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Junio 2013
Surefire HL1 Linterna para casco Jorge Tierno
10 Aspectos de la medicina táctica José M. Gutierrez
145 cartuchos de servicio Charles Remsberg
Alpini, la élite de la montaña italiana Octavio Díez Cámara
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EDITORIAL
Análisis en profundidad de la linterna polivalente para casco de Surefire HL-1. Una linterna con múltiples aplicaciones, en este caso veremos su utilidad como linterna secundaria para uso militar. José M. Gutierrez nos presenta 10 aspectos a tener en cuenta de la medicina táctica. Una necesidad que actualmente se encuentra en expansión, la formación a todos los niveles puede salvar muchas vidas. Charles Remsberg nos presenta por qué un policía de servicio pasa a llevar 145 cartuchos de servicio. Durante gran parte de su vida, “tan sólo” portaba 47 cartuchos encima. Octavio Díez viaja al país vecino para presentarnos una unidad de montaña, los Alpini italianos. Duros y certeros, esta unidad, como muchas otras de montaña, centra su esfuerzo en dominar la montaña en las condiciones más adversas.
IMPORTANTE: La revista se presenta en un formato interactivo (con vídeos) en su formato PDF. Desde cualquier ordenador puede disfrutar de todo su contenido, tan sólo tienes que bajarte la última actualización de ADOBE READER (gratuito) puedes hacerlo pinchando aquí. También puedes ver todo el contenido de la revista (incluidos los vídeos) en tu ANDROID o IOS. existe una aplicación denominada ezPDF Reader, que te permite ver los vídeos insertados en el PDF. En la revista encontrarás códigos QR. Puedes acceder a información extra desde tu smartphone bajándote una aplicación gratuita para interpretarlos.
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TACTICAL ONLINE [8] JUNIO 2012
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HL-1 Surefire Linterna para casco Texto: Jorge Tierno Rey Imágenes: J.T.R. y Surefire
No cons'tuye ningún secreto que el ser humano no está especialmente capacitado para ver en la oscuridad, co-‐ mo sí sucede con algunos animales, por lo que su bús-‐ queda de medios de iluminación supongo que habrá sido constante desde la propia existencia del ser humano, allá por la Prehistoria cuando se vivía en las cavernas. Evi-‐ dentemente los medios de iluminación han vivido una gran evolución atendiendo a la ciencia y tecnología dis-‐ ponibles en cada momento, desde simples antorchas cuya fuente de luz es el fuego hasta los más potentes focos pasando por avanzadas linternas de mano que u'-‐ lizan súper LEDs para proporcionar una luz intensa y du-‐ radera. Desde un punto de vista funcional los medios de iluminación que resultan más interesantes para cualquier profesional son aquellos que se caracterizan por ser por-‐ tá7les y manos libres, como algunas lámparas y linter-‐ nas. Este 'po de medios te permiten realizar cualquier ac'vidad con ambas manos en plena oscuridad. Su má-‐ ximo exponente puede que sean los que comúnmente se conocen como lámparas de cabeza {headlamp}, linternas frontales o sencillamente “frontales”, cuyo origen quizás radique en la minería, que exige trabajar con ambas ma-‐ nos en la oscuridad de una galería subterránea. Su nom-‐ bre se debe a que se trata de lámparas o linternas que se
llevan unidas de algún modo a la cabeza y normalmente en la frente, en una posición central, apuntando en la misma dirección que los ojos de su usuario. Estas lámpa-‐ ras frontales proporcionan una fuente de luz que ilumina justo delante de los ojos de su usuario, allí donde se gire la cabeza, para poder u'lizar ambas manos y ver al mis-‐ mo 'empo lo que se hace a pesar de la oscuridad reinan-‐ te en un momento (noche) o lugar (galería subterránea) determinado. En un primer momento se trataba de elementos pesados y voluminosos pero actualmente existen autén-‐ 'cos cañones de luz con un tamaño y pesos muy reduci-‐ dos así como con una gran autonomía. Desde hace algu-‐ nos años los frontales han ganado una gran popularidad gracias principalmente a su polivalencia, además de a su asequibilidad y disponibilidad, que los convierte en ele-‐ mentos del equipo individual casi imprescindibles en ac-‐ 'vidades tales como el camping, montañismo, ..., y, por supuesto, en la vida militar. ¿Y antes de los frontales? Pues no quedaba otro remedio más que u'lizar linternas de mano sujetas entre los dientes para dejar las manos libres. Fácil es imaginarse lo incómodo que resultaba esta opción, sin olvidar que además las linternas de an-‐ taño u'lizaban bombillas incandescentes que ofrecían una luz tenue amarillenta, poca autonomía y una gran
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EP3, EP4 y EP5 pertenecen a la familia EARPRO de SUREFIRE, dise-‐ ñado por especialistas y fabricado en polímero médico hipoalergé-‐ nico para opBmizar su rendimiento y fijación al operador, sin causar molesBas ni movimiento dentro del canal audiBvo.
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fragilidad que en el momento me-‐ nos oportuno te dejaba a oscuras. Afortunadamente hoy día manda el LED que destaca por su gran resis-‐ tencia (prác'camente son indes-‐ truc'bles y no se funden jamás), bajo consumo y luz brillante y clara. La u'lidad de los frontales es in-‐ cues'onable y realmente hace la vida más fácil en el campo cuando la oscuridad resta eficacia al ojo humano. Tareas tan simples como buscar una prenda en el fondo de la mochila, introducir las varillas en su alojamiento al montar una 'enda de campaña 'po “iglú”, realizar una lectura de la información disponible en un plano durante una marcha topográfica, tomar notas, dibujar un croquis, ver por dónde pisas, ..., necesitan disponer de luz suficiente y normalmente tener ambas manos libres, lo que precisamente favore-‐ ce el uso de frontales. Lo más habitual y caracte-‐ rís'co en las lámparas frontales es que, bien directamente sobre la cabeza o bien sobre el casco de protección (blindado o no), se mon-‐ tan en el centro de la frente de su usuario. Sin embargo, este aspecto que otrora no presentaba ningún inconveniente actualmente supone un problema, ya que esa posición
central en la frente ha pasado a estar ocupada con carácter perma-‐ nente por el soporte de un visor nocturno. Pero tal y como surge el problema aparecen posibles solu-‐ ciones, como por ejemplo, la estu-‐ penda linterna para casco HL1, de la pres'giosa marca SureFire, que no solo traslada su ubicación hasta un lateral sobre el borde del casco de protección blindado, 7po MICH [Modular Integrated Communica-‐ 'ons Helmet] o ACH [Advanced Combat Helmet], para atajar así el problema con la ubicación de los frontales tradicionales, sino que además ofrece todo un conjunto de excelentes caracterís'cas que con-‐ vierten a esta linterna en un pro-‐ ducto ideal para su uso militar (o uso tác'co, si prefieres llamarlo así). En otro 'po de linternas se busca una gran potencia luminosa (muchos lumens) cuando su obje'-‐ vo es iluminar al máximo para así localizar, iden'ficar y ba'r posibles amenazas, como es el caso de las linternas montadas sobre un arma [Weapon Mounted Lights]. Sin em-‐ bargo, en linternas como la linterna para casco SureFire HL1 la potencia luminosa se limita a la necesaria y suficiente para cumplir su obje'vo,
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que no es otro más que proporcio-‐ nar la luz que permita ver a su usuario para poder realizar con ambas manos sencillas tareas co'-‐ dianas. La clave radica en que su usuario cuente con la luz estricta-‐ mente suficiente que necesita para poder ver lo que hace, ni más ni menos, de forma que no delate su posición ante una amenaza a mu-‐ chos metros de distancia ni des-‐ lumbre a otros compañeros. En cuanto a potencia luminosa la linterna para casco HL1 dispone de un sencillo pulsador ubicado en su lateral exterior, fácilmente accesi-‐ ble con un sólo dedo, que permite a su usuario seleccionar alterna'va-‐ mente entre tres posiciones de po-‐ tencia (alta, media y baja), tanto para uno como para otro de los dos juegos de LEDs disponibles en esta linterna, lo que cons'tuye una de sus interesantes y ú'les caracterís-‐ 'cas. Esta linterna dispone de dos juegos diferentes de LEDs, has-‐ ta un total de 5, dispuestos alter-‐ na'vamente en una misma colum-‐ na. Tres de esos LEDs (los de los extremos y el del medio) son de color blanco (HL1-‐A, HL1-‐B-‐TN y HL1-‐C-‐TN) o amarillo-‐verde (HL1-‐D-‐ TN) de propósito general, con una
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potencia luminosa de 19'2 (alta), 5'0 (media) y 1'4 (baja) lumens, más que suficiente para cumplir su co-‐ me'do. Los otros dos LEDs (segun-‐ do y cuarto) son de color azul (HL1-‐ A), rojo (HL1-‐C-‐TN) o infrarrojo sólo visible con disposi'vos de visión nocturna (HL1-‐B-‐TN y HL1-‐D-‐TN), con una potencia luminosa más te-‐ nue de 2'5 (alta), 0'8 (media) y 0'3 (baja) lumens, ideal para no perju-‐ dicar la visión nocturna de su usua-‐ rio. Y lo mejor de todo es que la selección de uno u otro juego de LEDs se realiza con un mismo inte-‐ rruptor de encendido ubicado en la parte de atrás de la HL1, que dispo-‐ ne de tres posiciones (3 LEDs en-‐ cendidos, apagado, 2 LEDs encendi-‐ dos), al que se accede fácilmente
con un dedo. Otro “gran” detalle que convierte a la HL1 en única en su especie es la existencia de un dimi-‐ nuto LED infrarrojo (1'72 mW) en su cara exterior que hace las veces de baliza de iden7ficación amigo o enemigo [Iden'fy Friend or Foe (IFF)]. Una vez encendido emite una luz infrarroja (IR) parpadeante invi-‐ sible para el ojo humano desnudo qué sólo podrán ver aquellos que dispongan de un disposi7vo de vi-‐ sión nocturna. De este modo el usuario baliza su posición para que sus compañeros puedan ubicarle y no confundirle con el enemigo (se en'ende que el enemigo no dispo-‐ ne de este sistema). Este LED aisla-‐ do dispone de un interruptor inde-‐
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pendiente igual al principal, con dos posiciones (encendido o apagado), y ubicado justo a con'nuación del mismo, al que se accede fácilmente con un dedo. La HL1 se instala mediante su propio soporte en el borde infe-‐ rior del casco de protección blinda-‐ do, 'po MICH o ACH, indis'ntamen-‐ te a la derecha o a la izquierda, y queda fijo mediante dos pequeños tornillos que hacen presión sobre la cara exterior del casco. Gracias al reducido tamaño de su soporte éste no interfiere internamente con los cascos de protección audi7va elec-‐ trónicos que puedan u'lizarse, co-‐ mo no podría ser de otra manera, ya que precisamente cada día resul-‐ ta más habitual u'lizar ese 'po de cascos de protección audi7va elec-‐ trónica que integra incluso auricular y micrófono del equipo de comuni-‐ caciones. Linterna y soporte no cons'tuyen una única pieza solida-‐ ria de forma que la linterna puede separarse fácilmente de su soporte ejerciendo una leve presión sobre una palanca al efecto que se en-‐ cuentra en el soporte. De esta for-‐ ma se puede re'rar la linterna de su soporte fijo en el casco blindado e instalarse en otro soporte, como es el caso del clip para sistema MOLLE Z71. Aunque se trata de una linter-‐ na para casco la HL1 puede aco-‐ plarse mediante este accesorio Z71 sobre cualquier elemento del equi-‐ po individual que vaya provisto de las cintas de nylon estándar que caracterizan al sistema MOLLE
[Modular Lightweight Load-‐carrying Equipment], lo que le confiere una mayor versa'lidad a la HL1. La linterna gira en su soporte sobre sí misma 360º a lo largo de 20 posi-‐
blindado tomar notas o leer el pla-‐ no es bien sencillo y se pueden u'-‐ lizar ambas manos. Por otra parte, entre las caracterís'cas técnicas exigibles a
bles posiciones, lo que permite orientar el haz de luz más arriba o más abajo para que ilumine justo delante de los ojos de su usuario o como éste prefiera. Tras instalar la linterna en el casco blindado el haz de luz queda orientado en deriva (lateralmente) ligeramente hacia el centro de forma que ilumina delan-‐ te de su usuario. Su uso resulta muy cómodo y se manipula fácil-‐ mente sin mirar, incluso con guan-‐ tes. Con esta linterna en el casco
una linterna de este 'po, que va a recibir un uso militar (o tác'co), se encuentra su resistencia y fiabili-‐ dad. El mero pres'gio de la marca SureFire podría ser suficiente para acreditarlo pero esta linterna no sólo cuenta con el respaldo de esta gran marca sino que además ofrece un diseño sobresaliente y una alta calidad tanto en su fabricación co-‐ mo en los materiales empleados que le proporcionan una notable robustez, todo lo cual garan'za la
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resistencia y fiabilidad de esta lin-‐ terna, tanto frente a golpes como agua, polvo y suciedad. Y como muestra de la confianza que la pro-‐ pia marca 'ene en sus productos todos, esta linterna incluida, dispo-‐ nen de una garanha de por vida contra todo defecto de fábrica. Tratándose de un elemento más que se carga sobre la cabeza, por si no fuera suficiente con el pe-‐ so del propio casco blindado, inte-‐ resa algo “ligerito”, no un plomo de linterna que además de sobrecar-‐ gar el cuello descompense el equi-‐ librio del casco e implique que éste se incline hacia ese lado. La HL1 tan sólo pesa poco más de 100 gramos, con la pila y el soporte incluidos, por lo que prác'camente ni te en-‐ teras que la llevas encima. Gran parte de su reducido peso se debe a su construcción en plás'co (nylon muy resistente y ligero) así como a que u'liza una única pila 'po 123A, que le proporciona autonomía más que suficiente: para el juego de 3 LEDs 6 (alta), 28 (media) o 48 (baja) horas, para el juego de 2 LEDs 20 (alta), 48 (media) o 96 (baja) horas, y para la baliza infrarroja 120 horas. En cuanto a color del arma-‐ zón y soporte la HL1 sólo está dis-‐ ponible en el tan habitual marrón desierto [desert tan], salvo el mo-‐ delo HL1-‐A que también existe en negro. En resumidas cuentas, si necesitas una buena herramienta de ilumina-‐ ción que llevar siempre encima sin demasiados incordios para cuando puedas necesitarla 'enes una exce-‐ lente opción en la linterna para casco HL1, un producto profesional ideal para cualquiera que busque calidad y eficacia, profesional o no profesional.
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LUZ IR: 850 NM
ALTA POTENCIA
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75 mW / 3h 30m
BAJA POTENCIA
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DIMENSIONES: 14,4 CM LARGO X 2,4 CM DIAMETRO CABEZA PESO: 85 GRAMOS (pila incluida) TACTICAL ONLINE JUNIO [11] 2013
10 aspectos sobre medicina táctica
Texto: José M. Gutierrez Imágenes: Tactical Response
Antes de comenzar con la lectura de estos diez puntos deberías de hacer un ejercicio de memoria y plasmar en un documento cuantos años de servicio llevas a tus es-‐ paldas, que des'nos has tenido, cuantas veces te has visto involucrado en un escenario tác'co en el que has tenido que actuar como Primer Interviniente prestando asistencia sanitaria.
Además has de sincerarte y anotar al lado de cada una de esas intervenciones si los conocimientos adquiridos a lo largo de tu carrera profesional te han servido para cada una de ellas. Teniendo en cuenta estas premisas repasa tu documen-‐ to con detenimiento y saca tus conclusiones. Después lee los siguientes puntos, vuelve a repasarlo y piensa.
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1.-‐ ¿Qué sabes de MedTac? L a fi l o s o j a f u n d a m e n t a l e n “MedTac” es: “Anular o contener la fuente de peligro, originada por elementos hos@les para prestar asistencia sanitaria a uno o varios heridos” Este fundamento dependerá de: La situación concreta. De las capacidades del personal opera'vo presente en el escenario tác'co para reducir a un nivel acep-‐ table el riesgo existente y facilitar asistencia sanitaria a los heridos sin poner en peligro a más personas, incluida, la dotación actuante. Cuando hablamos de “escena-‐ rio tác'co”, no podemos refe-‐ rirnos a unas prác'cas realiza-‐ das en un aula, cuando habla-‐ mos de “medicina tác'ca” tam-‐ poco. 2.-‐ ¿Por qué deberías de estar formado en MedTac? El patrullero es el primero en llegar al lugar de los hechos, tan frustrante es quedarse mirando a una víc'ma sin hacer nada como intentar hacer algo em-‐ peorando la situación y lógica-‐ mente influyendo por ello de manera nega'va en la posterior actuación del Servicio de Emer-‐ gencias Sanitarias. Pero, peor que todo esto, es sin lugar a dudas ver como tu o tu compañero pierde la vida ante tus ojos porque no 'enes los conocimientos básicos o el ma-‐
terial más indispensable para evi-‐ tarlo. Los 'empos de respuesta de los Servicios de Emergencias Sanitarias, varían muchísimo por múl'ples parámetros, grandes ciudades o pequeños pueblos, dentro de los primeros, la can'dad de medios humanos y materiales y la distribu-‐ ción geográfica de las bases de ope-‐ raciones, si existe o no, ambulan-‐ cias de Soporte Vital Básico o So-‐ porte Vital Avanzado, y su número y nivel de opera'vidad, así como la
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posible coincidencia en el 'empo, de dos o más inci-‐ dentes y la asignación de ser-‐ vicios según vayan entrando por la Central de Coordina-‐ ción… Son tantos los factores, que los tiempos de respuesta pueden variar de cinco o siete minutos, hasta cuarenta o más minutos poniéndonos en el peor de los casos en el que la base de ambulancias se en-‐ cuentra a una distancia de sesenta u ochenta kilómetros, es una única ambulancia y para complicar más el pro-‐ blema, se encuentra inmersa en una atención previa a otro incidente. Esto, 'ene una especial inci-‐ dencia, en la relevancia de la capa-‐ citación como Primer Interviniente y la dotación idónea de medios asistenciales 'po “bo'quín de pa-‐ trullero”, porque permite la aten-‐ ción inmediata, ya que en el 95% de los casos, los primeros que llegan a escena, son las Fuerzas de Seguri-‐ dad, y si la primera evaluación y atención, se realiza lo antes posible, dependiendo de la gravedad de las lesiones, incrementa enormemen-‐ te, las posibilidades de superviven-‐ cia del sujeto afectado. En relación
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a este aspecto es fundamental apli-‐ car la norma de la “Golden Hour” (Hora de oro), 'empo máximo aconsejable desde que se produce la lesión hasta la llegada al Hospital para intentar conseguir que el heri-‐ do sobreviva, 'empo en el que es fundamental la actuación del Pri-‐ mer Interviniente y del Equipo de Evacuación que preparará la estabi-‐ lización del herido hasta su entrega en Centro Hospitalario. 3.-‐ ¿Un Patrullero formado como Primer Interviniente en Emergen-‐ cias Sanitarias sus@tuye al personal del Servicio de Urgencias Médicas? Un Patrullero nunca sus'tuirá a un Médico, Enfermero/a, Técnico en Emergencias, etc. El Policía solo de-‐ bería ocuparse de aspectos muy concretos en un primer momento, tales como: control primario de hemorragias, apertura y manteni-‐ miento de vías respiratorias, neu-‐ motórax, reanimación cardio pul-‐ monar básica (RCP-‐B), operador DESA (Desfibrilador Semiautomá'-‐ co Externo). El resto de incidencias, bien por su gravedad, complejidad o medios y conocimientos técnicos necesarios han de ser tratados por personal médico cualificado. Sin lugar a dudas cuanta más formación mejor será nuestra respuesta, pero en ocasiones se pretenden adquirir una serie de conocimientos dema-‐ siado altos que pueden llegar a ser un lastre a la hora de aplicarlos. No debemos pretender ser médicos de urgencias con una formación bási-‐ ca, pero si podremos llegar a ser unos excelentes “First Responders” con esa formación. 4.-‐ ¿Un Patrullero es igual que un Médico de Emergencias? No, nunca. El trabajo principal del Agente de Policía en un “escenario tác'co” como Primer Interviniente es controlar el área y mantener la escena protegida para que el per-‐ sonal médico pueda hacer su labor con las máximas garanhas de segu-‐ ridad. Ya hemos citado anterior-‐ mente, que el primer paso en MedTac es eliminar la amenaza, este paso es sin lugar a dudas el “primer cuidado médico” en este 'po de escenarios. Recuerda que
has de mantener segura la ruta has-‐ ta el herido y la zona de trabajo del personal médico. 5.-‐ ¿Los Primeros Auxilios que se imparten en las Academias de Poli-‐ cía se corresponden con la reali-‐ dad? No a día de hoy en nuestro país. Se ocupan demasiadas horas de for-‐ mación en este 'po de materia con supuestos que un Primer Intervi-‐ niente de 'po policial no se va a encontrar en su labor o aun encon-‐ trándoselo no debería de hacer na-‐ da ya que el 'empo de respuesta de las asistencias es muy bajo en entornos urbanos. Por ejemplo: ¿para que manipular a alguien que se ha fracturado una pierna cayen-‐ do por una escalera?. Sin embargo, a la hora de plantear supuestos, el
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personal que imparte estas mate-‐ rias nunca plantea heridas por arma de fuego o arma blanca en los pro-‐ pios policías y mucho menos plan-‐ tea “entornos tác'cos”. Los medios que se emplean para la instrucción del personal policial, se encuentran, desgraciadamente en nuestro país, anclados en el tercer cuarto del pasado siglo XX, ciñén-‐ dose a las tradicionales gasas y vendas, obviando las nuevas tecno-‐ logías médicas en SVB-‐T (Soporte Vital Básico Tác'co), como vendas de presión, torniquetes y hemostá-‐ 'cos específicamente diseñados para los entornos que estamos tra-‐ tando, y que permiten cortar una hemorragia arterial en un brazo o una pierna en una franja de 'empo de entre veinte segundos a un mi-‐
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nuto, actuando con la dotación de medios y la formación adecuada para su empleo; no olvidemos, por ejemplo, que una herida que pro-‐ vocase el seccionamiento de la ar-‐ teria femoral, ocasiona una pérdida de sangre y shock hipovolémico que lleva indefec'blemente, el fa-‐ llecimiento del afectado, en un 'empo aproximado entre 90 se-‐ gundos hasta unos seis minutos, o una herida de proyec'l en el pecho y que produce por neumotórax abierto, o a tensión, el colapso de los pulmones y el fallecimiento en menos de cinco minutos, tiempos en los que, sin la aplicación de las técni-‐ cas adecuadas, se perderá una vida. 6.-‐ ¿Que conocimientos en MedTac deberían impartirse a un Patrullero? Fundamental un sistema de prime-‐ ra asistencia médica homologado, protocolarizado, compar'do por todas las agencias o la mayoría de ellas del 'po TCCC o similar, de efi-‐ cacia probada. Simple, sencillo de recordar, actualizable periódica-‐ mente y jurídicamente respaldado. Este úl'mo aspecto tristemente prima más que intentar salvar una vida, en nuestro País no se con-‐ templa la figura del “Buen Samari-‐ tano”, criminalizándose incluso, hecho que en ocasiones hace que los Primeros Intervinientes no ha-‐ gan nada por ese miedo a la con-‐ dena jurídica bajo el amparo de la máxima “si no se sabe es mejor no
hacer nada”, pero ¿y si la persona que se esta desangrando es tu compañero o un menor que ca-‐ sualmente pasaba por la zona de un 'roteo? 7.-‐ ¿Qué medios de primeros auxi-‐ lios básicos debería tener asigna-‐ dos como dotación personal un Patrullero? Afortunadamente en el mundo mi-‐ litar ya se esta formando al perso-‐ nal en Primeros Auxilios en Comba-‐ te y/o Entornos Tác'cos. Gracias a esa homogeneización de Tác'cas, Técnicas y Procedimientos (TTP´S) impulsada como doctrina dentro de Organizaciones 'po OTAN o bien al formar parte de Misiones Interna-‐ cionales conjuntas con otros países. La inquietud de determinados miembros de ciertas Unidades Ope-‐ ra'vas ac'vadas periódicamente para servir en Zona de Operaciones (ZO) ha favorecido el que algunos de sus integrantes se hayan forma-‐ do a nivel par'cular sirviendo como germen futuro en el seno de las citadas unidades. A un nivel más básico se está formando y dotando a todo el personal militar de bo'-‐ quines individuales de primeros auxilios, más evolucionados y adap-‐ tados a la realidad actual así como a los posibles 'pos de lesiones, pa-‐ ra sus despliegues en misiones ac-‐ tuales como Afganistán o Mali. En el mundo Policial y dejando fue-‐ ra Unidades de Rescate, Unidades TACTICAL ONLINE JUNIO [18] 2013
de Protección de Personas de alto nivel, en los principales equipos de intervención se esta comenzando a formar de manera básica a los miembros de las mismas y de una mane-‐ ra más avanzada a otros com-‐ ponentes de esos equipos. Pero no se esta haciendo lo mismo con los patrulleros que son por esencia los verdaderos “First Responders”. Los boti-‐ quines que deberían de haber en los vehículos policiales, en el mejor de los casos contienen material desfasado o caducado. De modo particular algunos agentes portan en sus bolsas de trabajo cierto equipamiento básico, el cual en la mayoría de las ocasiones no se emplea por temor a esa posible denuncia ju-‐ dicial en caso de producir “un mal mayor” o incluso en algunos casos esas denuncias son formuladas por personal sanitario de urgencias al entender que se trata de “intrusis-‐ mo profesional”. Ambas posibilida-‐ des impensables a priori en otros países. Así pues entre la dotación del patrullero se deberían de incluir bo-‐ tiquines personales de tipo básico que pudieran portar en su cinturón o en alguno de sus bolsillos. 8.-‐ Cómo deberías de configurar tu Bo@quín Personal. Contenedor: Tipo pouch, con sistema de fijación al cinturón de trabajo o al chaleco, que permita una rápida extracción. En ese pouch se hará constar grupo sanguíneo del 'tular del mismo así como alergias conocidas y la propia indicación de que se trata de un bo'quín. Contenido: Un sistema de corte rápido de ropa, botas y correajes. Un torniquete 'po C.A.T. Un par de guantes de nitrilo. Un hemostá'co (Celox © como me-‐ jor alterna'va en cualquiera de sus variantes, granulado, en inyector para heridas perforantes, asociado a una venda, o el más moderno, la versión RAPID, que produce hemos-‐ tasia en un minuto de aplicación, por ejemplo)
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Un vendaje compresivo con apósito y hemostá'co incorporado. Tarjeta con información a modo de recordatorio sobre: síntomas, ac-‐ tuación, protocolo a seguir, etc. 9.-‐ Formación. Lógicamente, no solo es cues'ón de material. Este por si solo no re-‐ suelve el problema, sino su correc-‐ to uso por el operador que lo ma-‐ neja. Dicho material ha de ser ele-‐ gido de forma conveniente y el operador debidamente capacitado técnicamente para su empleo. De ahí, la necesidad de realizar los per'nentes estudios sobre las in-‐ tervenciones a las que se enfrenta el personal policial en las calles de nuestras ciudades. Por ello y u'li-‐ zando como base o punto de par'-‐ da los equipos personales de las Fuerzas Armadas, servirán de refe-‐ rente siendo una valiosísima apor-‐ tación, ya que la Medicina de Com-‐ bate y el SVB-‐T en los campos de batalla de los conflictos asimétricos de la úl'ma década han supuesto un grandísimo avance a la hora de salvar vidas, siempre salvando
oportunamente las distancias que existe entre lo Militar, y lo Policial. La elección idónea, sería tras el es-‐ tudio sugerido anteriormente, de un botiquín personal junto con el dise-‐ ño de un plan de formación genera-‐ lizado para todo el personal FCSE, que les capacite para su empleo dentro de sus funciones y les otor-‐ gue, el amparo legal pertinente. Como pilares fundamentales de la formación elegida debemos resal-‐ tar que: 1. Ha de tratarse de métodos de probada eficacia, reconocidos a nivel internacional. 2. Fácilmente aplicables, actualiza-‐ bles. 3. Establecidos como estándar en-‐ tre los dis'ntos cuerpos implicados en una misma zona de trabajo. 4. Respaldados jurídicamente. 10.-‐ Conclusiones Sufrimos casi a diario incidentes de índole total o parcial, sanitaria, y es imprescindible formar a las Fuerzas de Seguridad en atención en prime-‐ ros auxilios, con medios modernos, actuales, sobradamente probados y
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con un sobrecoste, referente a los u'lizados habitualmente de unos pocos euros. No es de recibo, que se desechen equipamientos fiables por cues'o-‐ nes económicas, dado que, una vida no 'ene precio, tanto para el afectado, sus familiares y allegados, como para los que, envueltos en una situación de este 'po, como Agentes de las FCSE, que 'enen vetada sus capacidades por falta de medios, de formación y de protec-‐ ción jurídica. No en nuestra Sociedad, no en los 'empos que estamos y con las al-‐ terna'vas técnicas y materiales disponibles. José M. Gutierrez Es Cabo en la Policía Municipal de Madrid y ha realizado diversos cursos de tiro y medicina de combate dentro y fuera de España. FOTOS: Cortesía de Tactical Response. Para contactar con su delegación en España
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145 Cartuchos de servicio Texto: Charles Remsberg (traducción TO) Imágenes: 5.11 e Internet
El siguiente ar-culo fue publicado en PoliceOne.com el lugar de encuentro online para los cuerpos de seguridad. En Estados Unidos los agentes visitan PoliceOne para acceder a ar-culos, información y fuentes que les ayudan a proteger sus comunidades y estar seguros en las calles. Antes de la llamada que le cambió la vida al Sargento Timothy Gramins, normalmente portaba 47 cartuchos de arma corta mientras estaba de servicio. Hoy en día porta 145 todos los días, sin excepción. Relató el combate armado que le hizo cambiar durante la con-‐ ferencia anual de operadores SWAT de Wisconsin (EE.UU.). Su historia es una desesperada lucha contra un asesino que simplemente no caía, incluso siendo alcanzado 14 veces con munición del calibre .45 -‐ seis de esos impactos se realizaron supuestamente en zonas letales. El encuentro más mortal en las casi dos décadas de carrera de Gramins en el Departamento de Policía de Skokie tuvo lugar una tranquila tarde de agosto, antes de su ascenso a Sargento, después de volver al trabajo tras unas vacaciones en familia. Estaba a punto de realizar un descanso de su patrulla habitual para comprar una figura de Star Wars en un centro comercial para el cumpleaños de su hijo de ocho años. Una alerta se iluminó en la pantalla de su patrulla, un varón de raza negra conduciendo un coche blanco de dos puertas aca-‐ baba de robar a punta de pistola un banco en un suburbio cer-‐
cano, 17 kilómetros al norte y había salido en dirección desco-‐ nocida. Gramins se encontraba a tan sólo seis manzanas de la principal autopista que era la ruta de escape más lógica hacia la ciudad. Desconocido en ese momento, el sospechoso, un varón de 37 años y formado en la Mafia local, había promeBdo que mata-‐ ría al policía que intentara detenerle. "Tengo una herradura en el culo cuando se trata de atrapar a delincuentes" rió Gramins. Comunicó por radio que se unía a las otras patrullas en su búsqueda del sospechoso por la prin-‐ cipal autopista. Nada más incorporarse y ya a velocidad de crucero, detectó un conductor de raza negra en un PonBac Bonneville blanco y se puso a su lado "Me miró y leí en sus ojos -‐mierda la poli-‐, y supe que era el Bpo", dijo Gramins. Gramins se situó detrás de el, entonces en un movimiento brusco, en el úlBmo momento, el sospechoso aceleró y cruzó tres carriles de trafico denso para tomar una salida que estaba próxima "¡Sospechoso a la fuga!" grito por la radio. Lo próximo que sinBó fueron proyecBles volando. "Eso fue hace cuatro años" dijo Gramins. "Les garanBzo que podría ha-‐ ber sido hace diez segundos". Con Gramins pisándole los talones, la sirena sonando y los prioritarios encendidos, el Bonneville zigzageó entre el trafico y a través de las calles hasta adentrarse en un vecindario de casas unifamiliares a unos cuantas manzanas de la salida de la
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El Sgto. Timothy Gramins en el simulador VirTra de su unidad.
autopista. Entonces a unos pocos me-‐ tros de un chico de 10 años que estaba pracBcando skate, el sospechoso se detuvo bruscamente. "Salió repenBnamente del coche con una Smith de 9mm en su mano mien-‐ tras yo estaba aún en mi coche" dijo Gramins. El pistolero realizó cuatro disparos que impactaron en el capó del Crown de Gramins mientras este desenfundaba su Glock 21 del calibre .45. "No tuve Bempo de pensar en pedir ayuda o incluso en embesBrle" comen-‐ tó Gramins. "Vi su arma y dispare." Gramins disparó a través de su parabri-‐ sas, lanzando un total de 13 proyecBles a través de tan sólo tres agujeros. Como instructor de Bro y miembro de la unidad de Bradores de precisión de la unidad tácBca de intervención de su departamento "Estaba seguro de que alguno de ellos le estaban impactando, pero esta acción no estuvo cerca ni de frenarle" dijo Gramins. El pistolero vació su arma intentando impactar sobre Gramins a través de la ventanilla del conductor pero a parte de rociar al agente de cristales, no acertó ningún proyecBl y volvió hacia su coche. Gramins, también sin munición, escapó de su patrulla -‐"del ataúd", como el lo llama-‐ y recargó en su carrera hacia una cubierta detrás del lado del pasaje-‐ ro del Bonneville. Ahora el delincuente, un larguirucho de 1,80 de altura, volvía a la lucha con una
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pistola Bersa del calibre .380 que había recuperado de su asiento delantero. Los proyecBles volaron entre los dos a la vez que el pistolero corría hacia el coche patrulla. De nuevo, Garmins disparó hasta ago-‐ tar la munición y recargó. "Pensé que le estaba impactando, pero con los proyecBles pasando a través de la ropa era dijcil asegurarlo. Lo que estaba seguro: Seguía moviéndose y disparando, tratando matarme con todas sus fuerzas". En esta "barra libre", el asaltante de hecho había sido impactado 14 veces. Seis impactos eran letales de necesidad -‐ en el corazón, pulmón derecho e iz-‐ quierdo, hígado, diafragma y riñón de-‐ recho -‐ pudiendo causar la muerte …
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"pero no a Bempo" enfaBza Gramins. Pero el Bempo para el agente Gramins, así como la canBdad de cartuchos en su tercer cargador, se estaba agotando. En su maletero tenía un AR-‐15; en un soporte sobre su cabeza dentro del patrulla, una Remington 870. Pero llegar a cualquiera de los dos era inviable. Gramins logró situarse en una superficie con césped cerca de un árbol en el lado de la acera de su vehículo donde podía tumbarse en una posición estable de disparo. El sospechoso estaba en la calle, al otro lado del coche. "Podía verle mirando por debajo del chasis" recuerda Gramins. "Traté de impactar con un par de rebo-‐ tes sin éxito. Entonces me dije 'Hey, ne-‐ cesito calmarme y hacerlo mejor' ". Cuando el sospechoso se agachó para mirar debajo del coche, Gramins adqui-‐ rió pausadamente el blanco y realizó tres rápidos disparos. Los tres proyecBles impactaron en la
cabeza del sospechoso -‐uno a cada lado de la boca y uno a través de la parte superior de su cráneo-‐ hasta alojarse en su cerebro. Por fin el aspirante a "mata policías" cayo sobre el pavimen-‐ to. El total del Broteo duró 56 segundos, comentó Gramins. El asaltante había disparado 21 proyecBles entre sus dos pistolas. Inexplicable -‐pero afortuna-‐ damente-‐ no intentó uBlizar un rifle SKS semiautomáBco que estaba deposi-‐ tado sobre el asiento delantero prepa-‐ rado para usarse. Gramins había disparado 33 proyecB-‐ les. Aún tenía cuatro en su cargador. Dos casas y un Mercedes del vecindario habían sido impactados, pero sin vícB-‐ mas que lamentar. El joven skater ha-‐ bía corrido hacia el interior de su casa gritando a su padre que llamara al 911 tan pronto como comenzó el Broteo y tampoco fue herido. A pesar de la lluvia de plomo enviada hacia Gramins, los
únicos daños a parte de algunos cortes de cristales fue una herida en su espini-‐ lla izquierda. Su emoción más fuerte a través de este encuentro con la muer-‐ te, recuerda fue "senBrme muy solo, con nadie a mi lado para ayudarme". Cabe destacar que el asesino frustrado aún mostraba signos vitales cuando llegaron los sanitarios. Una determina-‐ ción asombrosa, parece que fue lo que le mantuvo luchando al no encontrarse restos de alcohol o drogas en su orga-‐ nismo. Fue trasladado a una unidad de trauma donde Gramins también fue llevado. ComparBeron un box de urgencias con tan sólo una corBna de separación mientras los médicos luchaban infruc-‐ tuosamente por salvar la vida del la-‐ drón de bancos. En un momento determinado Gramins escuchó a un médico "Podemos parar. Cada bolsa de sangre que le ponemos termina en el suelo. Este Bpo está co-‐ mo un queso de Gruyère. ¡Qué necesi-‐ dad tuvo ese policía de dispararle tan-‐ tas veces!" Gramins pensó "¡Trató de matarme! ¿Que parte de eso no enBende?" Cuando Gramins fue dado de alta "salí como una persona diferente", dijo. "Estar en un Broteo te cambia. Matar a alguien te cambia aún más". Como ca-‐ tólico devoto, algunos de los cambios implican una espiritualidad más pro-‐ funda y reflexiones filosóficas. Al menos un cambio fue eminentemen-‐ te prácBco. Antes del Broteo, Gramins portaba de manera ruBnaria 47 cartuchos en dos cargadores extra para su Glock 21 y 10 cartuchos cargados dentro de su arma de backup en su chaleco, una Glock 26 de 9 mm. Ahora indefecBblemente va al trabajo con 145 cartuchos, todos del 9 mm. Esto incluye tres cargadores extra de 17 cartuchos para su arma primaria (ac-‐ tualmente una Glock 17), dos cargado-‐ res de 33 en su chaleco, además del arma secundaria. Además de todo eso, Bene 90 cartuchos para el AR-‐15 que ahora reposa en un soporte en la parte delantera. Gramins movió su cabeza y dijo "Prepa-‐ ración". Ar#culo propiedad de PoliceOne
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ALPINI La élite de la montaña italiana Texto: Octavio Díez Cámara Imágenes: Octavio Díez Cámara
“Alpini” es un término con una dilatada tradición militar. Identifica a las tropas de élite del Ejército italiano especializadas en lo que es la montaña. Tuvieron una decisiva participación en los conflic-‐ tos mundiales del siglo pasado y hoy siguen siendo todo un referente, por su especialización y la dure-‐ za del entorno en el que suelen desplegar, dentro de su país y entre otros de la Organización del Tra-‐ tado del Atlántico Norte (OTAN). Se trata, en términos generales, de unidades de Infantería Ligera que tienen capacidad para vivir, moverse y combatir en ambientes duros y severos en los que la característica fundamental sean unas condiciones climáticas particularmente difíciles, no sólo en montaña y con nieve. Muchas ubicaciones La coordinación de la actividad, despliegue, opera-‐ ciones, adiestramiento, cometidos, equipamien-‐ to,..., de estos militares se lleva a cabo desde unas
instalaciones en Bolzano, donde se encuentra el Mando de Tropas Alpinas (COMALP, Comando Truppe Alpine) que dirige un general. De su historia, señalar que estas unidades nacieron con el objetivo de defender la cadena de los Alpes. Sus antecedentes se remontan a un proyecto del capitán Perrucchetti y a la publicación del Real De-‐ creto nº 1056, de 15 de octubre de 1872, por el cual se les encomendaba la defensa del lugar a aquellos que habitaban en la zona montañosa del norte de Italia. Constituyeron una quincena de compañías con personal procedente de leva y en pocos años se llegó a desarrollar mucho su poten-‐ cial, con veinte batallones y ocho baterías de Arti-‐ llería que, a partir de finales de 1982, se reagrupa-‐ ron en torno a seis regimientos. Su primer empleo operativo los llevaría a África en los años 1887 y 1888. Con el advenimiento de la Primera Guerra Mundial llegaron a constituir se-‐ tenta y ocho batallones que se repartieron por to-‐
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do el arco alpino y tuvieron unas doce mil bajas, dato relevante si tenemos en cuenta que eran un contingente de cuarenta mil. Con la llegada de la Segunda Guerra mundial su capacidad cobró fuer-‐ za, pues se llegaron a organizar hasta seis divisiones alpinas, cada una con tres regimientos. Fueron llevados a combatir en lugares tan distintos como Grecia o Rusia. Tras aquel conflicto, y después de diversas reorganizaciones de su entidad, participaron en acciones contra la Mafia, en despliegues que les han llevado a Iraq o Afga-‐ nistán, y en otras operaciones en las que su potencial se consideró óptimo. En el momento actual son unos diez mil los hombres y mujeres englobados dentro de estas fuer-‐ zas, número que tiene a reducirse a la par que lo hace el propio Ejército italiano. Del COMALP, creado en 1997, apuntar que de-‐ pende de la Fuerza Operativa Te-‐ rrestre e incluye en su propia es-‐ tructura un Estado Mayor con un centenar y medio de técnicos.
Coordinan la actividad del día a día y dan soporte a un Puesto de Mando que coordinaría cualquier actividad propia. Sus unidades subordinadas incluyen a dos bri-‐ gadas y a otros elementos com-‐ plementarios. Una de ellas es la “Julia”. Tiene sede en Udine y distribuye sus elementos por la zona noroeste del país, la más próxima a Austria y Eslovenia. Comprende: un ele-‐ mento de Mando de Brigada y un Batallón de Apoyo de Servicios de Combate, con ubicación en el acuartelamiento de “Prampero” de Udine; el 3er reggimento arti-‐ glieria terrestre (montagna) “No-‐ bis incedentibus rupes ruunt” que tiene su sede en el acuartela-‐ miento “Cantore” de Tolmezzo y está constituido por el “Gruppo Conegliano”, Unidad que engloba baterías de obuses remolcados de 155 milímetros y de morteros pe-‐ sados de 120mm; el 2º reggimen-‐ to genio guastatori alpino “Per omnia asperrima” de Ingenieros de Trento que opera desde el cuartel “Battisti” y comprende el TACTICAL ONLINE JUNIO [29] 2013
Batallón “Iseo, y tres regimientos “Alpini” que constituyen su capa-‐ cidad de maniobra. Son el 5º Re-‐ gimiento “Nec videar dum sim”, ubicado en el cuartel “Menini De Carola” de Vipiteno, que incluye al Batallón “Morbegno”; el 7º Re-‐ gimiento “Ad excelsa tendo” con el Batallón “Feltre” en el cuartel “Salsa” de Belluno y el 8º Regi-‐ miento ““O là… o rompi” con el Batallón “Tolmezzo” que reparte sus fuerzas entre Venzone y Civi-‐ dale. Otra es la “Taurinese”. Cubre tan-‐ to la frontera con Francia como con Suiza. En su estructura en-‐ contramos: el Mando de Brigada y un Batallón de Apoyo de Servi-‐ cios de Combate localizados en las instalaciones “Montegrappa” de Turín; el 1er Regimiento de Artillería Terrestre “Nulla via in-‐ via” con el “Gruppo Aosta” en las instalaciones de “Perotti” de Fos-‐ sano; el 32º Regimiento de Inge-‐ nieros “Usque ad finem” en el cuartel “Cavour” de Torino y tres regimientos de “Alpini”. Son el 2º “Vigilantes” que incluye al Bata-‐ llón “Saluzzo” en el acuartela-‐ miento “Vian” de Borgo San Dal-‐ mazo (Cuneo); el 3º “Altius ten-‐ do” que cuenta con el Batallón “Susa” en el cuartel “Berardi” de
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yo Logístico y un batallón “Alpini” formado por tres compañías de especialistas en montaña, una Compañía de Armas de Apoyo y una Compañía de Morteros con piezas ligeras y medias.
Pinerolo y el 9º “D’aquila penne, ugne di leonessa” de L’Aquila que incluye un batallón con la misma designación que su localización. Se encuentra operando desde el cuartel “Rossi”. Apoyando a esta última Brigada se encuentra el 1er Regimiento de Exploración de Caballería “Nizza Caballería” de Pinerolo. Sus medios más característicos los blindados 8x8 “Centauro” que incluyen piezas de 105 milíme-‐ tros. Del COMPALP dependen también otras unidades. Una es el 4º Re-‐ gimiento “Ranger” con capacida-‐ des próximas a lo que son las Operaciones Especiales; otra, el 6º Regimiento que reparte sus capacidades por las instalaciones de Brunico y San Candido y por el Centro de Adiestramiento Alpino del Valle de Aosta. De los seis re-‐ gimientos de “Alpini”, encuadra-‐
dos en sendas brigadas y con un millar de efectivos cada uno, se-‐ ñalar que mantienen una estruc-‐ tura idéntica. Con un coronel co-‐ mo máximo responsable, englo-‐ ban una Compañía de Mando y Servicios, una Compañía de Apo-‐
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Preparación específica El término “Alpini” está ligado a militares muy especializados, so-‐ bre todo en lo que es la montaña. Identifica a un tipo de militar y de un ejército concreto, el italiano. Son soldados especialmente pre-‐ parados para actuar en la zona donde despliegan, en especial puntos del norte y del sureste de su país caracterizados por eleva-‐ ciones montañosas y zonas agres-‐ tes y escarpadas. Ese escenario concreto marca, como lo hace en unidades similares de otros paí-‐ ses, a un soldado duro. Está ca-‐ racterizado por un elevado nivel de esfuerzo y por una capacidad de combate que, en términos ge-‐ nerales, no es común a otras es-‐ pecialidades de la milicia. Desde el punto de vista operati-‐ vo, son aptos para realizar come-‐ tidos también en zonas áridas y desérticas, pues están habituados a trabajar de forma independien-‐ te y en pequeños núcleos. Ade-‐ más, tienen cierta capacidad para ser autosuficientes en cometidos
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de unos pocos días y operan bien en terrenos fragmentados. Quienes aspiran a lograr esta cali-‐ ficación operativa, son todos vo-‐ luntarios y se enrolan sabiendo que el trabajo que les espera re-‐ querirá de ellos un nivel de es-‐ fuerzo y de sacrificio elevado, aunque, por otra parte, también les serán especialmente gratifi-‐ cantes, en lo personal, las viven-‐ cias obtenidas en ese nuevo em-‐ pleo. Una parte significativa del contingente procede de regiones del norte del país, aunque cerca de un setenta por ciento es oriundo del centro y del sur. Su proceso de selección es idéntico al del resto de militares italianos, aunque lo que sí cambia es la formación que se amoldará a las características de la Unidad a la que se les encuadre y del destino que se les asigne. Básicamente, quienes se enrolan como soldados llegan a una de las unidades de “Alpini” por un año de prueba en el que conocen có-‐ mo será ese nuevo destino y cuá-‐ les las exigencias del mismo. Mu-‐ chos, lo hacen porque para entrar en los Carabinieri, la Policía y otros cuerpos policiales italianos es imprescindible demostrar que, como mínimo, se ha cumplido un año en alguna de las ramas de las Fuerzas Armadas. Es un periodo
de servicio que puede haber sido beneficioso para forjar su carácter y para acostumbrarles a un ritmo de trabajo y entorno que nada tiene que ver con el que caracte-‐ riza a la sociedad civil. Si no optan por esa opción, pueden ampliar su compromiso con un nuevo contrato, lo cual les llevaría a
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completar cinco años de servicio. Su permanencia puede alargarse hasta llegar a nueve. Durante ese tiempo, podrían, si tienen interés, optar por los dife-‐ rentes concursos internos que se van publicando de forma periódi-‐ ca. Uno permite que los soldados obtengan la calificación de “per-‐ manente”, con lo cual podrán se-‐ guir en activo, con esa misma condición, hasta la llegada de la edad de jubilación, cuando cum-‐ plan sesenta. Si optan por ello, pueden acogerse también a las oportunidades de promoción que se les dan para llegar a ser subofi-‐ ciales u oficiales. “La vida del soldado de Infante-‐ ría ligera italiana es una vida de sufrimiento porque combate a pie y con el equipo a cuestas, como los legionarios romanos. Ha cambiado el equipo, pero no el concepto. Tienen que sobrevi-‐ vir pero vivir”, comentaba un
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oficial a quien estas líneas escri-‐ be. Para poder lograr esa capa-‐ cidad operacional, que les per-‐ mite el que puedan moverse y combaBr en condiciones que, generalmente, serán extremas, es importante todo lo relaBvo al proceso de formación y que, además, el personal “tenga una moBvación especial y una fuerza moral parBcular”, nos explica-‐ ban. Independientemente de su ran-‐ go, la preparación de todos ellos incluye las fases de formación específicas de montaña invernal y esBval en las que, sobre todo, se hace hincapié en lo que es el esquí, la escalada o los movi-‐ mientos con raquetas. Esa cuali-‐ ficación la obBenen a través de una serie de cursos que se ofre-‐ cen tanto en el Centro de Adies-‐ tramiento Alpino (Valle de Aos-‐ ta) como en otros lugares, pues suelen organizarse varias edicio-‐ nes de estos cursos cada año para dar respuesta a las necesi-‐ dades que puedan tenerse en un momento u otro. La formación del nivel básico es obligatoria para todos. Dura cua-‐ tro semanas e incluye fases de una semana cada una de escala-‐ da y de esquí, dos técnicas que serán fundamentales para forjar su especial carácter. En ese pe-‐ riodo se tratan temas relaBvos con el combate específico, los primeros auxilios, la superviven-‐ cia, los movimientos por zonas abruptas o nevadas, el Bro está-‐ Bco y dinámico, las marchas por patrullas, las técnicas de enmas-‐ caramiento y otros temas que pueden serles de especial uBli-‐ dad. Algunos serán enviados a realizar un nivel intermedio de perfeccionamiento que sirve pa-‐ ra obtener la Btulación de guía. Se trata de un periodo de cuatro semanas que se sigue en las ins-‐ talaciones del Valle de Aosta y es supervisado por el plantel de especialistas que trabajan allí
como instructores de otro per-‐ sonal. Un tercer nivel se obBene realizando cursos más avanza-‐ dos que cubren áreas concretas, como la de Instructor. Importan-‐ te es reseñar que esos periodos formaBvos específicos los hacen juntos los soldados, los subofi-‐ ciales y los oficiales -‐éstos Benen que tener el |tulo de instructo-‐ res en esquí y en escalada-‐, para que se produzca un mejor en-‐ tendimiento entre los disBntos colecBvos. Además de lo que es esa prepa-‐ ración que les caracteriza, en sus unidades de desBno Benen que seguir unos entrenamientos es-‐ pecíficos que siguen unas fases y ciclos perfectamente definidos. Se trata de periodos esBvales e TACTICAL ONLINE JUNIO [35] 2013
invernales en los que se trabaja, a nivel compañía y contando con apoyos externos, para completar una serie de hitos que afectan tanto a lo que es la evolución de las capacidades personales co-‐ mo a la de las del conjunto. Determinado personal, como los “Ranger”, siguen una preparación algo distinta que incluye tanto el paracaidismo como los temas acuáticos y les capacita para ac-‐ tuar en la órbita de lo que son las Operaciones Especiales. Todos aquellos que trabajan en el ámbi-‐ to del COMALP, suelen enfrentar-‐ se a condiciones extremas que hacen que los veinte grados bajo cero sean habituales en invierno en sus polígonos de formación y
que temperaturas de -‐30 o -‐35 grados no sean raras. Se busca que obtengan una capa-‐ cidad de intervención amplia, por lo cual la preparación va dirigida a varios escenarios y situaciones. En los últimos años, y como deri-‐ vación de las necesidades del tea-‐ tro afgano, se toma un mayor interés en aquellos entrenamien-‐ tos relacionados con lo que son las operaciones de pacificación, realizándose prácticas de escolta de convoyes, de puestos de con-‐ trol, de puestos de observación y hasta de combate en áreas urba-‐ nizadas o confinadas. Además, los supuestos que hacen de forma regular incluyen las operaciones helitransportadas en las que cuentan con el apoyo de aparatos como los de transporte ligero AB-‐206 o los pesados CH-‐ 47 “Chinook”, modelos en los que practican los asaltos y el proceso de embarque y desembarque asociado a los mismos. Se da es-‐ pecial relevancia a todo lo rela-‐ cionado con el combate en mon-‐ taña, una de los ámbitos y capa-‐ cidades que les diferencia, de forma positiva, de otras unidades de Infantería Ligera. También, es
normal en ellos que participen en ejercicios de tiro real en los que emplean tanto sus armas perso-‐ nales como aquellos medios de apoyo con los que están provis-‐ tos. Para ello, disponen de varios polígonos de tiro propios en los que pueden emplear el arma-‐ mento de menor alcance y cali-‐ bre, y, de forma regular, se tras-‐ ladan a alguno de los campos de ámbito nacional para llevar a ca-‐ bo temas más complejos o para las prácticas artilleras. Como contrapunto a lo que es la preparación que caracteriza a estos militares, señalar que también aportan personal para otros comeBdos. Es especial-‐ mente importante su interrela-‐ ción con la Sección de Deportes Invernales del Ejército y la cola-‐ boración en las disBntas expedi-‐ ciones que se realizan a alguno de los puntos más complejos del planeta. En el 2004 estuvieron en el Everest; en 2005 fueron al Fitz-‐Roy de la Patagonia argenB-‐ na; entre 2007 y 2008 cuatro de sus suboficiales protagonizaron una travesía de unos trescientos kilómetros para, cargados con unos setenta kilogramos cada
uno, llegar hasta el Monte Visón en la AntárBda, esfuerzo que realizaron en un entorno en el que las temperaturas llegaron a ser de cuarenta y dos grados ba-‐ jo cero, “un ambiente |pico para nosotros”, apuntó uno de los que nos explicaban este Bpo de gestas. Los “Alpini” son por lo reseñado, unidades de élite del Ejército italiano. Su equipamiento, que es adaptado a las condiciones donde desplegarán y especial-‐ mente variado y moderno, tam-‐ bién caracteriza lo que es su día a día, pues ellos disponen de medios y sistemas que son úni-‐ cos y específicos. Octavio Díez Cámara. Periodista especializado en temas policiales y de Defensa, lleva realizando artículos y reportajes por más de tres décadas, tarea que comparte con otras relacionadas con la Administración Pública. Lleva escrito cerca de dos mil artículos de su especialización, es autor de más de treinta libros, realiza asesoramientos en ámbitos públicos y privados, y tiene una dilatada experiencia en la docencia sobre el uso de armas de fuego. Es director de las revistas TACTICAL y SOLDIERS-Raids. En la actualidad, colabora con medios editoriales españoles, alemanes, estadounidenses, costarricenses e italianos.
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