del manejo del área de Comercio, y por eso la fuente se animó a afirmar que intentarán comenzar el levantamiento del cepo “por el lado de las importaciones”, atendiendo un pedido del sector privado. De hecho, el gerente general de la cámara de importadores, Miguel Ponce, dijo ayer en declaraciones radiales que “el principal proveedor de la industria nacional son los productos importados: más del 80 por ciento de lo que ingresa en el país son insumos destinados a distintos sectores de la producción”. La otra cuestión que se atendería en el corto plazo es la de los subsidios. “El área de Competitividad trabajó con las industrias para mejorar la utilización de los subsidios”, indicó la fuente oficial, sin dar mayores detalles, aunque descartando que, en una primera etapa, se retomen los recortes a los subsidios a las casas particulares. En 2012, el gasto del Estado en este rubro fue de $ 100.000 millones ($ 55.000 millones en energía) y este año ascendería a $ 150.000 millones.ß

El jefe de Gabinete, ayer, en el momento de jurar el nuevo cargo

FABIáN MARELLI

Capitanich busca mostrar cambios: hará eje en la inflación y el Indec Pondrá el acento en los desafíos económicos y buscará reforzar así la idea de una oxigenación Mariana Verón LA nACIon

Ya trajo su equipo propio, con fuerte perfil económico. El nuevo jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, iniciará formalmente hoy su gestión con eje en la normalización del Indec y el nuevo índice de medición de la inflación para cerrar la ecuación de cambio de imagen y oxigenación del Gobierno a partir de la salida de Guillermo Moreno. no será un ministro coordinador más. Su perfil estará fuertemente vinculado a la economía, un área que la presidenta Cristina Kirchner decidió reforzar para esta última etapa de su gobierno con la renovación casi total de su equipo de colaboradores. Está previsto que hoy se anuncien los nuevos nombramientos que hará Capitanich, mudanza mediante, que ya ayer trajo de Chaco a por lo menos cuatro funcionarios de su confianza, todos con impronta económica. Los nombres, hasta ahora, los mantenía en reserva en medio del caos por su reciente llegada a la Casa Rosada. Pero desde su equipo confirmaron a la nacion que su gestión estará destinada a resolver uno de los temas más urgentes: la inflación. Sin el escollo que significaba Moreno, el círculo de los cambios que propondrá el ex gobernador de Chaco será en principio el Indec. Ayer, todo el equipo que respondía al secretario

de Comercio Interior puso a disposición de la Presidenta su renuncia, entre ellos la secretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila “Pimpi” Colombo, y la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri. Lo mismo hizo norberto Itzcovich, director técnico del organismo estadístico. Por el momento, el nuevo jefe de Gabinete actuará en tándem con el ministro de Economía, Axel Kicillof. En el día a día de la gestión se verá cómo funcionan juntos. “no tienen margen para internas”, sostenía un colaborador presidencial sobre el futuro del dúo fuerte que eligió la jefa del Estado para los dos últimos años de su mandato. Ambos se conocen bien. Kicillof asesoró a Capitanich cuando era senador y escribieron un libro juntos, Federalismo fiscal y coparticipación federal, a fines de los años 90. El ministro coordinador tendrá un perfil fuertemente ejecutivo, a diferencia del de Juan Manuel Abal Medina, que actuó en sus dos años como un secretario privado de Cristina. A partir de la jura de los nuevos funcionarios tanto de la Jefatura de Gabinete como del Ministerio de Economía, donde desembarcará el equipo de Kicillof, está previsto que se hagan anuncios de gestión. Quien quedó confirmado ayer fue el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, un funcionario que siempre se manejó de manera autónoma de los distintos titulares de Economía. Del manejo que muestre Capitanich se verá el poder de decisión que está dispuesta a delegarle Cristina. Una de las secretarías a su cargo en las que podría avanzar es Medio Ambiente. El actual titular, Juan Jo-

sé Mussi, dejaría el cargo para asumir como diputado en la Cámara baja bonaerense. Tiene en la mira, además, el Ministerio de Industria, hoy en manos de Débora Giorgi. Dentro de la estructura de la Jefatura de Gabinete, junto con Abal Medina dejaron sus cargos los hermanos Facundo y Lucas nejamkis. El primero como secretario de coordinación, el puesto más cercano al ministro y clave en el organigrama. Es un lugar destacado que en la gestión de Sergio Massa lo ocupó el mismo Abal Medina y en la de Aníbal Fernández, Silvina Zabala. El segundo ocupaba la jefatura de gabinete de asesores. En línea con la reconstrucción de la imagen de su gobierno que emprendió la Presidenta, el primer eslabón de los cambios fue la salida de Moreno, uno de sus funcionarios más cuestionados. La política se completará con la normalización del Indec, donde, según descuentan fuentes oficiales, pesará Capitanich. En Balcarce 50 descartaban por el momento cambios en el área de Comunicación, uno de los espacios de poder que dependen de la Jefatura de Gabinete. Hoy, el mayor cargo lo tiene el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, como secretario de Medios, pero el poder lo tiene La Cámpora, a través de Rodrigo Rodríguez. Como lo hacía en la época de Eduardo Duhalde, cuando pasó por el mismo cargo, Capitanich tiene previsto trabajar desde temprano. Ayer prometió que hoy a las 7.30 estará en su despacho iniciando formalmente su gestión y hasta podría dar bien temprano una conferencia de prensa, como en los viejos tiempos.ß

el escenario

Otra apuesta, otro partido Carlos Pagni —LA NACION—

Viene de tapa

Más que mirar al año 2015, tenía la vista puesta en 2017. La incorporación de Capitanich contradice esa lógica. El gobernador del Chaco se subió a la plataforma de la administración central para participar desde allí en la disputa sucesoria. Como para los gobernadores e intendentes del peronismo, el horizonte político de Capitanich está en las elecciones presidenciales. A ellos les interesa más el poder que la identidad. Y pretenden que también esta expectativa modele la vida del Gobierno. Un ejemplo ajeno a la Argentina permite pensar mejor la nueva escena. Impedido de acceder a otra reelección, Lula da Silva convirtió a Dilma Rousseff en su jefa de Gabinete en 2005. ¿Será Capitanich el “Dilma” de la señora de Kirchner? Como en toda comparación, el verdadero servicio de ésta es ayudar a entender las diferencias, no las semejanzas. Lula escogió a una heredera sin peso político, un cuadro técnico, una gerenta. Rousseff ni siquiera pertenecía al PT. Además, su padrino estaba en la cima del prestigio. En el oficialismo brasileño nadie necesitaba diferenciarse de él para ganar una elección. Entre Cristina Kirchner y Capitanich el trato es otro. El jefe de Gabinete/candidato requiere que su madrina admita correcciones, de tal modo

que su experiencia sea heredable. Las patologías son conocidas: inflación, inseguridad, déficit energético, entredichos internacionales. Y la más urgente: falta de dólares. A propósito de la sucesión de Silvio Berlusconi, Beppe Servegnini describió el dilema en Il Corriere della Sera: “Personalidad, encanto, amor propio […] son las cualidades que el electorado moderno reclama. Pero esos mismos elementos vuelven difícil la sucesión: el líder carismático ve al heredero como la prueba de la propia mortalidad política y termina por detestarlo”. Ayer la Presidenta habló con pragmatismo: reconoció la crisis de financiamiento y dijo que está dispuesta a “escuchar todas las propuestas, si no son meros esbozos”. En cambio, si se obstinara en permanecer igual a sí misma, la carrera de Capitanich podría arruinarse. Sin embargo, si él amenazara con dejar la administración, ella quedaría al borde del naufragio. ¿Quién devorará a quién? ¿o lograrán la cuadratura del círculo, el cambio en la continuidad? Capitanich ha sido el gobernador que más riesgos tomó en defensa del Gobierno en disputas muy costosas, como el conflicto con el campo o la guerra contra el periodismo crítico. Pero no es un cruzado de la “batalla cultural”. Trata con el sector agropecuario; conoce el mundo financiero;

cultiva amistades en el gobierno de los Estados Unidos; es capaz de defender las posturas de la Iglesia ignorando el laicismo más elemental. Además, en el año 2001, cuando fue jefe de Gabinete de Eduardo Duhalde, navegó por el ojo del huracán junto con Jorge Remes Lenicov. El director del Cippec, Fernando Straface, propuso en un estudio dos modelos de jefe de Gabinete: el de un primus inter pares autónomo, casi un primer ministro, o el mero gestor que hace las veces de vocero y comisionado del presidente. ¿Qué estilo adoptará Capitanich? ¿Llamará a reuniones de gabinete? ¿Urdirá una liga federal de sostén a su gestión? ¿Dialogará con la prensa? ¿negociará con el empresariado? De cómo despeje estas incógnitas dependerá su papel en 2015. Si conseguirá dar continuidad al actual gobierno o si sólo será el instrumento de un experimento de fragmentación en el que termine embarcándose la Presidenta. Estos acertijos son vitales para Sergio Massa y Daniel Scioli. Massa diagrama su carrera con la hipótesis de que el kirchnerismo ha secado su fuente de poder. Capitanich intentará demostrarquesepuedesobreviviraun sin reelección. Para Scioli el cuadro es deprimente: no se unió a Massa para ser el delfín de la Presidenta y ahora descubre que ella prefiere a otro. La designación de Axel Kicillof en

el Palacio de Hacienda es otro cambio significativo. Los mercados se alarmaron con la promoción de un estatista, formado en el marxismo, admirador de lord Keynes en la versión de revisionistas como Hyman Minsky. Pero la expansión de Kicillof puede ser engañosa. Lo apuntó anteayer Javier González Fraga: por primera vez este funcionario reportará a alguien que, como Capitanich, sabe también de Economía y está entrenado en el manejo del Estado. ¿Arriesgará Capitanich su carrera por las veleidades ideológicasdealguienaquientambién él llama “el soviético”? ¿o tomará para sí la conducción del área económica? Kicillof es dogmático, pero no tanto. Con tal de estar en el Gobierno dejó de criticar las adulteraciones del Indec. En sus diatribas contra la YPF “de Repsol” se mordió la lengua antes de mencionar a los Eskenazi, que, como él sabe, eran los verdaderos gerentes de la empresa. Y no tuvo reparos en firmar el acuerdo secreto con Chevron, a pesar de su catilinaria contra las multinacionales petroleras. ¿Cuál será la próxima flexión de Kicillof? Tal vez renuncie al desdoblamiento cambiario. La Presidenta no termina de aceptarle la idea. Además, ahora habrá que convencer también a Capitanich y a Juan Carlos Fábrega, que, como anticipó la nacion, entregó la política monetaria y cambiaria a la burocracia del Banco Central: nombró

gerente general a Juan Carlos Isi, un experto en regulaciones financieras que tal vez no sigue a Minski. El debut: anteayer se registró una devaluación del dólar oficial de 0,6%, el mayor escalón diario de los últimos cuatro años. Fábrega fue decisivo para la otra gran novedad: el ostracismo romano de Moreno. El secretario de Comercio renunció cuando Fábrega entró al Central. El principal resorte de poder de Moreno era, en los últimos tiempos, el control de las operaciones del banco. Todos los días recibía una lista con los requerimientos de dólares de las empresas, que devolvía marcada con resaltador verde o colorado. Fábrega, que conocía esa rutina, pidió la cabeza de Moreno. Le sorprendió que Cristina Kirchner se la concediera sin resistencia. no era el único verdugo: desde hacía meses Kicillof atormentaba a la Presidenta con quejas contra el secretario. Tuvo éxito: antes de que La Cámpora capturara esa oficina, la cubrió con Augusto Costa, su álter ego. Kicillof desdeña a los amigos de Máximo Kirchner por cierta inconsistencia intelectual. La partida de Moreno tiene un significado de primera magnitud. Los feligreses oficiales no aprecian a ese excéntrico ferretero por el resultado de sus políticas. Para ellos su mérito ha sido encarnar, con la extravagancia de un personaje de Titanes en el Ring, la lucha contra “los enemigos

del pueblo”. A la cabeza de ellos, los medios críticos. Para un grupo que sólo tiene conciencia de sí mismo cuando entra en conflicto con el otro, las procacidades y pantomimas de Moreno eran un signo del curso correcto de la historia. ¿Quién cumplirá ahora ese papel? ¿o la terapia cognitiva lo habrá vuelto prescindible? El relevamiento de Moreno fue inevitable después del resultado electoral. La presión cuerpo a cuerpo necesita, como método de política económica, el respaldo de los votos. Desvanecida en las urnas la ilusión de eternidad, los telefonazos de Moreno a las empresas corrían el riesgo de envejecer en los contestadores automáticos. El exilio del secretario pone a Cristina Kirchner ante un desafío: tal vez deba resignarse a administrar la economía fijando reglas generales. Una opción angustiante para alguien que, en vez de atribuir los desajustes a una impersonal mano invisible, tiende a creer en maquinaciones conspirativas. ¿Habrá que esperar más sorpresas? Anoche en el mercado petrolero circulaba la versión de que se crearía un Ministerio de Energía para Miguel Galuccio, quien dejaría al frente de YPF a Fernando Giliberti. Con una reestructuración tan ambiciosa, hasta podría cubrirse la Secretaría de Lucha contra el narcotráfico, vacante desde marzo. Para semejante ola reformista, sería apenas un detalle.ß