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Con lágrimas entremezcladas de sufrimiento y júbilo, Berby obtuvo su respuesta. Dicen los ... animales salvajes, ansioso
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APÚRATE, AÚN ESTÁS A TIEMPO Por Eidy Pérez-Barquero Peraza Usado con permiso Sin dudas, la muerte de un niño es una noticia que nos sobrecoge en gran manera, aunque después reaccionamos y nos gozamos sabiendo que está en la presencia de nuestro Señor Jesucristo (Mt. 19:14) “Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.” Es que, el tiempo que hemos de vivir en la tierra, ese lo dispone Dios. En una pequeña aldea ubicada en la rivera del río Menoc, vive una numerosa familia, la cual, por costumbres ancestrales, no ha querido marcharse del lugar. Años atrás la zona era utilizada por el gobierno como un campo de entrenamiento artillero. Al ser el lugar abandonado, no fue necesario recoger una serie de artefactos, que una vez fueron usados por los efectivos. Armak y Berbala son primos. El primero cree en diferentes dioses (tantos como los que usted pueda imaginar). En cambio, Berby, como cariñosamente le llaman, sólo cree en Jesús, el único Dios verdadero. Una mañana, los dos toman sendas cestas, con el deseo de recoger mangos para el desayuno en una arboleda que se encontraba a poco menos de un kilómetro de distancia. La forma más rápida de llegar era a través del viejo campo de entrenamiento. Durante el camino, Armak le ofrecía a su primo la posibilidad de protegerse contra espíritus malignos que, según él, asechaban constantemente. “Toma este collar”, le decía, en tanto que Berbala se negaba de una forma cortés. Haciendo gala de la confianza en Jesús, Berbala se adelanta para llegar primero. Un fuerte grito de dolor obliga a su primo a apresurar el paso y, cuando llega al lugar se encuentra a Berby enredado en una filosa alambrada. Sin perder un instante lo libera y regresan a la aldea. Por varios días, el joven Berbala se preguntaba, una y otra vez, por qué, si su Dios es fuerte y verdadero, había permitido algo así. Lejos estaba él de imaginarse la causa de su accidente. La noticia llegó de forma inesperada: el joven Armak se había marchado para siempre, había sido víctima del fiero ataque de un leopardo que, según los pobladores más viejos de la villa, acostumbraba a emboscar sus presas trepado en un árbol. Con lágrimas entremezcladas de sufrimiento y júbilo, Berby obtuvo su respuesta. Dicen los aldeanos que estuvo orando durante horas, sin siquiera moverse. Hermanos; gracias doy a nuestro Creador, quien por su bondad, no permitió que en Cuba existieran animales salvajes, ansiosos de cualquier alimento. ¡Cuidado cristiano!... ¡Tenga mucho cuidado! La fiera más peligrosa que jamás pudo existir, está suelta. Sus garras son en extremo filosas. Mas pueden ser cortadas. Se disfraza de manso cordero y puede confundir hasta el más confiado. Pero como ya dije, es sólo un disfraz. A diferencia de la que atacó y dio muerte al niño de la historia, esta alimaña es una devoradora de almas. No tienes que esconderte y mucho menos usar amuletos en su contra. Es, precisamente a través de ellos, que la bestia nos puede atacar. Más bien, haced lo que nos manda el Señor: “tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.” (Efesios 6:17-18).

Sabiendo pues, la fuerza y efectividad de la oración, preguntémonos una vez más “¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lc. 18:7-8). Espabílate, no te embobezcas con vanas historias, no cuelgues a Jesús en tu cuello… Hospédalo en tu corazón. Apúrate… aún estás a tiempo. Este escrito es una contribución de la agrupación para eclesiástica cubana: Ministerio CRISTIANOS UNIDOS. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.