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ADOLESCENS, SURGEi TO /oIO 11

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Adolescens, surge! BüLF:TIN INTLR N ü

Redactado por los PP. Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores •

A~O

NUNI. I

II ENERO-F EBR ERO

Con licencia Ecle siástic a

• Reformatorio

Redacción: de Madrid - Carabanchel Bajo MADRID

A NUESTROS LECTORES f~ESER'VAnos

f,OS

DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAl,

Con el nuevo año ¡ 932 entra ;\ DOLESCENS, SURGE, en el segundo de su publicación y ello nos lleva a dar rendidas gracias al Señor por las bendiciones y auxilios que nos ha prestado y a nuestros lectores por la hr-ncvolcncia con que han acogido la Revista y por la generosa cooperación que en todos los órdenes la han prestado, Por ahora, la Revista seguirá publicándose con arreglo id mismo plan que en el año que termina, procurando con todo empeño corregir las deficiencias pasadas, especialmente las referentes a tiempo) exactitud en aparecer y erratas. En la sección de Variedades podrán tener cabida: (como de hecho la han tenido) artículos de carácter literario y para la sección de Crónica esperamos que todas las Casas nos envíen las noticias edificantes y de interés, no sólo para que la sección vaya bien nutrida sino para que figuren en ella referencias de todas las Casas, Con estos planes y propósitos y con la esperanza de seg-uir mereciendo la confianza de nuestros lectores y su cooperación tanto literaria como económica (J) comenzamos este segundo año de nuestra

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(1) Estamos recibiendo valiosos ofrecimientos que agradecemos con toda el alma.

~U E S T j{ O

SA LU DO

Revista pid iendo al Seño r continúe fa voreciéndola con sus bend iciones para que acierte a cumplir su comet ido sirviendo para Glor ia de Di os y provecho de la Cong regación. y terminam os estas líneas deseando a nuestros lectores que el a ño de 1932 les sea pr óspero y fecund o en bendi·..ciones del Alti simo para consegu ir la obra de nuestra sa ntificación y la de las almas confiadas a nuestro celo.

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A PORT A CrO N ES ¡

Por el P. Jorge Maria de Paiporta

INSP ECTORES

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Su cargo es de los más di ficiles y por ello ex ige cualidades especiales ade más de la pr eparación científica que deben poseer. La pri mera de estas cual idades es el celo que supone exac titud y persevera nte act ividad en todo, jamás .aban dona r su puesto. no deja r solos a los alumnos, prevenirlo todo. multiplica rse, etc. Dentro del celo cabe aquel pr icipio de D. Basca "verlo todo, prevenir cua nto h uma namcntc se pueda, cas tiga r poco. expulsa r lo menos posible." E l verdadero am or y celo, dice un pedagogo mod ern o, se mu est ra sobre todo en lo incan sable de la solicitud por a ux ilia r y amparar; en la fidelidad, en g uiar y ayudar , en la paciencia , en agua rd a r hasta que lleg ue el tiemp o : en la lon. ga nimidad con los que ycrran : en la cari dad que espera y per dona seg ún el A p óstol : Charitas pnticns eS1, ctc., en la caridad qu e sig ue aun al que desdeña y ha sta al que ya parece perdido. A ctitud para gobernar. Que supone una sed e de cualidad es y conocimientos poco comunes, Darse todo a· los jóv elles. Cua ndo ellos se dan cuent a que uno se sacrifi ca por ellos, que se busca su bien de verdad , le cobra n ca r iño y por lo ta nto podrá traba ja r en su reform a. Prudencia. La virtud más pr incipal en el hombre, sobre todo en el que ha de gobernar , es la pr udencia ; esa virtud que lo pasa todo , lo mira todo , sin ella las más hermosa s virtudes pierde n su brillo y quedan como oscurecidas . E l hombre prudente es equilibrado, imparcial, etc. Convénza-

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¡\ P O R T . \ C I O ~ E ~

P. J0l{(;g :\L\R TA D E I',\IPO R'!'L\

se el edu cador que está su jeto a estud io por parte de sus alumnos : por lo ta nto. reser va y prudencia , Respecto a los alumnos hemos de ten er en cuenta que muchas veces cualquier mirarla , pala bra o caricia la pueden int er pr etar mal. No cons intáis que se os ace rq uen demasiado, no es quedéis solos con un alumno en sitios donde algún mal intencionado pudier a sospecha r. Desde lueg-o, prohibido ent ra r en el cua r to del menor sin ver da dera necesidad, máxime esta ndo acost ado : el respeto se ha de extender a no dejarse llevar de prefer encias o parcialidades. siempr e funest as para uno mismo y para la educación . E x ig ir , también ; que os respeten y no os t ra ten como a un igua l : nada de que os ti re n de la ropa, que se echen encima y ot ras 'fa milia r idades impropias de la dignidad del educador . Alegría de carácter. P ara la tranquilidad y aleg-ria que piden nu estras Constituciones en el núm. 31 1 como muy pr ovechosas para ad elant a r en la cor rección, será de uti lidad la a leg ria de carácter en el educado r, excelente medio de comunicac ión entre educador es y educandos. Los niiios, dice Federico Paulsen , en su P edag"Og ia Ra ciona l, son a legres por nat.uraleza y se sienten a traí dos ha cia los hombres alegres: huyen de los d e índole tri st e v adusta. T iene un conocimiento instint ivo de que est o no Íe conv iene, de que no se t iene por él ver dadero inter és y de que ello no puede serle provechoso. La ind ole aleg re depend e, a la verdad , del tem pera mento no del carácter moral, es el tono natural de la vida.que na ce de la f rescura y fuerza juvenil, y de una completa sa lud y ro bus tez natura! : a l decaer las fuerzas se pr oduce el humor preocupa-lo y quejumbroso. D e a hi la conv eniencia de que los educado res sea n jóvenes y de que todos procuren tener v conser va r la juventud del corazón. . I gualdad de carácter. E s una de las virtudes principa les que deben poseer los hombres de gobierno, dificilisima, pero necesaria y hay que adquirirla a fuer za de cua ntos sacr ificios sea n necesar ios. Q ué diriamos de esos educado res que cambian como la luna , que ora s e entreg an a un a ex cesiva a leg r ía per mitiendo a sus a lumnos ciertas libertades de mal gusto, ora son

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intolerantes en las l11ÚS pequeñas cosas, En \ 'CZ de educar. deseducan , son la neg ación del ca rácte r , fin de la educación. Cuando estú n de buen hu mor se ex t ralimitan, cua ndo tr istes . se encoler izan y se hacen insopor tabl es. P aciencia. Paticntia cnim uobis necessario cst d ice el Apóstol San P ablo. En nu estras Constituc iones , dice el nú mero 3 10: No, se cas tiga rá fa lta alguna en el momento mismo de la in fracción. excepci ón hecha de cua ndo su g ravedad 10 exija, y lo pida , a demás, el buen orden de la E scuela. Entonces queda rá a islado el alumno en una de las celdas, y cuando se obse rve que está t ranquilo, se le harán las indicaciones convenientes para que él 111.1S1110 reconozca su fa lta y acepte el cast igo que por ella merece. Es una reg la impor tan tisima pa ra todo educa do r . pero especia lmente pa ra nosot ros. E s menest er recordar que alg unos de lo; alumnos de nu est ros Ref or mator ios son desequilibra dos y enfe rmos física v moralmente. y han de ser curados por un edu cador equilibrado y en perfecta calma. Si perdemos la t ranquilidad y el domin io de nosotros l11isl1105

al cast iga r , a: su adaptación a las correspondientes poteneras cognoscitívas, las cuales serán los sentidos externos y consrguientcment- las demás facultades cognoscitivas, si se trata de la observación de un objeto exterior o bien el entendimiento, si el objeto observado es un acto psíquico o un hecho de conciencia. Esta investigación debe asimismo ser atenta, pues, cosa sabida es que, sin la atención no se da conocimiento alguno consciente y por tanto no puede existir la observación que exige necesariamente que el sujeto observador se percate, de lo que investiga y examina. Debe ser igualmente intencionada, queriendo decir con esto que se han de fijar de antemano el objeto y extensión de 10 que se desea descubrir no sea que, abarcando demasiado la difusión origine el fracaso. Añádese que el objeto, el hecho o el fenómeno, debe investigarse tal como se presenta en la

OBSERVACION y EXPERIMENTACION

realidad y en esta palabra se precisa la diferencia existente entre la observación y la experimentación, pues mientras la primera nos dice la simple v pura existencia de un hecho o de un fenómeno, la seguncla compone los hechos o Ienómenos, los crea, los modifica, y hace variadas y caprichosas combinaciones con los mismos. En último lugar, se dice, con el fin de. llegar al conocimiento de sus propiedades. En estas palabras' finales se encierra el fin de la misma observación, que aun siendo variarlisimo, según sea ele variado el objeto intentado directamente, con todo, siempre ha de tender a descubrir y fijar las propiedades y características del hecho en observación.

* * * Expuestos los preliminares de mi tema, y formulando y razonando el concepto de la palabra Observación, pongamos punto final á este artiulo dejando para lo venidero el desarrollo de mi pensamiento que, si puede ser en algunos aspectos no todo 10 claro y fundamentado que se quisiera si ha de responder en todo a la realidad objetiva y viviente, tal como se encuentra en mi mente, ilustrada por las experiencias de cada día.

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Solutio casus moralis pro mense octobris propositi

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Ad primum.i--eu: peric ulo mortis o mnes Sa cerd ot es, licet ad co nfessio nes non appro bati , valid e el li cite abso lvunt qu osli bet poenite ntes, a q uib usvis peccalis aur censur is, quantumv ls reservatis et not orii s, etla m si preesens sil sacerdo s ap ro batus, salvo praescripto can. 884, 2252 (can . 882).» ' Ad s ecundum. -Franciscus non r ecte se gess it; ipsi sequ enti modo agendum erat. N on debebetcoglter e an tempus ederet, necne, recur rendi ad compelentem aucto rila tem , nam in perlculo morlis Codex Juris C anonici provid et auferens omn em reserva tion en et da ns i ur isdi ction em cuil ibet sacer do ti. Non debebat imponer e onu s recurrendi; nam censurae pr ópter duellurn, pr ópter abortum ac no men datum secta e mason lcae, in per icu lo mo rtis remittun tur sine ull a o bliga tio ne recur rendi; et qu oad Secra rum specier um profa nationem F ra ncisc us poterat, no n tenebatu r ob liga tio ne im pon end i onus rec ur rendí, quae o bliga tio afficil imm ed iate dírec te i psum po enilent em. Errat quoq ue ini unge ns exp ressum on us se sis tendi co ra m Episco po, tum qul a E pisco pus facultate m no n hab et da nd i man dare circe cens ur am ob Sacra rum specier urn proranatio nem, ob quam so lam poenilens, si convalu eril , obligatio ne recurrendl adstr ingilur (can . 2252), tum quía tale on us iniu ngens deducir ad forum ex tern um deli ctum in foro Sacramentali eccusarum el occultum ge nera ti m loquendo . Fra ncíscus poterer mon ere po enilent em ur, si convalu eril, recurreret vel per se v el per con fesserlum ad S . Po enilentiariam ob S pecíerurn S acrarum pr ofan etton em, si ipse poenitens íarn non esser in exlremis, el praev íderet Franciscus monition em esse profuturern, secus han c debebat o mit ie re. (;¡. ('7) I Tim. n, 5. (.8) Matth., XV I II , 20.

tr aba jo y el descan so, que con lQ"ave dañ o para la vida fís~ca, económica y moral, falta por completo en la actual sociedad. Porqu e SI ~?S que, por causa de la exc esiva producción fabril; han caído en deso~upaclOn y e.n , la miser ia, quisieran da r el t iempo . conveniente a la oraci ón, ~O~SegUlr~an que el t raba jo y la producción volviera n muy. pro nto a los limites razo-, bl . y la lucha que ahora divide la hum anid ad en dos grandes campos na es , . dar! d batana en que se disputan intereses mer amente pasa je ros, que arta absorbida en la noble y pacifica contienda la adquis ición de los bienes

por

celestes y eternos. CA~tl NO

DE

PAZ

De esta manera se abrirí an también camin o a la tan suspirada paz, como bellamente insinúa San P ablo, cuando junta el precepto de la' or ación con los santos deseos de la paz y de la salvación de todos los hombre s : ..O s r ecomiendo, pues, ante todas las cosas . que se ha gan súplicas, oraciones , rogativas, acciones de gracias, pOT todos los hombres ; por los reyes y por todos ' los const itu ídos en alto puesto, a fin de . que tengam~s una vida quiet a y tranq uila en el eje rcicio de toda piedad y honestidad. Po rque esta es un a cosa buena y ag ra dab le a los ojos de Dios, Sa1v~dor nuestro : el cual' quiere que todos los hombre s se salven y vengan en' conocimiento de la ' verdad" (19). Para tod os los hombre s pídase la paz ;' pero, especialmente, para aquellos que en las naciones tienen las graves respons~bi lidades del Gobier no. ¿ Cómo ~ rán cito."" dar la paz ~ Jos pueblos, si ellos no la tienen en sí mismos : y es precis amente. la oración la ' que, según el Apóstol, debe aportar la paz ; la ora ción que se dirige al Padr e celeste, que es Pad re de todos los hombres; la oració n que es la ' e~presión colectiva ,de l os scrtt imieutos de fa milia, 'de ~quena ;, familia que se ~tiende más allá de los confines de cualquier país y de cualquier - Con- ' tinent e. . ' Los hombres que en toda s las naciones ruegan a Dios, por la paz sobre ) la tierr a, no pueden ser al mismo tiemp o. los sembradore s· de "discordias entre : los pueblos ; los hombres que se vuelven en la orac ión hada I?ios, no pue- ' den fomentar aquel imperi ali smo nacio nali sta que hace de cada pueblo el l . propio Dios; los homb res que miran al " Di~s "de la Pa Z,y del amor" (co) , que se d irigen a El por medio de " Cristo, que ' es nue stra .paz" (21) , no desean sará n ha sta que finalmente l.a paz, que el mundo no puede .dar, descienda del Dador de todo bien sobre los hombres de " buena voluntad" " (~2).

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(19) I T im., 11. ',-.¡. (20) I! Coro XII! , rr. (2') Ephes. I1, '4. (22) Luc., II. ,+

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ADOLeSCENs s unoe

" La paz sea coro vosotros" (23), íué el saludo pascual del Se ñor a sus A p ósto les y ' pr imer os di sclpulos ; y este suavísimo sal udo desde aquello primero s tiemp os hasta nosot ros no h..1. faltado nunca en la sag rada- Iitur gia de la Ig lesia, y hoy más que nunca debe conforta r y aleg ra r a los llagados lo' oprimidos coraz one s de los homb res. 1 LA PRACTICG DE LA I'EX ITF.XC I A .J

A la oración es menester ' acompañ ar la penit encia, ' el espír itu de pen itenci a y la pr áctica de la penitencia cr.stiana. Así nos lo enseña el Divino Ma estro al comen zar su predicaci ón por la penitencia : .. Comene é Jesús a predicar y a decir: " Haced penitencia " (24). Así t ambién nos lo enseña la tradición cri stiana, la histor ia de toda la Igl esia en las g ra ndes cala midades, en las grandes tribulaciones de la Cr ist ia¡;dad, cuando más. urgent e era la necesidad del auxi lio divino, los fieles, espontáneamente una s veces y las más siguiendo el ejemplo)' la ex hor tación de los éagra dos pastor es han echad o siempre mano de esta s dos fo rt ísimas armas de la vida espiri tua l : la or ación y la peniten cia . Por aq uel san to inst into por que se guía ca si inconscien temente el pueblo cristiano cuand o no ha sido extra viado por 10 5 sembradores de cizaña, )' que de ot ra parte no es sino el " sentid o de Cri sto", de que habla el A pós tol (25), los fietes han sent ido inmedia tamente en tales casos la necesida d de purificar sus almas del pecado, -con la cont rici ón intern a y con , el sacram ent o de reconciliación , y de aplaca r la divina J usticia con obr as ex ternas de penitencia , _S abemost asimismo y con Vo sotros, Vener ables H ermanos, deplora mos que. cn -. nuest ros día s la idea y el nombre de ex piació n y de . penit enci a , para mu chos ha perdido en g ra n. .pa rte la virtud de susc ita r las in~ernas conmociones del corazón v los heroísmos de sacr ificios que e!l . tiempos pasad os eran capaces ' de iufundir, porqu e se presentaban entonces a !os ojos de los hombres. de fé como sellados con carácter divino, a imit aci ón de. Cri sto Y. de sus Sa ntos. Ni falta n hoy quienes presumen dar la man o. a las mor tificaciones externas, motejándolas de ant igua llas : pero no habla al . modern o "hombre autónomo" que desprec ia la penitencia como ,..i esta fu era man ifest ación de' índole servi l. Y es cosa natural, por lo demás, qué cuanto más se deb ilite la fe en Dios, tanto má s se conf unda y desaparezca la idea del pecado original y de la primitiva rebelión del hombre con-

.. . l o, XX, 19->6. Matth., I V, 17.

I Ccr. 11, 16.

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tra Dios; por donde ' se pierde todavía más el concepto de la necesidad de la penitencia y de la ex piación.

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RESTA U RACI OX DEL oRDI':N

"IO RAL

Nosotr os, empero, Vener ables H erm anos, por la obligació n que d imana de nue stro oficio pastor al. debemos mantener bien a lto s estos nombres Y estás' conceptos" y conserva rlos en eu ver dader a sign ificación a la vida cr istia na. A esto N os impele la misma defensa de Dios r de l~ Relig ión, que defendemos; ya que la. peniten cia es por naturaleza un reconocimiento y restau ración del orden moral en '('1 mundo que se funda en . la t ey crema, o sea en Dios vivo. Qu ién da sa tie íacci ón a Dios po r el pr. cado, reconoce por lo mismo la sant idad de los prin cip ios supremos de , Illor a"tidad eu -intem a fuer za de obturar, la necesidad de cast igo contra su es cie rta mente uno de . los más pelig rosos err ore s de nuestro \:iolaci6n. ' tiemp o hab er pr etendid o separa r de la Rel igi ón la moralidad, minando de esta manera toda sólida base a cualquier legisl ación . Error que podía aca so pasar ' iuobserv ado y 'parece menos pelig ro so, cuando se circunscr ibía a 1lOCOS, por ser todav ía la fé en Dios pat r imonio común de la human idad, y por lo mismo se pr esup oui a en los que no hacían al ardes de impíos. Pe : . .:0 hoy que el ateís mo se difunde en las cla ses popu lar es, las terr ibles consecuencia de tal error se toc an con las manos .Y entran . en eli mundo de las t ristísimas realidades. En" luga r de las leyes moral es, que se de!>'Vanece~ juntamente con l~ pérdida de la fé en Dio s, 'se impone la violenc ia de la fuerza, conculcadora de todo derec ho.' La antigua leal tad )' cor recció n en el obrar Y en el mutu o comerci o, tan decantada de los mismos ret óricos y poetas paga nos: ccde ' ahora el lugar a opera cione s sin conciencia, 'tanto en los pro~ pie s como en los aje nos negocios. Y e fectiva mente zcómo puede mantener se un contra jo cualquiera, y qué valor puede tener un t ratad o, cuando..: falta toda fianza de conciencia? ¿ Y cómo hablar de fianza s de conciencia, cuando se ha perd ido toda fé en Di os, t odo temor de Dios"? Qu itada esta . base, cae con ella toda ley moral, y ning ún medio hay que pueda imped ir I~ g ra dual, pero inevita ble ru ina de los' pueblos, de las . 'familias. del E 5tado, de . la misma civ ilización hum ana. . ' .: ' : '

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SOJUZGA . L~S

BAJ,\ S

PASIO~ E S

-L~ : penite ncia, por. tanto, es a manera de . a rma

saludable, ~uc s"ta .~~'._

~ános de los aguerrid os soldados de Cri sto, ga nosos de c'ombat i; por la defen sa y el rest ablecim ient o del orden moral del univ er so. E s un.arma__quecse;.. aplica a la misma raíz de tod os los males ; o sea, a la concupiscencia de las riqueza s materi al es y de los placer es d isolut os de la vi~la. _P6~ .medi o ~e voluntarios sacri ficios, por medio de renuncia s prácticas; aún .Rdolórosas

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ADOLBSCBNs sunca V AW liDADES

med iante la s varia s obras de peni tencia, el cri stian o generoso, sojuzg a las bajas pasiones, Que tir an a ar ras tra rle a la violación del orden mora l. Pero si el celo de la ley divina y la caridad fr at erna son en él tan g ra ndes como deben serlo, entonces no sólo se da al ejercici o de la penitencia por sí y por sus pecad os, sino que se entrega . tambi én a la exp iació n por los pecados a jen os, imitando a los S antos que muchas veces se hacían con sublime heroísm~ víctimas de reparación por los Pecados de enteras gen eraci ones, todo en ~ eg u i mi e ll to del Re dentor Divino que se con stituy ó Cordero de Dio s qu e Quita el pecado del mund o). (26) l'

Da espíritu de paz. ~. ¿ y no hay aca so, Venera bles H er man os, en semeja nte espíritu de penitencia dulce misteri o de pa z ? "l'(-' pi l'l'Ín :-;\11"'10 rlr-

.;;,ofinlldo quizú s

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raru a l ndns dvsuvuuo. '!'ClJ'lllil1adn In JWlldieiúlI. pllSfl lo:" man l cl cs del al [.al'])nÍ"ín Pn scunln Hojg", hit'Ilj¡¡'C'!J01'H dl' la. Casn, y comenzó la misa el SI'. Ohispu cu In que ('0_ llHllgH1'(11'l los niños del n.Cj'(ll'IlHl!ol'io. los s('t'Úneo~ y nlp:unns IWl'SOIHlS :ullif.UlS. dejando I'PSl'!'Vlldo ('\ SHlllísilllfl ~ae)\'llnen[(). DesIHu"s cplf'J)l'¡) o l p, (j('rl('l'nl~ que' continuó lHlciéndolo en e;.;!n eHpillH l nrlos los días qllC' csl uvo en Pu mplonu. hasta que sn lió IHII'n ZnJ'ag-oz;ll COJl pI :)pñn1' Obispo. Aunque no so di6 puhlieidlld al nelo de In hondición. vin ior-nn algllllas PC'I'SOlHlS amigas a quieJ1('::'; SP invif.ó H {OIn(ll' o l dp."n~'lnlo enu ('1 SI'. Ohispo: ('1111'(' pllns n. A"neldo Oses. D. Cc'eilio l l uir-i. el pndl'(' Cú nd i d« y ,Tos(' ?vrnJ'lr¡ I.. iznl'J'ílp.'n r Doña Pnscualn. qur- l rnj « pasln:; pArn lodos. '

Desde ese día CO]lH'IlZIlI'OIl n OI'P'lllliz,l1'st' las el'ceeinnps IHu'a 1'('HllinIHrle y suden el esper'1Hlo credo. ¡W¡'O tl1(;111PIl{lÍn('o: dentro de unas 11l 'u O J~ESCJ-:K~,

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SU JIGE 1

C R ON ICA

-Int c si s d e 1I111l " ida u vc u l u rvru , es qu ie n nc u s u l 11 UY U I' PUI'C l'lll llj l' \ d lll il'a lJlc ll ll'lI l e ~e c o m huíc.... ll!l . vu u u-ri u In vic ius u urgun izuci ú» , cu usn d e la d elill cu ulICill inf'uul il . .Ói

U l' lI PO S po e os IIIIII I CI ' O S O S , S(' J1 l"I'I HI (I ~ cu nve ui cnl c m cu le lm lo s s llS n clu». e xce p to aq lle llo s e n lo s cuu les In sc p u . ru c i ún s i hi t'JI l('c ll iclI ll u ' lI le p o s ihl e 111 1 es ('11 !'cn l idll d ni p tl si hll~ n i en nvc ui e u le ( lI1 l' ¡'e liero 11 IlIs la ile )'l's ) 1'111 ' 1111111 In m ili us n i l'ren lc di ' lus l ' I111 It ·S huy d o:'i i us peotn rcs . •Vll h uy Ifly t· S pn l'u lodos qu e 11 0 s(' du hlr-srn n fú e il m eule , sove t-irtm l r h e n evul cuci u. ne livi rhu l iu l eh- e l uu l, runrnl y ,'eli gi nslI. vid" ('IHlIl'lJI r l\mhil'll lt' pedll f.{I'IJ.(iclt. lo q ue ta n udmi ruhl c m cu lc ('o ll ll' ih ll)"t' u I'P l'O l'llI11 l' 111 \ '0 Ju n ta d )" Clll'¡'l ~t el ' {h' IUll l o :" .i 1" n' I H' ~ (' 11 {,] ac ogido s ,

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l'l' i g rn d o s..

E xi s lp onh-r - lnd ns lus s l' e c i n I J('~ , U IIH qlll' 1I1t ' llmu ó In ulen ui ún: \n de lo s niño s. Grn uin s II 111 hll lldnd d e su I lI slw n l n l' hub o ell' (~ () ll\' i\' i l ' ll l !-!'Üll t i em po C O Il el los . )" jl lIf l (' n p l'{ ' ( ~ ill l ' ('1 r t' I·¡J ndl' I'O ¡d en \ d p In PI ~ d n ~' lI l,d ll . l\ Qllt'd I'rli gi n so i1 p l )l ' q ll l' fi n es ild u l'n . p CI'O d e t' l t' \'lldo coro zón pn lel'll111. (J 1I{~ n o podíll P OIl l'I' :"(' S I' I· j O plll' qU I' 1/1 S OIl ¡'i sll ,. In n ll' ~I'í n d C' S II S o llce pC' q ll l' fi ll Clo s I'e llrjflholl s c I' n ~ II l'ns l l·O. d r o j n~ i ll q ll i (' l n ~ (JIU' (' S {~ llf l l'i fí n ll IIIS 11(' (' (' ~ i :' 1'1" "11 1' 111 Ill lÍ :, f' :·dl' i( ~llI d isr-iplinu . j u nl o (' 011 In \"i dll Iu tui lj ru-. In ('lIrlll ' ill d I' l os c d u cud o rns . uni iln 11 :-'11 nplinris mo 1'11 1' 1 ¡" xi lo. f(1I 1' 11 0 urlurih- dr-smuros . (' 1I1 1'l'lu zn du ('0 11 111:" i rup r- ru llvn s órrl un c s n lo s n c g!ip:e ll lp s )" 1 ' ( 'l lli s () ~ ; l'Utl O.

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Rec uerdos del pasado

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