Arquería, el regreso de una práctica milenaria

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| Sábado 29 de junio de 2013

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Hábitos

Arquería, el regreso de una práctica milenaria Cada vez son más los que eligen esta antigua disciplina que ofrece un conocimiento novedoso del cuerpo y ayuda a despejarse Carolina Ayelén Rossi pARA LA nACion

Una azafata anuncia el comienzo del espectáculo y de pronto, casi sin solución de continuidad, el espacio de la calle se transforma en la puerta de entrada a un boliche

EXPERIENCIAs Violeta Gorodischer

Cómo ser protagonista (involuntaria) de una obra de teatro sin argumento Una cronista se deja llevar por diversas situaciones en las que el límite entre ficción, realidad, público y actores desaparece

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legar a un lugar sin saber lo que puede pasarte. Ni con quién te vas a encontrar. Ni qué vas a tener que hacer en concreto. De eso, detalles más, detalles menos, se trata esta ¿obra?, cuya gracia principal consiste en que uno no sepa en qué se está metiendo. Usted está aquí, reza el título, pero no hay folletos, ni reseñas, ni nada. Apenas el ticket de entrada y un papel con una premisa inquietante: “Cada grupo de espectadores es guiado hasta la Experiencia. Una vez ahí, una sucesión de realidades los convierten en protagonistas. ¿Qué pasa exactamente? No hay manera de saberlo…, a menos que te dejes llevar”. Mientras me pegan un sticker fluorescente en mi abrigo, leo el contrato de confidencialidad. El pacto es claro: no reproducir lo que viviremos para que los próximos espectadores sientan, como ahora sentimos nosotros, el vértigo de la incertidumbre. Carraspeo y llamo con una seña a una de las organizadoras. “Interactiva”, define rápidamente ante mis preguntas y entonces sí, empiezo a ponerme nerviosa: ¿voy a tener que actuar?, ¿hay contacto físico?, ¿puedo abstenerme de hacerlo? Nada. No hay respuestas. Sólo sonrisas que intentan ser cómplices, pero que yo, lo lamento, no soy capaz de retribuir. Un ruido me sobresalta y giro sobre mis pies. “Su atención por fa-

vor”, se escucha. Cual azafata en los minutos previos al vuelo, una chica de pollera color azul, blazer y pelo recogido, parada sobre una tarima, nos guía a través de un megáfono, pero en dirección opuesta a la puerta de entrada. Primera disrupción de la noche: aquí todo empieza en la calle. Sobre la calle Sarmiento, para ser exactos. No termino de entender cómo, pero de pronto estamos en fila, parados en la puerta de un boliche, parlantes a todo volumen, autos con las puertas abiertas, un rubio altísimo que nos hace avanzar por una alfombra roja hablándonos en inglés, como si estuviéramos en un club exclusivo de la noche neoyorquina. Al lado mío, una chica de pelo

Quien quiera ser parte de esta propuesta Puede acercarse, durante todos los martes y miércoles de julio y agosto, a las 20, a Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131). La venta anticipada de entradas es en boletería o por Ticketek

ideas y personas Julieta Sopeña

Panorama del “retailtainment”

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usque la palabra “panorama” en el diccionario. Seguramente encuentre resultados similares a “paisaje muy dilatado que se contempla desde un punto de observación” o “aspecto de conjunto de una cuestión”. Yo propongo uno nuevo. Panorama o la constancia de que el retailtainment se ha instalado finalmente en Buenos Aires. Retailtainment es un concepto anglosajón (del maridaje de las palabras “retail” y “entertainment”) que refiere a la conversión del acto de compra en una experiencia de ocio, a través de diferentes estímulos que generan placer. Que en la actualidad los puntos de venta estén sometidos a estrictos análisis plurisensoriales no es novedad en las capitales del mundo. Pero sí en la Argentina, en donde, aún hoy, no es tan común que los comercios (ya fuera un restaurante, museo o marca de ropa) se basen en principios como teatralización o tematización. Lo que sí es indiscutible es que, al menos, el concepto de “servicio” fue reemplazado por el de “beneficio”. Y este último por el de “experiencia”. Ejemplo de esto es

Panorama, un pequeño local multimarca en la calle República de la India que abrió en diciembre pasado. Hoy ya puede catalogarse como un caso de éxito. Y de gran inventiva. Sus dueños tienen juventud, estilo y algo de hipsters: María Lee, entrepreneur con especialización en comercio exterior, Juan Hernández Daels y Paula Selby Avellaneda, ambos diseñadores que se conocieron en la Antwerp Royal Academy of Arts. En este recinto a la calle, de inmejorable ubicación, albergan prendas y accesorios seleccionados por ellos mismos de 40 diseñadores argentinos que casualmente no pertenecen al circuito típico comercial. Es más, algunos pueden resultar desconocidos incluso para el consumidor entrenado: Joan Martorello, Belén Amigo, Chicco Ruiz, Mila Kartei, Julieta Grana o Vanesa Krongold son algunos de nombres destacados. “La originalidad es un requisito básico para estar en Panorama y cuanto más personal sea el trabajo del diseñador, mejor”, explica Lee. Tiene sentido, desde el momento en que la originalidad parte prin-

corto y campera de cuero negra saca una petaca. Parece whisky, pero cómo saberlo. “Do you like it?”, pregunta. Agradezco y rechazo la oferta. El rubio dice algo y de adentro salen tres chicas hermosas. Pueden ser modelos. O estrellas de rock. O celebrities. Les sacan fotos. Ellas gritan, se ríen, se acercan a saludar, arengan hasta lograr el aplauso colectivo. El revuelo llama la atención de los transeúntes. Cuando otro chico me pide un chicle lo miro con recelo. Apenas empezamos y ya no distingo quién actúa y quién no. Las reinas de la noche se evaporan como por arte de magia y ahora el encargado de regular la entrada corta el paso justo después de hacerme pasar. “Enjoy your night”, dice, pero cuando esperaba desembocar en un antro de luces bajas, humo y algún buen trago, aparezco en… una comisaría ciento por ciento argentina. Sólo una cosa voy a decir: la recreación del ambiente está tan, pero tan lograda, que debo hacer un esfuerzo para recordar que todo esto no es más que ficción. La teoría de la cuarta pared invisible que, se supone, nos separa de los artistas, no aplica en este caso. Mucho menos en medio de una escena intimista: sólo siete personas y el resto no tengo idea dónde quedó. Lejos de la observación pasiva que siempre asocié con el teatro, aquí la interacción es una constante que no admite posibilidad de evasivas. Aho-

cipalmente de ellos tres: “Más que un local, intentamos ser una plataforma de soporte para diseñadores locales, con los cuales poder crear una fuerza de identidad conjunta”. La ropa y accesorios que uno puede encontrar son de exquisitez y extravagancia llamativas. Desde un collar hecho de virulana y cristales, hasta piezas únicas de alta costura y buenos productos de cuero. El local en sí es un espacio interesante. Se parece al detrás de escena de una marca: sus dueños son quienes lo atienden –prescinden de vendedoras porque, según María, “nadie puede explicarles a las clientas el concepto de Panorama mejor que nosotros”– y una mesa de trabajo se yergue en el medio. Pretende ser el mostrador, pero se parece más a un escritorio, con papeles, tasas de café y computadoras. El miércoles a la tarde pasé, y allí estaban Paula y María atendiendo. Y también Gerardo Dubois, de la marca Bandoleiro, colgando su última obra de arte como quien no quiere la cosa: la intervención de un extraordinario poncho que hizo para Disney, por el lanzamiento de la nueva película “El Llanero Solitario”. “Acá viene la gente y se instala, hay performances, música, pasa de todo”, sintetizó Lee. La nueva generación de marcas abrirá el juego a curiosidades y desafíos. Ganará quién proporcione mayor contenido. “Soñamos con que nuestros diseñadores tengan suceso por sus ideas y sus propias formas de vivir la moda”, dijo Paula. Y ante mi pregunta de para cuándo una colección propia de Panorama, la respuesta fue rotunda: “Muy pronto”.ß

ra, por ejemplo, estoy sentada frente a una travesti, junto a un borracho, con dos policías tomando declaración a otros tres incautos, tan desconcertados como yo. Todos hablan al mismo tiempo. La superposición es intencional. Me gustaría ser una mosca para observar la escena desde afuera, tranquila, pero el borracho se me acerca demasiado. Podría jurar que huele a alcohol. Me habla al oído hasta incomodarme: “Si te preguntan si me conocés decí que sí”. Lo miro y asiento. “Quedate tranquilo”, digo. De más está aclarar que si esto fuera la vida real no respondería. O miraría hacia otro lado. O me iría corriendo. Pero esto es…, ¿qué es esto? Me levanto de golpe y la mujer policía me grita. “Usted, la del tapado rojo, ¿no escucha que le hablo, señorita?” Primera certeza de la noche: los fóbicos no deberíamos venir tan sueltos de cuerpo. A la interpelación siguen unas breves preguntas que respondo como puedo y de allí pasamos a otro cuarto, y a otro, y a otros más. En cada uno, las realidades son completamente distintas. Como entrar y salir de sueños a veces nítidos, a veces deformes, siempre amenazantes. Un universo que David Lynch aprobaría con gusto. Les contaría con lujo de detalles, pero un pacto es un pacto y, nobleza obliga, no quisiera arruinarle la sorpresa a nadie. Sólo diré que mi noche, de pronto, es como un disco de sensaciones en continuado, sin trama ni discursos ni giros argumentales. Fragmentos de escenas, conversaciones, situaciones sin fin ni principio: el banquete de cualquier psicoanalista. Del quirófano y la angustia ante la posibilidad de la muerte a pasillos orientales bañados en sahumerios y tenue luz roja. Del interior de enormes dragones chinos a una procesión en plena noche cerrada, apenas iluminados por faroles. Y un avanzar conjunto, vacuno, inmersos en el canto colectivo hasta quedar bajo una ventana en la que se ve a una chica angelical y vestida de blanco, como una aparición de la Virgen. De ahí al casamiento ucraniano, los bailes, el acto de escuela o la

charla a puertas cerradas con una actriz que se hace pasar por amiga (y confunde, hay que saberlo) no hay más que un paso. O tres. O cinco. O doce. Lo cierto es que tarde o temprano hay que entregarse y recién entonces uno pierde la cuenta. De los pasos, del tiempo, del espacio y de todo. La frutilla del postre es claramente el final del recorrido, que nos hace

fotos de marcelo gómez

desembocar en un escenario, dentro del escenario, con una acción grupal donde la metatextualidad se impone. Y aunque de poder elegir yo evitaría esta última escena, si algo no me faltó hasta este punto fue el sacudón de emociones. Para mí, un requisito infaltable en cualquier acto que se precie de artístico. Ustedes, saquen sus conclusiones.ß

La cantidad de gente que decide practicar tiro con arco en nuestro país ha ido creciendo muchísimo en los últimos años. El hecho de que pueda ser practicado por personas de cualquier edad y tamaño lo hace un deporte muy atractivo y accesible, además de los beneficios físicos y mentales que proporciona. ETCA, la Escuela Argentina de Tiro con Arco, es una de las muchas escuelas de arquería de la ciudad de Buenos Aires que no dan abasto con la cantidad de gente que se suma todos los años y que cuenta con alumnos cuya edad va de los 8 a los 70 años. Tanto si lo practican por recreación o como entrenamiento para competición, Raúl Vildoza, instruc-

tor del ETCA, piensa que el interés en este deporte está en el hecho de que “le permite a mucha gente encontrar una forma de trabajar el equilibrio, no sólo físico sino mental”. Algo que, según su opinión, es muy necesario para todos. “Uno busca un cable a tierra y esta actividad se lo da –enfatiza Vildoza–. Cuando están trabajando postura, alineación, técnica o están practicando y quieren pegarle a la bombita o la botellita, se concentran más en sentir el cuerpo porque ven que es la única manera de acertar en el blanco que quieren.” La influencia de la cultura pop otro de los incentivos a la hora de escoger esta disciplina han sido los productos culturales, a saber: historietas, series o películas, protagonizados por arqueros o en donde el arco es un elemento importante. para hacer un repaso fugaz, pode-

Decoración

en algún lugar del mundo

Las mejores ambientaciones para fiestas en un solo lugar

Juana Libedinsky

El miércoles, el Plaza Hotel permitirá visitar sus salones intervenidos

Laura Reina LA NACIóN

Hay distintas maneras de festejar. Y distintas formas de ambientar un gran festejo. Pero sólo una oportunidad de ver las propuestas de los mejores decoradores del país en un solo lugar y con entrada gratuita. El próximo miércoles, desde las 12, el Plaza Hotel Buenos Aires abrirá sus puertas para una nueva edición de Open House, un día en el que los palaciegos salones del centenario hotel se vestirán de fiesta para ser anfitriones de un público ávido de conocer y ponerse a tono con las últimas tendencias en ambientación de eventos. Quienes se acerquen al hotel frente a la plaza San Martín podrán deleitarse con las siempre originales propuestas de los más renombrados expertos en decoración, como Ramiro Arzuaga, Gloria César, M&T de Malena y Titi Funes, Lola, Paz y Agus Caradonti, SB ambientaciones de Soledad Sáenz Briones y Carolina Ghio, Estilo Chic y Juana Vásquez Mansilla. Estos profesiona-

les, que marcan tendencia y están entre los más elegidos por parejas que quieren casarse, por chicas que festejarán los 15 años o por familias de la comunidad judía que celebrarán el Bar o Bat Mitzvá de sus hijos, serán los encargados de ambientar los nueve imponentes salones del Plaza Hotel. Puesta en escena Allí tendrá el público la oportunidad de recorrer libremente los espacios armados, ya sea para un evento corporativo, social o para una ceremonia. El desafío de cada decorador es realizar una puesta en escena diferente para cada tipo de agasajo, como una boda, Bar Mitzvá, cumpleaños de 15, lanzamientos de productos, fiestas de fin de año o aniversarios, entre otros festejos. Ramiro Arzuaga ambientará una fiesta infantil; Soledad Sáenz Briones y Carolina Ghio serán las encargadas de darle vida a un evento outdoors; Lola, Agus y Paz Caradonti mostrarán una propuesta de festejo de una joven pareja, que celebrará un año de amor con sus bodas de papel. Milagros Resta, con su tradi-

cional estilo romántico, ambientará un living informal con mesas bajas y flores; mientras que Juana Vásquez Mansilla mostrará una propuesta en total blue, que da calidez y tranquilidad. En tanto, el hall central estará a cargo de PD Ambientaciones by Paty Oliver, Delfi y Cami Padilla, y recibirá a los invitados con una propuesta alegre en diversos tonos de verde, llena de vida y naturaleza. En cada uno de los salones habrá música, DJ en vivo y juegos de luces para que los asistentes a Open House no sean sólo espectadores, sino que se sientan parte de una verdadera fiesta. “Por eso, este evento es una oportunidad única para conocer las últimas tendencias no sólo en ambientación, sino también en música, luces y sonido porque además participarán DJ como Martín Repila, Tito Scuticchio, Grupo Sarapura, Amarante y Leo Cragno”, dijeron desde el Plaza Hotel. Open House estará abierto al público, con entrada gratuita, a partir de las 12 y hasta las 20, en Florida 1005. Una oportunidad para visitar un lugar único.ß

El glamoroso show de la solidaridad

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nueva york

ierta vez en un té de beneficencia me invitaron a otro té de beneficencia, al día siguiente. En el primer té, señoras muy elegantes pidieron a otras señoras muy elegantes, que al segundo té (que ellas organizaban) llevaran “la ropa que no usaran para donar a los ciegos de la ciudad”. Aunque un té de beneficencia por año es más o menos el promedio con el que me siento cómoda (después de todo, soy relativamente una recién llegada al distinguido Upper East Side de Manhattan, donde esto es parte de la vida cotidiana de muchas mujeres), me pareció una buena idea para finalmente desprenderme de toda mi ropa de embarazada, realmente linda y hasta con un jean “de marca”, debo subrayar. Al día siguiente llegué muy feliz a un glorioso departamento en Sutton Place, que parecía sacado de una novela de Henry James, para entregar las prendas y tomar mi tacita de Earl Grey… y rechazaron la ropa. Amigas veteranas de la zona luego reían deleitadas cuando les

conté la historia. Aparentemente “todo el mundo” sabe que cuando piden ropa en estos tés, dan por sentado que será de los grandes diseñadores internacionales (que, además, es básicamente de lo que está compuesto el guardarropas de las señoras que asisten). La ropa no va a los ciegos. Luego la organización benéfica la revende y se dona el efectivo. No hace falta aclarar nada. Este es tan sólo uno de los más elementales de los cientos de códigos que se manejan en el circuito de caridad de la ciudad. Nueva York es una urbe donde todo va al extremo. Se puede trabajar más que en cualquier otro lado o vivir la noche más que en cualquier otro sitio. No sorprende, por eso, que el circuito de caridad sea, también, altamente profesional, competitivo, y sin tiempo para amateurs que ni se esfuerzan en saber bien qué es adecuado donar. The New York Times retrató a página completa, el fin de semana pasado, el fenómeno muy particular de estas mujeres que viven para ir desde a un brunch en el botánico con sombreros tipo Ascot hasta un té en un megadepartamento sobre

Gastón Pazos (42) va todos los miércoles a la Escuela de Tiro con Arco de Palermo mos empezar por personajes clásicos como Robin Hood o Legolas, de El señor de los anillos, y seguir hasta Hawkeye de Los Vengadores o Merida, la protagonista de Brave, la película de pixar, sin olvidar, claro, la exitosa serie medieval de HBo, Juego de Tronos. Raúl Vildoza especifica: “En los últimos años hubo mucha propaganda en cuanto a la actividad, ya sea en series o en películas, y entonces eso hizo que la gente se interesara mucho más. Es más, fue una de las actividades que inauguraron los últimos Juegos olímpicos. Los más chicos, por otra parte, vienen porque vieron el deporte en la televisión o en las películas y también porque no se llevan del todo bien con la forma en que se manejan los deportes en las escuelas”. Dan Goldstein, de 34 años, es uno de los alumnos más recientes de la escuela, que se vio motivado por los cómics y los films que lo acompañaron desde chico. “Siempre fui muy fanático de las películas y realmente me encantó y aún me encanta todo lo que tiene que ver con superhéroes y ese tipo de cosas –detalla–. Así que obviamente tuve la influencia muy grande de cómics como Flecha Verde o de películas como Robin Hood. Hace mucho tiempo decía que quería practicar tiro con arco y cada vez que daban una nueva película de Robin Hood, pensaba: «Salgo de acá y me meto directo a estudiar eso».” A pesar de que la arquería se integró a los Juegos olímpicos desde su primera edición en 1896, recién en los últimos años se han empezado a preparar arqueros olímpicos en nuestro país junto al incremento en el interés por deportes no tan masivos como el judo. para Vildoza el tema es claro: “La formación de un arquero a nivel olímpico dura alrededor de diez años y acá recién se empieza”, explica. opciones orientales Si bien la mayoría de las escuelas de tiro de la ciudad mantienen el es-

Park Avenue para cerrar la noche en un baile en el Plaza o el Pierre. Nada es puramente social, o para ver amigos. El momento que, en realidad, les interesa es cuando las retratan las cámaras de distintos medios gráficos. Puede parecer una vida tremendamente superficial, pero el matutino subrayaba cómo no sólo todo es para juntar fondos, sino que la vida de estas señoras es uno de los propulsores más importantes de la industria de la moda local, gran fuente de empleo. Igual, hay dos temas que despiertan polémica. Para algunos, donar tiempo y dinero a una buena causa en forma anónima es mucho más valioso que montar este show. Otros argumentan que, a la gente que los necesita, no les importa la razón que motivó la donación de fondos, sino que éstos lleguen al hospital, el museo o la escuela en cuestión. Y que cuando una persona hace estas donaciones de manera tan pública, impulsa a otros a hacer lo mismo. Por otra parte, al menos una parte de esta donaciones (por ejemplo de los tickets para una gala) son deducibles de impuestos. ¿Cuenta entonces realmente como algo que se está “dando” en su totalidad? ¿Y es mejor este pequeño libre albedrío o que el Estado decida cuál es la organización más necesitada en un momento determinado y lo adjudique? Son temas abiertos a un debate fascinante, en el que voces muy prestigiosas desde hace mucho tiempo han tomado parte. Pero mi ropa de embarazada tan linda, por suerte, ya está en manos que la apreciaron mejor.ß

tilo tradicional occidental, existen otros tipos de arquería como los que se enseñan en pa-Kua y en la Asociación Argentina de Kyudo. El kyudo es el arte del tiro con arco japonés, actualmente practicado por más de medio millón de personas de todas las edades. En su país de origen es considerado un camino de autoconocimiento, de sabiduría, y una actividad de las más prestigiosas. pa-Kua, por otra parte, es un conocimiento de origen chino que tiene la particularidad de que se puede aplicar a cualquier disciplina, no sólo al arte marcial, y hace seis años que incorporó con éxito la arquería. Felipe Maglietti es maestro de pa-kua y enseña esto desde hace ya varios años. “Cuando se adapta la arquería a la práctica de pa-kua se hace una investigación bastante profunda sobre cómo era la arquería en la China tradicional –ilustra–. Se estudian los arcos que se usaban, se van diseñando los distintos tipos de práctica de la arquería y se logra algo así como rescatar o reproducir cómo era la arquería en ese momento. Una diferencia muy notable con los otros tipos de arquería es que acá los arqueros no están estáticos ni tiran siempre en la misma posición.” Mientras que en la arquería occidental se ancla el tiro a la altura del mentón, en pa-kua se hace el tiro a la altura del pecho, sin apuntar y trabajando con la respiración y la concentración. “Lo que se intenta es que el arco se vuelva una prolongación de vos mismo, que te permita expandir tu percepción no sólo con el blanco, sino con tus compañeros”, aclara Maglietti. por otra parte, en este estilo se practica con un arco recurvo en lugar del longbow tradicional inglés (el que usa Robin Hood, por ejemplo). Básicamente, se trata de un arco en donde las palas van hacia adelante, lo que le confiere una fuerza extra. El trabajo además es bastante más dinámico, en la medida en que

se busca emular las situaciones de guerra en las que se encontraban los arqueros en la China antigua practicando tiros en movimiento, con obstáculos, desde el suelo y por la espalda. De todos modos, a pesar de las diferencias con la práctica tradicional occidental, sus objetivos y beneficios no difieren tanto. Según Maglietti, ambos intentan, de alguna manera, eliminar esa sensación de ansiedad o tensión de pegarle a un blanco y estar compitiendo con otra persona. “Se hace hincapié en la relajación y lo principal es desarrollar el estado de tiro, de concentración, que es un trabajo más interno, donde casi diría que el trabajo con el blanco es secundario”, plantea el profesor de

¿Dónde practicar? Lugares que enseñan esta disciplina

1 EscuEla dE Tiro con arco La sucursal de Palermo funciona en Bochín Club, ubicada en Julián Álvarez 2355. etca.com.ar

2 liga

inTErnacional dE Pa-Kua La sede queda en Nicaragua 4480. pakuaargentina.com

3 EscuEla aBc

oTEndor Está ubicada en Av. Libertador 1031, Vicente López, a diez cuadras de General Paz. tiroconarco.com.ar

mariana araujo

pa-kua. “Es fundamental no desesperarse por pegarle al blanco, sino al revés, concentrarse en hacer un tiro relajado, que te permita liberar todas tus tensiones y focalizarte en el trabajo que estás haciendo. En cada cinto vas aprendiendo distintos tiros, distintas formas de meditación y distintas maneras de encarar el tiro, que lo que provocan son distintos estados en uno mismo.” Andrés Rossi, de 24 años, fue uno de los primeros alumnos de arquería en pa-kua. “Empecé porque me encantan las armas antiguas, de hecho ya hice varias disciplinas y ésta era la que me faltaba. Además siempre me gustó el arco y apenas lo probé me enamoré –dice–. En cuestión de beneficios, es un gran trabajo y entrenamiento físico, sobre todo del torso, la espalda y los brazos. pero lo que notás más rápido es el trabajo mental, la respiración, la meditación, concentrarte en tus acciones y no en el blanco.” Dan Goldstein, alumno del ETCA, comparte su entusiasmo: “Creo que todo el mundo debería probarlo al menos una vez en la vida. De verdad, no conozco a nadie a quien que no le haya gustado y, de hecho, veo que hay niños desde los 8 años practicándolo. pero ojo, también hay gente muy mayor, porque no importa el tamaño que tengas, si sos flaco, gordo, incluso si tenés alguna discapacidad, siempre se puede tirar. Y cuando lográs tirar y que dé justo donde vos querés, es una satisfacción muy grande... ¡eso que yo vengo de tiro con armas!, pero después de practicar ambos deportes, prefiero esto mil veces”. En definitiva, la arquería es un deporte que vuelve con fuerza y va ganando cada vez más fanáticos en nuestro país. Ya sea por influencia de productos culturales, por el retorno de una nostalgia de lo antiguo o simplemente por los beneficios físicos y mentales que proporciona, algo es claro: se trata de una disciplina que supo dar en el blanco.ß

Personajes

Gigi Rizzi, el último playboy Esta semana, Italia despidió al hombre que, en los ‘60, hizo de la diversión un estilo, sedujo a Brigitte Bardot y se transformó en mito Giangiacomo Schiavi CORRIERE DELLA SERA

MILÁN.–En la primavera de 1994, cuando el director del Corriere della Sera me pidió que lo rastreara, Gigi Rizzi era la estrella desaparecida de un verano irrepetible, playboys, Saint Tropez, Brigitte Bardot, la Italia del boom, un mito que de tanto en tanto recuperábamos por una foto de archivo tomada en una playa, con los pies descalzos y una vincha de pirata. Nuestra curiosidad era generacional, porque teníamos que hablar de los 60 años de Bardot y queríamos hacerlo con quien la había visto de cerca aunque fuese sólo durante un verano, con aquel italiano recién llegado que había izado la bandera tricolor en La Mandrague, marcando una época, como las protestas que en 1968 incendiaban las calles. ¿Qué era de él? ¿Dónde había terminado? ¿Qué curso había tomado su vida después de aquella increíble aventura que lo había llevado a la portada de Newsweek? De aquella época, de aquel romance del que se vio obligado a hablar por el resto de su vida, Gigi Rizzi conservaba el recuerdo dulce y atónito de un niño. Aquel año que pasaría a la histo-

El mítico romance con Bardot duró sólo un verano ria por el Che Guevara y el Barnard College, él había herido el orgullo de los franceses, y desde entonces, su destino fue el de ser perseguido y recordado por aquella aventura tan fuera de lo común, de la que intentó escapar cambiando de vida y poniendo 2000 kilómetros de distancia entre él y el Viejo Mundo. “Estoy harto de contestar siempre la misma pregunta: ¿cómo fue aquella noche?”, me dijo en Buenos Aires. Pero detrás de la historia de amor Rizzi-Bardot está la historia de una generación que, junto con la alegría de vivir, había descubierto el gusto de la transgresión, y que eran latin

lovers hasta el último giro del vals, antes de quedar sepultados bajo la ideología y el compromiso. En la eufórica audacia de aquellos años, Gigi Rizzi ha vivido más que cualquier persona normal: puede decirse que cada uno de esos años valía por diez. Y todo eso lo marcó, pero nunca lo privó de su alegría de vivir. Murió la otra noche, en el lugar donde todo había comenzado. Otra señal del destino. Festejaba sus 69 años con los viejos amigos de otro tiempo. Hablaba de los hijos y de los nietos, y aunque había perdido mucho en su partida con la vida, no se sentía un derrotado.ß