Cloruro de magnesio El cloruro de magnesio es un compuesto mineral iónico a base de cloro, cargado negativamente, y magnesio, cargado positivamente. El hexahidrato, cuando se calienta, puede experimentar una hidrólisis parcial. El cloruro de magnesio puede extraerse de salmueras o del agua de mar y es una gran fuente de magnesio, obtenido por electrólisis.[2] El cloruro de magnesio puede presentarse en forma anhidra, bi‐hidratado o hexahidratado. Este último compuesto se presenta como cristales romboides de gran belleza ornamental. Uso como anticongelante En algunas zonas del planeta disminuyó el empleo del cloruro de sodio para evitar la formación de hielo y aumentó el uso del cloruro de magnesio líquido como anticongelante. El cloruro de magnesio se pulveriza sobre el pavimento seco, sobre todo en pistas de aeropuertos, antes de que nieve o sobre el pavimento mojado antes de alcanzar temperaturas de congelación en los meses de invierno para evitar que la nieve y el hielo se peguen a las pistas. El empleo de anticongelantes supone un avance en la seguridad. Con respecto al empleo del cloruro de magnesio como anticongelante se presentan dos tipos por efectos electrolíticos: la contaminación de los heladores, lo que ocasiona que se formen arcos eléctricos a través de ellos, y la corrosión del acero y del aluminio, lo que afecta a postes y otras infraestructuras. Uso en el almacenamiento de hidrógeno El cloruro de magnesio se ha impuesto como material de almacenamiento de hidrógeno. El amoníaco (NH3), que es rico en átomos de hidrógeno, se emplea cómo material intermedio de almacenamiento. Éste puede absorberse con eficacia sobre el cloruro de magnesio sólido, formando dicloruro de hexamonio (NH4)6Cl2. El amoníaco es desplazado después por un calor suave y a continuación, se pasa por un catalizador que lo descompone produciendo hidrógeno.