Desarrollo Económico, 8/5/2006

Introducción. EL OBJETIVO de este capítulo ... demográficos que determinan el tamaño y la estructura de la población: Na
346KB Größe 4 Downloads 16 Ansichten
4. Indicadores Si tu intención es describir la verdad hazlo con sencillez; la elegancia déjasela al sastre Albert Einstein

4.1. Introducción EL OBJETIVO de este capítulo es presentar y analizar algunos de los instrumentos empíricos comúnmente usados para evaluar el nivel del bienestar de la población y los cambios económicos y sociales que ocurren a lo largo del tiempo. El análisis consiste en destacar tanto las ventajas o fortalezas, como las debilidades o limitaciones de los indicadores más comunes de rendimiento o performance social. Asimismo, tal evaluación requiere comparar rendimientos de dos o más economías en un momento dado y/o de una misma economía a lo largo del tiempo. Esto es, la evaluación de rendimientos supone, siempre, el uso de la comparación. Se ha organizado la exposición según el siguiente plan: En la próxima sección se examina el concepto de Producto Bruto Nacional por habitante (PBNph), que es el indicador de bienestar con mayor antigüedad y popularidad del desarrollo económico o bienestar material de la población. Paso seguido se analiza Índice de Desarrollo Humano (IDH), cuya principal característica consiste en incorporar aspectos no económicos en la medición del bienestar. El trabajo culmina con el análisis de la tasa de crecimiento del PBN, total o por habitante. 4.2. El Ingreso o Producto Bruto Nacional por habitante (PBNph) El PBNph puede definirse intuitivamente como la cantidad de bienes y servicios (expresado en términos monetarios) que, en promedio, dispone cada miembro de la sociedad en un lugar y en un momento del tiempo. En la medida en que el ingreso monetario es el que permite el acceso a los bienes y servicios, el PBNph es equivalente al ingreso por habitante o ingreso per cápita. Es decir, el PBNph da una idea aproximada de la riqueza con que cuenta un habitante promedio de un país en un momento determinado. Las dos principales ventajas de este indicador son, por un lado, la disponibilidad de información y, por otro, la facilidad de cálculo. La casi totalidad de los países del mundo dispone de un sistema de cuentas nacionales que permite conocer con cierta precisión el volumen de riqueza que se genera anualmente (PBN); y realiza, de manera más o menos frecuente, censos de población (N). Por su parte, una vez que se dispone de la información de base, se requiere sólo una operación: dividir el Producto Bruto Nacional (PBN) por el total por la población (N). Durante muchos años el PBNph fue considerado el indicador más importante del nivel de desarrollo de las economías. Según Biltnvinik (1992): “El predominio del Producto Bruto por habitante (PBIph) se explica por: 1) En los sistemas económicos basados en la producción de valores de cambio se presta poca atención a las necesidades (relacionada con los valores de uso) y se ignora su naturaleza básica o no básica; 2) el PBI pondera a las personas por su ingreso y a los bienes y servicios por su precio, en concordancia con la forma directa y aparentemente objetiva en que el mundo real los valora. La escala teórica del PBI y la escala práctica de la vida real son iguales; 3) el PBI no es una forma extraña de medir el desarrollo para el político o el ciudadano medio; y 4) adicionalmente, el PBI es una expresión sintética que forma parte del esquema conceptual coherente de la contabilidad nacional.”1 1

En esta cita (y, en general, en los estudios del desarrollo) el autor usa el término PBIph en idéntico sentido del que el que aquí se da al PBNph.

1

¿Qué diferencia hay entre el PBI y el PBN para analizar bienestar? En principio ninguna. El PBN, es el valor agregado interno y externo que se atribuye a los residentes del país, vivan donde vivan. El PBN incluye el Producto Bruto Interno (PBI) más (y menos) el ingreso neto de los factores procedentes del exterior. Debe recordarse que el PBI mide el total de la producción de bienes y servicios finales de un país, correspondientes a residentes y no residentes, independientemente de su distribución entre origen interno y externo2. Las cifras de PBI no incluyen deducciones por depreciación de activos fabricados ni por agotamiento y degradación de los recursos naturales y puede estar expresado a costo de factores o a precios de mercado. Es esta última valuación la que generalmente prevalece en las estadísticas proporcionadas por los organismos internacionales. La otra parte de la relación, la población, alude a la cantidad de habitantes de un país (región o provincia) correspondiente a la mitad del año calendario respectivo3. ¿Por qué se toma la población a mitad del año calendario? Porque se acepta el supuesto que establece que hacia esa fecha (aproximadamente el 1 de julio) se han producido la mitad de los hechos demográficos que determinan el tamaño y la estructura de la población: Nacimientos, defunciones y migraciones. Dicho de otra manera se pretende con esto captar el tamaño promedio de la población en un año determinado. Un aspecto más, relacionado con este tema. El dato sobre efectivos de población lo proporcionan los censos. Estos se realizan por lo general con una periodicidad decenal y, también por lo general, en los años terminados en cero: 1960, 1970, 1980, etc. Por ese motivo las cifras para los años intercensales se obtienen por estimaciones con un grado de sofisticación variable. En el Cuadro 1 se muestra el ingreso por habitante de varios países, pudiéndose apreciar las disparidades y las brechas entre los niveles de bienestar. Por ejemplo, el PBNph de Noruega es 87 veces más elevado que el de Níger y supera en más de 4 veces al de Argentina. El cuadro también muestra que existe una gran diversidad de situaciones aún dentro de cada una de las categorías (regiones, por ejemplo). *******Cuadro 1******* En suma, si bien existen muchos aspectos en contra de adoptar al PBNph como una medida totalmente fiable del bienestar de la población, se aprecia que tiene un gran poder de diferenciación y, al menos, da una pauta sobre las diferencias mundiales, que puede ser mejorada por otros indicadores, como se verá luego. Antes de ello se mencionarán algunos de los problemas o debilidades de este indicador, tan ampliamente usado por la comunidad internacional, preocupada por estos problemas. A. Comparabilidad Cuando se intenta comparar niveles del PBNph entre dos o más países aparecen varios problemas. Para sistematizarlos, resulta práctico definir el PBN según se muestra en la siguiente expresión: .

[1]

Donde Pi es el precio del i-ésimo bien o servicio final (Qi) producido en la economía en un año. 2

Para recordar conceptos de las Cuentas Nacionales (no demasiado importantes en este contexto) puede consultarse Barro et al. (1997), capítulo 2. 3 A pesar de su escaso peso relativo en países como la Argentina, los refugiados no radicados permanentemente en el país que los asila, son considerados parte de la población de su país de origen.

2

Mediante esta definición algebraica se aclaran muchos de los problemas que convierten al PBNph en un indicador defectuoso (pero no por ello despreciable) del nivel de bienestar material de la población. En primer lugar, hay que considerar que en el mundo coexisten diversos signos monetarios: el dólar, el yen, la libra esterlina, el euro, el peso, etc. Cada país calcula el PBN y lo expresa en su propio signo monetario. Así surge el primer problema de comparabilidad. No tiene demasiado sentido comparar el PBN chileno en pesos chilenos con el PBN norteamericano en dólares. En segundo lugar, por la definición [1] se aprecia que los precios operan como ponderadores de las cantidades. En la medida en que para un mismo “Q” hayan “P” diferentes, los resultados de las comparaciones entre los PBNph de distintos países resultarán distorsionados o sesgados. Por último, no siempre —o más bien casi nunca— la producción medida coincide con la efectivamente realizada. Hay un conjunto de actividades que no están captadas por las cuentas nacionales. Es la denominada economía informal o no registrada que tiende a subestimar el valor de “Q” cuanto más importante es en términos relativos. B. Los signos monetarios Para realizar comparaciones internacionales es necesario que los PBNph comparados estén expresados en una única moneda. Como se dijo antes, no tiene demasiado sentido comparar el PBNph de Chile en pesos chilenos con el PBNph de los Estados Unidos en dólares. El primer problema a resolver consiste entonces en convertir las magnitudes del PBNph a una moneda común4. Una solución a este problema consistiría simplemente en usar el tipo de cambio externo (TC). Por ejemplo si lo que se busca es expresar el PBN de la Argentina (en pesos) en dólares norteamericanos, se aplica la siguiente fórmula5: [2] Esta operación elimina las diferencias debidas al signo monetario de los países, pero arroja resultados distorsionados o sesgados en la medida en que las relaciones de precios de las economías que participan del comercio mundial (y que se comparan) no son idénticas. Es decir, ligado al problema de los diferentes signos monetarios se encuentra otro, más complejo e importante, relacionado con los precios vigentes en cada país. Como se verá enseguida, la perfecta movilidad de factores y bienes debería hacer que los precios de las mercancías sean las mismas en todo lugar, al menos en un momento del tiempo. No hay razones que puedan hacer diferir los precios del azúcar en Tokio o en Buenos Aires. Pero ocurre que hay muchas mercancías que no son objeto del comercio internacional. Se trata de los bienes y servicios denominados “no transables” (Recuadro 4.1). ********Recuadro 4.1******** El precio de los bienes no-transables no depende de la competencia internacional y sí de muchos factores relacionados con el funcionamiento doméstico de las economías: Su nivel de ingreso, la cantidad de bienes que resultan complementarios en el consumo, la cantidad de oferentes, las regulaciones, etc. Es decir, el problema de la conversión del signo monetario a una moneda común, como por ejemplo el dólar, no es independiente de los factores que determinan el nivel de precios, especialmente de los no transables.

4

Nuevamente se está suponiendo aquí, como en la sección anterior, que están dadas las condiciones previas para efectuar las comparaciones. Por ejemplo la unificación internacional de los conceptos y de la metodología utilizados. Este problema está tratado breve pero claramente en Monteverde (1994). 5 Tomada de Ferrucci (1995).

3

C. Los precios Para solucionar este problema, el Programa de Comparación Internacional de las Naciones Unidas (PCI) ha elaborado una metodología denominada paridad de poder adquisitivo (PPA) que permite expresar el PBN en moneda y precios homogéneos (The World Bank, 2008). La aplicación de este método requiere contar con una canasta representativa de bienes y servicios valorada en dólares de los Estados Unidos. Esta magnitud se usa como denominador del tipo de cambio de paridad (TCP). El numerador de esa expresión viene dado por los bienes y servicios de la canasta representativa valorada a los precios y moneda vigentes en cada economía. Este cálculo es realizado generalmente para un año, actualizándolo en función de la evolución de los precios internos de cada economía. En términos algebraicos el TCP se obtiene así: .

[3]

En la cual hay una canasta con “m” bienes y servicios que son tomados en cuenta para conocer el precio de la moneda extranjera o divisa, que es lo que se necesita6. Una alternativa basada en esta teoría de la Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) es el denominado Índice Big Mac (IBM), que consiste en evaluar el tipo de cambio de cada país tomando como base el precio de un único bien: una hamburguesa McDonald’s. El IBM permite saber entonces si una divisa se encuentra en su paridad “correcta” o no. Ello se debe a la idea explicada en el párrafo anterior: El tipo de cambio entre dos monedas está en equilibrio cuando el precio de dos canastas idénticas, compuestas por determinados bienes y servicios, es igual en los dos países. El que la hamburguesa Big Mac se comercialice en 3000 establecimientos de 120 países usando los mismos ingredientes, hace posible comparar los precios de los países a nivel mundial. El precio base es siempre el de EEUU y se obtiene como promedio de cuatro ciudades de ese país: Atlanta, Chicago, Nueva York y San Francisco. En el Cuadro 2 se muestra el procedimiento mediante el cual se llega a la valuación Big Mac de las monedas. Se han incluido tres economías latinoamericanas: Argentina, Brasil y Chile, tres muy desarrolladas: Dinamarca, Noruega y Suecia; y tres con un nivel muy bajo de desarrollo relativo: Egipto, Malasia y Sri Lanka. Puede verse allí que una Big Mac en Argentina cuesta $ 14 y en los Estados Unidos, 3,73 dólares. La pregunta es ¿Cuál debería ser el valor del dólar en la Argentina que iguale el precio de una Big Mac con los Estados Unidos? Si se divide $ 14/ US$ 3,73 el resultado es 3,75 pesos por dólar, que contrasta con los 3,93 pesos por dólar del TC oficial de la Argentina en esa fecha. En este caso, el tipo de cambio de paridad (3,75) es más bajo en un 5 % al tipo de cambio que arroja el mercado cambiario, lo que estaría indicando que el peso está subvaluado en un 5 %. En otras palabras, se requeriría que la cotización del mercado caiga de 3,93 a 3,75 (una apreciación cambiaria del 5 %) para restablecer la paridad de poder adquisitivo según el IBM. ********Cuadro 2******** El enfoque teórico del IBM se deriva de la teoría de la PPA que establece que productos similares, situados en diferentes países, deben tener igual precio (ley de un sólo precio). Es decir, el tipo de cambio debe igualar los precios de una cesta de bienes y servicios en dos países. Si se cumpliese la teoría de la PPA un dólar debería servir para comprar lo mismo, o la misma cantidad de productos, en todos los países del mundo. Pero lo que muestra 6

Para un detalle sobre el PCI y su aplicación a América Latina y el Caribe, puede verse el sitio web de la CEPAL: www.eclac.cl, en la División de Estadística.

4

el Cuadro 3 es que los tipo de cambio de los P-D están siempre por debajo del valor de equilibrio dado por el IBM, mientras que los correspondientes a los P+D están siempre por encima7 (Ver Recuadro 4.2). Una explicación de este fenómeno se basa en las diferencias de productividad en esos países. Los países ricos tienen productividad más alta que países pobres, pero su ventaja es menor en los bienes y servicios no transables. Dado que los salarios son los mismos en ambos sectores, los no transables son más baratos en países más pobres. Por lo tanto, si las modernidades son determinadas por los precios relativos de transables, solamente PPA se calcula de una cesta que incluya no transables, tales como el Big Mac, las monedas de los países pobres aparecerá siempre infravalorada. ********Recuadro 4.2******** Motivados por divergencias de esta naturaleza y por la necesidad de contar cifras comparables de varios países, dos investigadores de la Universidad de Pennsylvania (Summer y Heston, 1991) publicaron un conjunto de datos entre los que figuran el nivel del PBN y de la población de más de 130 países de todo el mundo, desde 1950 en adelante. Tal información es considerada hoy la más confiable para realizar comparaciones, pues ajustan el nivel del PBI de cada país a las diferencias de precios y niveles de vida. D. Las cantidades Se dijo ya que Q incluye la producción registrada y no registrada. Las actividades económicas que no se registran tienen que ver con la: a) Parte de la producción legal declarada que no se computa por problemas técnico-metodológicos; b) producción legal no declarada; c) producción ilegal. En los países menos desarrollados (P-D) tienen un peso importante la producción para el auto-consumo y la denominada producción doméstica de servicios (por ejemplo amas de casa, por lo general mujeres, que se ocupan de las tareas del hogar y del cuidado de niños). Muchas de estas actividades no pasan por el mercado y, por tanto, no son consideradas actividades económicas, a pesar de que generan valor económico. En estos países tiene importancia también la denominada economía informal, ámbito en el que se realizan un conjunto de transacciones, predominantemente concentradas en el sector servicios (De Soto, 1997) que no son incluidas en las cuentas nacionales. En la economía informal trabajan también migrantes internos provenientes del sector rural y que no encuentran inserción laboral en el sector urbano formal (Todaro, 1988). En este caso, la informalidad operaría como una actividad refugio ante los problemas de desocupación urbana en el segmento formal y ante la inexistencia de mecanismos institucionales (tales como seguro de desempleo) para amortiguar la escasez de ingresos. Volviendo al tema de partida, la economía no registrada afecta el valor de “Q” subestimándolo. Hay dos aspectos a tener en cuenta en los estudios que se ocupan del Desarrollo Económico8: (i) La participación del PBN no registrado sobre el total para diferentes economías en un momento dado del tiempo (corte transversal); y (ii) los cambios en la participación del PBN no registrado sobre el total para una economía a lo largo del tiempo. En el primer caso supóngase que se comparan dos economías con idéntica participación del PBN no registrado sobre el PBN total. Las magnitudes relativas no arrojarían sesgo alguno en la comparación de la calidad de vida. El sesgo en las comparaciones surge cuando se comparan los PBN de dos economías con peso diferente de su PBN no registrado sobre el PBN total. 7

Para ver esta regularidad puede consultarse los valores que arroja el IBM para la muestra de 120 países que releva The Economist (www.economist.com). 8 En las consideraciones siguientes estamos suponiendo que las distorsiones surgen a raíz de la parte del PBN que no aparece registrado en las Cuentas Nacionales.

5

Por ejemplo, en el Cuadro 3 se muestran los PBNph registrados (R), no registrados (NR) y totales para dos economías ficticias en un año. Se ha supuesto que la economía más pobre (A) tiene un 100% de su producto no registrado y que la más rica tiene un 3,2% de su producto no registrado. Si se compara el bienestar de B en términos de A con las cifras registradas se obtiene la conclusión siguiente: B tiene un bienestar 30 veces más alto que B. Si se compara el bienestar de B en términos de A con las cifras totales se obtiene la conclusión algo diferente: B tiene un bienestar 16 veces más alto que B. **********Cuadro 3********* También se obtienen resultados sesgados cuando se calculan tasas de crecimiento de una economía. Si la participación del PBN no registrado sobre el PBN total permanecería invariable a lo largo del tiempo, la tasa de crecimiento no tendría sesgo (al menos por este motivo). Un ejemplo de esta situación se muestra en el Cuadro 4, con la evolución de una economía hipotética durante cuatro años. Si se tiene en cuenta el PBNph registrado se podría concluir que esta economía estuvo creciendo a razón de un 5% anual. No obstante, si se consulta la evolución del PBNph total se ve que el crecimiento de esta economía ha sido nulo y que el 5% anual fue debido a una mejor captación por parte del organismo responsable del cálculo. ********Cuadro 4******** En la experiencia real los casos más citados son los de Argentina e Italia en años recientes. Argentina aumentó, entre 1990 y 1991, un 43 por ciento su PBN luego de que la CEPAL, por un pedido del Banco Central de la República Argentina, incorporara al cálculo de su producto la economía no registrada. Por el mismo motivo, Italia pasó, en 1986, del 61 al 51 puesto en las potencias industriales del mundo superando a Inglaterra. 4.3. El Índice de Desarrollo Humano (IDH) Para satisfacer sus necesidades el hombre necesita relacionarse con la naturaleza. Esto es así tanto en lo que se refiere a la transformación de los productos de la naturaleza como al consumo de los bienes producidos. De manera tal que el hombre, proceso de producción mediante, obtiene de la naturaleza todo lo que requiere para la satisfacción de sus necesidades. En efecto, en los modelos económicos más elementales se supone, para simplificar, que la relación económica es una relación del hombre con la naturaleza, una relación sujeto (productor-consumidor)-objeto (producido-consumido). Esto es, una relación, podría decirse, material. Pero si se remueve este supuesto, sólo válido para Robinson Crusoe, queda en evidencia que el hombre no produce solo sino en conjunto, mancomunadamente. A lo largo de todo el proceso económico (producción-intercambio-consumo) intervienen sendas relaciones sociales. Es por ello correcto decir que el objeto de la economía es una relación social, y es por ello también que se clasifica a la economía entre las ciencias sociales. La clase de relaciones sociales de las que se ocupa la economía son las relaciones sociales mediadas por objetos. Tal objeto es el depositario del interés (de la acción social orientada a fines) del hombre cuyo fin sigue siendo el satisfacer una necesidad. Se desprende de lo anterior que en toda relación económica existen al menos dos dimensiones: La material; y la social. Mientras que la primera da cuenta de la relación del hombre con la naturaleza, la segunda analiza la necesidad de los otros hombres para completar y concretar el proceso económico. Desde este punto de vista, el PBNph es un indicador de acceso de la población a los bienes y servicios que la sociedad produce en un año. El acceso será mayor mientras más alto sea el PBNph. Pero ¿qué indica el PBNph sobre la segunda dimensión de lo económico?. La respuesta es nada. Y esta es una omisión importante dado que la posibilidad de acceso a niveles 6

materiales mayores depende de la capacidad de las personas. Y tal capacidad depende del grado de desarrollo de las relaciones sociales, de la forma en que el hombre organiza su actividad con otros hombres con el fin de satisfacer sus necesidades. En tal organización interviene la constitución y el desenvolvimiento de las instituciones sociales: sistema educativo, sanitario, de seguridad social, de protección social, etc. Es este razonamiento el que imprime el carácter de multidimensional al proceso de desarrollo y que le da sentido social al análisis económico. El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es un intento por captar tanto la dimensión material como la social del proceso de desarrollo. Pero antes de analizar cómo se construye el IDH es necesario aclarar algunos conceptos relativos al significado de “desarrollo humano”. El desarrollo humano se define como el proceso tendiente a ampliar las opciones de que dispone la gente. En este sentido, las tres opciones consideradas esenciales consisten en: Una vida larga y saludable; conocimientos; y recursos materiales necesarios. Estos aspectos se consideraron esenciales, dado que sin ellos las demás oportunidades permanecen inaccesibles. Operan, en este sentido, como condiciones necesarias de las demás opciones. La base sobre la cual se seleccionaron estos aspectos y no otros es la importancia de conocer cuál es la capacidad que debe poseer la gente a fin de participar en la sociedad y contribuir a ella. Desde este punto de vista el concepto de desarrollo humano reconoce dos facetas. La primera alude al fomento de la capacidad humana. La segunda, al fomento de la capacidad adquirida. Esta última requiere de la libertad política, económica y social, como así también de las oportunidades de ser creativos y productivos y de disfrutar de auto respeto personal y de derechos humanos garantizados. Estas ideas se conectan con la definición de desarrollo centrada en el plano de las capacidades y derechos (Sen, 1985) como elementos constitutivos centrales del bienestar real de la población. A. Cálculo del IDH Sobre esta base conceptual se construye el IDH. Para captar los tres aspectos considerados esenciales para el desarrollo humano, el IDH usa las siguientes variables: a) Longevidad; b) nivel educativo; y c) nivel de ingreso. Los indicadores correspondientes a cada uno de ellos son, respectivamente: a) Esperanza de vida al nacer (e0); b) Alfabetización de adultos (ne1) y tasa de matriculación combinada: primaria, secundaria, terciaria (ne2); y c) Producto Bruto Nacional por habitante (PBNph). El IDH surge como un promedio simple de los Índices individuales correspondientes. La expresión general de cada uno de estos índices es la siguiente: [3] Donde los “k” están representando en este caso cada una de las dimensiones mencionadas en el párrafo anterior: Longevidad, educación y nivel de ingresos. B. Extensiones al IDH El IDH fue el primero de su género, pero le sucedieron otros indicadores de bienestar construidos con una lógica similar. Entre ellos cabe mencionar los índices de desarrollo relativo al género (IDG) y los de potenciación de género (IPG). Ambos fueron introducidos en el Informe sobre Desarrollo Humano 1995 (PNUD, 1995.) y se plantearon como propósito reflejar desigualdades de género en el desarrollo humano. El IDG mide los logros de desarrollo humano en las mismas dimensiones y con los mismos indicadores que el IDH, mientras que el IPG introduce la desigualdad de género en lo que hace a oportunidades económicas y políticas. 7

En informes posteriores se incorporaron otros indicadores, como el índice de pobreza humana (IPH) introducido en el Informe sobre Desarrollo Humano 1997 (PNUD, 1997) a partir del concepto de pobreza humana. Mientras que el IDH tenía como propósito medir los logros en las dimensiones básicas del desarrollo humano, el IPH mide la privación en esas dimensiones. El IPH es una medida sintética que resume el carácter multidimensional de la pobreza concentrándose en la privación de cuatro elementos esenciales de la vida humana ya reflejados en el IDH: la longevidad, los conocimientos, el aprovisionamiento económico y la inclusión social. Si bien estas dimensiones no difieren por el nivel de desarrollo de los países se utilizan indicadores diferentes para medirlas. Como se aclara en PNUD (1997), un indicador que se concentre en el analfabetismo y la mortalidad prematura puede discriminar bien entre Sri Lanka y Pakistán pero no, por ejemplo entre Alemania y Francia. En los países en desarrollo los problemas principales tienen que ver con el hambre, el analfabetismo, las epidemias y la escasez de agua potable, todos los cuales fueron superados hace años en los países desarrollados. Nótese que por ello en estos últimos países más que hablar de pobreza se está incorporando el término exclusión social. C. Limitaciones Una de las limitaciones fundamentales del IDH es que deja de lado muchas características propias del proceso de desarrollo. Esto último es propio de toda medida sintética de cualquier fenómeno adolece de este defecto. Por otro lado, es claro que el IDH es un promedio del nivel de desarrollo humano alcanzado por un país en un momento determinado. Como toda medida promedio, su valor puede estar ocultando las diferencias entre valores extremos de una distribución. Tal es el caso de disparidades entre varones y mujeres (que se capturan tanto con el IDG y con el IPG), diferentes grupos étnicos, provincias, regiones o estratos sociales. Por ejemplo, el Cuadro 6 muestra cómo diferentes grupos de población, dentro de la Argentina, parecerían estar viviendo en diferentes países, a la vez de cuán poderoso puede ser el IDH para detectar tensiones sociales y conflictos potenciales. Se aprecia en el cuadro que las nueve primeras jurisdicciones del país tienen valores superiores a 0,800, las cuales de acuerdo a la clasificación propuesta por las Naciones Unidas, serían clasificadas como de desarrollo humano alto. El resto figurarían en el ranking mundial como de desarrollo humano medio. Tal como lo plantean Lovuolo y Barbeito (1993), la característica de este último grupo de provincias es su amplia dispersión: un rango que comprende valores relativamente altos (0,794 para Córdoba) y otros que rozan el límite de los países clasificados como de desarrollo humano bajo (0,573 para Chaco). El Cuadro 6 muestra también las similitudes en el nivel de vida de las provincias de Argentina con la de algunos países. Quedan claras las diferencias interprovinciales si se piensan en términos de países: por ejemplo, Luxemburgo versus Mongolia. **********Cuadro 6********** La no consideración de la distribución del ingreso es otra de las deficiencias importantes del IDH. Por ejemplo, en una economía con crecimiento económico se apreciarán aumentos en el valor del IDH, independientemente de los cambios que se estén observando en la estructura distributiva. No obstante y a partir del reconocimiento de esta deficiencia, recientemente se han logrado progresos importantes en el cálculo de medidas desagregadas del IDH que permiten solucionarlo, aunque sea de manera parcial. Entre esas medidas figuran el índice de desarrollo relativo al género (IDG), el índice de potenciación de género (IPG) y el índice de pobreza humana (IPH). 8

4.5. La tasa de crecimiento del producto (G) El método de la tasa de crecimiento es el más sencillo y es, aún hoy, el más usual de todos los conocidos para el análisis del crecimiento económico. Consiste en calcular el porcentaje de variación, a precios constantes, del PBN. Si se acepta como hipótesis que la producción crece de manera exponencial, entonces la tasa de crecimiento viene dada por: [4] Donde G es la tasa de crecimiento, Q0 es el PBN real en el período "0" (anterior), Qn es el PBN real del período "n" (actual) y t es el tiempo transcurrido entre 0 y n. Un aspecto importante al calcular la tasa de crecimiento es tener en cuenta, mínimamente9, el crecimiento de la población. El cálculo dado por la ecuación precedente es el mismo, variando sólo el concepto de producto usado: mientras en una es el PBN real total en otra es el PBN real per cápita. [5] Donde “n” es el crecimiento de la población. A. Limitaciones Un aspecto a tener en cuenta para evaluar el rendimiento de una economía es el año que se usó como base de los cálculos. Como se sabe, la evolución económica no es lineal, sino que se produce “a saltos”, denominados ciclos económicos. Por ejemplo, si se elige como base un año con un alto (bajo) PBN, la tasa de crecimiento de los años siguientes bajará (subirá). El problema es que al no existir por definición un año “normal”, el investigador tiene amplia libertad en la elección del año base, lo que puede generar interpretaciones diferentes de un mismo conjunto de datos. Otro de los problemas recurrentes en el estudio de la tasa de crecimiento de la economía es la sub o la sobreestimación del nivel del PBN. La exactitud de la tasa de crecimiento depende de la precisión de las cifras de PBN que entran en su cálculo (ver sección 1). En principio, está claro que es imposible establecer una tasa de crecimiento con dos dígitos significativos (Morgenstern, 1970) y menos aún cuando el período de observación es relativamente corto. En el Cuadro 7 se muestra el cálculo de las tasas de crecimiento de la economía para variaciones de más o menos 1, 3 y 5 por ciento de las cifras observadas. Las cifras corresponden, aproximadamente, a las registradas en la economía Argentina durante los primeros años de la década de 1990 y se supone un crecimiento PBN registrado en el año 0 de 240 mil millones de dólares a 260 mil en el año 1. Se aprecia en el Cuadro 7 que si el PBN medido para el año 0 es un 5% más bajo que el real y que la cifra medida para el año 1 es un 5% más alta, la tasa de crecimiento habrá sido de un 19,7 por ciento. De la misma forma si se cambian los signos de esta relación se llega a una tasa del —2% anual. La tasa real en este caso debería ser del 8,3%, bastante lejana de la obtenida en los dos casos anteriores. *********Cuadro 7********** La tasa calculada a diferentes márgenes de error se denomina tasa aparente de crecimiento. Esta se contrapone a la tasa real, libre de errores de cálculo. Se puede demostrar 9

Se aclara “mínimamente” pues un cálculo más detallado tendría que considerar también la estructura por edad y sexo de la población.

9

que la tasa aparente de crecimiento se aproxima a la tasa real cuando n tiende a infinito. Dicho de otra forma los errores se minimizan mientras más prolongado es el período que se considera para el análisis.

10

Cuadro 1 PBNph (en dólares PPA): Países seleccionados, 2010 País Argentina Bolivia Brasil Chile Tres economías más ricas Australia Islandia Noruega Tres economías más pobres Malí Níger Sierra Leona

PBNph 14.603 4.357 10.607 13.561 38.692 22.917 58.810 1.171 675 809

Fuente: http://hdr.undp.org/. Cuadro 2 El Índice Big Mac País

Moneda

USA Argentina Brasil Chile

Dólar Peso Real Peso

Dinamarca Noruega Suecia

DKK (Corona danesa) Kroner (Corona noruega) SEK (Corona sueca)

Egipto Malasia Sri Lanka

Pound (Libra egipcia) MYR (Ringgit malayo) Rupee (Rupia india)

Precio Big Mac (en moneda local) 3,73 14,00 8,71 1.750,00

PPA Implicado

Tipo de cambio oficial (*)

Relación con respecto al dólar (%)

3,75 2,33 469,00

3,93 1,77 524,00

-5 31 -10

28,50 45,00 48,40

7,63 12,10 13,00

5,81 6,25 7,37

31 93 76

13,00 7,05 210,00

3,48 1,89 56,30

5,70 3,21 113,00

-39 -41 50

(*) Al 21 de julio de 2010. Fuente: The Economist.

11

Cuadro 3 Incidencia del PBNph No Registrado en el PBNph entre dos economías hipotéticas País A B

PBNph (R) 500 15.000

PBNph (NR) 500 500

PBNph (Total) 1000 15.500

Fuente: Construcción propia.

Cuadro 4 Incidencia del PBNph No Registrado en el Año 1 2 3 4

PBNph a lo largo del tiempo PBNph (R) PBNph (NR) PBNph (Total) 500 500 1000 520 480 1000 540 460 1000 560 440 1000

Fuente: Construcción propia.

12

Cuadro 5 Máximos y mínimos para Cada componente del IDH Valores

Componente Esperanza de vida

Mínimo

Máximo

25 años

85 años

0%

100 %

Tasa de matriculación PBNph

100 dólares

40.000 dólares

Fuente: Construcción propia.

Cuadro 6 Argentina: Índice de Desarrollo Humano por provincias, 1980 Puesto/Provincia 1. Capital Federal 2. La Pampa 3. Tierra del Fuego 4. Neuquén 5. Santa Cruz 6. Santa Fe 7. Chubut 8. Mendoza 9. Río Negro 10. Córdoba 11. Buenos Aires 12. San Luis 13. Tucumán 14. Entre Ríos 15. San Juan 16. Catamarca 17. Salta 18. Jujuy 19. La Rioja 20. Corrientes 21. Misiones 22. Santiago del Estero 23. Formosa 24. Chaco

IDH 0,933 0,863 0,862 0,851 0,850 0,850 0,845 0,804 0,803 0,794 0,780 0,752 0,731 0,700 0,676 0,673 0,667 0,663 0,638 0,630 0,604 0,598 0,587 0,573

Fuente: Barbeito y Lovuolo (1993).

13

Países con IDH próximo Luxemburgo Bulgaria Bulgaria Singapur Singapur Singapur Costa Rica México México Malasia Dominica Colombia Cuba Jamaica Tailandia Sudáfrica Siria/Turquía Sri Lanka/Libia Ecuador Paraguay Filipinas Perú Irak Mongolia/Túnez

Cuadro 7 Tasa anual de crecimiento de la economía con errores de cálculo entre 0,  1, 3 y 5% Año 0 228 233 238 240 242 247 252

247 8,3 6,0 3,7 2,9 2,1 0,0 ‒2,0

252 10,5 8,1 5,9 5,0 4,1 2,0 0,0

257 12,7 10,3 7,9 7,1 6,2 4,0 2,0

260 14,0 11,5 9,2 8,3 7,4 5,2 3,2

263 15,4 12,9 10,5 9,6 8,7 6,5 4,4

268 17,5 15,0 12,6 11,7 10,7 8,5 6,3

273 19,7 17,2 14,7 13,8 12,8 10,5 8,3

Fuente: Cálculos propios Cuadro 8. Cálculo IDH – 1990-2005 Longe

Conoci mientos

Nivel de vida

e0

Tasa de analfabetismo adulto

W ( y)  log( y) si 0  y  y *

vidad 199 0

Valore s extremos Año corriente

W ( y)  log( y*) si

y  y*

[41,8;

78,4] y* =LP países industrializados

[12,3; 100] [2.34; 3.68]

199 1

Idem 1990

2/3 W ( y)  1 (1   ) y (1 ) analfabetismo + donde    (  1) , 1/3 años de para  y  y  (  1) y * educación

Año corriente [42; 78,6] [9,1; 70,1] [350; 5070]

199 2

Idem 1990

Idem

Idem 1991

1991

Año corriente [42; 78,6] [0; 3] [380; 5079]

199 3

Idem 1990

Idem

Idem 1991

1991 14

Año corriente

[42; 78,6] [0; 3] [367; 5075] 199 4

Idem 1990

Idem 1991

Idem 1991, pero con y* = PBI per cápita mundial tivos promedio

Norma [25;

85] alfa: [0; 100] esc: [0; 15] [200; 40.000] 199 5-1998

Idem 1990

2/3 analfabetismo + 1/3 tasa matriculación combinada

Idem 1994

Norma tivos [25; 85] alfa: [0; 100] matr: [0; 100] [100; 40.000]

199 9-2010

Idem 1990

Idem 1995-98

W ( y) 

Fuente: Mancero (2001).

15

log ( y)  log ( y min )

Idem 1995-98 log ( y max )  log ( y min )

Recuadro 4.1. Burgernomics Asia sigue siendo el lugar más barato para disfrutar de una hamburguesa. La reciente decisión de China de aumentar la flexibilidad del yen no ha hecho mucha diferencia todavía. Una Big Mac cuesta $1,95 en China, al cambio actual, frente a 3,73 dólares en Estados Unidos. Nuestro índice sugiere que un tipo de valor justo sería 3,54 yenes por dólar, en comparación con la tasa actual de 6,78. En otras palabras, el yen está subvaluado en un 48%. Otras monedas asiáticas también están infravaloradas. El real brasileño es una de las pocas monedas de mercados emergentes que se negocia por encima de su Big Mac de referencia. Burgernomics sugiere que el real está sobrevaluado en un 31%. Los números de Big Mac se deben tomar con una pizca de sal. No son un factor de predicción precisa de los movimientos de divisas. La mayor parte del costo de una hamburguesa depende de insumos locales, tales como el precio del alquier del local los salarios de los empleados, que tienden a ser más bajos en los países más pobres. Por lo tanto las comparaciones de PPA son más confiables entre los países con niveles similares de ingresos. Por lo tanto, es particularmente interesante ver que el euro sigue estando sobrevalorado en comparación con muchas otras monedas del mundo desarrollado. Hace un año, el euro estaba sobrevalorado en un 29% sobre el valor de referencia hamburguesa, esa cifra se ha reducido a 16%. Otras monedas son más caras todavía. Los inversores que buscan un lugar seguro para poner su dinero han encontrado refugio en el franco suizo. A pesar de los intentos del banco central suizo para frenar la apreciación, el franco suizo está sobrevaluado en un 68%. Aquellos en la búsqueda de una comida valor también debe mantenerse al margen de los países escandinavos. En Noruega, una Big Mac se cobra 45 coronas o $7.20, casi el doble del costo en Estados Unidos. Tomado de The Economist, Julio 22 de 2010. Recuadro 4.2. ¿Por qué cortarse el pelo es más barato en El Cuzco que en Manhattan? El precio de una unidad de producto, sea o no transable, se define como el cociente del salario del sector sobre la productividad del sector. En otras palabras, es el costo laboral de una unidad de producto. Cuanto mayor sea la tecnología que maneja un país en el sector, mayor es la productividad por hora en ese sector, por lo que menor será el precio del bien (ya que se producen más unidades por hora de trabajo). Tanto en el sector transable como no transable, el salario debe ser el mismo, porque si no lo fuera, los trabajadores se pasarían al sector que paga más. El precio de los bienes transables es el mismo para todo el mundo y es igual al cociente entre el salario y la tecnología del país. Si el precio está dado internacionalmente y el nivel de tecnología del sector en un país también, el salario promedio queda determinado por estas dos variables. Mayor tecnología implica una remuneración mejor porque el trabajo altamente productivo se remunera con un salario alto. Sucede que la producción de bienes no transables no implica altos niveles de tecnología, por lo que la productividad en este sector es aproximadamente la misma para todos los países. Así que el precio de los bienes no transables depende principalmente del salario (que se calcula como se explicó anteriormente). De ahí se concluye que cuanto mayor sea la tecnología de un país en el sector transable, el salario es mayor y por tanto los precios de los bienes y servicios domésticos son más altos.

16

Efectivamente es más costoso vivir en Europa o Japón que en América Latina o África, y la razón que está de fondo es que el desarrollo tecnológico de los primeros en el sector externo es mucho más alto. Tomado de Larraín y Sachs (2002).

17