Canción testimonial modelo siglo XXI

5 jul. 2010 - Belén, José y Lourdes son herma- nos y se han encontrado en la vieja casa familiar –abandonada hace años–
194KB Größe 4 Downloads 131 Ansichten
Espectáculos

Página 4/LA NACION

2

3

Lunes 5 de julio de 2010

MUSICA POPULAR Diversidad: de la trova al rap, los músicos se inspiran en poetas españoles, la identidad, la tierra y los pueblos originarios

Canción testimonial modelo siglo XXI Continuación de la Pág. 1, Col. 1 de engancharse en cuanta causa social se le cruce por el camino, aunque no se puede decir que su obra musical hable por sí misma de todo eso. Hubo un cambio de formas, sin dudas. Pero también es cierto que ni Bono ni Juanes están alistados en la corriente de cantautores. Distinto es el caso de gente como Ismael Serrano, que reivindicó la canción de autor testimonial sin hacer de esto una causa, a través de los primeros discos, con temas como aquel que evocaba el Mayo Francés, que no le tocó vivir (nació unos años después). Luego, su producción se centró más en lo cotidiano y en lo onírico. Inverso, quizás, es el caso de Pedro Guerra, que fue de canciones que podían contar historias cotidianas (“Contamíname”, “El marido de la peluquera”) a trabajos más conceptuales (Ofrenda y, especialmente, Las hijas de Eva). Desde el disco Frontera, en adelante, varias de las canciones de Jorge Drexler giran en torno al origen y a la identidad. Algunas de ellas se escucharán en vivo cuando en septiembre venga a presentar su nuevo CD. El cuidado del medio ambiente, una mirada a los pueblos originarios, la identidad, las migraciones, la xenofobia y las desigualdades que no sólo tienen que ver con la brecha entre pobres y ricos son algunos de los temas que tomaron protagonismo respecto de décadas anteriores. En la Argentina, se mantiene la influencia de una canción de autor inspirada en los artistas españoles y cubanos. En el Espacio Cultural Nuestros Hijos (Ecunhi), se realizan festivales dedicados a nuevos cantautores locales. También están los consagrados hace mucho tiempo, que han tallado estilos muy personales. Víctor Heredia mantiene su línea compositiva; Teresa Parodi resaltó la esperanza en sus últimos CD. León Gieco, que está preparando un nuevo disco, se volcó a lo coyuntural. En cambio, el camino hacia otras formas se encuentra, por ejemplo, en treintañeros, como los músicos de la banda Arbolito. Ya desde sus inicios, el grupo tomó posición con temas que hablan de situaciones sociales o del vínculo del hombre con la tierra. También está el caso del Raly Barrionuevo, que más allá del gusto que le provoca cantar

FOTOS DE ARCHIVO

De muchas formas

furibundas versiones de “Hasta siempre”, de Carlos Puebla, marca un rumbo claro en títulos propios como “Ey Paisano”, “Chacarera del exilio”, “Oye Marcos”, y en su apoyo a los movimientos de los sin tierra. Lo mismo pasa con otros folkloristas como Duende Garnica y sus canciones: la chacarera “El olvidao” se hizo famosa en la voz de Mercedes Sosa, durante esta última década. También hay músicos que fugazmente se montan en el canto comprometido. Con canciones aisladas hablaron, en la última década, de cortes de rutas y cacerolazos. Pero no fueron más que una pose para ganar la atención del público. Mientras tanto, la manifestación más explícita de la canción testimonial parece haber afianzado su refugio en la declamación (el rap, el hip-hop y el reggaeton). La Mala Rodríguez ha sabido hacer uso del Rhythm and Poetry con su decir andaluz, pero también dijo alguna vez que lo suyo no es la política. En cambio, Calle 13 parece uno de los más filosos referentes desde la canción que hace algunos años le dedicó al FBI (“Querido FBI”, habla del asesinato de un militante puertorriqueño: “Tumbaron al hombre,

Pablo Milanés tiene una aguda mirada de su país; Raly Barrionuevo apuesta desde el folklore; Pedro Guerra (abajo) ofreció durante la última década interesantes obras conceptuales; el veterano Paco Ibáñez (arriba a la derecha) trae a los poetas españoles, y Jorge Drexler piensa en la identidad

pero no la idea [...] Calle 13 está de luto”, entonaba su cantante) o al referirse a la emigración (“Pal Norte”) o en la grabación del tema “Hay un niño en la calle”, de Armando Tejada Gómez, que apareció en el disco de duetos de Mercedes Sosa, Cantora 2. Este parece el ejemplo más claro de cómo la canción se adaptó a estos tiempos. Seguramente René Pérez (cantante de Calle 13) no se sintió tan a gusto con la idea de cantar una melodía tan trabajada, y nada menos que con Mercedes Sosa. Por eso optó por lo que mejor sabe hacer: rapear sobre la música de este tema frases, como: “Soy lo que sobró de la guerra, un estómago vacío, un golpe en la rodilla que se cura con el frío [...] soy oxígeno para este continente, soy lo que descuidó el presidente [...] soy un elemento más del paisaje, los residuos de la calle son mi camuflaje”. El dúo, que integran los talentosos René Pérez (Residente) y su hermanastro Eduardo Cabra (Visitante),

tiene una corta historia como Calle 13. Pero en apenas un lustro han dicho bastante. Fueron censurados en su país y les suspendieron shows en Colombia. Todo por sus opiniones políticas y otras inteligentes manifestaciones en escenarios como el de los premios MTV. Evidentemente, la canción testimonial de tono político ha encontrado su futuro en este formato.

Otra mirada Claro que la actualización no sólo es de forma, también del discurso. Desde Cuba se escuchan viejas voces que aportan nuevas miradas. Hay algo más detrás de una visita de Silvio Rodríguez a los Estados Unidos con palabras inteligentes, coherentes y conciliadoras (“Yo sigo creyendo en la revolución, pero ahora viene la evolución”, dijo durante su gira). También está la canción. Pablo Milanés y Santiago Feliú dieron dos magníficos ejemplos en sus últimos CD, Regalo y Ay, la vida, respectivamente.

Feliú entona en el tema “Planeta Cuba”: “[...] amados, obstinados y sonrientes/ llenos de música, ron y fe/ y una espera... dividida mal. [...] Abajo los bloqueos de la mente ya merecemos más [...] sigue Cuba, sigue de verdad, sigue resistiendo”. En la tan bella como triste “Dos preguntas de un día”, Milanés habla de ciertas obstinaciones del ser humano. Habrá que esperar para ver si las nuevas generaciones de cantautores hispanoamericanos siguen desarrollando nuevas miradas. Mientras tanto, se puede volver a la canción cubana, o a la argentina, o a los versos de Lorca, Vallejo, Neruda, Machado o Guillén musicalizados por Paco Ibáñez, o a la poesía de Miguel Hernández, que una vez más rescató Serrat para su último CD, o a las retrospectivas que Aute hace de su propia discografía, o a las historias típicamente sabinescas, que don Joaquín escribe solo o en compañía de Benjamín Prado.

TEATRO (Variedades)

Esta vez, los Sutottos sólo divierten a sus fans

Charla con Juan Garff Hoy, a las 18.30, en el marco del Festival Nacional 8 Espectáculos con Yapa, nuestro colaborador Juan Garff brindará la charla “Hablando de teatro para niños”. En la sala AMMA, Urquiza 1539.

En Colapso, no alcanzan el nivel de sus otros trabajos

Documental sobre Gené

Todos los lunes de julio se presentará el documental Gené, en escena, de Eloísa Tarruella, sobre la vida y obra de Juan Carlos Gené. A las 20.30, en La Máscara, Piedras 736 (4307-0566). Entradas de 2 a 4 pesos.

Regular ((

Colapso. Dramaturgia y actuación: Andrés Caminos y Gadiel Sztryk (Los Sutottos). Dirección de arte: Fernando Dopazo. Colaboración artística: Daniel Casablanca. Dirección: Andrés Serebrenik, Andrés Caminos y Gadiel Sztryk. En la Ciudad Cultural Konex. Sábados, a las 23. Duración: 90 minutos.

Festival ¡Sí, quiero! Hoy, a partir de las 17 y durante varias horas, se desarrollará el festival ¡Sí, quiero!, en el que numerosas personalidades del medio artístico actuarán para dar su apoyo al proyecto de ley por el casamiento para personas del mismo sexo. Sandra Mihanovich brindará

Un elenco heterogéneo en este montaje del nuevo espacio La Carpintería

En la bruma, voces estáticas

Los Sutottos es uno de los grupos del circuito off que más convocatoria ha generado en los últimos dos años. Comenzaron allá en las huestes del ex volatinero Roberto Saiz y, luego, con el “macoco” Daniel Casablanca. El año pasado obtuvieron elogios por su obra Sujeto tácito, y en este 2010 se largaron con producción y todo a un lugar también convocante, como la Ciudad Cultural Konex. Y la gente va a verlos en oleadas, y la mayoría se divierte y se muere de risa ante cada texto o

situación. Así son los seguidores, fieles a veces. Pero un grupo menor, reducido, nos quedamos afuera de esa comunión. Cuestión de edad, tal vez, cuestión de compartir o no un código que, a juzgar por quien esto escribe, escapa de ciertos parámetros básicos. El espectáculo es una sucesión de cuadros, unidos por un leve hilo conceptual (la estupidez humana), con cierto abuso de la repetición y de la apelación a la risa fácil. Ellos son graciosos, pero eso no alcanza. Hay ciertos mensajes y textos del espectáculo que son cuestionables y, si quisieron provocar el efecto contrario o trabajar alguna entrelínea, eso no se ve en escena. Lo cierto es que, así como Colapso está concebido, no resulta mucho más que aquello que logran dos tipos simpáticos en una fiesta entre amigos.

Sólo Maite Velo sale airosa en esta puesta en escena carente de acción Regular ((

Sandra canta por el matrimonio gay

un recital, y también participarán Georgina Barbarossa, Mosquito Sancineto, Mirta Busnelli, Federico Amador, Pepe Cibrián, Daniel Hendler, Juan Gil Navarro y muchos otros artistas. En el Caras y Caretas, Venezuela 330. Entrada libre y gratuita.

De todos los tiempos Mañana, a las 21.30, en Clásica y Moderna (Callao 892), se presentarán la pianista Polly Ferman y el bandoneonista Daniel Binelli, junto con el cantante Marcelo Balsells, interpretando tangos y milongas de todos los tiempos. Entradas: 50 pesos.

Voces en la bruma. Dramaturgia y dirección: Vanina Montes. Intérpretes: Matías Labadens, Verónica López Olivera, Mercedes Oviedo y Maite Velo. Escenografía: Gonzalo Córdoba Estévez. Vestuario: Julieta Mujica. Iluminación: Omar Possemato. Asistentes de dirección: Gabriela Julis y Fabián Ruiz Verlini. En La Carpintería, Jean Jaurès 858. Viernes, a las 23. Duración: 60 minutos.

Belén, José y Lourdes son hermanos y se han encontrado en la vieja casa familiar –abandonada hace años– para repartirse lo poco que allí queda. Ninguno, en realidad, está interesado en los objetos, sino más que nada en saber qué pasó durante los largos siete años de separación. Belén partió al exterior

junto a su padre, y Lourdes –como podía– se hizo cargo de su hermano José y del negocio familiar que está al borde del cierre. La conversación entre las dos hermanas va develando una historia que presenta la temprana y nunca muy elaborada muerte de la madre, y el suicido del cuarto hermano, Pedro, que dispara la diáspora. La sorpresiva aparición de una novia de ese hermano sigue aportando datos y elementos que terminan de cerrar hacia el final de esta pieza escrita y dirigida por Vanina Montes. Y quizás allí se entiende el principal problema de la obra: casi no hay acción; todo pasa por la palabra, a través de conversaciones en un sillón o en el altillo de la casa. Y esas palabras por momentos resuenan grandilocuentes, como grandes frases hechas para enmarcar, lo que

le quita cercanía a lo que allí sucede y no le da mucha oportunidad de interpretación a los cuatro actores. Indudablemente, quien mejor la lleva es Maite Velo, que hace de su Lourdes al personaje más cercano y entrañable. Es la única que logra otorgarle a su criatura ciertos matices. El resto del elenco no puede despegar de la monotonía: la crispación en el caso de Belén –a cargo de Mercedes Oviedo–, la insondable tristeza en la novia del hermano muerto (Verónica López Olivera), y el mutismo casi autista de José, a cargo de Matías Labadens. La directora logra los momentos más interesantes cuando se anima a acercarse al humor. Lamentablemente, eligió meterse en un drama muy serio, demasiado serio.

Verónica Pagés

Gadiel Sztryk y Andrés Caminos, o Los Sutottos, en Colapso

Pablo Gorlero