La adolescente Gina Berndtson, ca.1947-1948
Las féminas han creado y transmitido elementos culturales pero sus contribuciones han sido consideradas secundarias dentro de la sociedad. Su invisibilidad histórica se explica por la dominación de los valores patriarcales en el registro histórico, que ha supuesto la ordenación y presentación de las actividades realizadas por los varones como las más importantes. En el caso de Canarias, el primer documento escrito que hace referencia a la actividad artística de una mujer está fechado en el año 1562, pero los ejemplos más documentados los encontramos en el siglo XVII. En esta centuria las artistas realizaban su trabajo a la sombra
colabora Consejería de Igualdad
de algún pariente masculino con el que generalmente se habían formado. La sociedad de la época toleraba la participación de mujeres en el hecho artístico siempre que se desarrollara en el ámbito doméstico y familiar y a pesar de esta aparente tolerancia, sólo algunas alcanzaron cierto renombre público, rompiendo los moldes de la época. En el siglo XVIII la actividad artística era entendida como un entretenimiento destinado a mujeres de las clases acomodadas. La práctica del dibujo y la pintura se consideraba un ornato para su educación y un pasatiempo
Portada: Mano Maud Westerdhal, 1972
no problemático, en el que se limitaban a seguir las pautas establecidas por sus maestros. Las artistas canarias del siglo XIX ejercieron el arte como una afición consentida por padres, hermanos o maridos. El dibujo, la pintura, la música y algo de literatura formaban parte de la educación que debían recibir
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las hijas de las mejores familias. La dedicación al arte era considerada un
Con la exposición Mujeres en los márgenes: las artistas en la Colección
adorno necesario, un divertimento y una forma de ocupar el tiempo. La
de la Casa Colón esta institución museística pretende reivindicar el pa-
práctica artística formaba parte de las enseñanzas generales que debían
pel de las mujeres como creadoras y autoras, visibilizando su trabajo en
recibir las mujeres con el único fin de prepararlas para el matrimonio y
el campo del arte. La Casa de Colón ofrece de esta forma una lectu-
los estudios artísticos eran entendidos, por tanto, como un mérito más
ra de sus fondos desde una perspectiva de género, mostrando obras
a la hora de encontrar marido y no como una futura ocupación. A media-
de las artistas Gina Berndtson, Yvonne Guégan, Elvireta Escobio, Iberia
dos de la centuria las mujeres accedieron a conocimientos artísticos más
Carque, Yolanda Graziani, Pino Falcón, Jane Millares, Pino Ojeda, Alicia
amplios, detectándose un aumento de las matrículas femeninas en las
Martín Fernández, Maud Westerdahl, Lola Massieu, Charina García, Pilar
diferentes escuelas de dibujo y pintura. Este acceso de las mujeres a los
Burges, María Belén Morales, Marta Mariño, Ana Gracia, Fanny Lozano y
estudios artísticos tuvo como consecuencia un aumento de su presencia
María Dolores Andreo.
en la vida artística, constatándose una mayor participación femenina en Mujeres en los márgenes: las artistas en la Colección de la Casa Colón
las exposiciones colectivas de la época.
muestra el amplio panorama de la creación artística femenina en CanaEn el siglo XX asistimos a la incorporación cada vez mayor de las féminas
rias durante el siglo XX, en un arco temporal que parte de la década de
al mundo del arte, aunque se mantienen algunas pautas heredadas de
los cuarenta hasta llegar a los años ochenta. La procedencia de estas artistas no se circunscribe al ámbito canario: la exposición también incluye
épocas pasadas. Así, las clases particulares de dibujo y pintura siguen jugando un importante papel en la formación artística femenina y en otros
ro a sus colegas varones. No ocurre lo mismo en el campo de la docencia, en
a creadoras que aun siendo foráneas tuvieron algún tipo de relación con
casos, el taller familiar continúa siendo el lugar en el que se inician en el
el que su presencia fue poco habitual. Esta participación activa de la mujer
Canarias a través de viajes, exposiciones y relaciones personales.
arte. Las escasas mujeres que se adentraron en el campo de la fotografía
en la vida artística canaria de comienzos del siglo XX quedó, en parte, trun-
lo hicieron en calidad de aficionadas. Sólo algunas, tras el fallecimiento
cada por la Guerra Civil. De forma lenta y paulatina accedieron con mayor
Yolanda Peralta Sierra
de sus esposos, se hicieron cargo de los estudios fotográficos familiares,
libertad a las enseñanzas artísticas y pudieron dedicarse profesionalmente
Profesora del Departamento de Historia del Arte y Filosofía de la ULL
dedicándose profesionalmente a esta práctica artística. Su acceso a los
al arte. En este proceso de visibilidad de las mujeres en el campo del arte,
centros oficiales de enseñanzas artísticas tuvo lugar en fechas relativa-
cabe destacar el importante papel que desempeñaron en Gran Canaria la
mente tardías, pero a pesar de ello, rápidamente equipararon en núme-
Escuela Luján Pérez y las Academias Municipales. Algo similar ocurre con los certámenes artísticos. En este sentido, destaca la celebración de las Exposiciones Regionales de Bellas Artes organizadas por el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria, en las que la participación femenina fue creciendo año tras año. Sin embargo, la presencia cada vez mayor de féminas en los concursos artísticos no propició que estas formaran parte de unos jurados integrados en su totalidad por hombres. Habrá que esperar a la década de los cincuenta del siglo XX para que la mujer sea visible en el campo de la crítica de arte. A mediados de siglo asistimos a la progresiva incorporación de las mujeres a los diferentes grupos de vanguardia en Canarias. En grupos como Ladac, Nuestro Arte o Espacio las féminas tendrán una presencia activa como fundadoras e integrantes de los mismos, tanto en Tenerife como en Gran Canaria, estando además muy presentes en el arte canario como críticas, fundadoras y directoras de revistas, directoras de galerías de arte y promotoras de actividades artísticas.