4- Diagnóstico de funcionamiento orgánico fisiología.

La relatividad de tal interpretación dependerá de los signos destructivos, crónicos, subagudos o febriles, cuyos momento
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Una de las mayores virtudes de la iridología es la ayuda que brinda para encontrar las patologías de glándulas endocrinas que, junto al sistema nervioso, dirigen todas las funciones orgánicas. Asimismo, la comprensión de la clasificación de los nervios por su constitución y sus funciones, así como el estudio de todas las enfermedades derivadas de los mismos, concluyen en la comprensión integrada de la fisiología y la patología corporal. Hipócrates fue el primero en describir la manifestación de las enfermedades del cuerpo humano en su propio iris. Sin embargo, como quiera que el hecho es inherente al ser humano, sí tal vez lo describió Hipócrates o lo desarrolló en 1873, Peczely. Muchos piensan que la mezcla de razas humanas es la causa original de las diferencias de color en el iris, que sin dudas está relacionado con un contexto genético. Los signos de carencia de sustancia al iris podrían indicarnos deficiencias alimentarias. Se consideran colores naturales originales del ser humano el azul celeste brillante y el avellana moreno claro brillante. El azul celeste es el color natural de la porción de rayos de ondas cortas que reflejan sobre el fondo del epitelio. La densidad o contextura indica el tono general del sistema orgánico independientemente de lesiones, manchas, afecciones localizadas que se tengan. Algunos autores clasifican la contextura en muy buena, buena, mediana, mediocre, mala y pésima. El oscurecimiento del color y la separación de las fibras pueden significar predisposición por herencia. Las nubes, bandas o líneas blancas o amarillentas, inflamación aguda. Las manchas o líneas negras indican cronicidad. Los signos negros indican fenómenos destructivos. La gráfica topográfica iridial que conocemos está trazada acorde a la anatomía del cuerpo humano.

El iriólogo debe familiarizarse con los círculos y los segmentos de círculo. Los círculos del estómago, del intestino, del sistema nervioso autónomo, del sistema cardiovascular y endocrino, del sistema musculoesquelético y órganos importantes, las áreas más centrales del cuerpo, del sistema musculoesquelético en sus áreas más externas, del sistema circulatorio y linfático y de la piel. En la gráfica iriológica, valiéndonos de algunos conocimientos básicos de anatomía, debemos llegar a ubicar todos los pequeños órganos del cuerpo humano que no aparecen en el mapa. Las intoxicaciones por sustancias químicas, muy valiosas en asuntos de medicina clínica y hasta forense, se signan como manchas o puntos de diferentes colores. De este modo se describen los tonos del color para intoxicaciones por yodo, arsénico, mercurio, quinina, hierro, plomo, zinc, fósforo, azufre, bromo, sodio, antipirina, creosota y breas, estricnina, opio, cocaína, glicerina y ergotina. Se debe estudiar, para ir hacia una diagnosis, la localización de las pigmentaciones: puntos blancos, puntos amarillos, puntos amarillo verdosos, puntos amarillo azufre, puntos dorados, manchas oscuras, puntos verdes, puntos anaranjados, puntos amarillo oscuros, puntos y manchas rojas, violetas, malva, azul índigo, azul oscuro, grises, gris metálico, gris azulado, puntos gris oscuro, puntos verde oliva, manchas claras amarillo marrón con iris transparente y turbio, puntos gris pizarra, puntos rojo negruzcos, puntos gris oscuro, puntos marrón negruzcos, puntos azul negruzcos. Los desniveles indican debilidad. Los signos cerrados o ribeteados, indican que la enfermedad no avanzará. Los arcos de círculo son signos de nervios alterados en el grado de profundidad y el tono del color. La ley de Hering afirma que los tejidos iridiales se recomponen en la medida que las zonas que allí se reflejan se van curando. El signo característico del arco circulatorio y linfático que indica infección es una cadena blanca y el iris en transparencia en la zona infectada. Si hay intoxicación aparecen diversos colores en la cadena.

Las lagunas son signos en hueco que indican un comienzo de patología. Si son abiertas pueden empeorar. Cerradas, están detenidas. Los anillos nerviosos completos indican crisis nerviosas. El arco senil indica debilidad vital, especialmente del metabolismo celular.

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La corona simpática (gola) es el círculo del sistema nerviosos autónomo que se deforma hacia donde los nervios más pueden afectar. Los signos en hueco indican carencia de sustancia o insuficiencia. Los signos en relieve indican un exceso de sustancia o inflamación de tejido. El oscurecimiento de la zona de la piel (cerco de costras) indica saturación e hipofunción epidérmica.

Las manchas psóricas son oscurecimientos más oscuros que las manchas de yodo, indican procesos patológicos en gestación, por retención de humores dañinos en el cuerpo. Las criptas indican procesos destructivos, de mayor o menor gravedad según la profundidad de la marca. La relatividad de tal interpretación dependerá de los signos destructivos, crónicos, subagudos o febriles, cuyos momentos de aparición en el cuerpo han podido interpretarse.

Al respecto ha habido discrepancias entre algunos autores, Peczely y Liljequist compartieron la opinión de que el único color natural del iris es el azul y que el resto puede expresar que no son naturales sino la consecuencia de influencias patológicas. Nuestra escuela llego con el tiempo a la conclusión de que la opinión de dichos autores es cierta para los pueblos del Norte, pero que no puede hacerse extensiva a los pueblos meridionales y del Sur del mundo. Esta divergencia tiene como causa que no hemos reducido nuestras observaciones a los países septentrionales, en los que en verdad el iris normal es el azul, sino que las hemos extendido hasta los países que se acercan al Ecuador, en los cuales el color normal es el castaño. Así es pues que establecemos dos colores fundamentales del iris: el azul y el castaño; el azul para los pueblos donde la influencia solar es poco intensa, en los pueblos de piel blanca y rubia cabellera, y el castaño para los pueblos en los que los rayos solares colorean y oscurecen la piel, los cabellos y, como es natural, también el iris.

Desde ya que esta división no debe tomarse al pie de la letra, pues las continuas transmigraciones y mezclas de razas han dado lugar a que los ojos de color azul se encuentren en todos los países; pero siempre predomina, tanto en el Norte como en el Sur, el color característico de cada zona. Además, el clima de un país, por ejemplo meridional, tiende a oscurecer el color de sus habitantes. Hoy en día, la lenta mezcla de razas que tiene lugar en todos los países tiene también bastante que ver con esta diversidad. Respecto de los iris castaños hay que hacer una distinción entre el castaño propiedad de la raza debido a la pigmentación provocada por la luz solar y el castaño de origen azul pero que se ha ido cubriendo de manchas patológicas que lo han alterado. Un iris de este género tiene la apariencia de castaño desde lejos; visto de cerca se ve el fondo azul enmascarado en parte por el color castaño. En el iris castaño característico de las razas meridionales el color castaño es propio de las mismas fibras del iris y, por tanto, el colorido es completo en todas direcciones, sin que esté empañado por ninguna irregularidad. En el iris castaño de origen patológico el castaño no está tan perfectamente repartido como en el caso anterior y da la sensación de ser un color sobrepuesto. Este iris tiene el aspecto de tela mal teñida con claros en los cuales se puede descubrir el primitivo color azul.

Los iris castaños de este origen tienen por causa taras hereditarias o adquiridas durante la vida del individuo. El iris castaño anormal indica condiciones inferiores de resistencia y vitalidad. Las personas que tengan esta clase de iris han de cuidar su organismo para hacer desaparecer de la sangre y la linfa las impurezas causantes de esta predisposición enfermiza.

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Azul, claro u oscuro Castaño, claro u oscuro Ocre, castaño-amarillento Verde, de diferentes tonos

El azul natural es claro, según los diferentes pueblos, debido a las diferencias de clima. Así, el iris azul de los escandinavos suele ser más claro que el de los alemanes y el de éstos, a su vez, más claro que el de los franceses. El castaño natural, más o menos claro según la mayor o menor pigmentación. En el iris que haya de recibir crudamente la luz solar es natural que las células pigmentarias se multipliquen, y por ello se comprende que los habitantes de los pueblos que habitan latitudes próximas a los trópicos tengan el iris pigmentado, castaño. El ocre es debido a la pigmentación más o menos reciente de ojos primitivamente azules, a través de varias generaciones. El verde procede de un azul alterado por la persistencia de coloridos ocres más o menos repartidos. El iris verde es casi siempre de origen hereditario morboso. Un iris azul con manchas ocres puede dar en los hijos el color verde por difusión de las manchas ocres. A su vez, puede transformarse en verde un iris azul, en el curso de los años por diferentes influencias, intoxicaciones, envenenamientos y tratamientos medicinales crónicos. Los colores combinados como, el castaño en el centro y verde o azul en los bordes, que no son raros, proceden también del azul y el amarillo o castaño adquirido durante el curso de la vida como consecuencia de enfermedades, hereditariamente, por drogas, intoxicaciones, etcétera. También puede producirse esta combinación porque uno de los padres tenga ojos azules y el otro castaños, y el hijo herede los dos colores. En definitiva un iris azul puede cambiar de color durante la vida de una persona o a través de las generaciones. En muchos ojos que a primera vista parecen castaños mirándolos de cerca o con lente de aumento, se ve claramente que en diferentes puntos existe aún el azul originario.

Todos los autores que se han dedicado al estudio del iris han observado que las intoxicaciones (alimenticias, medicamentosas, microbianas, etcétera), así como diferentes enfermedades crónicas, las vacunas, los sueros, etcétera, oscurecen el todo iris o sólo determinadas partes del mismo. Este oscurecimiento se produce por pigmentación o por modificaciones finísimas de la disposición de sus fibras, según el caso. Lo contrario, o sea el aclaramiento y la mejora del iris, sucede cuando se produce la eliminación de las sustancias tóxicas (medicamentos, venenos, ácido úrico, toxinas microbianas) por un proceso curativo natural. Estas transformaciones, tardan bastante en observarse, a veces años y es difícil seguir su curso. Peczely ha observado que la sarna, después de su tratamiento con azufre, produce en el iris manchas de color castaño con bordes bien limitados. Estas manchas corresponden en el iris a los centros que representan los órganos donde se acumulan las sustancias tóxicas del arador de la sarnaǁ y el tóxico medicamentoso. Hay casos en que dicha enfermedad no produce manchas en el iris por la buena defensa del organismo y la rápida eliminación de dichas toxinas. Las manchas castañas que presenta el iris azul de algunas personas pueden trasmitirse a los hijos, produciendo un iris castaño por difusión del pigmento que formaba las manchas en el iris de los padres. Si gracias a influencias favorables (régimen alimenticio, higiene, ejercicio, baños, etc), se produce una crisis aguda de eliminación, dichas manchas pueden desaparecer o aclararse.

Director del Curso:

Dr. Claudio Estève

Presidente Honorario de la Asociación Naturista de Buenos Aires. Ex Médico panelista del programa "Sin Dolor" de Utilísima Fox 2010/12 - Premio "Martin Fierro" 2011 / 13 - Nominado 2012. Conductor del programa “Biocultura y Salud” - (lr21.com.uy) Miembro de la Unión Vegetariana Internacional (IVU) Licenciado en Medicina, Alicante, España (COMA.ES) Miembro de la Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina www.facebook.com/anba21 www.asociacionnaturista.com