Asumió Peirano y mantiene el rumbo

18 jul. 2007 - su antecesor, Roberto Lavagna. Peirano dejó ayer vacante el car- go de secretario de Industria y ano- che
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Política

Página 6/LA NACION

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Miércoles 18 de julio de 2007

El escándalo de la bolsa: el reemplazante de Miceli juró anoche en la Casa de Gobierno

Asumió Peirano y mantiene el rumbo Anticipan que se sostendrá un alto nivel de superávit fiscal y que no habrá cambios en materia de tarifas y subsidios Por Martín Kanenguiser

Esperan un diálogo más fructífero con las empresas

De la Redacción de LA NACION Con la instrucción de no tocar las tarifas de servicios públicos ni los generosos subsidios al sector privado por lo menos hasta diciembre, aunque tratando de mantener el superávit fiscal cercano al 3,5% del PBI, ayer asumió el nuevo ministro de Economía, Miguel Peirano, en reemplazo de una shockeada Felisa Miceli, que no estuvo en el acto en la Casa de Gobierno. A las 19.26, Peirano juró por Dios, la Patria y los Santos Evangelios, sabiendo que una buena gestión lo puede posicionar como el ministro de un eventual gobierno de Cristina Fernández de Kirchner –presente en el acto de asunción–, aunque por ahora sea señalado por buena parte del Gobierno y la comunidad empresarial como el “ministro de la transición”. Tras jurar, Peirano saludó efusivamente al Presidente, a la primera dama, al vicepresidente Daniel Scioli y al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, mientras sus nuevos colegas lo observaban con una sonrisa; antes, Peirano había abrazado, al igual que otros importantes funcionarios, al secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, que estaba sentado en la primera fila del Salón Blanco de la Casa de Gobierno. Como testigo privilegiado estaba el gobernador cordobés José Manuel de la Sota, invitado a situarse junto con el Presidente y su mujer para evitar su migración al heterogéneo grupo de peronistas disidentes. Pero el economista mimado de la Unión Industrial Argentina (UIA) había tenido su debut anticipado por la mañana, cuando también en la Casa Rosada presentó en una conferencia de prensa una inversión de US$ 100 millones de la empresa japonesa Honda, que instalará su primera planta en el país. En ese escenario, Peirano, en su última aparición formal como secretario de Industria –cargo que podría ocupar la subsecretaria de Política y Gestión Comercial, Leila Nazer– señaló que el Gobierno buscará “generar una industria fuerte y moderna, que compatibilice mercado interno y exportaciones”. “La decisión de invertir para producir en la Argentina demuestra el ritmo creciente de inversiones, la confianza que genera la dinámica del mercado interno del país, y al mismo tiempo las oportunidades en materia de exportaciones”, dijo Peirano (de lo que se informa en la Pág. 3 de Economía). Tras ese acto, una calificada fuente oficial admitió a LA NACION que “Peirano es, dentro de las opciones que había en el Gobierno, quien mejor puede dejar parado a Kirchner para un final de gestión con un perfil productivista, por su buen diálogo con el sector empresarial y con los funcionarios de los otros países del Mercosur”. De todos modos, la fuente aclaró que, aunque mejore el nivel del diálogo con el sector privado respecto de la era Miceli, “es muy difícil pensar que en esta corta gestión se vaya a adoptar alguna decisión que no se haya tomado desde mayo de 2003, como subir las tarifas o cambiar la política de subsidios para frenar los precios”. Estas medidas son parte del menú que hasta los sectores más heterodoxos del pensamiento económico nacional creen necesarias para atraer más inversiones de largo plazo, sobre todo en infraestructura y energía. El razonamiento del funcionario clave de esta gestión fue simple pero contundente: “¿Por qué Kirchner querría ser recordado como el presidente que subió las tarifas, cuando puede quedar libre de este pecado?”, dijo la fuente.

Superávit fiscal La otra clave para entender la naciente “gestión Peirano” –que hoy tendrá su inicio formal al instalarse en el quinto piso del Palacio de Hacienda, con la misma secretaria privada que lo acompañó en Industria– es que se mantendrá el superávit fiscal por encima del 3% del PBI, aunque algunos analistas privados señalen que a ese resultado se arribará incluyendo los ingresos producidos por la reforma previsional. “La intención es desacelerar en la segunda parte del año el alza del gasto en inversión pública, que deberá terminar cerca del 3% del PBI, como ocurrió en 2006 (frente al 1% del período 2002-2003)”, señaló otra fuente. Esto significa terminar las obras que están avanzadas, pero no sumar más pagos que los previstos, de modo de dejar el superávit fiscal al menos en un 3,5% del producto. Para no generar antipatías políticas, la fuente aclaró que “no es necesario generar un ajuste clásico, sino moderar el nivel de aumento del gasto público”. Al respecto, la fuente juró que el Presidente “es consciente” de la necesidad de mantener el ahorro público en un nivel alto, para equilibrar las presiones inflacionarias generadas en un contexto de dólar alto y de fuerte impulso a la demanda agregada. Lo que todavía nadie sabe es qué piensa Cristina Fernández de Kirchner sobre estas cuestiones, aunque se reconoce que el nuevo ministro tiene una buena sintonía con la candidata oficialista.

También ansían que tome medidas Por Alejandro Rebossio De la Redacción de LA NACION

El presidente Kirchner abraza a Peirano entre la atenta mirada de Scioli y el aplauso de Balestrini

Moyano y Redrado

El abrazo con De Vido

El saludo de Tomada FOTOS DE FABIAN MARELLI

El nuevo ministro retendrá a la mayoría del equipo de Miceli Sólo cambiará a la secretaria legal y pondría a Leila Nazer a cargo de Industria El ministro de Economía, Miguel Peirano, mantendrá la mayoría de los funcionarios que integraban el equipo de su antecesora, Felisa Miceli, quienes ayer dieron presente en la asunción del nuevo jefe del Palacio de Hacienda. Claro que muchos de ellos se manejaban con bastante autonomía respecto de la ex ministra y dialogaban directamente con el presidente Néstor Kirchner, como los secretarios de Hacienda, Carlos Mosse, y de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Mosse, que todos los días informa a Kirchner sobre el estado de las cuentas públicas, continúa en el cargo, al igual que sus tres subsecretarios. También sigue Moreno, más allá de su fidelidad al ministro de Planificación, Julio De Vido. Ayer, en la asunción de Peirano, Moreno estaba presente, pero igual se especulaba con eventuales roces con el nuevo ministro, así como los tuvo Miceli. Javier de Urquiza continuará como secretario de Agricultura. También seguirá su par de Finanzas, Sergio Chodos, que fue confirmado por el propio Peirano. Nadie sabía ayer qué iba a pasar con el secretario de Política Económica, Oscar Tangelson, aunque la mayoría apostaba a que sobrevivirá a este nuevo cambio ministerial. Tangelson, que ocupa el cargo desde el gobierno de Eduardo Duhalde y trabajó en la campaña presidencial de Néstor Kirchner, fue uno de los pocos que ayer hizo declaraciones a la prensa: le dijo a la agencia Télam que Peirano deberá “profundizar esta fuerte vocación de producción y de trabajo que Kirchner ha impuesto a la vida política argentina”. La única secretaria que dejará el cargo es la de Legal y Administrativa,

Estela Palomeque, dado que éste es un cargo en el que todo ministro precisa de alguien de extrema confianza. Peirano planea nombrar en ese puesto a una abogada muy conocida por él. El nuevo ministro no quiere que le estalle en esa secretaría un caso como el de Greco, que ha salpicado tanto al equipo de Miceli como al de su antecesor, Roberto Lavagna. Peirano dejó ayer vacante el cargo de secretario de Industria y anoche se especulaba con que designara en su reemplazo a otra mujer de su círculo, Leila Nazer, la hasta ahora subsecretaria de Política y Gestión Comercial. El ministro la considera “brillante”. Otro candidato a sustituirlo es el subsecretario de Industria, José Luis Díaz Pérez. En la conducción del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) seguirá Alejandro Barrios, otro designado por Miceli. No obstante, trabajadores del organismo auguraban ayer que la asunción de Peirano abra una oportunidad de cambio en la intervención del área que mide la inflación. Peirano confirmó a subsecretarios micelistas, como el de Programación Económica, Martín Abeles, y el de Pyme, Matías Kulfas. Otras funcionarias designadas por la ex ministra, como las subsecretarias de Financiamiento, Alejandra Scharf, y de Coordinación Económica, Silvia Canela, seguirán por ahora. Peirano tiene en cuenta que no vale la pena cambiar funcionarios cuando faltan sólo cinco meses de gobierno, pero igual se tomará su tiempo para evaluar el desempeño de algunos de ellos. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, le dio libertad para armar su equipo, aunque algunos secretarios parecen intocables.

El gabinete de Felisa, con suerte dispar

Guillermo Moreno

Carlos Mosse hombre de confianza del presidente Néstor Kirchner, se mantendrá en el cargo, que ocupa desde el inicio de la actual gestión de gobierno, cuando fue parte del equipo del ex ministro Roberto Lavagna.

■ A pedido del Presidente, el secretario de Comercio Interior también seguirá ocupando su despacho, desde el que lleva adelante polémicas medidas para intentar controlar el incremento de los precios.

Estela Palomeque

Leila Nazer

■ El secretario de Hacienda,

■ Estuvo a cargo de la Secre-

taría Legal y Administrativa del Ministerio de Economía. Llegó allí de la mano de Felisa Miceli y por eso, la salida de funciones de la ex ministra marca también el fin de sus tareas en el área.

■ La subsecretaria de Política y Gestión Comercial, Leila Nazer, podría pasar a ocupar la Secretaría de Industria, Comercio y Pymes, que quedó vacante con la designación de Miguel Peirano como ministro de Economía.

queja hacia el Presidente, que no se refirió a su ministra más leal en los últimos días. Algunos pisos del Palacio de Hacienda parecían desolados, con funcionarios que vaciaban sus escritorios, mientras que en otros, como en Hacienda y en Finanzas, había cierta expectativa, pero sin demasiadas alteraciones. En el quinto piso, algunos festejaban la salida de la dura secretaria personal de la ministra, Mariela Pía Santarelli Goñi, una de las pro-

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Casi indiferentes

El último día en un ministerio desolado Conmocionada todavía por la forma en que abandonó el poder y lejos de las cámaras, la ex ministra de Economía Felisa Miceli pasó ayer su última jornada en el Palacio de Hacienda rodeada por sus colaboradores y a la espera de poder contraatacar en la Justicia ante las fuertes denuncias que existen en su contra. “Está muy mal anímicamente. No se esperaba este final”, comentaron fuentes de la saliente gestión sin querer dejar trascender ninguna

Los empresarios, aun los que no son industriales, esperan que con el nuevo ministro de Economía, Miguel Peirano, su diálogo con el Gobierno sea más fructífero. Aunque la mayoría advierte que en los cinco meses finales del gobierno de Néstor Kirchner poco podrá hacer, algunos pronostican que justamente buscará demostrar en este corto tiempo, de plena campaña electoral, su capacidad para seguir ocupando el cargo en una eventual presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Todas estas especulaciones se tejieron entre las decenas de empresarios que rodearon ayer a Peirano en su jura como ministro en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Estacionados en los alrededores de la Casa de Gobierno, diversos vehículos de lujo demostraban la presencia de los hombres de negocios. Pero la asunción del ministro también estuvo poblada de sindicalistas –encabezados por el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, y José Luis Lingeri, del gremios de obras sanitarias– y de políticos, muchos de los cuales habían asistido porque en el mismo acto asumió el socialista Jorge Rivas como vicejefe de Gabinete. En la primera fila de empresarios estaban los presidentes del grupo Techint, Paolo Rocca; de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain; de la Bolsa porteña, Adelmo Gabbi; de Volkswagen, Viktor Klima, de la Sociedad Rural Argentina; Luciano Miguens; de Fiat, Cristiano Rattazzi, y de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Alberto Alvarez Gaiani, que recordaba que en su segunda presidencia de la UIA (2003-2005) Peirano le escribía los discursos. El hasta anteayer secretario de Industria trabajó en la entidad fabril entre 1993 y 2004. “La gente lo reconoce ligado a la industria, pero tiene una perspectiva más amplia: ve el sector productivo en general, con el campo, la construcción y el sector financiero”, observó Lascurain. El presidente de la UIA consideró que “existe un ámbito para seguir haciendo cosas” en lo que queda del gobierno de Kirchner, como la ley a favor de la inversión de las pymes, la creación de un banco de desarrollo y una nueva norma de accidentes de trabajo. Cuando se le preguntó a Lascurain por las diferencias de Peirano con su antecesora, Felisa Miceli, el industrial lo definió como un “gestor”. Miguens observó ayer la ilusión de los industriales con Peirano. El era uno de los pocos hombres de campo presentes, junto con el vicepresidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Carlos Garetto. “Pero nosotros, como hombres de la producción, creemos que Peirano está capacitado, conoce la relación del sector con la maquinaria agrícola y la agroindustria. Con él se podrá dialogar”, auguró Miguens, que recibió ayer la invitación del ministro para conversar. “Pero además de diálogo, lo importante es que tenga poder de gestión”, señaló el representante del campo, donde ven a Peirano más conocedor del sector que a Miceli. Miguens opinó que Peirano, tras dos años y medio en Industria, conoce cuáles son los puntos débiles que deben corregirse y podrá emprender cambios. El campo ansía que se normalice el precio y la exportación de carne. Otros empresarios presentes fueron Diego Videla, del Banco Galicia, y los industriales Héctor Massuh, Roberto Arano, Juan Carlos Sacco y Roberto Domenech. Este último, del sector avícola, prevé una continuidad de la política económica.

tagonistas del “escándalo de la bolsa”. Entre las funcionarias que podrían permanecer con Peirano se afirmaba que, una vez que se tranquilice en el llano, Miceli podría cambiar su estrategia ante la denuncia judicial y “defenderse con más fuerza”. Otros, más equidistantes, aún expresaban su sorpresa “por los constantes cambios en las explicaciones de la ministra” para justificar el hallazgo de la bolsa que determinó su final político.

■ El mercado financiero local no mostró reacción ante el cambio de ministros, aunque se hizo visible un menor número de negocios. El dólar operó sin cambios (se mantiene en $ 3,12) y en la Bolsa las acciones mostraron precios estables. Los que siguen débiles son los bonos de la deuda pública en pesos indexados, lo que muestra que los inversores no esperan que Peirano haga algo para que se sinceren las mediciones de inflación.