De los espiritus a los microbios 60.pdf

their power over these spirits in their own interests, particularly helping othe$ people who ...... la FUNAI con la colo
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DE LOS ESPÍRITUS A LOS MICROBIOS Salud y cambio social entre los Zoró de la Amazonía brasileña Colección 500 años 10

Gilio Brunelli

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DE LOS ESPIRITUS A LOS MICROBIOS Salud y cambio social entre los Zoró de la Amazonía brasileña

ts

Colección 5OO

AÑOS

10 Esta colección se prcpone ofrecer un conocimiento serio y completo de los pueblos indios de Arnérica, en vista del 5e Centenario de la Conquista del Continente. El enfoque de estas obras quiere ir más allá de todo concepto de "descubrimiento" o "encuentro de dos mundos", para reivindicar los valores de culturas que han sido marginadas, pero siguen vigentes y en busca de un espacio de übertad y autoexpresión.

Obras de la colección publicadas:

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.

I*ngwjey Palabras Chanónicas. (Bidou, Pauice y Perrin, Michel, Coord. ). Ai-KokaPé: Tradicün oral secoya (Cipolleti, Susana). Grupos Etnicos de Cobtnbia (Telban, Blaz) Ias Religiones Amerindias,500 años después. (AA.W.). Pab lgaln: Historia, dc l.atradiciónKutu: (Chapin, Mac). TradicionesCoregwjes. (Jiménez,Margarita). Sacha farnbí: El uso de las plantas en la mcücina tradicional de los Quichuas del Napo (Iglesias P., Genny). Antropología del Ecuadar (Segundo E. Morcno Y.) Los Sioru-Secoya: Su adapnción aI ambiente atnazónico (W.T.Vicken)

Gilio Brunelli

DE LOS ESPIRITUS A LOS MICROBIOS Salud y cambio social entre los Zoró de Ia Amazonía brasileña >

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Colección 500 años Ne 10

W ABYA.YALA

MLAL 1989

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DE LOS ESPIRITUS A LOS MICROBIOS Salud y camblo soclal entre los Zoró de la Amazonfa brasileña Gilio Bru¡clli Colección 500

Años

Coedición: .

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Ediciones ABYA-YALA

Casilla 85-13 Quilo -ECUADOR

.

MLAL (Movimiento

-:\ Laicos

para América Latina) Roma -

ITALIA

Tirulo original: DES ESPRIT ALIX MICROBES

Santé et societé eri transformation chez les 7-oró de I'Amazonie Brésilienne (Montreal, 1987)

Traducción:

María Victoria de Vela

Levantamien¡o, diagramación

e

impresión:

Talleres ABYA-YALA Cayanrbe-ECUADOR

Datos del autor: Gilio Brunelli, nacido en Verona (Italia), obtuvo con este esh¡dio el doclorado en Antropología en la Universidad de Montreal (Canandá) en 1987

AGRADECIMIENTOS

Este estudio es el producto de un esfuerzo colectivo de investigación y reflexión en el cual tuve el privilegio de participar. Numerosas personas e imponantes instituciones me han ayudado y asistido a lo largo de todo el proceso de preparación de la invesügación y durante su realización. Quisiera manifestar aquf mi gratitud y reconocimiento, aunque sea imposible nombrar a todos. Quisiera mencionar a tres personas sin las cuales este estudio no hubiese sido posible: el Prof. Lionel Vallée, director del grupo de investigación, Sophie Cloutier y Robert Crépeau, compañeros que mc han estimulado y animado siempre. Agradezco también a todos mis amigos antropólogos que estudian y trabajan en el departamento de antropologfa de la Universidad de Montreal, y junto con ellos, mi reconocimiento a los profesores y personal no docente del departamento donde han transcunido cinco años de mi vida. Finalmente, el programa de Formatíon de chercheurs et d'action concertée (FcAc) del gobiemo de Québec (canadá) quien ha sufragado los gastos de la investigación de campo, y ra Associatíon canadienne des E'tudes r.atircantéricaines et caratbes (AcELAc) que ha manifestado su

interés por mi trabajo

y

proporcionado la ayuda necesaria para los

desplazamientos, merecen ser explfcitamente agradecidos.

NOTAS SOBRE LA ORTOGRAFIA La ortografía de los términos zoró mencionados en este estudio, ha sido establecida según normas propias para permitir su lectura del modo más simple y accesible. Por razones de orden práctico no se han contemplado las normas del alfabeto fonémico internacional. CONSONANTES INICIALES

mb: nd: ng: nJ: nz:

lmblai = nasalización leve + /b/anc lnü o = nasalización leve + /d/omaine lnglu = nasalización leve + lglzrage ln¡lap = nasalización leve + /j/ogging l¡z/ap = nasalización leve+ lzléro

CONSONANTES

b: lblebe = lblanc d: /d/oromi = /üomaine g: lüoÁa = lglange J: na¡n/j/i = como en el inglés /i/ogging k: klolere = lclxfé l: mbolUip = /tt¡ne m: /m¡l¡nha = /m¡/aison n: Neko = Nez P: lpla¡ctra = ,b/8i¡ ngefrlV = como cn el it¡liano /r/os¡ r: t: altftka = ltlo¡ v: hlen = hloie 22 lzlarc = ¡¿6¡o dlz¿ mbüiJdo = como en el it¡liano lzl ingero nh: mu/nly'a = vi/gry'oble ts: /ts/a¡ü = ltslar tch: lthleboyr = c¡or¡/tch/ouc

VOCALES

¡

a: á: e: b: l: y! i: o: u¡ w: É: ai: ey: f i:

laJdo

= rlalt

wlálwál = la¡¡ls nleltup = rléldactiort njablél = aprléls pabltl = mercl{

tchtglyl = pliled pangelj/et = plrled + nasalización fuerte mbaklol = m/o/rue k/t¡/tkur = c/or¡/teau /w/owoti = hfu/ir alfiliri = tr/u/it + nasalización fuerte

mblul = mos/ailque Kkley/ = playlsan /iilnhen = mercñl prolongada

SIGLAS AESP: Assessori¡ de Estudos e Pesquisas A.I.: Area Indígena A.I. do IgataÉ l.ourdes: Area Indígena do Igarapé l¡urdes

A.I. Sete de Setembro: Area Indígena Sete de Setembro BASA: Banco da AmazSnía" Sociedade de Acóes

CEDI: Cenuo Ecum6nico de Documentagáo e Informag6o CEME: Cenual de Medicamentos

CIM:

Conselho Indigenista Missioniírio CNPq: Conselho Nacional de Deselvolvimento Científico

e

Tecnológico

CNS: Conselho de Seguranga Nacional CONAGE: Coordenagáo Nacional dos Geólogos CPRM: Companhia de Pesquisa de Recursos Minerais

D.R.:

Delegacia Regional E.V.S.:Equipe Voante de Saúde

F.A.:

Frente de Atragáo

F.A.7nró: Frente de Afragáo 7Aó

FIPE: Fundagáo Instituto de Pesquisas Económicas FUNAI: Fundagáo Nacional do Indio IBGE: Instituto Brasileiro de Geografía e Estadística IBRA: Instituto Brasilei¡o de Reforma Agrária INCRA: Instituto de ColonizaEáo e Reforma Agrária

P.I.:

Posto Indígena

P.I. do Igarape L¡urdes:, Posto Indígena do Igarapé Lourdes

PIC: PIN:

Projeto Integrado de Colonizagáo

Plano de Integragáo Nacional PROTERRA: Programa de Redistribuigáo das Terras SIL: Summer Institute of Lingüistics SPI: Servigio de ProtcAáo ao Indio SUCAM: Superintendéncia da Campanha de Saúde Pública SUDAM: Superintcnd8ncia Do Desenvolvimento da Amazdnia Vm D.R. da FUNAI: VItr Delegacáo Regional da Fundaqáo Nacional do Indio

6

INTRODUCCION

La intuición inicial, o "La

etapa

cero"

det

conocimiento

La base de este es$dio es una intuición: el examen de las traruformaciones del sistema sanitario de una población, es una de las claves para el estudio de las transformaciones globales de la misma. Intentaré probar esto examinando el caso de los Zoró, una población amerindia de la Amazonfa brasileña (v. fig. l).

Esta intuición asomó a mi mente por la fuerza misma de los acontecimientos. De hecho, mi formación como antropólogo siempre privilegió la reflexión propia de la antropologfa polfrica y la económica, sobre todo en su aplicación a los estudios sobrc el desarrollo en los pafses del hemisferio sur. Asf, me pareció completamente natural concebir un proyecto de investigación basado en las transformaciones que se dieron en una población amerindia , en este caso los SURUI, provocadas por el desarroüo de la región donde vive esta población. En el primer capftulo , titulado "háctica de las ideas", narro la raz6n y las circr¡nstancias que impidienrn la realización de tal proyecto, y expüco por qué tuve que escoger , como campo de mi investigación, la üerra de los ZORO, y orientar mi estudio hacia los temas de la etnmedicina Prccisamente, observando el fenómeno sanitario como anÉropólogo

del desanollo quedé impresionado por

la

homogeneidad entrc las

h

trmsformaciones de sus sistemas transformaciones de una sociedad, Y que existe en las relaciones que misma dialéctica la Constaté sanitarios. y pueblos, existe entre sistemas sociedades grupos humanos, entre

médicos: los más fuertes intentan imponerse gracias a su riqueza tecnológica, ideológica y económica; a veces incluso lo logran, pero es poco frecuente que el sistema más débil desaparezca complet¿rmente. -Queda siempre un elemento desconocido, irreductible, que permite reconocer la prcsencia del antigUo sistema , y que, a veces, alimenta la esperanza de que tarde o temprano lleguen tiempos mejores.Parece realmente que una sociedad y su sistema médico, cuando entran en contacto obligado con la sociedad occidental, comparten a menudo una misma trayectoria, y eso ngs autoriza, en ciefta fOrma a estudiarlos juntos. Asf, los doJcapftulos en que expongo mi base teórica, es decir "El encuentro entre pueblos" y "sistemas médicos en interacción", que Son respectivamente el tercero y el cuafto del presente estudio, tienen que leerse el uno a la luz del otro.Estos dos capftulos coltsdn¡yen los rieles, si se me permite esta imagen, de toda mi reflexión. Ahora bien: estos "rieles" deben asentarse sobre un tefreno muy sólido y concrcto, porque ni el encuentfo entfe pueblos, ni la interacción de sus sistemas sanitarios, se realizan en el vacfo o en un espacio metaffsico. El segUndo capftulo: "Asaltando la Amazonfa" Ofiece, por un geográficas, y por otro las lado, las coordenadas históricas Desde 1960' los investigación. mi de económicas y polfticas del tema la Amazonfa, y en de pafses sudamericanos se han lanzado a la conquista zoró establecieron Ia éste preciso contexto la sociedad brasileña

y

y

contactos permanentes y la medicina occidental l|egó al pueblo Zoró' suplantando las prácticas sanitarias y médicas tradicionales, consideradas a priori, prácticas primitivas.

e incluso de la decisivos los elementos de uno otro constituye ridiculización los de la llegada y de después eso, estrategia gtobal de la conquista, veremos Europeos a América (v, Todorov 1982). En el octavo capftulo "LaS eleggignes terapéutiCaS: maneras y rAzOneS", lO que este "a priOri" significa en el plan de la práctica médica. En este capftulo intentaré comprerder laraz.ónpor la cual los Zoró privilegian ciertas terapias, dejan de lado otras, mantienen otras máS, Cr€an nuevas. MOStraré, enton@S, Este "apriorismo" ideológico, esta deformación de 10

8

J

varios niveles de interpretación de tales fenómenos y zugeriÉ algunas hipótesis explíbativas, pero, que el lector no se haga ilusiones : una de la razones importantes es que los Zoró ya no quieren ser considerados como unos "primitivos", como los siguen definiendo los funcionarios de la agencia gubemamental y los misioneros fundamentalistas norteamericanos. Asf se toma al "Ot!,o", se lo convence de que es un primitivo, se le presenta el modelo de uno como el de la modemidad; entonces, ¿qué elección se le deja, sino la de negarse a sf mismo y convertirse en alguien idéntico al modelo? La aceptación entusiasta de la medicina occidental por parte de los 7nró,no puede explicarse solamente con el argumento de la eficacia terapéutica o la pretendida superioridad tecnológica, como lo veremos más adelante en detalle. Deben tomarse en cuenta también factores ideológicos, ecológicos y en particular el trabajo de conversión realizado por los misioneros norteamericanos, asf como la transformación de la relación con la sociedad envolvente, impuesta por los funcionarios del gobiemo.

Pero, ¿quién es, en este caso, el "Otro" a quien se quiere transformar, al que se quiere hacer tomar unas pfldoras y poner unas inyecciones? ¿Quiénes son los 7A16? ¿De dónde vienen? ¿Cuál es o fue su vida? ¿Qué üpo de sociedad constituyen? La literatura no nos dice nada sobre ellos."Pacificados" en 1978, no han sido objeto de ninguna publicación cientffica hasta 1985. El quinto capftulo, "Semblanza etnográfica de los 7-oró", intenta llenar este vacfo, dando algunas informaciones básicas sobrc esta sociedad amazónica. Por supuesto, no

pretendf ser exhaustivo, y me limité a enumerar algunos datos e informaciones sobre su vida social y fonnas de producción. Insisto, en

cambio, en la presentación de su sistema médico (capftulo seis), porque el estudio de éste ha sido el objeto principal de mi investigación en este tereno. Asf como ciertas prácticas médicas occidentales presentes actualmente en el mundo de los Zoró,y las enumero en el capfnrlo siete. Finalmente, enla parte conclusiva de mi trabajo (capftulos ocho y nueve), intento atar todos estos cabos, sin hacer, sin embargo, ningún nuevo descubrimiento, ni llegar con mi reflexión, a alguna hipótesis sorprcndente.

Voy

entonces a demostrar lo siguiente:

1. que la intuición que guió el presente trabajo está bien fundada: las

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rumbo de la migración

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CROQIIIS N'l3 La migración zoró entre 19fi) y 1930

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(para evaluar co¡rectamente su importancia, señalo que 6 de estos 9 mauimonios fueron realizados después del establecimiento oficial del contacto, en Octubre de 1977). Intenté reconstruir la ascendencia de

las 52 parejas completamente zoró. Llegé a establecerlas hasta la generación de los bisabuelos cuando no encontraba relaciones significaüvas anteriores. Pero mi estudio no está terminado aún con relación a 30 de estas parejaslS. En cambio, tengo datos bastante precisos sobre las otras 22 parejas. Explico aquf como están distribuidos.

-

El caso de un hombre que ha dado su hermana a otro, como segunda esposa, recibiendo en compensación a una hija, según el siguiente esquema:

13.

Tuve grandes dificultades en la reconstrucción de las ascendencias, porque una prohibición cultural impide a los Zoró nombrar a los muertos, e incluso hablar de ellos. Todo lo que logré saber, fueron unas relaciones de parentesco, del tipo "el padre del padre de fulano era el hijo de la hermana de la madre de la esposa del hermano de fulano". Esta

descripción caracteÍrza el tipo de matrimonio del sobrino que se casa con la tía patema, pero no dice absolutamente nada sobre la identidad de cada uno de los miembros de esta relaciór\ y por eso tampoco permite situa¡los en relación con otras personas. Añado que el siste.ma de

parentesco es clasificatorio y cognático, y los matrimonios son endogámicos, y por eso la prohibición de nombra¡ a los muertos me colocaba frente a un rompecabezas inextricable.

l5r

-

El caso de siete matrimonios "avuncularios": en seis casos el hombre se casa con la hija de su mbar (hermana biológica o clasificatoria), en otm el hombre se casa con lambarde su padre. Los 6 casos de tfos que se casan con la sobrina, pueden tomar varias formas según el siguiente esquena:

El caso del sobrino que se casa con la üa es el siguiente:

r52

Se encuentran también

7 casos de matrimonio entrc primos

cruzados en el sentido en que lo entienden los Zoró, es decir cualquier primo, del lado del padre o de la madrc, y de cualquier generación. En

suma, cualquier primo, salvo el primo paralelo. Está claro que esta definición no es la formulada por Lévi-strauss (1949) para definir a los primos cruzados de un solo lado o salidos de clases unilineares. Estos 7 casos pueden ilustrarse de la siguiente manera:

2 casos

I caso

El matrimonro entre primos paralelos, en cambio, es considerado incestuoso, porque equivale a un matrimonio entre hermano y hermana. una fuerte prohibión impide terminantemente la realización de esta regla, y sigue en vigencia hasta la fecha: dos jóvenes que se querfan mucho, en verano de 1985, cuando la chica tuvo su primera menstruación, no pudieron casañe por ser hijos de dos hermanos, es decir primos paralelos. El matrimonio de las rúlümas siete parejas, no me parece que implique relaciones de parentesco significaüvas, al menos dentro de

153

las tres generaciones ascendentes que estudiéI4. Aunque

estos

matrimonios tengan varias formas, se puede ilustrarlos a todos en el siguiente esquema:

Vemos pues que el estudio de los matrimonios zoró, aunque incompleto, nos permite creer que el matrimonio "avunculario" y el de primos cruzados son los casos preferidos, al menos en el aspecto estadfstico, ya que corresponden al 63,624o de los casos que pude analizu a fondolS. Agregaré que en dos casos conocidos, dos hermanos se casaron con dos hermanas, y que en los cuatro matrimonios, de dos en dos, los chicos y las chicas vivfan en la misma maloca. Asl, dos hermanos

Pep se casaron con dos hermanas Pep, y dos hermanos de ascendencia suruf por parte de padre, que vivfan con los Nzabe-Ap 14.

aclara¡ que 4 de estos 7 matrimonios que no implican ninguna relación de parentesco significativs, se hicieron en la época en Creemos

rltil

que ya hubo contacto con los blancos, epidemias

y

o más tarde,

cuando las guerras habían provocado una baja considerable de la

población, disminuyendo las posibilidades de elección del compañero. 15.

y

Bontkes (1974) encontraron que estos dos tipos de matrimonios son el 1009o de los 78 casos que es¡rdia¡on donde

Por otra parte, Bontkes

los vecinos Suruí. Por lo que sé de manera tan unánime. nueva versión de este texto: Bontkes y Merrifield 1985.

l54

V'

también la

Wey, se casaron con dos chicas Nzabe-ap. Enue otras cosas, eso implica un fortalecimiento de la unidad intema de la maloca. No obstante, más tarde, los dos hombres de ascendencia suruí abandonaron a los Nzabe-ap wet" y fabricaron una maloca autónoma. Si

el hombre lo quiere, y hay bastantes mujeres disponibles,

este puede casarse con una segunda y hasta tercera mujer, pero es una

práctica bastante rara. Con los Zoró que conocf vi que solamente cuatro hombres habfan tenido más de una mujer al mismo tiempo. Es muy interesante observar que dos de estos cuatro, son nzawiyai y wáwá al mismo tiempo.

y fuera del matrimonio,

se pueden tener relaciones sexuales con varios compañeros, y pueden hacerlo los hombres y las mujeres. Nueve chicos y chicas, de quienes pude establecer la patemidad y matemidad, atestigüan que los niños nacidos de estas uniones ocasionales, no siempre son eliminados. En cambio, se dice de una mujer que mató a los cinco niños fruto de sus amores pasajeros (pero aclaro que esta mujer, muy brillante en el aspecto intelectual, es víctima de un grave problema ffsico, que le impide casarse). Otra mujer, actualmente muerta, escogió dejar vivir a sus hijos de amores ocasionales, y asf ahora, tres jóvenes son hijos de una sola madre y tres padres diferentes. Desde el punto de vista clasificatorio, estos hermanos y medias hermanas con considerados por los Zoró, y se consideran entre sf, hermanos y hermanas completos.

Antes

Hay también el caso de un hijo que según se dice, tiene dos padres (doble patemidad) pero es el único caso que encontré; Moore encontró en cambio muchos casos de este üpo entre los Gaviáo, segrÍn me lo comunicó personalmente. La r e s i de nc ia p o s tmur itno nial Lainvesügaciónquehice para conocerla regla de la residencia postmatrimonial de los hombres, me reveló una tendencia a la matriuxorilocaüdad, pero es diffcil establecer una regla fija.

El comportamiento de los hombres con quienes conversé

Qos

155

escogf porque su primer matrimonio, salvo en un Gaso, seguramente se remónta al menos a los aflos Cincuenta, es decir a una época pf€cedente a la llegada masiva de los blancos) es el siguiente: cuatfo -fueron a vivir en el grupo de convivientes de la familia polftica' 2 llevaron a zu mujerdonde el grupo de ns parientes, 2 se casaron.con muchachas que vivfan en el mismo grupo de convivientes. Por desgracia, la situación ac$al no ayuda en la investigación, poque todos los esquemas de residencia y nociones de intercambio están

reweltos. EI divorcb

El divo¡cio

es conocido,

y ocasionalmente practicado' pero

parece que es poco frecuente. Conozco solamente un c¡rso de divorcio enEe Zofú, pero no sé las razones. Por otra parte, los dos casos que se diefon en noviembrc de 1985 entfe dos chicas zof6 y dos hermanos Cinta Larga, no preden clasificarse como divorcios tfpicos, poque su causa pafece haber sido el deseo de los dos hermanos de mejorar su stan¡s social con el mauimqtio con dos blancas.

ECOLOGIA Y PRODUCCION

El territorio Los Zoró siemprc ocuparcn un teritorio cubierto de selva tropical húmeda, cruzado en todos los sentidos por una red ineigicable de rfos y riachuelos; los rfos grandes los mencioné anteriormente. Esta selva es muy rica en difercntes especies animales y vegetales, pel¡ I esta enorme va¡iedad de especies se contrapone la gran dispersión de los individuos. Durante las migraciones que menciorÉ ariteriomenter Y 9uo en sus riltimas fases los ilevaron del norte al suf,los ZorÚ pasaron de la llanura formada por el Amazonas y sus afluentes, a las colinas que forman los primeros contrafuertes del escudo brasileño (v. mapa 2).

Entoda esa región Domina el cüma tropical con sus dfas muy calientes y en las noches ftescas siendo la tasa de humedad siempre muy

156

MAPAN! 2 E¡ tcr:riüorb Zorú

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alta. Durante el año se suceden dos perfodos bien caracterizados: la estación seca, de mayo a octubre, y ta de lluvias, de octubre a abril. Aunque por lo que sé, no se hicieron arln unos estudios detallados sobre esta región, me parece razonable pensar que se encuentra en e[a, la misma fragilidad que caractenza el conjunto del ecosistema arnazónico (v. Sioli 1985, y Meggers l97l).

La producción de alimento A lo largo de los siglos, este ecosistema se convirtió

en

elemento familiar para los Zoró, que aprendieron a usar este inmenso reservorio de biomasa que es la selva amazónica, sin agotarla ni alterar su funciOnamientO. Y al cOntrario, en ciertO Sentido, se Convirtieron en parte integrante de

é1.

Tienen sorprendentes conocimientos de zoologfa, botánica y ciencas naturales, que les permiten sacar de la selva todo lo que necesitan y hacer el mejor uso posible de las propiedades especfficas de cada especie, vegetal Y animal.

Como muchfsimos pueblos de la Amazonfa y todos los TupiMondé, los Zoró practican una economfa mixta, en que los productos

dela

caza

y la horticultura,

son integrados a los productos de la

recolección y pesca.

tipo de larvas Mborobey, en la espuma del moho del mafz utilizado para hacer bebidas, y la crfa ocasional de algunos puercos salvajes, marsupiales, monos o grandes pájaros, completan la ierie de actividades conocidas y practicadas para abastecerse de alimento.

La

c'ira de un

Es conveniente repetir que cada grupo local forma una unidad económica autosuficiente y autónoma. Por otra parte, no parece que el comercio entfe los grupos locales o pueblos vecinos sea una acüvidad

muy desarrollada.

r58

La caza Lacaza, actividad masculina, se hace de dfa, nunca de noche. Armados de largos arcos, de unos dos metros, y flechas de 1.80 m., los Zoró cazan solos o en grupo.

El niño zoró comienza a examinar y tocar arcos y flechas en miniatura, desde que es capaz de caminar, y se entrena contfnuamente con objetos cadavez más grandes. Las excursiones en la selva son ocasiones de perfeccionamiento de su técnica; asf los jóvenes se divierten alarzar sus flechas entre dos árboles, o en la espiral formada por una liana colgante, o sobre una gran rama, para hacerla caer al otro lado, y por supuesto, en frutas u objetos raros, encontrados en el camino, que son blancos privilegiados. Total, a los 15 o 16 años los chicos usan perfectamente sus instrumentos de caza y dominan el arte de lanzar flechas con arco; siguen practicando también la fabricación de arcos y flechasl6. Unas prohibiciones culturales regulan la consumación de la caza,y en cierta forma, orientan la búsqueda y matarra de animales. Los cazadores jóvenes tienen posibilidades muy limitadas: pueden alimentarse solamente de came de tapir (fapirus terrestris), de puerco salvaje (Tayaszu pecari y Tayassu tajacu) y de un ave grande, llamada rvakoi (Mitu mitu). En cambio, los mayores pueden usar toda la enorme variedad de especies animales que viven en la selva, salvo la came de algunos animales estrictamente prohibidos, como lo son aquellos que se usan

en la conquista del poder y la sabidurfa, como los felinos, o los animales que ellos relacionan con la locura, como los venados, y finalmente los que están relaciondos con la noción de puro e impuro, como los cuervos.

16.

y discutí más a fondo la utilización de esas armas y las técnicas de caza, así como sus transformaciones, en un texto

Expusimos

completamente dedicado a esre tema (Brunelli l9g5a).

159

Gracias al dominio del arte de lanzar flechas con el arco,lacaza reglamentada por los tabries culturales y el hecho de vivir en una región llena de caza,las malocas experimentanmuy ranl vez la falta de came. La pesca

Durante la estación seca, se organizan grandes pescas. Según la técnica empleada, son los hombres solos los que pescan con arco y flecha en los grandes rfos, o las mujeres solas o acompañadas de niños, que pescan con las manos en el lodo de los estanques, o todos los adultos, hombres y mujeres, con los niños, que practican la pesca con plantas tóúcas en los riachuelos. Estas pescas son siemprc empresas colecüvas, incluso cuando la técnica usada no exige el trabajo de muchas personas, y se hacen siempre durante el dfa.

Se organizan sobre todo en

la estación seca, porque en esa

época el nivel del agua en el lecho de ríos notablemente, y es más fácil atrapar pescados.

y

riachuelos baja

Sin embargo, en ocasiones, la pesca con arco

y

flecha

se

practica fuera de la estación seca.

El

pescador zoró se coloca de pie sobre una piedra que domina el rfo, o en la orilla, o en el agua, armado de un arco un poco más pequeño que los de Ia caza, y unas flechas muy diferentes de las utilizadas pafa matar los animales terestfes. En el mismo instante en que un pescado grueso, un iinhen wop @ygocentrus nattereri) o un

kolere (del género de los Pseudoplatysoma) es descubierto, parte una flecha, siempre mortal.

La pesca en los estanques es mucho menos frecuente. Cuando en plena estación seca, los riachuelos se secan' unas pozas de agua lodosa se forman en todas partes, y unos peces se quedan atrapados en ellas. Para capturarlos, las mujeres entran en el estanque y los buscan con las manos. Incluso pueden sacar todo el lodo del estanque

160

con las manos y ponerla en un siüo seco, y entonces los pescados asoman y se los mataPara la pesca con plantas tóxicas, se requierc una operación mucho mils compücada, como el veneno; los Zorú en este caso utilizan dos plantas: una guesa liana, daga tap, (Danis guianensis) que deshilachada deja salirun lfquido blancuzco, y unas bayas rojas no identificadas, que aplastadas, producen un lfquido amarillento.

Aunque las técnicas de extracción del elemento tóxico sean diferentes, la técnica de la pesca es prácticamente la misma en ambos casos. Los hombres se ponen en la parte alta del riachuelo, y aplastan las bayas rojas o golpean con un palo duro las lianas, haciendo caerel lfquido tóxico que sale. En la parte baja, las mujeres, los niños y otros hombres esperan la llegada de los peces aturdidos. Con la ayuda del arco y flechas, o con cuchillos, bastones e incluso con las manos, los peces son cogidos y muertos. Como las plantas tóxicas usadas no son peligrosas para los humanos, no hay ningún peligro en comer pescados capturados con este sistema.

Todos los pescados son comidos ese mismo dfa, o atrumados para ser guardados, salvo un pescadito de 5 cm. el goriakap (no identificado) que nadie come, porque hincha el vientre, y el tchinginham @seudocanthicus histerix), prohibido a las mujeres fértiles porque provoca hemorragias vaginales (seg¡in algunos informantes, este pescado es también prohibido a las niñas impúbercs). La Horticultwa

Una discusión sobre las teorfas de la fertilidad del suelo amazónico y sus impücaciones sobre el desarrollo de las sociedades se encuentra en Roosevelt A. 1980. Me adhiero a la crftica que Descola (1986: 61) hace de la obra de Roosevelt

Los 7aró hacen un poco de agricultura, en pequeñas huertas

r6t

la selva, cerca de la maloca, con la ayuda de hachas de piedra y, en tiempos más recientes, de acero. Conocida con el nombre de agricultura de roza y quema, esta técnica de prcparación de terreno requiere que los árboles cortados se dejen

preparadas por los hombres en

secar allá mismo antes de ser quemados, solamente unos dfas antes de

los primeros aguaceros que anuncian la llegada de la estación de las lluvias.A este pl¡nto, se puede sembrar, y los hombres a veces ayudan a las mujeres que son las principales responsables del trabajo agrfcola. Cuando los productos maduran, se cosechan y se llevan a la maloca, según la necesidad; este también es trabajo de las mujeres.

En las huertas zoró se encuentran los siguientes productos: varias especies de mafz (Zea mays), al menos 7 especies de yuca dulce Manihot esculenta), que los Zoró llaman respectivamente ngalintura,

tchoboya, babi-iwa, mam-gap tanya, mam'gap tura, golian gura y maniwa; manf (Arachisnambyquarae), unos pequeños guineos rojos (Musa paradisiaca), varios tubérculos para harinas, como el

munha (Discorea sp.), el grinha (Colacasia sp), el grinha'ap (Colacasia sp.), el mbaria (no identificado), y el gapikap (no

identificado). Se encuentra también algodón (Gossypium barbadense), tabaco (Nicotina tabacum),la Bixa orellana, la Crescentia cujete, unos gruesos fréjoles negros (del género Phaseolus) y rojos (del mismo género). Unos guineos rojos se plantan también a lo largo de los caminos que llevan a las huertas, y dos variedades de camote (Ipomea sp.) se plantan en el espacio talado alrededor dela malrca. En una esquina de este mismo espacio, a veces se puede encontrar un pequeño pimiento rojo @imienta officinalis).

la

Estos productos agrfcolas, salvo el algodón, la Bixa orellana , Crescentia cujete y el tabaco son comidos, en una forma u otra,

por todos los Zoró sin ninguna clase de restricción cultural. La variedad de yuca llamada tcheboya, y el mafz, se cultivan en cantidades mayores que otros vegetales, poryue no solamente se consumen como alimento sólido, sino que se utilizan en forma sistemática, y casi a diario, para ta preparación de bebidas ligeramente

alcohólicas.

r62

La recolección

Los productos no cultivados, recogidos en la selva,

son

también una parte muy importante de la alimentación zoró.

En este carnpo no hay reglas precisas, ni perfodos particulares, ni división de tareas bien definidas segrin la separación de sexos y edades. Todos los Zorú se dedican todo el año a esta tarea-

Los productos alimenticios llevados de la selva a la maloca son los siguientes: muchas variedades de miel, huevos de aves, bayas de

diferentes variedades, muchos tipos de nueces en particular, a finales de agosto, la nuez de Brasil (Bertholetha excelsa); flores comestibles, cogollos de palmera @uterpes edulis), muchas frutas, larvas, hormigas, etc. Estos productos se recogen volviendo de una expedición de caza o pesca,

o cuando se va de visita a otras malocas. o

en

excursiones especialmente organizadas para tal fin.

Una vida integrada Todas estas actividades, llamadas en su conjunto, habitualmente "acüvidades de subsistencia", dan, por supuesto, alimentación, pero no solamente eso.

Por ejemplo, tomemos la caza. El puerco satvaje es sin duda una fuente de alimento, p€D su piel es empleada para adomar las flechas, y sus púas utilizadas como instrumento para pulir los arcos.

Lo mismo pasa con la pesca. Los dientes muy afilados de los @ygocentrus nanereri) son utilizados como tijeras para

iihen wop

cortar el pelo y las cejas.

La cultura del algodón, del tabaco, el achiote y la Crescentia cujete , también se usan como alimento, y también con otros fines. Incluso ciertos productos alimenticios, como er malz, son utlizados para una gran cantidad de otras cosas. Las hojas de mafz son el

r63

"papel" con que los wáwánia envuelven sus cigari[os; el pelo de choclo es usado como adorno para los niflos, que fabrican pelucas parajugaC los granos se ponen en la calabaza para iugar, y la tusa desgranada sine para tapar la calabaza y también como "papel higiénico". Finalmente, la recolección de los productos de la selva es también una actividad en que los fines alimenücios no son más que una parte del conjuno. Baste decir que toda la cultura material de los 7¡¡ró,t¡lfúO la enorme maloca como los delicados cinn¡rones de granos blancos, sin mencionartodos los instrumentos de caza' @cina, música y diversión, provienen de materiales recogidos en la selva" En resumen,lo que quiero indicar, es que en el pueblo zoró no existe, en realidad, una distinción entre las aAividades de subsistencia y las otras actividades de la vida. Al contrario, lodas estas actividades: iubsistencia, diversión, relaciones sociales, desarrollo de conocimientos etc., forman una unidad muy bien integrada. Por eso (además de otras razones) es diffcil calcular el tiempo que los Zoró dedican a la subsistencia.

En ocasión de una expedición de caza, el joven zoró hace al mismo tiempo una tal cantidad de otras cosas no directamente ligadas a lt caza,que resulta en extremo diffcil determinar exactamente el tiempo dedicado a cada una de ellas.

lo misno con la mujer que va a la huerta: se detiene para conversar con las amigas, cuida de los niñOs, se baña en un riachuelo, busca tubérculos; en una palabra: vive. Pasa

t&

LOS ZORO Y LOS BLANCOS: UN DESCLIBRIMIENTO RECIPROCO

Nuestras fuentes Las informaciones sobre el contacto de los grupos zoró con la sociedad occidental, provienen de varias fuentes de diferente valor.

Los primeros contactos ocasionales nos

pr

describen

su división en grupos locales, lo que es cierto en el caso de algunos de ellos, pefo no lo es necesariamente para todos los otros grupos. directamente

a

los 7nró,

En segundo lugar, tenemos el relato de otros indios

y

occidentales de la región.

Tuve también acceso a algunas informaciones que unos colegas me permitie¡on utilizar.

Este conjunto de fuentes, completado con las informaciones publicadas en la prensa nacional (ya mencioné anteriormente, en este mismo capftulo, los artfculos correspondientes), permiten reconstruir las modalidades del contacto oficial realizado por los agentes de la FUNAI en Octubre de 7977.

Por desgracia, las diferentes fuentes de información no coinciden completamente en este punüo tan importante de la historia zoró y brasileña. Nos dan las siguientes fechas: noviembre de 1977, diciembre de 1977, finales de 1977, primeros meses de 1978. Esta variación puede expücarse de varias formas, pero la principal es una comprensión diferente del concepto mimo de "@ntacto". Yo escogf la fecha "diciembre de 197'1", poryue fue en ese momento que un grupo de hombres zoró penetró pacfficanente en el campamento de la FIJNAI por primera vez. Praxedes (1977a, 1977b) y el redactor de la Revista de Actualidade Indtgena (1978) nos dan también informaciones fundamentales, pero los detalles de su relato son a veces inexactos,

165

aunque ellos esn¡vieron muy cerca de los acontecimientos.

Finalmente, debo mencionar que

el documento oficial,

rcdactado por el equipo de ta FUNAI que estableció el contacto, queda celosamente encerr¿do en las oficinas de esta agencia en Brasilia, a pesar de todos los esfuerzos que hice pana acceder a tal fuente.

Primeros acercamientos Los 7nr6 más ancianos, hemrano y hermana biológicos' pertenecientes al grupo de los njoiki wey, ambos mayores de setenta años, me dijeron que los 7aró uttltzaban anta¡lo una hachas de piedra, wiriwa, pero también que recordaban haber visto, desde su

primerfsima infancia, hachas de acero, ndabé, obtenidas, agregaron' gracias al pitlaje al campamento de algrin occidental que se habfa atrcvido a avenn¡rarse dentro de su tenitorio. Esta informaCión nos

lleva a los primeros años de nuestro siglo,

y por el momento,

podemos considerar ese perfodo como el más antiguo que se puede de

alguna manera documentar en cuanto

al contacto entte 7ar6 y

occidentales.

Roosevelt Th. (1919: 292) dice que

en lgl4li, en un

gampamento provisional de indios cerca del rfo que lleva actualmente 'su nombre. observó unos árboles cortados con cuchi[o y hacha de acefo: "The mar*s of the stamps of the trees showed that üese Indians had axes and knives" (Roosevelt Th. 1919: 292).El contexto hace

y

los "axes" mencionados, son instrumentos de acero. Pero, como ya dije, no estoy en la posibilidad

comprender que los "knives"

de idenüñc¡¡r con exactitud a los indios de quienes habla Th. Roosevelt. Sin embargo, mantengo la información de que en esa época habfa cuchillos y hachas de acero cerca del rfo Roosevelt, y por

t7.

16

Preguntamos a los Zoró si se acordaban de esa expedición' y en particular si habí¡ sido u¡ro de sus antqrasados que había m¡tado con dos flechazos uno de los perros de la misma (Roosevelt Th. 1919: 297). Pero no tuvimos r¡fia retpuesta afirmativa.

tanto, que los Zoró pudieron tenerlos. Esta infomración confirma, al menos en parte, las informaciones obtenidas por los ZorÚ. Por otra parte, se prede terer la seguridad de que en esa época, ciertos occident¿les ya habfan llegado al tenitorio zoró, caminando rfo aniba cerca del Roosevelt, porque la expedición Roosevelt-Rondon encontfó unos caucheros a 10o 24' de latitud sur, o sea un poco más al sur de la desembocadura del rfo Branco (Roosevelt, Th. l9l9: 325). Roosevelt,Th. (326) afirma que unos caucheros frecuentaban la parte baja del rfo Aripuaña desde "nearly two deecades", es decir, más o menos desde el año 1890. Pero, no puedo saber si los Zoró se encontraban en el perfodo mencionado, en la zona. Sé que en esa época los perros, awiri, estaban presentes en las tnalocas zoró. En realidad, actualmente los penos están tan integrados en la vida de estos autóctonos, que fueron indicados como animales conocidos desde siempre, como el tapir y los monos. Pero, como sabemos que los perros y las gallinas han precedido la llegada de los occidentales en muchas sociedades amazónicas, su presencia en las malocas zoró no permite inferir nada en cuanto a contactos directos con los occidentales.

Y finalmente, la historia general de esta micrcregión brasileña no puede ayudamos, poryue como ya lo expliqué, se trata de una región inexplorada hasta la llegada de la expedición RooseveltRondon, de 1914, e incluso si unos caucheros navegaban desde algunas décadas en los rfos que la cruzan, sus conocimientos por desgracia no habfan sido integrados a la ciencia occidental.

Unos encuentros ocasionales Me parece importante ilustrar con algrin ejemplo muy preciso, las informaciones que recogf sobre los primeros contactos con los occidentales.

Un hombre zoró entre los cuarenta y los cincuenta afios, me contó que su grupo local fuvo su primer contacto con los blancos y -violento en ese caso- cuando él tenfa unos diez años, es decir en los

167

años O¡arcnta- Por otra parte se sabe que por la guerra en el Pacffico, el caucho asiático no podfa llegar a los mercados norteamericanos.

Para asegurarse un abastecimiento compatible con las necesidades de

la guera, los Estados Unidos firmaron en 1942 un acuerdo con el Brasil, para la explotación del caucho amazónico (Maha¡ 1979). Una gran canüdad de caucheros se lanzaron a la Amazonla. Y la región que nos interesa, que era muy rica en Hevea brasiliensis, no escapó a esta invasión.

La información del 2o16 sugiere que hasta esa época, los blancos solamente habfan avanzado por los rfos, probablemente sin hacerse notar mucho por los grupos zorós más alejados de las orillas,

tierra adentro. Nos sugiere también, que harfa falta escribir una historia del contacto por cada grupo local.

En efecto, durante la década de los Cuarenta, otros grupos locales, los que habfan llevado su gente más al oeste, habfan encontrado, junto con unos amigos gaviáo, a unos caucheros establecidos cerca del rfo Ji-Paraná, y habfan realizado asf con los blancos el primer contaco pacffico que se conoce, pero frá9i1. Moore me dijo: "Ienuous contact". Cuando sobrevino la ruptura entre los 7ar6 y Gaviáo, que describirÉ más adelante en el cap. 6, esto significó, entr€ otras cos¿ls, la intemrpción de todo contacto pacffico de los 7nró conlos blancos.

Más tarde, en los años Sesenta, como ya lo dije, el afán de dssarrollar esa región, tanto en la explotación minera como en la producción agrfcola, marcó, para los 7nró, el comienzo de un perfodo en que todos los contactos con los blancos se hicieron bajo el signo de la violencia. Desde la ciudad de Ji-Paraná fueron organizadas expediciones contra wlas malocas zoró situadas cerca del rlo Branco. En ciertas ocasiones, unos Gaviáo se prestaron para hacer de gufas a los propósitos asesinos de los blancos; durante esos años, según me contafi)n los Gaviáo, los Zoró eran particulannente agresivos con ellos, probablemente por las presiones que sufrfan del lado oriental de su territorio. Hasta ahora es posible encontrar en las tabemas de Ji-

r68

Paraná, a unos hombres que participaron en esas expediciones criminales. Malocas enteras fueron aniquiladas, matados los ocupantes,asf

fue "limpiada"

la

región,

y

progresivamente ocupada por

grandes establecimientos agrfcolas dedicados a la crfa de ganado.

No puedo afirmar que fueron esos ganaderos los

que

organizaron estos raids, porque no es posible demostrarlo.

Al lado oriental der tenitorio zoró, o sea a lo largo del rfo Roosevelt, pasó lo mismo. Los tenitorios al este de este rfo, fueron rápidamente perdidos, siempre en provecho de los ganaderos, hasta unos expertos en investigaciones mineras penetraron en el propio

centro del tenitorio zoró18. El nombre que los brasileños dieron a un riachuelo que entra en el rfo Roosevelt, Igarap,é do Tiroteio, es decir riachuelo del üroteo, me parece evocar muy bien el tipo de ¡elaciones que caracterizaron la entrada de los blancos.en esa zona.

El

reconocimiento oficial

A pesar de estos contactos esporádicos y los conflictos que los acompañaban, la existencia de los znró no fue reconocida por las

autoridades brasileñas sino a partir de 196g. Ese año Fráncisco Meirelles, durante unas operaciones prepratorias de la expedición que debfa establecer el contacto con los suruf (paiter¡, organizó un vuelo r8.

Busqué con af¡ín, pero sin resultado, noticias para saber quiénes eran esos mineros. Como es un hecho que el Engineering arü minig jourrnl (v. McGrary 1972; Whie 1973; número especial de Noviembre de 1975), quien por otra parte relata las empresas de explotación minera que obraban entonces en la Amazoní4 no hace ninguna mención del particular, concluímos que se trataba de una o varias empres&s en situ¿ción ilegal, o sea que trabajaban sin pcrmiso, o que se trataba de pequeños buscadores privados de minas. por otra parte, Doria

y Ricardo

informan que una comparlía de explotación minera que obraba en la región en ese mismo momento, la Galdeano, entrenaba una jauría de perros especialmente adiestrada p¡ua cn¿a¡ a indios (1975:?/l).

169

de reconocimiento sobre toda la región, y "descubrió" a los Zoró. Estas informaciones vienen de un relato que parece haber sido escrito por Francisco Meirelles para la dirección de la FUNAI. Sin embargo, no pude acceder a este documento.

Una expedición realizada en l97l (Revista de ncttutlidad indígena 1978:4) o 1972 (haxedes 1977a;75), por José Apoena de Soares Meirelles, hijo de Francisco Meirelles, y José do Carmo Santana, navegó por el rfo Branco, aguas abajo, para buscar a los Zoró, pero no los encontró. Hubiera sido mucho más fácil encontrarlos conliando en la experiencia de los Gaviáo, que estaban listos para guiar a los blancos hacia las malocac zoró. En efecto, en esa época, se podían alquilar gaviáo por la modesta suma de 300 dólares americanos por mes. Aparentemente, nadie aprovechó la oportunidad histórica de ser el primer blanco que visitaba una malna zotó. Hubo que llegar a 1976 para que los propios Zoró tomaran la iniciaüva de acercarse a las casas de los blancos.

comienzo de ese año, unos Zoró se acercaron a unos trabajadores de la.hacienda Castanhal, en |a orilla del rfo Branco, y se

Al

entretuvieron pacfficamente con el más valiente de estos, es decir aquel que, probablemente, no habfa logrado escapar a tiempo. Y es que

huir: un poco antes, durante su probablemente última expedición de muerte, los Zoró habfan matado a tres de ellos. El peón Roque Nunes se convirtió asf en el amigo preferido de los znró,y la FUNAI aprovechó esta amistad para llevar a cabo el establecimiento del contacto oficial, el año estos trabajadores tenfan sus fundadas razones de

siguiente.

Entretanto, los Zoró intentaban también establecer contactos amistosos con los Gaviáo. En 1977, unos Zoró discretos y temerosos' en busca de una amistad diffcilmente recobrable, se dejaron entrever por los Gaviáo del P.I. do Igarapé Lourdes. Esto se repitió varias veces ese año, hasta septiembre, solamente unos dfas antes de que la FLINAI partiera hacia el rlo Branco. Moore me dijo personalmente (é1 se encontraba en el pueblo gaviáo en 1977), que los 7nró s' dejaron ver y desaparecieron "like ghosts", como fantasmas. 170

El contacto

permanente

Los Zoró eran considerados un pueblo hostil por la FUNAI. Los primeros rumores sobre las intenciones de esta agencia de "pacificarlos" comenzaron a circular a finales de 1976, pero la expedición, inicialmente programada para el 15 de Marzo de 1977, fue diferida varias veces, y comenzó solamente en Octubre del mismo año.

Las rnalnas zoró se encontraban entonces en varios lugares. Las informaciones que circulaban indicaban varios sitios: cerca del riachuelo Tiroteio, en los manantiales del rfo Branco y cerca del rfo 14 de Abril (A Follndc Sdo Paulo,2l-01-1977); en la orilla oriental del rfo Branco (A Folha de Sdo Paulo ,02-08-1977); en la orilla oriental del Branco y cerca del riachuelo Tiroteio (lsn E, 3l-OB-1977); cerca del rfo Branco (O Estado de Sdo Paulo ylo Jornatdatarde,13-101977); en la orilla occidental del rfo Roosevelt (A Folha De Sdo Paulo, 23-U-1978); cerca del riachuelo Tiroteio y del Canaá y del rfo Branco (Revista de actualidad indlgena l97B:4) (ver mapa Z con todos estos rfos). Aunque se pueda cuestionar la posición exacta de las malocas indicada por estas informaciones, estas son esencialmente exactas y conformes a lo que los Zoró me contaron, es decir que el único territorio que se les habfa dejado, era el comprendido entre los rfos Roosevelt y Branco. Organizada segrln el estilo de las grandes expediciones de que nos habla la literatura épica @ibeiro 1982, Cowell 1974; Domstauder

1975; Carvalho 1982 y muchos otros autores), esta expedición fue organizada con un prcsupuesto de unos 25.000 dólares canadienses el 3l-12-198519. Se trataba de una suma considerable para el estado de Rond6niade 197719.

Esta cantidad asignadas a la expedición. La tasa de cambio, en ese momento, era de 0,07412 cruzeiros por dólar canadiense, y la tasa de devaluación,

del 30-08-1977 al 3l-12-1985, fue calculada a 0,529

dóla¡es por Statistique Canadá.

t7r

Se hicieron unos vuelos de reconocimiento previos

y el 12 de

Octubre de 1977, aniversario de la primera llegada de Cristóbal Colón a América, fue la fecha escogida para la salida de la expedición' El equipo esBba compuesto por tres "sertanistas": José Apoena do Sóares Meirelles, José do Carrro Santana y Hugo Pedro da Silva; varios indios especialmente dos Gaviáo, tres Suruf, un Cinta Larga, un Paka Nova y un Xavante; unos trabajadores no especializados de la FUNAI y un enviado de un semanal ilustrado, quien tenfa la mrea de describir y fotografiar la "pacificación" de la última "tribu hostil" de la región (que en realidad no era ni "tribu" "ni hostil",

pero... ¡era necesario poner un toque pintoresco para suscitar el interés de los lq¡tofes y coron¿¡ de gloria el descontado rc.sultado!)

Como ya dije, no tuve acceso al relato de esa expedición' pero enconté a los dos Gaviáo, uno de los ues Suruf y al Cinta Larga que hacfan parte del grupo que estableció el contacto.

Segrín estos informantes indios, la expedición tuvo a duras penas tiempo de instalar su campamento, en la confluencia de un pequeño riachuelo con el rfo Branco, cuando los Zoró de inmediato fueron a visitarlos. Pasarcn solamente tres dfas enüe la llegada de la expedición y el contacto: justo el tiempo necesario para que los Zoró se enteraran de su llegada y fueran a su encuentro. De hecho fue un Pangey€n-Ter€, cuya nalrca se hallaba cerca del nacimiento de ese riachuelo, el primero que vio al equipo de la FUNAI y tomó la iniciativa de reunir a un grupo de hombres para ir a visitar enseguida a los üegados.Después de este primer grupo, otros fueron a visitar el campamento de la FUNAI, o se dejaron "descubrir" por sus jefes de patnrlla- En poqufsimo üempo la población zo16 -estimada, en ese momento, como grupo de 350 personas- no solamente aceptó, sino que buscó el contacto con la FLJNAI. Los machetes,las ollas de aluminio, los espejos, los pequefbs objetos de vidrio que, siguiendo la costumbre, la FUNAI disuibuyó a los Zoró facilitaron aún más el contacto que ellos ya habfan decidido establecer.

t72

Un "puesto de pacificación" fue inmediatamente construido y unos meses más tarde, del sitio original cerca del riachuelo, fue transportado a cuaEo horas de camino hacia el este.

Los irreductibles No es del todo imposible que algún grupo local haya escapado a

la "pacificación": pero los Zoró, que viven actualmente en el F.A. 7nróno dicen una palabra sobre este punto. En efecto, el grupo de Cabega Seca cuya presencia habfa sido señalada en las dos orillas del riachuelo Capitáo Cardoso, anteriormente mencionado, o no era en realidad Cabeza Seca. Pues el informante pudo haber tomado a unos Cinta Larga por unos Cabega

Seca (en efecto, para poder distribuirlos, se necesita cierto conocimiento de ambos pueblos). Si lo era, y ésta es la hipótesis que apoyo, este grupo de Cabega Seca probablemente habfa sido empujado hacia el norte y al rfo Guariba, por el avance de los colonos y los grandes ganaderos, se encontrú separado del resto de los Zoró por el establecimiento pennanente de las "fazendas" Roosevale y Moiraquitlt en pleno tenitorio indio (v. croquis 7). Si aceptamos esta hipótesis, eso se debe a las alusiones de los propios Zoró, quienes, sin embargo, no quisieron darme más detalles.. Nos indicaron, es cierto, el lado donde deberfa encontrarse acn¡almente tal grupo, cerca del rfo Guariba. Por otra parte, en el verano de 1985, un equipo del CIMI de Rondónia encontró en la zona de este mismo rfo, a una mujer que podfa muy bien ser miembro de ese grupo, por la forma de pronunciar unas palabras, claramente tupi-mondé; muchas de ellas extrañamente parecidas a palabras zoró. Desgraciadamente los miembros del equipo del CIMI no supieron decirme si esta mujer tenfa en la cara el tatuaje caracterfstico, el nzuli, que podrfa confirmar que se trataba realmente de una mujer 2o16 y no Cinta Larga.

Una nueva

época

No voy a analizar aquf los acontecimientos que se dieron la "pacificación" de los hró y el establecimiento del

después de

contacto oficial. Me parece importante solamente relatar unos hechos

173

CROQLITS Ns 7

Las haciendas Mairaquitá y Roosevale

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t74

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que son significativos

y

para este estudio que nos permiten

comprender mejor su actitud actual frente a la salud y enfermedad.

Menciono, para empezar, el hecho que por la rapidez del establecimiento del contacto, ningrín profesional de la salud se encontraba en el equipo que encontró a los Zoró en octubre de 1977. A pesar de eso, dos de los tres "sertanistas" tenfan nociones de medicina occidental suficientes como para poder diagnosticar afecciones menores. Tenfan también la suficiente experiencia para ser capaces de ofrecer a la población zoró recién contactada, algrin auxilio sencillo. A pesarde las declaraciones hechas a la prensa antes de que se empezara la expedición (A Folha de Sdo Paulo, y O Estado de Sdo Paula, el21-01-1977: Jornal do Brasil,23-0l-1977) y cuando hubo los primeros contactos (O Estado de Sdo Paulo, 08-l l-1977), no fue administrada a los Zoró ninguna vacuna cuando estos se acercaron al-equipo de la FUNAI. En diciembre de ese mismo 1977, los Z-oró fueron afectados por la gripe, segrln la opinión del médico de la FtiNAI (O Estado de SAo Paulo ,30-12-1977), quien buscó enronces un helicóptefo para ir allá; el artfculo citado no dice si logró encontrar uno y desgraciadamente, cuando hablé con él el 27-06-1984, no conocfa ssts dgtalls para preguntárselo.

El primer programa de vacunación sistemáüco fue enviado al terminar la estación de lluvias. A ñnales de Mayo de 1928, el delegado regional pudo informar a la prensa que un equipo de salud estaba a punto de viajar pocos dfas después para vacunar alos 7aró contra la tuberculosis,la difteria, la rubeola y el tétano (A Fotha de Sdo paulo, el 30-05-1978). La intención era buena, pero llegó tarde. Para entonces, como el programa de vacunación habfa sido hecho sin consultar a los Zoró, estos no sabfan nada y ya habfan planeado, por su parte, visitar a los GaviÍo del P.I. do Igarapé Lourdes al terrrinar las lluvias. En lunio de 1978los Zorú estaban a punto de encaminarse, en pequeños grupos, hacia la aldea gaviáo: son de trcs a cinco dfas de

r75

viaje: tres los hombres solos, cinco si van también las mujeres y niños. Estaban a punto de cruzar el rfo Branco, cuando una emboscada de una patrulla suruf los sorprendió: perdieron la vida el mejor guerrero zoró y su hija2o. El viaje se convirtió en huida, el prognma de vacunación fue postergado para una fecha indefinida porque muy pronto todos los Zoró se encontraron en el P.I. do Igarapé Lourdes. Se quedaron unos meses con los Gaviáo, encontraron, durante su estadfa, a unos miembros de la organizaciÓn fundamentalista norteamericana New Tribes Mission. En el ooño de ese año, emprendieron el viaje de vuelta a sus casas, perc antes fueron afectados por una epidemia de malaria que habfa estallado en Ocn¡bre en el P.I. do Igarapé Lourdes, y que mató a unos cuantos (v. CIMIRegional AmazóniaOccidental l9Sl: 6, O Estado de SAo Paulo , 22-

10-1978). De vuelta a su tenitorio,los Zoró fueron reunidos en una sola aldea por los agentes de la FUNAI, y allf se quedaron hasta Mayo de 1980 (Lvold y Forseth 1982: 18). Durante ese perfodo, fueton vfcümas de la tos ferina, la gripe en varias ocasiones y la tuberculosis. Se asisüó también a un nuevo brote de neumonfa, que mató a muchos. Las muertes documentadas llegaron

20.

Este episodio, que me fue cont¡do por

la viuda y los dos hijos

sobrevivientes del guerrero muerto y por muchoo otros 7ntó y Gaviño, merecla un análisis mucho más detdlado, porque podrfa revelarnos algo de la lógica guerera de los gnrpos tupi-mondé, me p¡opr¡se empeza¡ este

análisis en r¡na próxima obra que publicaré. Aquf, para satisfacer la legítima curiosidad del lector, agrego que este at¡que fue la respuesta a un ataque precedente de los Zoró contra los Sururí en 1974. En esa ocasión rma mujer suruf h¿bía sido matada. Su hermano, después de escapar en 1976, se vengó en 197E atacando no ¡l ase¡ino de su hermana, sino al mejor de los guerreros zoró. aunque ninguno de los relatos que voy a mcnciona¡ a continuación corresponda exactamente a lo que los 7-oró y Gaviño me conta¡on, se podrán encontrar algunos det¡lle¡ de este cpisodio en Chapelle 1978 (216-2y); Coimbra 1980 (30-31); Mindlin 1984b (26) y qL O Estado dc Sdo Paalo,25-07-L978.

r76

a 44 en el perfodo 1976-1979 (Lvold y Forseth 1982: 17; ellos aclaran que su cálculo puede ser incompleo).

En mayo de 1980, exasperados por la brutalidad que habfan sufrido por parte de los agentes de la FUNAI, y después de renunciar a la idea de matarlos, los Zorú huyeron otÍa vez: por grupitos, por la noche, se fueron una vez más donde los Gaviáo. Se quedaron con ellos mucho más que en 1978, y durante esa segunda "visita" fueron "convertidos" al conjunto de creencias de inspiración vagamente cristiana, profesada porlos misioneros de le New Tribes Mission2l.

Los Zoró encontraron, en estos misioneros, remedios occidentales relativamente abundantes y personal suficientemente calificado para su administración. Asf fue como estos fundamentalistas lograron detener la difusión de las enfermedades transmitidas por vfa sexual, que las mujeres zoró habfan atrapado con los peones de la fazenda Castanhal. De la misma forma, en agosto-septiembre de 19g0, una epidemia de varicela causó muchos estragos, pero ninguna vfctima. La FUNAI tenfa un puesto de salud para primeros cuidados enel P.I. do Igarapé Lourdes, pero ignoro si estaba equipado con personal y remedios en esa época. Tampoco sé, por consiguiente, qué uso eventual harfan los Zoró de ellos.

En mayo de 1981, la mayorfa de los Zoró volvieron a la aldea de donde habfan hufdo el año anterior, y desde entonces fue construfdo un pequeño puesto de salud para primeros cuidados por que puede contar, ocasionalmente, con la presencia de un auxiliar de salud. Un nuevo administrador tomó la dirección del F.A., y empleó a todos los hombres en trabajos agrfcolas muy importantes para la

21.

Este es otro a¡gumento que, como la guerrar merecfa trata¡se mucho m¿is detalladamente; por otra parte, como ys tuve oc¿sión de decirlo. sophie cloutier, del departamento de antropología de la universidad de MontreáI, está actualmente ocupándose en la preparación de una tesis cuyo temE es la religión tradicional zoró y los problemas ligados oon su

conversión,

t77

transfonnación de estos cazadores-recolectores en campesinos sedentarios. Muy pronto asomaron amplias plantaciones y las técnicas radicionales de la producción de alimento fueron rápidamente alteradas.

Con el retomo de los 7ar6 a su territorio, se concluyó la primera etapa del contacto pennanente y empezó una nueva fase de transformaciones.

Voy a analizar estas transformaciones, y en especial las relacionadas con el campo de la salud y enfermedad, pero antes intentaré ilustrar el sistema médico tradicional.

178

CAPTTULO

VI

EL SISTEMA MEDICO TRADICIONAL

ELEMENTOS DE COSMOLOGIA

No creo sorprender a nadie afirmando que el proceso enfermedad-salud no puede comprenderse fuera de la concepción del mundo propia de los 7nró. Por eso, es importante conocei algunos elementos de este mundo, en nuestro caso aquellos que están más directamente relacionados con nuest¡o tema.

El Universo Dicen los Zoró que la parte de la realidad que cae bajo la influencia de nuestros sentidos, de nuestras maneras habituales de conocimiento, no es una pequeña pafre y seguramente no sea la más interesante de la realidad, tal como ésta existe en su totalidad; el mundo es mucho más amplio y diferenciado de lo que nos inclinamos a creer, y rebasa con mucho, las estrechas fronteras que los lfmites ffsicos nos imponen. Pero, este mundo tampoco es una construcción de la fantasfa creadora del espfritu humano. Tiene más bien las caracterfsticas que nuestros filósofos de antaño atribufan a la sustancia: In se est per se concipitur, o sea, tiene su causa y su razón suficiente de ser en sf, se basta a sf mismo. La tierra, los animales, la selva, los humanos hacen parüe de é1, tanto como otras entidades.

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Esta visión del mundo no podrfa interpretarse simplemente como una forma de dualismo platónico, no hay separación, ni oposición entre la realidad sensible y la realidad no sensible. Al contrario, es justamente su interpenetración que constituye una de las caracterfsticas más notables de la cosmovisión zoró.

El universo

es un espacio organizado en que toda categorfa de

seres tiene un lugar suyo y definido; o si se quiere, un espacio con seres propios en cada una de sus partes (v. croquis 8).

El agua, que üende a recogerse debajo del suelo, es un lugar habitado exactamente como la tierra, aunque los seres de esta agua, ngonhaney, tienen funciones completamente diferentes de las de los seres de la tierra, entre los cuales se encuentran los humanos, panderey.

El arco iris sosüene una enonne "cama" de agua, y allá también viven unos seres ngonhaney. Encima de ese manto de agua, otra tierra, completamente igual a la que conocemos, está a su vez poblada por toda una serie de seres, ngarpey, de los cuales algunos se parecen a unos humanos, panderey peremi (que significa "parecido a humanos", pero puede que nuestros informantes hayan usado esta expresión para indicar simplemente a seres humanos).

Los poderosos seres invisibles Creo que se puede facilmente argüir, que los seres que viven en la otra tierra y los que se encuentran en el agua del mundo que está por encima del cielo, no son visibles directamente. Y pasa lo mismo con

los del mundo de abajo: tanto en la tiena como en el agua, existen seres qr¡e no son visibles directamentel.

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Dejo a otros investig¿do¡es m¡ls erPertos en el ¡nllisis estn¡cn¡ralista' la taroa de explorar a fondo las relaciones e¡rtre los tér¡rinos de estos binomios, alto y bajo por uns pa¡tr. y visible e invisible Por otra, que' segrln mi primera impresiór¡ me parecieron ser los dos grandes ejes de la organización de las represent¿ciones simbólicas Zoró. P¡ra mi

El Universo, por tanto,

está poblado por seres visibles e

invisibles, pero también por seres que a veces son visibles, y a veces no lo son: seres que se manifiestan a ciertas personas y no a otras, y también, seres que a veces toman forma animal y otras humana. Estas apariciones-desapariciones, y estas metamorfosis, se realizan en circunstancias, y según ciertas reglas, que los Zoró conocen. por eso, no tienen ninguna dificultad en comprender que un ser de la selva pueda tener a veces,la forma de un felino o de un humano.

Los seres humanos panderey, no son excepciones, y pueden a en animales o hacerse invisibles, pero no todos pueden hacerlo. Prácticamente, solo los wáwania (chamanes) lo veces convertirse pueden.

El itcho Los Zoró creen que una entidad invisible,llamada itcho, hace parte de la persona humana tanto como el cuerpo visible. El itcho se parece en todo a la persona humana, y comparte la historia de ésta. Prefiero no traducir la palabra "itcho", porque ni el concepto del alma, ni el de esplritu, ni tampoco el término "doble" me satisfacen, siendo en cambio los conceptos que me parecen más similares al de itcho,los de "principio vital" y de "imagen" lomados contempor¿lneamente. Pero esto es demasiado indefinido para ser operativo. Es el padre de la penona que le da el itcho, depositándolo en la vagina de la madrc con el espetma. En ese momento el itcho es muy pequeño y débil, pero se desarrolla y crece al mismo ritrno del feto, y sigue creciendo y desarrollilndose también después del nacimiento.

El itcho del niño debe protegerse por cierto tiempo, sobre todo durante los primeros meses de su vida extraut€rina, potque no objeto, basta haber trazado la estructura del univer¡o zoró, porque evidentemente es dentro de ésta que se desarrolla toda la vida zoró, incluyendo los problernas de salud.

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