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TERRASSA CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Viernes, 14 de febrero de 2014 Diari de Terrassa

El maestro de la poesía visual J.M. Calleja presentó en Amics de les Arts su último libro, “Finestres”, y habló de la actualidad del género O > En sus piezas

confluyen las artes visuales con la palabra poética

Santi Palos En las décadas de los sesenta y setenta y primeros ochenta, cuando comenzaba a prender de nuevo en Catalunya, y se redescubrían los precursores que tuvo a principios de siglo (J.M. Junoy, Joan Salvat-Papasseit), la poesía visual encarnó una transgresión que era a la vez literaria, plástica, estética, vital, social, política incluso, una modernidad radical que parecía atrapar el latido de su tiempo y la mirada hacia un futuro marcado por la omnipresencia de la imagen. En Terrassa, que cuenta con una tradición notable y singular en el ámbito (autores, exposiciones , ediciones e iniciativas realizadas), aún pendiente de historiar y valorar, la poesía visual debió entrar por Amics de les Arts. A la entidad había venido, años ha, J.M.Calleja (Mataró, 1952), en activo en el ámbito desde los setenta, (su currículum es largo y impresionante), prolífico pionero de toda una generación de poetas visuales, y uno de los grandes de la misma,con una obra extensa y de estilo muy distinto a la de Joan Brossa, el gran nombre de referencia del ámbito.

LAS VENTANAS DEL ARTE La pasada semana, J.M. Calleja volvió a Amics de les Arts para presentar su nuevo libro “Finestres”. Calleja es ya un hombre mayor, pero mantiene sus greñas y su pasión por la creación y la experimentación literaria y artística. “La pintura, la fotografía, el cine, la televisión, están concebidos como ventanas. Vivimos envueltos de la idea de percibir imágenes de ‘más allá’ a través de ventanas”, dijo Jordi Marrugat, autor del prólogo, interpretando el libro que, por supuesto, tiene forma de ventana. “El arte abstracto comenzó a romper la idea de la representación del cuadro como una ventana para representarse a sí mismo. Entonces el cuadro ya no es un engaño. Ya dirige la mirada hacia lo que es, no hacia un ‘más allá’. Incluso las palabras (la lengua intenta esconder que es un símbolo para representar una realidad de más allá) han ido dirigiendo la mirada no hacia lo ilusorio, sino hacia la palabra en sí. Este es el punto donde confluyen las artes visuales con la poesía en ‘Finestres’ de J.M. Calleja.” Y son los poemas de este libro,

Título: “Finestres” Autora: J.M. Calleja Editorial: In-Verso Precio: 10 euros (Pedidos por correo a [email protected]) El poeta visual J.M.Calleja, durante la presentación de “Finestres” en Terrassa. NEBRIDI ARÓZTEGUI

buena parte de los cuales fueron proyectados y comentados en el acto, ventanas cerradas, para que así en ellas nos veamos “a nosotros mismos”, como quería Charles Baudelaire que fuera el arte. Para que tomemos consciencia de que una imagen, por realista que sea, no es más que un “espejismo de la realidad”. “Van a parar al libro todos los hilos de la historia del arte y la historia de la poesía, y reflexiones sobre la sociedad actual”, concluiría Jordi Marrugat. “Hay muchas referencias estéticas, literarias y de conexiones en estos poemas, pero tampoco me preocupa demasiado si el lector las encuentra”, señaló Calleja de

las obras que forman “Finestres”. “Lo importante es que las piezas sugieran y tengan múltiples lecturas.” Comenzó a trabajar este libro sobre la idea de máscaras, que en un momento determinado cambió por la de ventanas. “El mundo del arte no deja de ser una ventana que se abre.”

OBRAS DE ESTUDIO Nada está dejado al azar en las páginas de este libro, “que incluye todos y cada uno los poemas que quería que estuviesen”. Calleja desarrolla su trabajo actual en tres ámbitos distintos: las instalaciones, los cuadros (poemas visuales de mayor formato, pensados para

A la derecha, el poema visual de J.M. Calleja “Carta americana”, en la que las formas de una botella de colas se superponen a las copas de la baraja española.

“Piràmide del segle XX”, vacía y elaborada con acciones de empresas. Un poema para la reflexión.

El amor, representado en uno de los poemas visuales del libro “Finestres”.

exponer) y las obras de estudio, que recoge en sus libros. La presentación de “Finestres” reunió un público no muy numeroso, pero sí muy interesado. Era un ambiente que recordaba el de los años en que la poesía visual tenía el aliento de una experiencia absolutamente nueva y casi psicodélica. Jordi Badiella, poeta visual terrassense de larga trayectoria, que ya estuvo en la recordada sesión que Calleja ofreció en Amics en mayo de 2002, sobre la historia del género en lengua catalana, le preguntó la opinión por la actualidad del género. “Siempre ha sido un poco ‘underground’”, respondió. “La popularidad de Joan Brossa fue un hecho puntual, que ayudó mucho a dar a conocer la poesía visual. En muchos paises de Europa hay una corriente de poesía experi-

mental pero ninguno ha tenido un autor con la fuerza de Brossa.” Desaparecido éste, la poesía visual ha vuelto a reductos y canales no demasiado conocidos. Algunos editoriales (Arok, Pagès) la publican ocasionalmente. De exposiciones se hacen menos. “A los poetas visuales, como no somos pintores, se nos hacen dificil entrar en los catálogos de arte. Y los editores de libros nos dicen que ‘demasiada imagen’”. El profesor Jaume Aulet preguntó a Calleja si se creía aquello de que “una imagen vale más por mil palabras”. “Yo le pondría un signo de igualdad. Pero depende de la imagen y de la palabra. Hay palabras que se han gastado, y imágenes que han adquirido un sentido muy concreto y peyorativo. Por eso, para mí tan importante es la poesía visual como la discursiva.”